Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

  Interesados comunicarse a correo: erubielcamacho43@yahoo.com.mx  si quieren versión impresa o electrónica donativo voluntario .

jueves, 13 de octubre de 2011

El complot rápido y furioso para ocupar Irán

The fast and furious plot to occupy Iran
Teherán tendría que estar totalmente loco para tratar de eliminar a un embajador en suelo estadounidense
El complot rápido y furioso para ocupar Irán
Pepe Escobar
Al-Jazeera


Nadie ha perdido dinero apostando a la aburrida previsibilidad del gobierno de EE.UU. Justo cuando Ocupad Wall Street aviva las imaginaciones a través de todo el espectro –penetrando las nocivas puertas giratorias entre el gobierno y el capitalismo de casino– Washington nos devuelve a todos a la tierra y anuncia sensacionalmente un complot terrorista de Irán y un cártel mexicano salido directamente de la franquicia de la cinta Rápido y Furioso. La víctima potencial: Adel al-Jubeir, embajador en EE.UU. de esa adorable Meca contrarrevolucionaria, Arabia Saudí.

El director del FBI, Robert Mueller, insistió en que el complot terrorista organizado por Irán “se lee como las páginas de un guión de Hollywood”. Así es. Y un guión bastante malo. El dúo de Rápido y Furioso, Paul Walker/Vin Diesel no querrían participar aunque les pagaran.


Los buenos muchachos en esta producción de Washington son el FBI y la DEA (Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas). En boca del Fiscal General [Ministro de Justicia] Eric Holder, descubrieron un “mortífero complot dirigido por facciones del gobierno iraní para asesinar con explosivos a un embajador extranjero en suelo estadounidense”.


Holder agregó que el atentado contra la embajada saudí en Washington también formaba parte del plan. Elucubraciones posteriores lo ampliaron a atentados planificados contra la embajada israelí en Washington, así como contra las embajadas saudí e israelí en Buenos Aires.


El Departamento de Justicia ha pregonado una historia bastante tenebrosa –Operación Coalición Roja (no, no es posible inventar algo semejante)– centrada en un cierto Manssor Arbabsiar, de 56 años, que tiene pasaporte iraní y estadounidense y un “co-conspirador” basado en Irán, Gholam Shakuri, supuesto miembro de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos (IRGC, por sus siglas en inglés).


Presuntamente Arbabsiar tuvo una serie de encuentros en México con un topo de la DEA que se presentó como peso pesado de un cártel mexicano de la droga. El iraní-estadounidense parece haber sido convencido de que el topo era miembro del cártel mexicano de los Zetas, y supuestamente alardeó de que era “dirigido por importantes miembros del gobierno iraní”, incluido un primo “miembro del ejército iraní pero que no usa uniforme”.


Para completar el asunto, dijo al topo de la DEA que sus compinches en el gobierno iraní podrían contribuir con “toneladas de opio” al cártel mexicano (tal vez una conexión afgana). Luego discutieron una “serie de misiones violentas”, completas con el alarde de Arbabsiar sobre un atentado con bomba contra un restaurante repleto en Washington utilizado por el embajador saudí.


Holder caracterizó todo el asunto como un plan de “asesinato por encargo” por 1,5 millones de dólares. Arbabsiar fue arrestado hace solo algunos días, el 29 de septiembre, en el aeropuerto Kennedy en Nueva York. Supuestamente confesó, según el Departamento de Justicia. Por su parte Shakuri sigue en libertad.


Holder insistió: “EE.UU. está comprometido a responsabilizar a Irán por estas acciones”. Pero no llegó a afirmar que el complot fue aprobado por los máximos niveles del gobierno iraní. ¿Y ahora qué? ¿Guerra? Domínate. Washington debería consultar primero a los chinos sobre si están dispuestos a pagar la cuenta (la respuesta será que no).


Predeciblemente, el proverbial torrente de “funcionarios estadounidenses” salió con una tormenta de fuego, dando su propio giro a todo lo que veían. Un Pentágono alarmado aumentará su vigilancia de la Fuerza Quds y las “acciones de Irán” en Iraq, Afganistán y el Golfo Pérsico. Ex embajadores de EE.UU. declararon que “es un ataque contra EE.UU. si se ataca a este embajador”. Washington está a punto de imponer más sanciones a Irán; y Washington llevará urgentemente el asunto al Consejo de Seguridad de la ONU.


¿Qué nos espera? ¿Una resolución de R2P (“responsabilidad de proteger”) que ordene a la OTAN que proteja a todo acólito de la Casa de Saud a través del mundo bombardeando Irán hasta un cambio de régimen?


Ali Akbar Javanfekr, portavoz del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, por lo menos introdujo un poco de sentido común. “Pienso que el gobierno de EE.UU. está ocupado en fabricar un nuevo escenario y la historia ha mostrado que tanto el gobierno de EE.UU. como la CIA tienen mucha experiencia en la fabricación de escenarios semejantes… Pienso que su objetivo es llegar al público estadounidense. Quieren apartar la mente del público de los serios problemas interiores que enfrenta actualmente y atemorizarlo con problemas fabricados fuera del país.” Irán ni siquiera ha establecido todavía si esos dos personajes son realmente ciudadanos iraníes.


El gobierno iraní –que se enorgullece de una actitud lógica ante la diplomacia– tendría que haber sido inoculado con un virus al estilo de demencia Stuxnet para conducirse de una manera tan contraproducente, al atacar a un consejero de política exterior de alto perfil del rey Abdullah en suelo estadounidense. La agencia noticiosa oficial iraní IRNA describió el complot como el “nuevo escenario propagandístico de EE.UU.” contra Irán.


En cuanto al mantra de Washington de que “Irán se ha estado insinuando en muchas de las luchas en Medio Oriente”, es propaganda saudí sin diluir. De hecho, es la Casa de Saud la que ha estado realizando la feroz contrarrevolución que ha aplastado toda posibilidad de una Primavera Árabe en el Golfo Pérsico, desde la invasión y represión en Bahréin a la rápida prevención de protestas dentro de las provincias orientales de Arabia Saudí dominadas por chiíes.


Todo el asunto huele a un pretexto debilucho para un casus belli. La oportunidad del anuncio no podría ser más sospechosa. El consejero nacional de seguridad de la Casa Blanca , Thomas E. Donilon, informó al rey Abdullah hace ya dos semanas, en una reunión de tres horas en Riad. Mientras tanto el gobierno estadounidense no ha estado planeando complots, sino realizando asesinatos selectivos de ciudadanos de EE.UU., como en el caso de Anwar al-Awlaki.


¿Por qué ahora? Holder está atrapado en un escándalo más –sobre si mintió respecto a la Operación Rápido y Furioso (no, no se puede inventar algo semejante)-, una operación federal encubierta mediante la cual numerosas armas estadounidenses terminaron en manos de –aquí los tenemos de nuevo– cárteles mexicanos de la droga.


Por lo tanto, ¿cómo enterrar Rápido y Furioso, el abismo económico, los 10 años de guerra en Afganistán, el creciente atractivo de Ocupad Wall Street, para no hablar del papel saudí en el aplastamiento del espíritu de la Primavera Árabe? Descubriendo un lindo complot al estilo al Qaida en suelo estadounidense, y para colmo, dirigido por el “malvado” Irán. Al Qaida y Teherán encabezan el reparto; ni siquiera Cheney y Rumsfeld en su apogeo podían presentar algo semejante. ¡Viva la GWOT (guerra global contra el terror)! ¡Y viva el espíritu neoconservador! Recordad, los hombres de verdad van a Teherán, y el camino comienza ahora.


Pepe Escobar es corresponsal itinerante de Asia Times. Su último libro es Obama Does Globalistan (Nimble Books, 2009).
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
LLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL
12.10.2011
Aljazeera
Tehran would have to be terminally foolish to try to snuff out an ambassador on US soil, author says
The fast and furious plot to occupy Iran
Pepe Escobar
No one ever lost money betting on the dull predictability of the US government. Just as Occupy Wall Street is firing imaginations all across the spectrum - piercing the noxious revolving door between government and casino capitalism - Washington brought us all down to earth, sensationally advertising an Iranian cum Mexican cartel terror plot straight out of The Fast and the Furious movie franchise. The potential victim: Adel al-Jubeir, the ambassador in the US of that lovely counter-revolutionary Mecca, Saudi Arabia.

FBI Director Robert Mueller insisted the Iran-masterminded terror plot "reads like the pages of a Hollywood script". It does. And quite a sloppy script at that. Fast and Furious duo Paul Walker/Vin Diesel wouldn't be caught dead near it.

The good guys in this Washington production are the FBI and the Drug Enforcement Agency (DEA). In the words of Attorney General Eric Holder, they uncovered "a deadly plot directed by factions of the Iranian government to assassinate a foreign Ambassador on US soil with explosives".

Holder added that the bombing of the Saudi embassy in Washington was also part of the plan. Subsequent spinning amplified that to planned bombings of the Israeli embassy in Washington, as well as the Saudi and Israeli embassies in Buenos Aires.

The Justice Department has peddled quite a murky story - Operation Red Coalition (no, you can’t make that stuff up) - centred on one Manssor Arbabsiar, a 56-year-old holding both Iranian and US passports and an Iran-based co-conspirator, Gholam Shakuri, an alleged member of the Islamic Revolutionary Guard Corps's (IRGC) Quds Force.

Arbabsiar allegedly had a series of encounters in Mexico with a DEA mole posing as a Mexican drug cartel heavy weight. The Iranian-American seems to have been convinced that the mole was a member of the hardcore Zetas Mexican cartel, and reportedly bragged he was being "directed by high-ranking members of the Iranian government", including a cousin who was "a member of the Iranian army but did not wear a uniform".

On top of it, he told the DEA mole that his Iranian government buddies could come up with "tons of opium" for the Mexican cartel (an Afghan connection, perhaps). Then they discussed a "number of violent missions" complete with Arbabsiar bragging about bombing a packed Washington restaurant used by the Saudi ambassador.

Holder characterised the whole thing as a $1.5m "murder-for-hire" plan. Arbabsiar was arrested only a few days ago, on September 29, at JFK airport in New York. He allegedly confessed, according to the Justice Department. Shakuri for his part is still at large.

Holder was adamant: "The United States is committed to hold Iran accountable for its actions." Yet he stopped short of stating the plot was approved by the highest levels of the Iranian government. So what next? War? Hold your horses; Washington should first think about asking the Chinese if they’re willing to foot the bill (the answer will be no).

Predictably, the proverbial torrent of US "officials" came out with guns blazing, spinning everything in sight. An alarmed Pentagon will be increasing surveillance over the Quds Force and "Iran’s actions" in Iraq, Afghanistan and the Persian Gulf. Former US ambassadors stated that, "it's an attack on the United States to attack this ambassador". Washington is about to impose even more sanctions against Iran; and Washington is urgently taking the matter to the UN Security Council.

What next? An R2P ("responsibility to protect") resolution ordering NATO to protect every House of Saud minion across the world by bombing Iran into regime change?

Ali Akbar Javanfekr, a spokesman for Iranian President Mahmoud Ahmadinejad, at least introduced a little bit of common sense. "I think the US government is busy fabricating a new scenario and history has shown both the US government and the CIA have a lot of experience in fabricating these scenarios ... I think their goal is to reach the American public. They want to take the public's mind off the serious domestic problems they're facing these days and scare them with fabricated problems outside the country." Iran has not even established yet that these two characters are actually Iranian citizens.

The Iranian government - which prides itself on a logical approach to diplomacy - would have to have been inoculated with a terminal Stuxnet-style foolishness virus to behave in such a counterproductive manner, by targeting a high-profile foreign policy adviser to King Abdullah on American soil. The official Iranian news agency IRNA described the plot as "America's new propaganda scenario" against Iran.

As for the Washington mantra that "Iran has been insinuating itself into many of the struggles in the Middle East", that's undiluted Saudi propaganda. In fact it's the House of Saud who's been conducting the fierce counter-revolution that has smashed any possibility of an Arab Spring in the Persian Gulf - from the invasion and repression of Bahrain to the rash pre-emption of protests inside Saudi Arabia's Shia-dominated eastern provinces.

The whole thing smells like a flimsy pretext for a casus belli. The timing of the announcement couldn't be more suspicious. White House national security advisor Thomas E. Donilon briefed King Abdullah of the plot no less than two weeks ago, in a three-hour meeting in Riyadh. Meanwhile the US government has been carrying not plots, but targeted assassinations of US citizens, as in the Anwar al-Awlaki case.

So why now? Holder is caught in yet another scandal - on whether he told lies regarding Operation Fast and Furious (no, you can't make this stuff up), a federal gun sting through which scores of US weapons ended up in the hands of - here they come again - Mexican drug cartels.

So how to bury Fast and Furious, the economic abyss, the 10 years of war in Afghanistan, the increasing allure of Occupy Wall Street - not to mention the Saudi role in smashing the spirit of the Arab Spring? By uncovering a good ol' al-Qaeda style plot on US soil, on top of it conducted by "evil" Iran. Al-Qaeda and Tehran sharing top billing; not even Cheney and Rumsfeld in their heyday could come up with something like this. Long live GWOT (the global war on terror). And long live the neo-con spirit; remember, real men go to Tehran - and the road starts now.

Pepe Escobar is the roving correspondent for Asia Times. His latest book is named Obama Does Globalistan (Nimble Books, 2009).

No hay comentarios:

Publicar un comentario