8 de marzo: Somos todos iguales
Enviado por Natalia Andujar el 08/03/2013 a las 12:08
Etiquetas: feminismo dia mujeres Listado de categorías Artículos
Hoy
es 8 de marzo, un día importante para recordar y celebrar que no
nacemos mujeres, ni hombres, sino que Al-lâh nos ha creado de una nafs wahida, de una misma alma.
Hoy celebramos esa superación de las categorías, ese retornar a una fitra desgenerizada. Una lucha diaria contra las violencias, micros, macros, latentes, pasadas, presentes, futuras…
Hoy recuerdo mis primeras microresistencias al patriarcado, en el colegio, organizando una huelga de silencio ante las injusticias cometidas por nuestros compañeros de clase hacia nuestras compañeras. En casa, enfrentándome a ciertas costumbres heredadas de las generaciones anteriores de mujeres. En mis decisiones, pequeñas, invisibles pero que eran gérmenes que luego darían sus frutos.
Por desgracia, hoy en día el feminismo sufre cierto descrédito entre las nuevas generaciones, las críticas afluyen en unas sociedades cada vez más conservadoras, más temerosas de la pérdida de referentes cómodos, a los que el patriarcado está agarrado como clavo ardiendo. Los estereotipos abundan, la exclusividad de cierto feminismo edulcorado, domesticado por el neoliberalismo así como la apropiación y manipulación del discurso feminista por parte de corrientes de ultraderechas y reaccionarias, son peligros importantes a los que nos enfrentamos.
Ante todo ello, debemos ser más fuertes, tejer alianzas y superar las barreras mentales que nos separan a algunas feministas. Debemos apoyar las luchas, respetando los diferentes marcos de actuación, desde las propias vivencias y escala de valores sin imponer nuestra visión del mundo a otras mujeres. ¡Creyentes, ateas, negras, lesbianas, musulmanas, veladas, hombres, luchemos por que la igualdad se traduzca en mejoras reales en todos los ámbitos: político, económico, social, religioso!
Hoy renuevo mi primera conciencia feminista con las aportaciones de mi hija, A. M., que ha querido compartir conmigo su dibujo para el Día de la Mujer. Reza el eslogan: Somos todos iguales. El lapsus gramatical debido a su bilingüismo es un hallazgo inesperado: somos “todos iguales”, somos “unx”, esto es, no hay género propio de cada sexo. Es necesario recordarlo cada día y actuar en consecuencia.
Hoy celebramos esa superación de las categorías, ese retornar a una fitra desgenerizada. Una lucha diaria contra las violencias, micros, macros, latentes, pasadas, presentes, futuras…
Hoy recuerdo mis primeras microresistencias al patriarcado, en el colegio, organizando una huelga de silencio ante las injusticias cometidas por nuestros compañeros de clase hacia nuestras compañeras. En casa, enfrentándome a ciertas costumbres heredadas de las generaciones anteriores de mujeres. En mis decisiones, pequeñas, invisibles pero que eran gérmenes que luego darían sus frutos.
Por desgracia, hoy en día el feminismo sufre cierto descrédito entre las nuevas generaciones, las críticas afluyen en unas sociedades cada vez más conservadoras, más temerosas de la pérdida de referentes cómodos, a los que el patriarcado está agarrado como clavo ardiendo. Los estereotipos abundan, la exclusividad de cierto feminismo edulcorado, domesticado por el neoliberalismo así como la apropiación y manipulación del discurso feminista por parte de corrientes de ultraderechas y reaccionarias, son peligros importantes a los que nos enfrentamos.
Ante todo ello, debemos ser más fuertes, tejer alianzas y superar las barreras mentales que nos separan a algunas feministas. Debemos apoyar las luchas, respetando los diferentes marcos de actuación, desde las propias vivencias y escala de valores sin imponer nuestra visión del mundo a otras mujeres. ¡Creyentes, ateas, negras, lesbianas, musulmanas, veladas, hombres, luchemos por que la igualdad se traduzca en mejoras reales en todos los ámbitos: político, económico, social, religioso!
Hoy renuevo mi primera conciencia feminista con las aportaciones de mi hija, A. M., que ha querido compartir conmigo su dibujo para el Día de la Mujer. Reza el eslogan: Somos todos iguales. El lapsus gramatical debido a su bilingüismo es un hallazgo inesperado: somos “todos iguales”, somos “unx”, esto es, no hay género propio de cada sexo. Es necesario recordarlo cada día y actuar en consecuencia.
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