Arabia Saudí contra Rusia
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Bandar comienza su venganza
contra Rusia
Yusuf Fernandez-Al Manar
Hace varios meses, durante la visita del jefe del servicio de inteligencia saudí, Bandar bin Sultán, a Moscú, él prometió hacer la vida difícil a Rusia si Putin no aceptaba dejar de apoyar al gobierno legítimo de Bashar al Assad en Siria. En aquella entrevista, cuyo contenido fue filtrado a varias agencias, Bandar habría dejado claro que su servicio controlaba al terrorismo extremista en el Norte del Cáucaso, y en particular en Chechenia, y que podría utilizarlo contra Moscú y en especial contra los próximos Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad de Sochi, si el presidente ruso no se plegaba a sus exigencias sobre Siria.
Putin, por su parte, habría dicho: “Vamos a romper las piernas a vuestros terroristas si ellos meten las narices en Sochi”.
Ahora, cuando falta poco más de un mes para los Juegos, tres atentados cometidos en días consecutivos por grupos takfiris, dos de ellos en la ciudad rusa de Volvogrado (la antigua Stalingrado), han sembrado el caos en la región. El sábado, la explosión de un coche bomba cerca de la comisaría de la policía en Piatigorsk, en el sur de Rusia, causó tres muertos.
El domingo, otro atentado mató a 16 personas e hirió a otras 37 en la estación de ferrocarril en Volvogrado. Pavlov Petchenkin, un extremista wahabí, sería el autor del atentado, según la agencia rusa Interfax.
El lunes por la mañana 17 personas murieron y otras 45 resultaron heridas en un ataque suicida con bomba contra un trolebús también en Volvogrado.
Por su parte, el periódico británico The Telegraph afirmó que estos atentados de Volvogrado, que es un nudo prioritario de las comunicaciones en el sur de Rusia, ponen de relieve la amenaza que pende sobre los Juegos Olímpicos de Sochi. “La explosión del domingo, que destruyó una parte de la principal estación de Volvogrado... es la segunda que sacude la ciudad en tan sólo tres meses, poniendo así de manifiesto la amenaza de seguridad para los próximos Juegos de Sochi.”
El líder terrorista checheno Doku Umarov pidió, por su parte, a los militantes de la región, en un vídeo colocado en Internet en julio, que utilicen la “fuerza máxima” para impedir que los Juegos tengan lugar.
Alexei Filatov, el vicepresidente de la asociación de veteranos de la unidad antiterrorista de élite Alfa cree que más ataques tendrán lugar. “Podemos esperar más atentados de este tipo. La amenaza es mayor ahora porque los terroristas quieren causar una gran impresión”, manifestó a Reuters. “Las medidas de seguridad fueron reforzadas hace mucho tiempo alrededor de Sochi, así que los terroristas atacarán, en su lugar, ciudades cercanas como Volvogrado”.
Algunas informaciones señalan que Rusia, sin hacer mucho ruido, está trabajando para la formación de una coalición internacional contra el terrorismo, tema que quiere plantear en la Conferencia de Ginebra-2 sobre Siria el próximo 22 de enero. En este sentido, la iniciativa rusa se corresponde bien con la iniciativa del presidente de Irán, Hassan Rohani, de crear una coalición internacional contra el terrorismo y el extremismo.
Si esta coalición se forma, y a ella se adhieren la mayor parte de los países del mundo, incluyendo EEUU, Bandar y los gobernantes saudíes podrían perder su arma de presión favorita: los grupos terroristas takfiris. Cabe preguntarse, en este sentido, cuanto tiempo seguirá el mundo haciendo la vista gorda hacia el patrocinio saudí del terrorismo internacional.
Yusuf Fernandez-Al Manar
Hace varios meses, durante la visita del jefe del servicio de inteligencia saudí, Bandar bin Sultán, a Moscú, él prometió hacer la vida difícil a Rusia si Putin no aceptaba dejar de apoyar al gobierno legítimo de Bashar al Assad en Siria. En aquella entrevista, cuyo contenido fue filtrado a varias agencias, Bandar habría dejado claro que su servicio controlaba al terrorismo extremista en el Norte del Cáucaso, y en particular en Chechenia, y que podría utilizarlo contra Moscú y en especial contra los próximos Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad de Sochi, si el presidente ruso no se plegaba a sus exigencias sobre Siria.
Putin, por su parte, habría dicho: “Vamos a romper las piernas a vuestros terroristas si ellos meten las narices en Sochi”.
Ahora, cuando falta poco más de un mes para los Juegos, tres atentados cometidos en días consecutivos por grupos takfiris, dos de ellos en la ciudad rusa de Volvogrado (la antigua Stalingrado), han sembrado el caos en la región. El sábado, la explosión de un coche bomba cerca de la comisaría de la policía en Piatigorsk, en el sur de Rusia, causó tres muertos.
El domingo, otro atentado mató a 16 personas e hirió a otras 37 en la estación de ferrocarril en Volvogrado. Pavlov Petchenkin, un extremista wahabí, sería el autor del atentado, según la agencia rusa Interfax.
El lunes por la mañana 17 personas murieron y otras 45 resultaron heridas en un ataque suicida con bomba contra un trolebús también en Volvogrado.
Por su parte, el periódico británico The Telegraph afirmó que estos atentados de Volvogrado, que es un nudo prioritario de las comunicaciones en el sur de Rusia, ponen de relieve la amenaza que pende sobre los Juegos Olímpicos de Sochi. “La explosión del domingo, que destruyó una parte de la principal estación de Volvogrado... es la segunda que sacude la ciudad en tan sólo tres meses, poniendo así de manifiesto la amenaza de seguridad para los próximos Juegos de Sochi.”
El líder terrorista checheno Doku Umarov pidió, por su parte, a los militantes de la región, en un vídeo colocado en Internet en julio, que utilicen la “fuerza máxima” para impedir que los Juegos tengan lugar.
Alexei Filatov, el vicepresidente de la asociación de veteranos de la unidad antiterrorista de élite Alfa cree que más ataques tendrán lugar. “Podemos esperar más atentados de este tipo. La amenaza es mayor ahora porque los terroristas quieren causar una gran impresión”, manifestó a Reuters. “Las medidas de seguridad fueron reforzadas hace mucho tiempo alrededor de Sochi, así que los terroristas atacarán, en su lugar, ciudades cercanas como Volvogrado”.
Algunas informaciones señalan que Rusia, sin hacer mucho ruido, está trabajando para la formación de una coalición internacional contra el terrorismo, tema que quiere plantear en la Conferencia de Ginebra-2 sobre Siria el próximo 22 de enero. En este sentido, la iniciativa rusa se corresponde bien con la iniciativa del presidente de Irán, Hassan Rohani, de crear una coalición internacional contra el terrorismo y el extremismo.
Si esta coalición se forma, y a ella se adhieren la mayor parte de los países del mundo, incluyendo EEUU, Bandar y los gobernantes saudíes podrían perder su arma de presión favorita: los grupos terroristas takfiris. Cabe preguntarse, en este sentido, cuanto tiempo seguirá el mundo haciendo la vista gorda hacia el patrocinio saudí del terrorismo internacional.
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