Residente en España, mediador de Al Qaeda
Mohamed Bahaiah, viejo conocido de los servicios secretos españoles, fue asesinado por el Estado Islámico cuando intentaba lograr un pacto entre fuerzas radicales en Siria
“Aplastadlos completamente y matad la conspiración en su cuna”. La orden del portavoz del Estado Islámico (EI) Abu Mohamed Al-Adnani de declarar la guerra al resto de grupos rebeldes que actúan en Siria para derrocar al régimen de Bachar el Asad no respetó ni al intermediario que acudió a negociar, esgrimiendo una bandera blanca y una larga hoja de servicios en la yihad global, un sirio con residencia en España que vivió durante años en Madrid y Granada y que ha pagado la osadía con su vida.
El 23 de febrero de 2014, dos meses después de que ese mensaje implacable apareciera en las redes sociales, Mohamed Bahaiah, conocido como Abu Khaled al Suri, y varios de sus hombres fueron asesinados en Alepo, su cuna, en un ataque suicida protagonizado por una katiba (brigada) del propio Estado Islámico. Bahaiah era el enviado de Ayman al Zawahiri —el pediatra egipcio que sustituyó a Osama bin Laden en la jefatura de Al Qaeda Central—, para negociar un acuerdo y acabar con las disputas con el EI.
Semanas antes de su muerte, los servicios de inteligencia españoles intentaron un encuentro en Turquía con Bahaiah, pero la cita se frustró, según aseguran a EL PAÍS fuentes de la lucha antiterrorista. “Se confió demasiado. Tenemos la certeza de que su muerte fue ordenada por el Estado Islámico. Lo mataron cuando acudía a una cita con ellos. Una cita a la que fue en calidad de enviado de Al Zawahiri”, afirma una fuente autorizada.
Bahaiah era un viejo conocido de la policía española y en los archivos se conservan imágenes en blanco y negro y vídeos de sus paseos y citas inconfesables en mezquitas y parques de Madrid. Entonces, más delgado y estilizado, aunque con la misma barba que lucía ahora. Al igual que su jefe y amigo Mustafá Setmarian, otro sirio nacionalizado español, fue objeto de especial atención cuando apareció en España e inició su tarea de proselitismo y financiación.
El escudero de Mustafá Setmarian
Hermano Musulmán. Mohamed Bahaiah huyó de Siria por militar en este movimiento islamista radical.
Soldados de Alá. Fue un activo militante de los Soldados de Alá, un grupo de sirios que en los ochenta implantó en España el salafismo.
Refugio en Afganistán. En los noventa se unió a los talibanes del mulá Omar y a la yihad global de Osama bin Laden.
Lugarteniente de Mustafá Setmarian.Durante tres décadas fue el brazo derecho del sirio-español que fundó Al Qaeda en España y número cuatro de la organización.
Los dos sirios recalaron en Madrid en los años ochenta huyendo de la persecución a la que el Gobierno de Hafed el Asad, padre del actual presidente sirio, sometió a los Hermanos Musulmanes, la corriente rigorista creada en Egipto por el profesor Hassan al Banna. Junto a Imad Eddin Barakat, alias Abu Dahdah, también sirio, crearon la primera célula de Al Qaeda en España cuando solo un puñado de policías observaba sus idas y venidas al aeropuerto de Barajas (Madrid) para despedir a los muyahidines que viajaban a Afganistán, Bosnia o Chechenia a hacer la yihad.
El mediador de Al Zawahiri se convirtió entonces en uno de los correos de Bin Laden en Europa y, según una investigación del juez Baltasar Garzón, financió desde España a Al Qaeda Central. Una carta intervenida por la policía en las empresas inmobiliarias en Madrid de su cuñado Ghaleb Kalaje señalaba que el dinero recibido por Nabil Kousaibati, un sirio español condenado a muerte en Yemen, fue enviado por indicación de Bahaiah. Kalaje fue condenado a nueve años de cárcel por colaboración con Al Qaeda, pero el astuto Mohamed Bahaiah logró huir a Afganistán junto a su mujer, que es la hermana pequeña de Ghaleb.
Cárceles secretas
Durante la última década, su suerte estuvo unida al pelirrojo Setmarian, que alcanzó el puesto número cuatro en la cima de Al Qaeda Central. “Era su brazo derecho”, afirma un agente de seguridad. Fue detenido en 2005 en Quetta (Pakistán) junto a Setmarian y ambos desaparecieron en el limbo de los agujeros negros —cárceles secretas— de la CIA, hasta reaparecer juntos en una cárcel siria antes de la revuelta contra Bachar el Asad. En 2012 el Gobierno sirio lo liberó, lo que facilitó a Bahaiah reencontrarse con su familia. Luego se integró en Harakat Ahrar al Sham, una de las facciones rebeldes más poderosas de la revuelta.
Un hashtag conmemoró en Twitter la muerte del “mártir”, el confiado mediador que buscaba un acuerdo imposible.
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