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martes, 18 de junio de 2013

El maíz, un elemento ritual común entre mesoamericanos y andinos, expuso Broda

El maíz, un elemento ritual común entre mesoamericanos y andinos, expuso Broda
Por : Paula Carrizosa
2013-05-31
La Jornada de Oriente, Mexico.
Para cerrar con el cuarto Coloquio de Cosmovisiones Indígenas que organizó el Colegio de Antropología Social de la UAP, la etnóloga Johanna Broda, miembro del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, expuso un análisis comparativo de los rituales mesoamericanos y andinos que se practicaban en épocas prehispánicas y su relación calendárica actual.

En la ponencia “Paisajes indígenas del maíz en Mesoamérica y los Andes”, señaló que algunos de esos rituales precolombinos se siguen reproduciendo en la agricultura indígena de ambas regiones: tanto en el centro y sureste de México como en las cumbres andinas que alcanzan los 3 mil 600 hasta los 4 mil metros de altura, en las que se puede cultivar este grano.

A la cosmovisión, la etnóloga egresada de la academia de Viena la definió como un aspecto que refleja la relación de las culturas indígenas con la naturaleza particularmente con sus actividades productivas en el campo.

Broda explicó que la milpa es un espacio de cultivo conservado, un sistema indígena de trabajo que en México se reflejó, por ejemplo, en las chinampas mientras en Perú en las terrazas. “Son un espacio de múltiples niveles, un territorio político, una réplica del paisaje, un lugar de ofrendas que sirven para apreciar el complejo pensamiento prehispánico”.

En el caso de Mesoamérica explicó que el ciclo agrícola indígena –por lo menos en los mexicas, el más documentado–, fue producto de un largo proceso histórico que se puede reconstruir gracias a las fuentes. Dijo que el primer ciclo, el de regadío, ocurría en febrero con una ofrenda de mazorcas para Tláloc, que se acompañaba por el sacrificio de niños de diversas edades en los cerros.

Ese primer ciclo, que se extiende de marzo a junio, sigue con un ciclo temporal en el que los hombres plantaban el maíz –como se puede ver en el Códice Tovar. En especial en abril, con el rito del Tozoztli se rinde culto a tres de las principales diosas mesoamericanas como Chicomecoatl, acompañada por otras sacerdotisas de “cuatro colores” que son servidoras de la diosa.

Para septiembre con el Ochpaniztli se festejaba a la tierra y el nacimiento de Cinteotl, el maíz, “la mazorca que va a madurar que se festejaba con ofrendas y con adornos de papel de hule que se colocaban en los templos”. El ciclo indígena, continuó la experta es cosmogonía mesoamericana, concluía con el Tepehihuitl, en la cual se ofrendaban las mazorcas. Para enero y diciembre, como parte de la preparación del nuevo ciclo, se ofrendaba a Ilamatecuhtli, una señora vieja como el barbecho que queda después de cosechar el maíz

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