Oposición al Tren Maya
GILBERTO LÓPEZ Y RIVAS (Resumen)
l 29 de enero se informó en torno a los territorios en el paso del
Tren Maya. Bajo Tierra Ediciones, actualizó, amplió y profundizó
algunos de los argumentos fundamentales del documento Por qué
nos oponemos al Tren Maya, dirigido al Presidente de la República, que
el 1o de abril de 2022, avalado por cientos de investigadores y organiza-
ciones dedicadas a la defensa de los territorios.
Se presentaron testimonios desde las comunidades afectadas, en-
contrándose un agravamiento de la confrontación intracomunitaria, por el
despojo de tierras, pagadas con frecuencia a precios irrisorios, presiones
clientelares de los llamados siervos de la nación y de integrantes del
partido oficial que criminalizan a quienes se manifiestan contra la obra.
La estrategia de fragmentar a las comunidades avanza en los diferentes
tramos entre quienes apoyan o resisten la megaobra.
La militarización se profundiza no sólo en la construcción de la obra
ferroviaria en sí, sino en la edificación de seis hoteles, que estarán bajo
la administración castrense, incluso en zonas de reserva natural protegi-
da, ocupando grandes extensiones de terrenos que están siendo tala-
dos, para consternación de los habitantes de los pueblos cercanos que
verán notablemente disminuidos sus recursos hídricos y sufrirán los im-
pactos a estos centros recreativos, que contemplan, incluso, casinos.
Estos hoteles se ubicarán en las zonas arqueológicas de Palenque,
Edzná, Uxmal, Chichén Itzá, Tulum y Calakmul. A la par de esta inusita-
da tarea, que correspondería a la Secretaría de Turismo, el proceso de
militarismo continúa, con la exaltación apologética de los militares en
videos de propaganda en zonas arqueológicas –en violación a reglamen-
tos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)–, usando la
identidad étnica con indígenas mayas que parecen lograr su plena reali-
zación por ser integrantes de las fuerzas armadas. Estos videos son,
paradójicamente, producidos en colaboración con el INAH.
Estos hoteles demuestran cuánta razón tienen los firmantes del do-
cumento, cuando expresaron su preocupación sobre la destrucción que
ocasionaría la megaobra de vestigios y sitios arqueológicos –que ya ocu-
rre– y de cómo estos sitios serán convertidos en mercancías turísticas.
“En ambos casos se destruye su valor histórico, la posibilidad de encon-
trar en ellos las claves culturales de larga duración de la civilización ma-
ya y los sentidos que tienen para los mayas contemporáneos.
El desconocimiento de las prácticas socioculturales locales propicia
que la mercantilización del patrimonio sea vista como una oportunidad.
La frase “el etnocidio puede tener un giro positivo: el etnodesarrollo”,
tomada del documento oficial de impacto ambiental del tramo 1, conside-
ra que acabar con las prácticas culturales de una región, puede resultar
ventajoso para la población indígena al ‘modernizarse’ trabajando
en resorts con nombres mayas, pero en realidad ya está causando des-
plazamientos poblacionales, especulación de tierras y destrucción co-
munitaria. Se menciona un aumento notable del crimen organizado en
los ámbitos comunitarios, pese a la presencia de los militares, lo cual, se
advierte, incrementa la conflictividad social y los desplazamientos.
Otra denuncia es el relleno de cenotes a lo largo de las vías traza-
das, lo cual afectará el extraordinario sistema hidrológico subterráneo.
Los hoteles y desarrollos turísticos a gran escala, estaciones, centros
poblacionales, cuarteles militares, granjas porcinas y el crecimiento de
turistas que se espera, contaminarán más el sistema de cuevas y ríos
subterráneos más largo del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario