Los pilotos de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia ayudaron a la ofensiva de las tropas gubernamentales sirias contra las posiciones del autoproclamado Estado Islámico en el este de la gobernación de Hama. El ataque ruso acabó con la vida del cabecilla de las llamadas fuerzas de seguridad del califato, informa la agencia FAN.
A raíz de estos bombardeos, los pilotos rusos neutralizaron a varias decenas de radicales, entre ellos al jefe de las fuerzas de seguridad del califato.
Las fuentes consultadas señalan que las fuerzas leales al Gobierno sirio de Bashar Asad trasladaron varias de sus unidades a la región y, gracias al apoyo de la aviación rusa, tratan de atacar las posiciones de los terroristas de Daesh.
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