Cómo ocurrió y por qué es
tan grave la ofensiva insurgente del ISIS en Irak
Redacción
BBC Mundo
Última
actualización: Jueves, 12 de junio de 2014
El ISIS
sigue avanzando, muchos creen que es cosa de tiempo antes de que llegue a
Bagdad.
Ciudades
iraquíes cayendo como piezas de dominó ante el avance de militantes islámicos,
Bagdad que parece haber perdido el control, medio millón de desplazados por la
violencia, convocatorias de emergencia en el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas: todo esto ha sido provocado por la ofensiva del grupo radical Estado
Islámico de Irak y el Levante (ISIS, por sus siglas en inglés).
El martes
los militantes de ISIS se hicieron con el control de Mosul, la segunda ciudad
de Irak; y el miércoles tomaron la ciudad de Tikrit, cuna del depuesto y
fallecido líder iraquí, Sadam Hussein, sólo 150 kilómetros al norte de la
capital, Bagdad.
La
violencia ha generado una devastadora crisis humanitaria que incluye a medio
millón de personas que se vieron forzadas a dejar Mosul.
En el sur
del país, en Samarra, a 110 kilómetros de Bagdad, también se han registrado
violentos combates, aunque las fuerzas de seguridad aseguran haber sido capaces
de frenar los avances del ISIS.
Entretanto,
en la capital iraquí un atacante suicida mató el miércoles a 21 personas e
hirió a otras 45 durante una asamblea chiita, informó la policía.
El
gobierno del primer ministro Nuri al Maliki ha perdido el control de gran parte
del territorio iraquí.
La
violencia estalló con fuerza esta semana y el gobierno del primer ministro Nuri
al Maliki parece estar perdiendo el control de la situación.
El ISIS,
de hecho, ya controla un considerable territorio en el centro y occidente de
Irak. También ha fortalecido su posición en el este de Siria, en su campaña por
establecer un enclave militante sunita en la zona fronteriza.
Estalla la violencia
Tras la
caída y posterior ejecución de Sadam Hussein -en medio de la invasión de EE.UU.
y sus aliados-, el ejército iraquí fue desmantelado por el nuevo gobierno y se
creó una nueva fuerza de seguridad.
Durante
un período, Irak vivió una situación de relativa paz.
Pero a
partir del retiro de las tropas estadounidenses de Irak en diciembre de 2011
grupos alineados con al Qaeda comenzaron a organizarse en distintos lugares del
país y a experimentar una rápida expansión.
La importancia de Mosul
La caída
de Mosul constituye un duro golpe a los intentos de Nuri al Maliki por derrotar
a los militantes, que han ido ocupando territorio de Irak en el último año tras
la retirada de las fuerzas estadounidenses.
Mosul es
la segunda ciudad que cae en manos del ISIS este año, luego de que el grupo se
hiciera con el control de Faluya en enero.
Para el
gobierno de mayoría chiita, Mosul representa una notable pérdida, toda vez que
es la principal ciudad del norte de Irak y un importante centro político y
económico del país, con 1,8 millones de habitantes.
Mosul,
además, conecta con Siria y Turquía.
Tras la
invasión liderada por EE.UU. en 2003, esta ciudad se convirtió en un bastión de
la resistencia contra la ocupación, a la que se opusieron los sunitas (mayoría
en la región, no en el país).
Pero la
ciudad sufrió las consecuencias. Varios años de tiroteos y de atentados con
bombas por parte de militantes ligados con al Qaeda llevaron a un éxodo de
miles de personas.
Y no fue
sino hasta 2009 que una apariencia de normalidad volvió a Mosul, aunque los
yihadistas seguían manteniendo un firme control de la ciudad.
De hecho,
el 22 de diciembre de 2011, apenas cuatro días después del retiro de las
fuerzas de EE.UU., tuvo lugar una oleada de atentados con bombas en Bagdad. Los
ataques causaron alrededor de 60 víctimas mortales.
El Estado
Islámico de Irak (ISI), otra rama de al Qaeda y antecedente del ISIS
(establecido en 2013), se atribuyó la autoría de aquellos atentados.
A partir
de entonces, la violencia sectaria en el país arreció con más fuerza: atentados
casi a diario con bombas (en mercados, mezquitas, funerales), ataques a
prisiones, sedes policiales y cuarteles militares.
Según la
organización no gubernamental Iraq Body Count, que hace recuento de las
víctimas de Irak, en 2013 el país alcanzó su peor momento en materia de
violencia en cinco años: 9.475 civiles muertos.
La
violencia sectaria aumentó en Irak tras la salida de las tropas estadounidenses
del país.
La rabia de los "Hijos de Irak"
El ISIS
fue creado en abril de 2013. Inicialmente nació como una fusión entre el ISI y
un grupo yihadista rebelde de Siria, el Frente Nusra. Ese año los yihadistas
juraron lealtad al ISIS.
Desde
entonces, el grupo se ha hecho muy popular entre sectores de las poblaciones
tribales sunitas, que se sienten maginadas y perseguidas por Bagad.
Los
sunitas se consideran a sí mismos los verdaderos iraquíes y siguen teniendo
problemas en aceptar el hecho indiscutible de que constituyen una minoría en el
país.
En
efecto, el primer ministro Maliki, chiita, tomó una serie de medidas políticas
que profundizaron el enojo de sectores opositores: permitió y estimuló las
purgas de políticos iraquíes en nombre de la depuración del partido Baaz -la
formación política de Sadam Hussein- de las estructuras de poder en Irak.
También
interrumpió las políticas iniciadas por EE.UU. de trabajar con los líderes
tribales sunitas y sus milicias -los llamados "Hijos de Irak"- para
aislar a al Qaeda.
De modo
que, además de los conflictos ancestrales entre sunitas y chiitas, la violencia
en Irak también tiene otras raíces más profundas, políticas.
"Malestar más amplio"
Para
Marina Ottaway, analista del Woodrow Wilson Center, con sede en Washington DC,
la violencia se inscribe en el contexto de un "malestar más amplio que
afecta a todas las provincias iraquíes, incluyendo algunas de mayoría chiita,
debido a las políticas emprendidas por el primer ministro Maliki para hacer más
férrero su propio control político y su poder, y en el proceso imponer un
sistema de control altamente centralizado, lo cual la mayoría de las provincias
ha comenzado a resentir".
Según
explica Ottaway a la BBC, un tercio de las provincias iraquíes buscan
transformarse en regiones que tengan cierto grado de autonomía, como la que ya
detentan los kurdos.
Según
reportes, la crisis humanitaria en Mosul incluye a unos 500.000 refugiados.
En el
contexto de esas tensiones, en 2012 en la ciudad de Ramadi -en el centro de
Irak- un grupo de sunitas levantó unos campamentos en protesta.
Pero el
primer ministro careció de la suficiente flexibilidad como para llegar a
acuerdos con los manifestantes.
En
diciembre de 2013, el gobierno ordenó el arresto del parlamentario sunita Ahmed
al Alwani, quien había estado adelantando una negociación entre Bagdad y los
manifestantes de Ramadi.
Además,
el 31 de diciembre, un año después de haber sido instalado, las tropas del
gobierno irrumpieron en la protesta y desmantelaron el campamento de los
manifestantes.
La toma de Faluya y Ramadi
Dos días
después de este ataque, en enero de 2014, la ciudad de Faluya y parte de Ramadi
cayeron en manos de las milicias sunitas del ISIS.
A partir
de ahí, los insurgentes continuaron su avance, hasta ahora imparable.
El 30 de
abril, poco antes de las elecciones legislativas, el ISIS combatió a las
fuerzas gubernamentales a las afueras de Bagdad y sus hombres desfilaron a
plena luz del día en la ciudad de Abu Ghraib, a sólo 20 kilómetros de la
capital.
La
campaña del grupo yihadista prosiguió en Samarra, ciudad que atacó el 5 de
mayo. Un mes después, los militantes embistieron la universidad de Anbar, en
Ramadi y apuntaron hacia Mosul, ciudad que cayó en sus manos el pasado 10 de
junio, tras cinco días de combates.
El ISIS
tomó el control de la provincia de Nineveh, además de partes de las provincias
cercanas Kirkuk y Salaheddin.
Ahora,
con Faluya, Mosul y Tikrit en su poder, comienza a extenderse el temor en Irak
de que el primer ministro Maliki no tenga la capacidad militar ni política para
contener este incursión. Los militantes islámicos están cada vez más cerca de
llegar a Bagdad y avanzando.
El ISIS
se ha propuesto establecer un enclave militante sunita en la zona fronteriza de
Irak y Siria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario