Corea del Norte e Irán en la mira del imperialismo yanqui y el sionismo israelita:
Vientos de guerra soplan en la Península de Corea, así como en Oriente Medio.
La República Popular Democrática de Corea, país que ha sufrido la agresión del imperialismo yanqui desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y del establecimiento de un régimen contrario a los intereses estadounidenses en el año de 1948, hoy es objeto, una vez más, de la provocación político, diplomática, mediática y militar de los EEUU, que con el pretexto del hundimiento supuestamente por parte de tropas norcoreanas del buque de guerra de Corea del Sur “Cheonan”, hoy quieren desatar un conflicto bélico contra esa nación.
De igual manera, el imperialismo yanqui, esta vez en conjunción con el criminal Estado sionista de Israel, pretende lanzar un ataque militar contra la República Islámica de Irán con el propósito de devastar el país, para de esa manera sumirle en una situación de pobreza extrema, tal como lo han hecho con Afganistán e Irak, destruyendo sus principales industrias, a la vez que su maquinaria militar, para hacerle vulnerable a futuros ataques en caso de no lograr inmediatamente el objetivo de ocupar la nación islámica.
Aprovechándose del espectáculo del Mundial de Fútbol 2010 realizado en Sudáfrica, el imperialismo yanqui y el sionismo israelí, con el apoyo de otras potencias capitalistas, así como con la complicidad de la ONU, están llevando a cabo todo tipo de maniobras político, diplomáticas para justificar la agresión militar contra Corea e Irán.
Fidel Castro ha denunciado en sus últimas reflexiones las intenciones del gobierno imperial y sus secuaces sionistas, así como las mentiras tejidas alrededor de los hechos que se señalan como justificativos para llevar adelante las agresiones militares que están en camino.
Estos hechos están acompañados de una poderosa campaña mediática para justificar lo injustificable, por lo cual es necesario hacer un análisis de cómo falsimedia, como instrumento del imperialismo y el sionismo, maneja la información sobre estos y otros hechos con el objetivo de ir abonando el terrero para fabricar el consenso entre la población mundial frente a esta nueva agresión militar contra los pueblos y naciones que se oponen a su dominación.
La construcción interesada de la noticia pretende convertirse en la realidad misma:
Una noticia dice Jorge Valdés es “la comunicación imparcial y confiable de un acontecimiento, que contiene información oportuna y desconocida hasta el momento, y que genera el interés del destinatario” . 1
José A. Benítez señala que “la noticia es un hecho verdadero, inédito y de interés colectivo entendiéndose por interés colectivo la objetivizació n de una necesidad o un deseo”.2
Las definiciones expuestas contienen equivocaciones profundas, desde todo punto de vista. Lamentablemente estos conceptos de lo que es una noticia son los que se repiten y asumen como válidos en las aulas universitarias, donde se forman los futuros periodistas o comunicadores sociales.
Lo primero que hay que señalar es que una noticia no puede ser la comunicación imparcial y confiable de un acontecimiento debido a que quien la elabora, quiéralo o no, responde a una concepción ideológica determinada que le hace ver el mundo precisamente desde esa óptica muy particular. Lo de que sea confiable depende de varios factores que muchas de las veces se basan en apreciaciones extremadamente subjetivas, que responden también a los parámetros que la propia industria mediática establece para juzgar que cosas o personas son en las que el público debe confiar. Por ejemplo, los medios siempre ponen énfasis en las informaciones provenientes de la cadena CNN, la cual aparece como un símbolo del periodismo, por lo que sus informaciones serían confiables. La realidad ha demostrado de sobra que no es así.
Vicente Romano dice:
Creer que las informaciones recibidas por medio de todas las instituciones y los medios que las transmiten responden a nuestros intereses tiene una influencia devastadora en nuestra vida. En vez de confiar en la enseñanza, tendríamos que examinarla. Hay que saber si los planificadores de la educación se defecan en nosotros, no basta con que ellos nos aseguren que no es así. Eso lo han asegurado a todas las generaciones, y se defecaron en todas estas. ¿Qué razón hay para que hagan una excepción con nosotros, a menos que la excepción la hagamos nosotros?3
Lo señalado por el comunicólogo español es válido para entender también como se maneja la información noticiosa y la actitud que la gente debería asumir frente a lo que proponen las industrias mediáticas.
El segundo elemento que hay que dejar claramente señalado, puesto que encierra un error garrafal desde el punto de vista filosófico, es que la noticia no es el hecho, sino la construcción que una persona especializada o un grupo periodístico hace respecto de un acontecimiento, de uno o varios hechos determinados para darlos a conocer al público, los cuales incluso, en muchas ocasiones han sido totalmente distorsionados, falsificados o, lo que es más grave, han sido el resultado solamente de la invención del periodista, de las industrias mediáticas o de los aparatos de propaganda de los detentadores del poder para justificar las acciones que luego han llevado adelante contra los pueblos en el mundo entero.
Los ejemplos sobre esto sobran: la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para justificar un ataque militar contra ese país, información que luego la propia CIA tuvo que negar, el falso rescate de la soldado Jessica Lynch, obra del aparato propaganda estadounidense, etc. Sin embargo, falsimedia ha dado a conocer al público estos hechos ficticios como que fueran reales.
Iñaki Gil de San Vicente dice:
Lo que entendemos como un “hecho” que ha sucedido en cualquier parte --un terremoto o el encarecimiento de los precios de la alimentación, por ejemplo--, es transformado de tal forma que al final aparece como “noticia” sólo tras ser convenientemente “trabajado” por la industria mediática. Ya se ha criticado de sobra esta dinámica como para repetirla aquí. Ahora nos interesa destacar que esa “noticia” es presentada dentro de un mensaje general que refuerza la ideología dominante, que impide cualquier posibilidad de concienciació n revolucionaria o de reflexión crítica, aislando la “noticia” del contexto sociohistórico, etc. Según las necesidades del negocio político-mediá tico, la “noticia” será presentada de forma sensacionalista, macabra, sensiblera y emotiva, intimidatorio y cargada de resonancias catastrofistas, o con pretensiones de cientificidad neutra y aséptica, incluso hasta progresista. Son los intereses económicos y políticos de cada industria concreta los que determinan cómo se ha de vender la “noticia”, cómo se presenta, dónde se coloca para llamar la atención o para que pase desapercibida para la mayoría de la gente si es que no hay más remedio que sacarla al aire o al papel.4
El tercer elemento tiene que ver con otra de las características que los autores dan a la noticia que es el interés colectivo que se presume representa la información que se transmite o se da a conocer al público. Lo que se deja de lado es el hecho de que lo que se convierte en “interés” del colectivo es lo que constantemente los medios transmiten y que lo hacen ver como algo fundamental y necesario para conocimiento de las personas, cuando en realidad muchas de las cosas expuestas no tienen ninguna trascendencia para el desarrollo de los pueblos, ni son vitales para su existencia. La presentación de noticias basuras por parte de falsimedia es un claro ejemplo de ello. De igual manera, en el momento de seleccionar las informaciones noticiosas quienes controlan la industria mediática, priorizan lo que beneficia a determinados grupos de poder, espectacularizando ciertas cosas, mientras otras que son en verdad importantes para los colectivos son invisivilizadas, ocultadas.
Un cuarto elemento que es necesario comprender cuando se hace referencia a la noticia, es el interés económico que la industria mediática tiene respecto a la necesidad de publicar determinadas informaciones noticiosas que le permitan obtener ganancias debido a la expectativa que generan en el público, aumentando de esa manera el rating de sintonía en el caso de la radio y la televisión y la venta de periódicos en el caso de la prensa, obteniendo a su vez el desembolso económico de las empresas que publicitan sus productos a través de los medios.
Hay además que señalar que muchos hechos se convierten en “noticia” debido a los vínculos estrechos que existen entre los personajes que forman parte de los círculos de poder y la industria mediática, la misma que no escatima absolutamente nada para presentar a quienes de una u otra manera sustentan económicamente a esa industria.
Iñaki Gil de San Vicente dice:
El medio selecciona su oferta en base a un criterio elemental: asegurar su continuidad como negocio, como empresa. Ningún periódico, revista, radio, televisión, etc., puede sobrevivir largo tiempo con pérdidas, cayendo en ventas, ingresando menos dinero que el que gasta en la producción de las “noticias”. Si ingresa menos dinero, más temprano que tarde caerá en bancarrota. Tiene varios recursos para evitarlo: aumentar la explotación de sus trabajadores, desde los periodistas fijos hasta los precarizados pasando por el resto; aumentar los anuncios y la propaganda; reducir la calidad del papel y de los gastos de impresión; pedir ayuda a las instituciones; pedir préstamos; fusionarse con otros medios para abaratar costos, hacer promociones y ofertas especiales para aumentar las ventas, etc. 5
Es importante señalar además como las y los periodistas trabajan bajo formatos previamente establecidos y normas de construcción de la información que tienen las siguientes consecuencias: a) la imposibilidad del periodista de actuar críticamente frente a la realidad en la que se halla inmerso y b) la inexistencia de una praxis creativa, convirtiéndose en un vulgar imitador o repetidor de lo que otros previamente ya han elaborado, lo cual a su vez tiene que ver con la falta de investigación científica en el campo del periodismo.
La falta de creatividad se expresa en el hecho de que los periodistas muchas veces se limitan a “reflejar” mecánicamente lo que ven y escuchan o creen que ven y escuchan, sin establecer una interrelación entre diversos hechos, sin descubrir las contradicciones de las cosas. En otros casos, como se ha señalado, solamente se limitan a expresar las ideas que tiene en su cabeza sin tomar en cuenta en absoluto lo que efectivamente sucede en la realidad. Dice Adolfo Sánchez Vásquez al referirse a la praxis imitativa o reiterativa que “[c]omo en la metafísica platónica, también aquí lo determinante es el modelo; lo real sólo justifica su derecho a existir por su adecuación a lo ideal”.6
La falta de creatividad también se hace evidente en que el trabajo periodístico, al igual que el trabajo que realiza el obrero en la fábrica, es un trabajo alienado, enajenado, mecánico por excelencia debido a que los parámetros sobre los cuáles realiza su actividad la o el periodista están establecidos de antemano, por lo cual debe acudir para obtener la información que “necesita” para transmitir al público siempre a los mismos lugares, a las mismas fuentes, a los mismos personajes.
Así cocina falsimedia la noticia.
El doble rasero de la propaganda y la industria mediática al servicio del imperialismo y el sionismo:
Históricamente los detentadores del poder y sus ideólogos han considerado a la mentira como un instrumento necesario para mantener su dominación. Platón defendió la mentira piadosa para facilitar al gobernante su tarea y obtener la obediencia de las personas frente a las leyes, puesto que no se podía gobernar solo por medio del uso de la fuerza. En la época del nazismo, Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de Hitler, utilizó la mentira para lograr que la ciudadanía alemana creyera en el discurso racista, guerrerista y criminal que el führer y sus partidarios profesaban. “Miente, miente, miente que algo quedará, mientras más grande sea una mentira más gente la creerá”, decía Goebbels.
El imperialismo yanqui y el sionismo israelita también han hecho uso de la mentira permanentemente, para así sustentar su dominación y llevar adelante los crímenes que han cometido contra la humanidad. Estos sistemas políticos, económicos y militares han sido levantados sobre la mentira y se sustentan en ella.
No es el espacio para señalar cada una de las mentiras que han pretendido convertir en verdades el imperialismo y el sionismo. No obstante, es necesario que se conozcan algunas de esas mentiras sobre las que se levantan con el propósito de desmitificar la visión benevolente que ellos han construido sobre sí mismos.
Por ejemplo, EEUU, que constantemente dice ser defensor de la democracia y la libertad, surge como una poderosa nación oponiéndose a la democracia como sistema de gobierno de la mayoría sobre la minoría. Los padres fundadores de la Unión fueron enemigos de la democracia y del poder directo ejercido por el pueblo que, en palabras de Alexander Hamilton, ha sido considerado como la “Gran Bestia” que necesita de una élite de iluminados para que los represente.
De igual manera, EEUU para llevar adelante su política expansionista, sobre todo cuando llega a la etapa imperialista, ha utilizado la mentira y el engaño para intervenir militarmente en otros países, arrebatarles sus recursos, cercenar territorios con el pretexto de proteger los intereses de los ciudadanos estadounidenses, ocultando que se trata en realidad de los intereses de una minoría rica y de un aparato militar que necesita de esas guerras para existir. Basta señalar las mentiras esgrimidas para intervenir en los asuntos internos de Cuba a finales del siglo XIX, así como contra México, país al que despojó de la mitad de su territorio. En el siglo XX y XXI las mentiras del gobierno imperial han continuado, esta vez para lanzar sus “zarpazos preventivos” contra Afganistán e Irak en la época de W. Bush y ahora, bajo el mandato de Barack Obama, contra Irán y Corea del Norte.
Israel, al igual que su socio criminal, también ha basado su existencia y dominación, principalmente sobre el pueblo palestino, en la falsificación de la realidad.
Varios historiadores israelíes como Shlomo Sand, Benny Morris o Ilan Pappe, han cuestionado los mitos sobre los que el sionismo ha pretendido levantar su Estado. Autores como Roger Garaudy (Mitos Fundacionales del Estado de Israel) o Ralph Schoenman (Historia oculta del sionismo), no sólo que cuestionan las mentiras oficiales sobre el origen y constitución posterior del Estado de Israel, sino también la falsificación de datos y hechos históricos acaecidos durante la Segunda Guerra Mundial, así como el ocultamiento de los crímenes cometidos por el sionismo para acabar con el pueblo palestino.
El problema en el caso del Estado de Israel radica en el hecho de que cualquier crítica que se dirija contra el sionismo es vista como antisemitismo.
Garaudy explica como la falsificación de hechos y la tergiversació n histórica de lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial contra millones de judíos, ha servido como un elemento para que el sionismo se imagine a sí mismo permanentemente como “víctima”, que necesita ser comprendida, pero jamás atacada o cuestionada.
El lobby sionista juega un rol fundamental en esto, debido al poder que tiene sobre la política y la economía en el mundo capitalista, principalmente en EEUU, así como por el control que tiene sobre grandes corporaciones mediáticas que le han posibilitado difundir una imagen de “pueblo atormentado” por los crueles terroristas que buscan destruirlos.
Manuel Freytas en un artículo titulado “El poder oculto: de donde nace la impunidad de Israel” señala que:
Los directivos y accionistas de las primeras treinta megaempresas trasnacionales y bancos (las más grandes del mundo) que cotizan en el índice Dow Jones de Wall Street, son mayoritariamente de origen judío.
Megacorporaciones del capitalismo sin fronteras como Wal-Mart Stores, Walt Disney, Microsoft, Pfizer Inc, General Motors, Hewlett Packard, Home Depot, Honeywell, IBM, Intel Corporation, Johnson & Johnson, JP Morgan Chase, American International Group, American Express, AT&T, Boeing Co (armamentista) , Caterpillar, Citigroup, Coca Cola, Dupont, Exxon Mobil (petrolera), General Electric, McDonalds, Merck & Co, Procter & Gamble, United Technologies, Verizon, son controladas y/o gerenciadas por capitales y personas de origen judío.
De igual manera Freytas explica el control que el sionismo mantiene sobre los medios de comunicación:
Las tres principales cadenas televisivas de EEUU (CNN, ABC, NBC y Fox), los tres principales diarios (The Wall Street Journal, The New York Times y The Washington Post) están controlados y gerenciados (a través de paquetes accionarios o de familias) por grupos del lobby judío, principalmente neoyorquino.
Asimismo como las tres más influyentes revistas (Newsweek, Time y The New Yorker), y consorcios hegemónicos de Internet como Time-Warner (fusionado con América on Line) o Yahoo, están controlados por gerenciamiento y capital judío que opera a nivel de redes y conglomerados entrelazados con otras empresas.
Colosos del cine de Hollywood y del espectáculo como The Walt Disney Company, Warner Brothers, Columbia Pictures, Paramount, 20th Century Fox, entre otros, forman parte de esta red interactiva del capital sionista imperialista.7
El periodista belga Michael Collon, en un libro de reciente publicación, a través de varias entrevistas realizadas a personalidades como Noam Chomsky, Samir Amin, Michel Warschawski, entre otros, señala algunos de los mitos que el sionismo quiere ocultar.
El sionismo señala que Israel se creó como reacción a la masacre de judíos entre 1940 y 1945, lo cual encubre que realmente se trató desde su origen de un proyecto colonial de nuevo tipo previsto en el Congreso Sionista de 1897 con el objetivo de colonizar Palestina, con el respaldo fundamentalmente del imperio británico. La violencia contra el pueblo palestino ha sido permanente. Como señalan los historiadores Illan Pape y Benny Morris, los palestinos fueron expulsados por medio de la violencia sistemática ejercida contra ellos por los colonos judíos.
Para llevar adelante su proyecto colonizador los sionistas también levantaron el mito de que Palestina era un territorio que se encontraba vacío y que sus tierras estaban desérticas. “Una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra” es el argumento falso que esgrimieron para justificar el proceso colonizador.
Ralph Schoenman dice:
Al final del siglo XIX había en Palestina mil pueblos o aldeas. Jerusalén, Haifa, Gaza, Yaffa, Nablús, Acre, Jericó, Ramle, Hebrón y Nazaret eran ciudades florecientes. Las colinas estaban laboriosamente abancaladas. Canales de riego surcaban todo el territorio. Los jardines de limoneros, los olivares y los cereales de Palestina eran conocidos en todo el mundo. El comercio, el artesanado, la industria textil, la construcción y la producción agrícola eran prósperas.8
Otro mito es el de verse como el pueblo que regresa a la tierra que les arrebataron los romanos en los años 70 D.C., cuando en realidad el grueso de la población quedó allí, por lo que los descendientes verdaderos de esa gente son los palestinos.
Collon señala que no se puede hablar de un “pueblo judío” como tal, con identidad, una misma cultura, una misma historia o una misma lengua, puesto que lo único que comparten en realidad es una misma religión.
Al igual que EEUU, Israel se imagina a sí mismo como un régimen democrático, el único existente en Medio Oriente. Collón por el contrario explica que Israel no es un Estado de derecho, puesto que en su constitución no se fijan sus límites territoriales, que es un proyecto de expansión que no tiene límites, documento además que es racista al proclamar solamente un Estado de judíos, que desprecia a los otros.
El periodista belga desenmascara además la conducta cínica de Europa, puesto que es su industria militar la que abastece en gran medida de armamento a Israel, a la vez que colabora con el desarrollo de su aparato industrial militar.
Por otro lado, la propaganda del imperialismo yanqui y del sionismo utiliza la mentira para construir una imagen negativa de sus adversarios, para invisibilizar su existencia, tergiversar su historia, denigrar su cultura y de esa manera ellos presentarse como los portadores de la razón, del pensamiento, en suma, de la civilización y la democracia.
En el caso de Corea del Norte, no se hace referencia al intervencionismo militar gringo en la península una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, cuando EEUU se apoderó de la parte sur de ese territorio, estableciendo un régimen títere, servil a sus intereses. De igual manera se oculta la presencia permanente de fuerzas militares estadounidenses desde ese momento histórico, hasta la presente fecha, pese a que la ONU había decidido que ninguna potencia podía establecer tropas en territorio de las dos Coreas. Asimismo, nada se dice de las constantes provocaciones a las que está sometida Corea del Norte en la zona fronteriza, por parte de soldados de EEUU y de Corea del Sur.
William Blum dice:
Después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos suprimieron las organizaciones populares progresistas que habían sido aliadas durante la guerra, empleando a veces la fuerza bruta, a favor de los conservadores que habían colaborado con los japoneses. Como resultado, las mejores oportunidades de unificar el norte y el sur fueron abortadas. Esto condujo a una larga era de gobiernos corruptos, reaccionarios y despiadados en el sur, llenas de crímenes de guerra y a la intervención militar norteamericana de 1950-53 en la “Guerra de Corea”, que fue mucho más que el simple asunto de los coreanos del norte invadiendo a los del sur en un día particular, que es lo que se ha hecho creer al mundo.
En 1999, supimos que poco después de estallar la guerra, los soldados norteamericanos asesinaron con ametralladora a cientos de civiles indefensos; entre muchos otros incidentes de este tipo, cientos fueron muertos cuando los norteamericanos volaron, intencionalmente, los puentes por los que estaban cruzando.9
Si bien no se trata aquí de hacer una defensa del régimen de Corea del Norte que se caracteriza por el culto a la personalidad, la falta de democracia obrera, la existencia de una burocracia elitista que goza de privilegios, mientras el pueblo ha tenido que pasar por situaciones calamitosas, es necesario también destacar que pese a estas realidades, muchas de las cuales son exacerbadas al extremo por la industria mediática, la República Popular de Corea es un país que si bien se conoce muy poco de él, goza de un alto nivel de desarrollo cultural, deportivo, artístico, nación en la cual el 99% de la población de hombres y mujeres está alfabetizada. De igual manera, los medios nada expresan sobre las declaraciones de la Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, quien ha señalado que “el sistema de Salud de Corea del Norte sería la envidia de muchos países en desarrollo debido a la abundancia de personal médico disponible”, indicando que no existe “falta de médicos y enfermeras”.
Sobre Irán, de igual manera ocultan el papel criminal del imperialismo en la defensa de regímenes despóticos y tiránicos antes del triunfo de la Revolución Islámica, así como la ambición que sobre el petróleo de ese país tiene EEUU e Israel, además de ser una zona geoestratégica para el control de Rusia y China.
En los años cincuenta del siglo pasado, EEUU e Israel ayudaron al régimen iraní de ese entonces a crear el criminal servicio de seguridad SAVAK (Organización de Seguridad e Inteligencia Nacional), el mismo que gracias a la CIA se especializó en la práctica de la tortura. El Sha, Mohammed Reza Pahlevi, que había sido derrocado en 1950 por una insurrección popular, fue reinstalado en el poder gracias a los buenos oficios de EEUU, Gran Bretaña e Israel en 1953, gobernando 25 años más hasta el triunfo de la Revolución Islámica en 1979. Durante su mandato, el Sha restableció la propiedad extranjera de la industria del petróleo que había nacionalizado el primer ministro Mossadegh. Ese régimen corrupto y criminal gozó del respaldo de las “democracias” occidentales.
Al igual que se señaló respecto a Corea del Norte, no se trata de hacer una defensa del régimen iraní, dirigido este momento por el presidente Mahmoud Ahmadinejad, el mismo que ha reprimido con dureza las manifestaciones que la clase obrera iraní y muchos sectores de la clase media han llevado contra el régimen despótico, sin desconocer que en muchos de esos levantamientos han intervenido los servicios de inteligencia occidentales. El descontento popular ha sido expresado en grandes manifestaciones y huelgas que por la falta de una dirección política adecuada todavía no han culminado con el triunfo de la revolución iraní, frente al régimen fundamentalista islámico.
Lo que debe quedar claro es el doble rasero de la propaganda del imperialismo y el sionismo para juzgar a otros cuando les conviene, obviar hechos cuando les interesa y ocultar las atrocidades que ellos cometen permanentemente.
El manejo tendencioso de la información sobre Corea del Norte e Irán por parte de la industria mediática al servicio del imperialismo y el sionismo israelita:
No es el espacio para hacer un análisis detallado de las constantes noticias que salen respecto a Irán y Corea del Norte, así como la permanente falsificación de hechos que la industria mediática hace respecto a estos dos países y sus respectivos regímenes. Sin embargo, dada la magnitud de los hechos denunciados por Fidel Castro en sus últimas reflexiones respecto a la posibilidad de que se ejecute una agresión militar por parte del imperialismo yanqui y el sionismo israelita contra estas dos naciones, es necesario, aunque sea en forma breve, señalar como se produce esa falsificación a través de la propaganda imperial-sionista.
Lo primero que hay que señalar es el rol de víctimas que los victimarios asumen para lograr el apoyo de la comunidad internacional a cada una de sus acciones, puesto que éstas, según ellos, se llevan a cabo justamente para defenderse de los terroristas. El sionismo ha utilizado este discurso constantemente, con el objetivo de crear en la mente de las personas que son un pueblo asediado por terroristas que no les dejan vivir en paz. Las masacres perpetradas contra el pueblo palestino son vistas de esa manera como actos de legítima defensa.
En los titulares de los principales medios de prensa occidental jamás se ha calificado como debería hacerse las acciones del Estado sionista contra Palestina. Y lo que es más grave aún, es el hecho de que en vez de desenmascarar los ataques criminales y terroristas del sionismo, se los justifica arremetiendo contra quienes son víctimas de sus agresiones, puesto que a ellas se las presenta como responsables de crímenes y actos terroristas.
La propaganda imperial-sionista presenta al pueblo palestino como poseedor de un mayor poder de ataque sobre quienes realmente tienen la tecnología militar o, en el mejor de los casos, se los presenta en igualdad de condiciones que los israelitas, como si se tratara de una lucha entre iguales.
Santiago Alba Rico dice:
Cada vez que Israel bombardea ciudades, levanta muros, derriba olivos o impone el hambre y la enfermedad a millones de seres humanos, los EEUU y la UE, si a veces lamentan “el desproporcionado uso de la fuerza”, recuerdan una y otra vez su derecho a la defensa. Que nadie se escandalice si digo que es absurdo invocar su derecho a la defensa cuando lo que está en cuestión es su derecho a la existencia. Cada vez que EEUU y la UE promueven alguna “iniciativa de paz” se discute sobre qué hacer con los palestinos y qué conceder a los palestinos, como si los intrusos y ocupantes fueran ellos. Que nadie se escandalice si digo que la verdadera cuestión es saber qué hacemos con los israelíes y qué concedemos a los israelíes.10
El pensador español señala que:
(…) sólo retrospectivamente, bajo el imperio del esquema herodotiano y hollywoodiense, la victoria de David sobre Goliat nos aparece de forma errónea y natural como la victoria del débil sobre el fuerte cuando lo que describe en realidad –al revés– es la victoria de la fuerza tecnológica sobre la debilidad bruta, supremacía que hoy se prolonga, en la misma región del planeta, en la desigual batalla entre los aviones israelíes y los cuerpos palestinos.11
El uso del lenguaje es vital para lograr la manipulación de las personas.
Eufemismos de toda índole son utilizados para referirse a Israel y cada uno de sus actos.
Dice Santiago Alba Rico:
Más sutil aún, hay que prestar atención al terrorismo sintáctico, a la torsión o tortura de las frases en su estructura misma. ¿Hemos reparado alguna vez en que los palestinos son siempre los “sujetos”, activos o pasivos, de todas las oraciones? “Un pistolero palestino dispara a matar en Jerusalén”, “Un palestino muere como consecuencia de un intercambio de disparos con el ejército israelí”. ¿Percibimos toda la distancia que media entre decir “Un colono judío mata a tiros a tres palestinos” y decir, en cambio, “Tres palestinos mueren a manos de un colono judío?”. El verdadero “agente” de todos los problemas en Palestina se retira a posiciones sintácticas retrasadas y, allí agazapado, borra todos los rastros de su responsabilidad. Los palestinos matan (decisión alboral, libre, irrumpiente, negativa); los palestinos mueren -como si fuera una ley de la naturaleza-. Los palestinos, en efecto, siempre mueren a consecuencia de (el más volátil de los “causales”) un misil lanzado desde un helicóptero; a continuación de una incursión de tanques en Nablus; después de un tiroteo entre fuerzas de Al-Fatah y soldados israelíes. ¿Quien los ha matado?12
Una revisión breve de algunos titulares publicados en el periódico español ABC, permite comprender como al Estado sionista de Israel jamás se lo acusa de ser responsable de crímenes o actos crueles contra otros pueblos. Se suaviza lo que se dice para no dar una imagen negativa de ellos:
Israel bombardea el sur de Gaza como respuesta a un ataque de las milicias palestinas contra su territorio (29/01/2009)
El ejército israelí bombardea de nuevo Gaza en respuesta a un cohete de Hamás (29/01/2009)
Israel bombardea túnel en sur de Gaza en respuesta a lanzamiento de cohetes (10/08/2009)
Israel lanza nuevos ataques contra la Franja de Gaza en respuesta al lanzamiento de proyectiles (08/01/2010)
Como se puede apreciar el Estado de Israel más bien aparece como víctima y sus respuestas son defensivas apenas.
En titulares del Nuevo Herald se lee:
Jefe de Hizbulá insta a palestinos causar mayor daño posible a Israel (Beirut 01/03/09)
Se duplican los ataques antisemitas en todo el mundo (El Mundo 04/11/10)
¡Israel está asediado y corre el peligro de desaparecer ante los ataques de sus enemigos! Por ello el sionismo debe actuar inmediatamente para reforzar su seguridad. Ante ese peligro tiene entonces que utilizar todos los mecanismos a su alcance para garantizar su supervivencia. Lo extraño es que los palestinos no han sido los que se han apoderado de tierras ajenas, sino que ellos han sido expulsados de su territorio desde 1948.
Por otro lado el poderío militar israelí, país que posee armas nucleares como lo denunció el técnico nuclear Mordechai Vanunu en el año 1986, es superior al de otros países de la región, no se diga de Palestina que no tiene el armamento necesario para realizar la defensa de su territorio y población.
Justamente uno de los pretextos, entre tantos que ha puesto Israel para llevar adelante sus criminales acciones y hoy, juntamente con los EEUU, preparar un ataque militar contra Irán, es el de que el presidente Mahmud Ahmadineyad habría dicho que Israel debe ser borrado del mapa, idea que quedaría confirmada con el supuesto enriqueciendo de uranio por parte de Irán para fabricar bombas nucleares.
Los titulares de prensa constantemente hacen referencia a este hecho, pero callan ante el arsenal nuclear del régimen sionista, denunciado por Vanunu, ciudadano israelí que fue secuestrado por el Mossad en 1986 y condenado a prisión, acusado de traición y espionaje por las denuncias que realizó.
¿Por qué la industria mediática mantiene silencio sobre esto y expresa preocupación sobre lo que el régimen iraní o norcoreano estarían haciendo para producir supuestamente armas atómicas o nucleares? ¿Por qué los medios no señalan este doble rasero del Estado sionista de Israel y de los EEUU? ¿Por qué no denuncian con la misma vehemencia sobre la negativa de Israel a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear? ¿Por qué no se preguntan qué país o países ayudaron a Israel a desarrollar su arsenal nuclear?
Mientras tanto, EEUU e Israel, con el apoyo cómplice de la ONU y de las potencias capitalistas, han establecido sanciones contra Irán, mientras se hacen de la vista gorda y callan frente a los crímenes perpetrados por el sionismo contra la “Flotilla de la Libertad” el 31 de mayo de 2010, asalto realizado por tropas israelitas que asesinaron a nueve personas que, según informes de los forenses turcos, habrían recibido disparos en la cabeza. La benevolente ONU no sancionó a Israel, pese a que este crimen se cometió en aguas internacionales contra ciudadanos de diversos países. Incluso muchos editorialistas de diversos periódicos y medios digitales llegaron a acusar a las víctimas de ser las responsables de la actuación de Israel, negando incluso el carácter pacifista de la flotilla, con lo cual justificaban y respaldaban el discurso del sionismo sobre que el ataque se habría producido porque en ese barco había terroristas armados.
El periódico Hoy de Ecuador en sus sesudos “análisis” de opinión, en los que se dedica a atacar a los regímenes de Hugo Chávez y de Raúl Castro, se limitó a hacer un recuento de los hechos que no pudieron ser ocultados, pero sin hacer una sola referencia de los mismos como actos criminales. Luego, poco a poco, fueron ocultando la noticia, invisivilizando y silenciando todo.
Esta es la tónica de todos los medios occidentales.
La propaganda del imperialismo yanqui y del sionismo lleva desde hace algunos años atrás una poderosa campaña para justificar una agresión militar contra Irán. En el año 2005, frente a las declaraciones hechas por parte del presidente Mahmud Ahmadineyad sobre el Estado de Israel, los hipócritas medios de comunicación occidentales pusieron el grito en el cielo. Ahmadineyad, según ellos, habría señalado que Israel debe ser borrado del mapa, a la vez que negaba el holocausto nazi contra los judíos. Todo fue una tergiversació n, puesto que en la realidad eso no sucedió, tal como lo demuestran Anneliese Fikentscher y Andreas Neumann en un artículo publicado en la página de Rebelión bajo el título de “Un análisis de la retórica en los medios de comunicación orientada hacia la guerra contra Irán. ¿Quiere el presidente de Irán borrar del mapa a Israel y niega el Holocausto?”.
El imperial-sionismo viene creando una situación similar a la que llevaron adelante para justificar la agresión militar contra Afganistán y sobre todo a Irak. Sanciones económicas, bloqueo comercial con presión militar, campaña mediática de desprestigio, ataque y satanización. La CIA juega el mismo rol que en ese entonces. Su director, Leon Panetta, constantemente hace señalamientos en el sentido de que Irán en poco tiempo podría disponer de armas nucleares.
Lo cierto es que esta nueva agresión militar que el imperialismo yanqui y el sionismo israelí llevan contra Irán, tiene como propósito sumir en la miseria al país, para de esta manera generar mayor descontento a lo interno, así como provocar algún episodio a través del cual quieran justificar la intervención militar directa y no sólo ataques aéreos contra zonas estratégicas iraníes, todo bajo el pretexto de luchar en defensa de la democracia, de la seguridad mundial y la paz.
La hipocresía de Obama, el ignominioso premio Nobel de la Paz, al igual que el criminal de Bush lo hizo, hoy quiere agredir a una nación para beneficiar al aparato militar industrial de su país, así como al poderoso lobby del sionismo.
El petróleo y el gas iraní están en la mira de EEUU e Israel, además de ser una zona de vital importancia desde el punto de vista geoestratégico para mantener el control en Medio Oriente.
Iñaki Gil de San Vicente dice:
Ahora mismo, el Estado de Israel es el portaaviones terrestre del imperialismo yanqui en un área geoestratégica de creciente importancia para todo el capitalismo, que no sólo para Estados Unidos. Israel es un Estado militarizado al extremo en el que el ejército tiene poderes políticos, económicos y científicos que condicionan la vida entera de su población ya que sin sus fuerzas armadas el Estado de Israel desaparecería en muy poco tiempo, y con él el control imperialista de una amplia zona. Resulta tan estratégico este portaaviones terrestre que el imperialismo le permitió realizar junto con Sudáfrica una prueba nuclear en la Antártida en 1979, y le permite disponer de un arsenal nuclear estimado, a mediados de 2006, en siete centros nucleares y 400 bombas atómicas. ¿Qué zona debe proteger Israel? La formada por la parte occidental del cinturón militar que Estados Unidos va construyendo- imponiendo alrededor de China Popular, Corea del Norte, Extremo Oriente, Caucasia, Rusia, Turquía y el Bósforo, y los Balcanes. La función de este cinturón militar es triple: el control energético, el control del agua de la cordillera que va del sur de China a Afganistán y de las reservas biogenéticas de sus selvas; tener bases militares para una guerra contra Rusia y China Popular, y tener bases militares para defender a las burguesías fieles al imperialismo en esta extensa área. En su parte occidental, Israel y Turquía tienen una función clave para controlar Oriente Medio, el Bósforo y la parte occidental de Caucasia. Pero el Estado de Israel tiene, además, una importancia propia por sus esenciales conexiones con una fracción muy poderosa de la burguesía eurocéntrica; su peso científico-militar y represivo, y su enclave simbólico para la civilización judeocristiana. Se explica así la enorme diferencia de trato que recibe Israel por las instituciones imperialistas en comparación a otros pueblos, denigrados, vigilados, cercados, presionados de mil modos, o directamente invadidos.13
Con Corea del Norte la estrategia es similar.
El hundimiento del buque militar Cheonan de Corea del Sur ha servido de pretexto para justificar un ataque contra la RPDC. El periodista e investigador Wayne Madsen ha sido claro al señalar que dicho buque habría sido hundido por una bomba colocada en su base por los aparatos de inteligencia norteamericanos:
Fuentes de inteligencia de Wayne Madsen Report en Asia sospechan que el ataque contra la corbeta de guerra antisubmarina de la Armada sudcoreana Cheonan, en marco, fue un ataque de bandera falsa hecho para que pareciera provenir de Corea del Norte.
Uno de los propósitos principales para el aumento de las tensiones en la península coreana era aplicar presión sobre el primer ministro japonés Yukio Hatoyama para que cambiara de política sobre el retiro de Okinawa de la base del Cuerpo de Marines de EE.UU. Hatoyama ha admitido que las tensiones por el hundimiento del Cheonan tuvieron una importante influencia en su decisión de permitir que los marines de EE.UU. permanecieran en Okinawa. (…)
El Cheonan fue hundido cerca de la isla Baengnyeong, un lugar del extremo occidental alejado de la costa sudcoreana, pero frente a la costa norcoreana. La isla está altamente militarizada y dentro del alcance de fuego de artillería de las defensas costeras norcoreanas, que está al otro lado de un estrecho canal.
El Cheonan, una corbeta de guerra antisubmarina, tenía sonar de tecnología de punta, y además operaba en aguas con amplios sistemas de sonar hidrófono y de sensores acústicos submarinos. No existe evidencia sudcoreana de sonar o de audio de un torpedo, submarino o mini-submarino en el área. Ya que no hay casi navegación en el canal, el mar estaba silencioso en el momento del hundimiento.
Sin embargo, la isla Baengnyeong alberga una base de inteligencia militar estadounidense- sudcoreana y SEALS [fuerzas especiales] de la Armada de EE.UU. operan desde la base. Además, había cuatro barcos de la Armada de EE.UU. en el sector, parte del Ejercicio Foal Eagle EE.UU.-Corea del Sur, durante el hundimiento del Cheonan. Una investigación de las huellas metálicas y químicas del torpedo sospechoso muestra que es de producción alemana. Existen sospechas de que los SEALS de la Armada de EE.UU. mantienen una muestra de torpedos europeos con fines de denegabilidad plausible para ataques de bandera falsa. Además, Berlín no vende torpedos a Corea del Norte, sin embargo, Alemania mantiene un programa de estrecha cooperación de desarrollo conjunto de submarinos y armas submarinas con Israel.14
Es evidente que una nueva agresión militar del imperial-sionismo se avecina y que, como en otras campañas criminales de EEUU e Israel, los medios juegan un rol fundamental. Hoy pretenden ocultar sus intenciones debido al espectáculo alienante del fútbol que mantiene emocionado a millones de personas que, más allá de la grandiosidad de este deporte, no reflexionan sobre las implicaciones político-econó micas que hay detrás del mismo, los negocios de la mafiosa organización FIFA, la pobreza en África y las millonarias ganancias de las empresas que publicitan sus productos, dentro de los cuales están precisamente las empresas que sirven a los intereses del imperial-sionismo y, en este caso concreto, sobre lo que está ejecutando el imperialismo y el sionismo contra Irán y Corea del Norte.
Mientras dura la distracción y el mundo se recupera de la resaca futbolística, el imperialismo y el sionismo avanzan sobre Irán, a la vez que presionan a Corea del Norte. La asfixia económica y la agresión militar son los objetivos inmediatos del imperial-sionismo.
Una información publicada en la página de Insurgente señala:
Las presiones políticas son las sanciones de ONU, EEUU y la UE, así como las condenas del G8 y el G20. Por su parte la presión militar se puso de manifiesto con el Convoy de Buques de guerra que atravesaron el Canal del Suez con el permiso de Egipto para instalarse en el Golfo Pérsico.
Allí Están parados decenas de buques de guerra, según algunas versiones. Mientras que otras fuentes señalan que son 11; más un Portaaviones (Harry Truman) y decenas de lanchas rápidas. A ello habría que agregar el aporte israelí con sus buques y aviones.
Como si esto fuera poco, Arabia Saudí le permite a Israel utilizar un corredor aéreo para llegar con mayor facilidad a Irán, desde Tel Aviv.
El presidente estadounidense, Barack Obama, aprobó el jueves una ley que impone sanciones a Irán y busca reducir las importaciones de combustible de la República Islámica y profundizar su aislamiento internacional.
Obama señaló que las nuevas sanciones eran las más estrictas que alguna vez se aprobaron en el Congreso estadounidense y harían más difícil a Irán comprar petróleo refinado así como bienes y servicios con el fin de modernizar los sectores del crudo y el gas natural, pilares de su economía, informó Reuters.
La medida se da luego de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una nueva resolución que endurece las sanciones contra Irán.15
Si esto llega a materializarse, la responsabilidad de lo que suceda, así como del desinterés mundial sobre lo que pasa en Irán y Corea del Norte, una vez también recaerá sobre falsimedia.
Hay que estar atentos permanentemente y desenmascarar a los gobiernos criminales de EEUU e Israel, presididos por Barack Obama y Benjamín Netanyahu.
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