“Estado Islámico. Geopolítica del caos” de Javier Martín
Para hablarnos del Estado Islámico, el autor arranca en Túnez, donde actualmente reside como jefe de la oficina de EFE en el Norte de África. Luego sigue en Cisjordania para hablarnos de la ocupación israelí. Y aquí ya encontramos el truco. El libro es un repaso ligero a la situación del Gran Oriente Medio que ofrece las reflexiones del autor sobre la pugna geopolítica de Irán y Arabia Saudita, el desencanto de la Primavera Árabe y el Estado Islámico. Pero como el somero potpourri que ofrece el libro quizás no hubiera recibido la atención del público, le han plantado “Estado Islámico” en el título como reclamo comercial.
El libro tiene el toque característico del periodismo español. Por un lado, las aspiraciones literarias que hacen que el autor nunca se tome un té caliente en una terraza concurrida, sino que se trata de un cálido y humeante té en una bulliciosa terraza durante una lánguida puesta de sol. Me lo acabo de inventar pero ustedes ya se hacen a la idea. Y ya que estamos, me llama la atención cómo Javier Martín tiene por costumbre incluirse en el libro hablándonos de su trato y amistad con los personajes que aparecen por él como informadores. Así, lo mismo cita al misterioso agente secreto “Jules” como a un amigo suyo iraní de paso por Madrid. Esa mezcla de fuentes nos lleva a ese otro toque característico del periodismo español y es la falta de bagaje bibliográfico. En el texto aparece mencionado Charles Lister y pocos nombre más.
Cuando el autor entra en materia se vuelve interesante porque aporta datos novedosos de la estructura interna del Estado Islámico, su financiación y el uso que hacen sus miembros de redes sociales pero no aparece la fuente por ningún lado. Y creo que es evidente que no se trata de datos productos de una investigación personal del autor. No hubiera estado de más notas o bibliografía.
Otra cosa que me chirrió bastante es que el autor se apuntara a la teoría conspiranoica de que Abu Bakr al-Baghdadi, el “califa Ibrahim”, se hubiera convertido en un agente doble al servicio de Estados Unidos a su paso por una prisión iraquí. Luego expone la lista de altos cargos del Estado Islámico, copada por antiguos militares del régimen de Saddam Hussein, pero el autor no ve ahí en cambio una conexión que ha estado explicand Kyle Orton en su blog.
En definitiva, un libro que encantará a los fans del #periodigno y a los periodistas españoles. Pero que no aportará al lector realmente interesado en el tema más de lo que puede hacer una selección cuidadosa de artículos gratuitos disponibles en Internet.

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