EL APOCALIPSIS CRISTIANO, ISLÁMICO Y MAYA
El miedo por el fin del mundo es un tema que al parecer, interesa y nos involucra a todos, religiones como la cristiana, la islámica o culturas tan antiguas como la Maya han dado sus profecías o visiones respecto a este hecho específico. Sorprende en muchos casos, las coincidencias entre una y otras, sorprende, las descripciones que nos parecen tan terriblemente actuales. Por ello, al final, cabe preguntarse si estas predicciones son simples coincidencias, pura imaginación o simple paranoia colectiva.
Según la religión católica
El Apocalipsis es quizá el libro más leído de la Biblia. Escrito por el apóstol Juan en la Isla de Patmos, en el mar Egeo, el Apocalipsis o el libro de las Revelaciones, predice un trágico y demoníaco final para el mundo. Para ello, el evangelista usa diversas iconografías, imágenes, códigos, que en nuestros tiempos resultan complicados de interpretar. Entre las simbologías más conocidas o más importantes, se encuentran los Cuatro jinetes que representan la guerra, el hambre, la muerte y según muchos, el último jinete blanco, se refiere a Cristo.
Así también son conocidos la idea del Anticristo, es decir el demonio quien en persona aparecerá en la Tierra para apoderarse de ella, el mismo que estará marcado con el 666, el símbolo del Anticristo. Pero es quizá la gran lucha final entre el bien y el mal las más aterradora de todas, la batalla de Armagedón, en donde los ejércitos de Dios y del demonio se enfrentarán cuerpo a cuerpo por su supremacía en la Tierra es la que ha inspira el miedo entre los cristianos y en sí, a todos los apocalípticos, no obstante, y a pesar de que las muertes serán incontables, según Juan, Jesús saldrá victorioso y reinará la paz en la Tierra.
Algunas consideraciones
Como se ha dicho, el Apocalipsis es un evangelio de difícil lectura, mientras unos opinan que debe tomarse al pie de la letra otros señalan que debe ser tratado como un mensaje oculto que debe ser tomado en sentido figurado.
Para los escépticos del Apocalipsis católico, indican que ni siquiera uno puede estar seguro de que el Juan del Evangelio, el discípulo de Cristo haya sido quien escribió el libro de Revelaciones, esto pues, según se sabe, el Juan evangelista falleció en el año 41 de nuestra era, mientras que el último libro de las que componen las revelaciones, se terminó de escribir en el 96.
Otro punto confrontacional es que para muchos, el Apocalipsis fue un libro profético, ciertamente, pero que no hablaba de nuestro tiempo, sino de los tiempos en que fue escrito, es decir, en tiempos del Imperio Romano. Como se sabe, Roma era el gran enemigo de los cristianos en el tiempo de Juan, antes de que el cristianismo fuera aceptado como religión por el Emperador Constantino, en Roma se perseguía, esclavizaba o simplemente se asesinaba a los judeocristianos. Por ello es lógico pensar para muchos, que las imágenes, los símbolos, se refieren al poder Roma y a sus emperadores, en este sentido, uno de los símbolos más conocidos, la del signo del Anticristo, el 666, se referiría según muchos, al emperador Nerón. Quien como se sabe, persiguió a los cristianos, y los culpó incluso, del incendio de Roma.
En este punto, el del 666, hay mucho qué decir, algunos aseguran que el número real es el 636, por una mala traducción al griego. En este caso, consideran que el emperador romano que coincide con este número sería Calígula y no Nerón. En todo caso, ambos podían ser considerados como enemigos de los cristianos.
No obstante, aquellos que sostienen que el Apocalipsis es en verdad una predicción para nuestros tiempos, consideran que el 666, no es más que el www del Internet. Para ellos la W, es la sexta letra en la ordenación de los alfabetos hebreo, arameo, fenicio y también en la ordenación alfabética árabe tradicional. Así que para ellos, el Anticristo no sería más que el World Wide Web de la Internet.
Según el Islam
Y si los cristianos tienen la Biblia, los islámicos, en el Corán también nos hablan del final de los tiempos, o mejor dicho, del “retorno”. Esto pues el fin del mundo, es sentido en el Corán como el retorno de lo bueno, es decir, cuando la muerte, luego de dar muerte a todo y darse muerte a ella misma, volverá el mundo a la raíz, a Dios.
En el Corán, los signos que serán visibles para la venida de Dios, son los mismos que uno puede notar en el Apocalipsis cristiano, es decir, la destrucción o la propagación de enfermedades, no obstante, da mucho énfasis a que aquel tiempo llegará cuando la gente pierda la oración y esté dominada por los deseos materiales. Según dice el Corán, el dinero será lo más principal en el sentimiento de las personas, y los más adinerados serán los más respetados, incluso, por encima de Dios.
Así también, el Corán menciona a un Anticristo que vendrá en el fin de los tiempos. Para el Islam, este ente diabólico será el mesías impostor (o Al-Dajjah), quién hará creer a muchos que es él el verdadero cristo. No obstante, anuncia el Corán, morirá cuando el verdadero Mesías llegue en su segunda venida.
Algo que concibe el Corán y no así el Apocalipsis cristiano, son las prefiguraciones del anticristo, que no son más que personajes anónimos o importantes, presentes en la Tierra desde siempre que harán la labor del Anticristo hasta que éste, llegue finalmente.
Según los mayas
En sus siete profecías, los Mayas también coinciden en que los signos del fin del mundo estarán plagado de desastres naturales. No obstante, debido a su ya conocida sabiduría en las materias astrológicas, los Mayas sorprenden al anunciar específicamente los desastres naturales como productos de los cambios climáticos y geológicos que ocurrirán en la Tierra. Indican ellos que la falta de sincronía entre nuestro comportamiento y nuestro planeta terminarán por destruirlo. Anuncia también olas de calor nunca antes vistas e inundaciones nunca antes contempladas.
Sorprende además, que los Mayas, a diferencia de las anteriores visiones proféticas, hayan dado una fecha específica para el fin de los tiempos. Para los astrólogos Mayas, el fin de los tiempos ocurrirá el 22 de diciembre del 2012. Luego de ello, según dice, habrá un período de reconciliación con el planeta y el hombre. Y se volverá a un nuevo inicio de paz y convivencia.
Conclusiones
Sean ciertas o no estas profecías, lo cierto es que el hombre debe darse que a diferencia de aquellas épocas, hemos venido sistemáticamente perdiendo todo respeto a nuestro entrono y a nuestro mundo. Es lógico, e incluso científicamente pensar que con nuestro actual comportamiento y estilo de vida, estamos destruyendo el planeta millones de años antes de lo previsto. Efectos como el calentamiento global es sólo una muestra clara de que no necesitamos un Anticristo o de demonios que acaben con nuestro planeta, al parecer, para eso, nos bastamos nosotros mismos.
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