¿A qué mentiras recurre BBC para reabrir un caso archivado: ‘Muerte de Nika’?
En los últimos días, la BBC Persa publicó supuestos documentos calificados como “confidenciales” pertenecientes al Cuerpo de Guardianes de Irán. Según el medio británico, estos documentos incluían los nombres de los presuntos asesinos de la joven Nika Shakarami, así como de los oficiales responsables de encubrir el caso.
Por Xavier Villar
Según la BBC, después de que Nika Shakarami fue detenida y trasladada a la parte trasera de una furgoneta no identificada, uno de los agentes la agredió sexualmente mientras estaba sentado sobre ella.
El problema con el relato presentado por la BBC es que la información proporcionada está plagada de falsificaciones y carece de credibilidad por diversas razones. Varios expertos iraníes han explicado que los periodistas encargados de la investigación tienen un conocimiento muy limitado sobre la estructura y funcionamiento del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) o han cambiado algunos datos de manera intencional.
La crítica a la supuesta exclusiva de la BBC no debe interpretarse de ninguna manera como una llamada a no investigar lo ocurrido o a no condenar a aquellos miembros de las fuerzas de seguridad involucrados en cualquier tipo de abuso. Debe entenderse, en todo caso, como un intento de poner bajo el foco a la BBC y a la falta de rigor en algunas de sus investigaciones relacionadas con Irán.
En los informes de la BBC, se menciona una investigación sobre la muerte de Nika Shakarami y el posterior interrogatorio a varios miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica. Según el organigrama interno del CGRI, toda investigación sobre las actuaciones de los miembros de este cuerpo, así como de la fuerza auxiliar Basich, está bajo la responsabilidad del departamento de Información del CGRI. Sin embargo, en los documentos presentados por la BBC, no se menciona ningún nombre del responsable del departamento de Información como autor de la investigación.
Lo que sí aparece en estos documentos son varios nombres de responsables de la fuerza policial. Por ejemplo, uno de los nombres mencionados es el del supuesto Comandante de la Brigada Especial de la Policía Metropolitana de Teherán, Sayed Reza Mousavi.
El problema con esta información es que, por un lado, no se entiende la relevancia que pueda tener el Comandante de la Brigada Especial de la Policía Metropolitana de Teherán en un asunto interno de información del Cuerpo de Guardianes de Irán, dado que las responsabilidades de esta brigada son principalmente operativas y no relacionadas con la información. Por otro lado, en el momento de los hechos narrados por la BBC en octubre de 2022, el comandante de esta unidad era Ahmad Noor Ali, y no Seyed Reza Mousavi, como se puede ver en los documentos publicados. En aquel entonces, Reza Mousavi era el responsable de la Unidad de Fuerzas Especiales Amir al-Momenin y no, como se ha mencionado, el comandante de la Brigada Especial de la Policía de Teherán.
De acuerdo a las normas internas del CGRI, cuando se abre una investigación encabezada, como en este caso, por el número dos de la Unidad de Información de este cuerpo, y además esta se lleva a cabo en las instalaciones del cuartel general de la unidad de Información, es necesaria la presencia de ese mismo subdirector de Información de dicho cuartel general. Sin embargo, su nombre no aparece en ninguno de los documentos aportados.
Otro de los aspectos que han suscitado la atención de expertos iraníes es el tema del tiempo dedicado a la supuesta investigación interna. Según la propia BBC, los datos proporcionados son el resultado de 1600 horas de investigación (aproximadamente 70 días). En los documentos se mencionan 5 o 6 acusados de los hechos, lo que implica que se habrían empleado unas 300 horas de interrogatorios a cada uno de esos acusados. Todo esto en medio de una crisis de seguridad en el país, donde lo habitual, desde la perspectiva del estado iraní, habría sido desplegar a todos sus miembros en las calles en lugar de dedicarlos a asuntos internos.
Si bien el punto anterior es puramente especulativo, lo cierto es que en varios de los documentos presentados por la BBC se menciona una supuesta “Secretaría Confidencial”, encargada de evitar la difusión de las noticias relacionadas con la investigación. El problema con esta Secretaría Confidencial es que no existe dentro de la estructura organizativa del CGRI.
Por otro lado, los documentos publicados por la BBC se supone que son los originales de la investigación interna del Cuerpo de Guardianes, pero carecen tanto de fecha como de número de registro.
Otro aspecto que llama mucho la atención es el uso incorrecto de los rangos militares, lo que sugiere que las personas que publicaron los documentos podrían no estar familiarizadas con la estructura interna y jerárquica del CGRI. Por ejemplo, en uno de los documentos se menciona al “comandante” de la Unidad de Información de la provincia de Teherán. Siguiendo los protocolos de seguridad internos, debería haberse utilizado el título de “responsable” o “jefe”, y en ningún caso “comandante”. Otros ejemplos similares que aparecen en los documentos son los títulos de “inspector”, que no existen dentro del organigrama del CGRI. Por lo tanto, no tiene sentido que aparezca en un supuesto informe oficial la expresión “Inspector Principal del Expediente”. Del mismo modo, no se utiliza el término “Investigador”; en su lugar, se prefieren títulos como “Especialista” y similares.
Además, en los informes publicados por la BBC se incluyen evaluaciones que no suelen estar presentes en informes de este tipo. Por ejemplo, se menciona literalmente: “Se dijo que, dado que esa noche teníamos 19 muertes, no queríamos que la cifra llegara a 20, así que lo dejamos debajo del puente y…”. Otro ejemplo que se recoge en los documentos es que cuando Nika Shakarami estaba detenida en el interior de un furgón policial, uno de los policías, identificado como Arash Kollar, vio a Sadeq Manjazi, otro de los policías en el furgón, con “su mano dentro del pantalón de Nika”. Desde el punto de vista cultural y según varios expertos, este tipo de expresiones en un informe donde el jefe de la organización de inteligencia informa al comandante en jefe del CGRI, tales detalles son considerados inapropiados.
Con base en lo anterior, se puede concluir que la BBC ni siquiera se ha tomado la molestia de verificar los nombres del comandante a cargo del cuerpo de seguridad interna del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, ni los de otros responsables, ni comprende cuáles son sus responsabilidades dentro del organigrama de la organización.
Si la intención de la BBC era investigar lo ocurrido durante la crisis securitaria vivida en el país en 2022, se le debería haber exigido cumplir con unos mínimos estándares profesionales y éticos.
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