Rusia bloquea un acuerdo del G-8 sobre una intervención en Siria
Por: Agencias
Martes, 18/06/2013 07:45 AM
Versión para imprimir
Credito: AFP
Enniskillen, junio 18 - Ambos rígidos, solemnes, intercambiando una única y forzada sonrisa para estrecharse las manos al final del encuentro, el lenguaje corporal de Barack Obama y Vladimir Putin durante su entrevista de anoche en Lough Erne fue elocuente, no solo de la difícil relación entre estos dos personajes, sino del choque que Rusia y los demás países del G-8 han protagonizado hasta ahora en la cumbre celebrada en este bucólico paraje de Irlanda del Norte.
Obama y Putin solo se pusieron de acuerdo en la necesidad de contener la violencia en Siria y buscar una solución política. “Estamos de acuerdo en empujar a las partes a la mesa de negociaciones”, dijo Putin. “Queremos intentar resolver el asunto por medios políticos, si es posible, y hemos dado instrucciones a nuestros equipos para una potencial reunión en Ginebra”, ratificó Obama.
Rusia ha dejado claro desde el primer minuto que condena tajantemente la decisión de Estados Unidos de armar a los rebeldes y que se niega a autorizar en la ONU la imposición de un espacio de exclusión aérea en ese país.
El primer ministro británico, David Cameron, reconocía que “existe claramente una gran diferencia entre la posición de Rusia y la del Reino Unido, Francia, Estados Unidos y otros”. Más pesimista aún, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, advertía que, “a menos que se produzca un gran cambio de posición (de parte de Rusia), no va a ser posible conseguir un acuerdo”. Expresando abiertamente su frustración, el presidente francés, Francois Hollande, se preguntaba: “¿Cómo podemos decir que existen pruebas sobre el uso de armas químicas sin conseguir una condena unánime de parte de la comunidad internacional y del G-8?”.
Obama, que pretende dar un giro al estado actual de la guerra en Siria con su decisión de la pasada semana de entregar armamento a la oposición, mantuvo ayer varias reuniones bilaterales, incluida la de Putin, sin poder responder de manera positiva a la pregunta retórica de Hollande. Los líderes de EE UU, Alemania, Japón, Francia, Italia, Rusia, Canadá y el Reino Unido, tenían previsto continuar anoche las conversaciones en una cena, pero las perspectivas eran funestas.
Putin llegó a esta cumbre con una posición de total rechazo a la intención de Occidente de implicarse más directamente en el conflicto en apoyo de los rebeldes. En unas declaraciones tras el encuentro que sostuvo el domingo con Cameron, acusó a quienes entreguen armas a la oposición de “mancharse las manos de sangre”, y, en una cruda exposición de su visión del conflicto sirio, dijo: “¿A quiénes van a ayudar? ¿A esos que abren los cadáveres de sus víctimas y se comen sus entrañas? ¿Son a esos a quienes quieren a ayudar?”.
El presidente ruso aseguró que el único representante legítimo de Siria es el Gobierno de Bachir el Asad, y añadió que, mientras siga siendo así, Rusia le seguirá apoyando.
En medio de este panorama, Cameron manifestó que “aún hay espacio para algunas coincidencias”. Las únicas fueron las mencionadas por Obama y Putin sobre una salida negociada. Pero esa solución pasa por la celebración de la conferencia de paz acordada el mes pasado por los Gobiernos de Rusia y EEUU, para la que todavía no se ha encontrado formato ni fecha por diversos desacuerdos.
Por: Agencias
Martes, 18/06/2013 07:45 AM
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Enniskillen, junio 18 - Ambos rígidos, solemnes, intercambiando una única y forzada sonrisa para estrecharse las manos al final del encuentro, el lenguaje corporal de Barack Obama y Vladimir Putin durante su entrevista de anoche en Lough Erne fue elocuente, no solo de la difícil relación entre estos dos personajes, sino del choque que Rusia y los demás países del G-8 han protagonizado hasta ahora en la cumbre celebrada en este bucólico paraje de Irlanda del Norte.
Obama y Putin solo se pusieron de acuerdo en la necesidad de contener la violencia en Siria y buscar una solución política. “Estamos de acuerdo en empujar a las partes a la mesa de negociaciones”, dijo Putin. “Queremos intentar resolver el asunto por medios políticos, si es posible, y hemos dado instrucciones a nuestros equipos para una potencial reunión en Ginebra”, ratificó Obama.
Rusia ha dejado claro desde el primer minuto que condena tajantemente la decisión de Estados Unidos de armar a los rebeldes y que se niega a autorizar en la ONU la imposición de un espacio de exclusión aérea en ese país.
El primer ministro británico, David Cameron, reconocía que “existe claramente una gran diferencia entre la posición de Rusia y la del Reino Unido, Francia, Estados Unidos y otros”. Más pesimista aún, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, advertía que, “a menos que se produzca un gran cambio de posición (de parte de Rusia), no va a ser posible conseguir un acuerdo”. Expresando abiertamente su frustración, el presidente francés, Francois Hollande, se preguntaba: “¿Cómo podemos decir que existen pruebas sobre el uso de armas químicas sin conseguir una condena unánime de parte de la comunidad internacional y del G-8?”.
Obama, que pretende dar un giro al estado actual de la guerra en Siria con su decisión de la pasada semana de entregar armamento a la oposición, mantuvo ayer varias reuniones bilaterales, incluida la de Putin, sin poder responder de manera positiva a la pregunta retórica de Hollande. Los líderes de EE UU, Alemania, Japón, Francia, Italia, Rusia, Canadá y el Reino Unido, tenían previsto continuar anoche las conversaciones en una cena, pero las perspectivas eran funestas.
Putin llegó a esta cumbre con una posición de total rechazo a la intención de Occidente de implicarse más directamente en el conflicto en apoyo de los rebeldes. En unas declaraciones tras el encuentro que sostuvo el domingo con Cameron, acusó a quienes entreguen armas a la oposición de “mancharse las manos de sangre”, y, en una cruda exposición de su visión del conflicto sirio, dijo: “¿A quiénes van a ayudar? ¿A esos que abren los cadáveres de sus víctimas y se comen sus entrañas? ¿Son a esos a quienes quieren a ayudar?”.
El presidente ruso aseguró que el único representante legítimo de Siria es el Gobierno de Bachir el Asad, y añadió que, mientras siga siendo así, Rusia le seguirá apoyando.
En medio de este panorama, Cameron manifestó que “aún hay espacio para algunas coincidencias”. Las únicas fueron las mencionadas por Obama y Putin sobre una salida negociada. Pero esa solución pasa por la celebración de la conferencia de paz acordada el mes pasado por los Gobiernos de Rusia y EEUU, para la que todavía no se ha encontrado formato ni fecha por diversos desacuerdos.
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