Donald Trump reveló a Rusia una misión de espionaje israelí contra el Estado Islámico en Siria
El presidente estadounidense contó a dirigentes rusos que un comando israelí penetró en Siria y logró destruir los planes del IS para atentar
Cuando el pasado 10 de mayo el presidente estadounidense, Donald Trump, reveló a dos importantes representantes rusos una valiosa información clasificada israelísobre el grupo terrorista IS (Estado Islámico en sus siglas en inglés), muchos especularon sobre su contenido. Otros, especialmente en la sorprendida y enfadada comunidad de Inteligencia en Israel se preguntaron si Trump también contó el origen del material secreto que sirvió para advertir y prevenir planes de atentar contra aviones de pasajeros incorporando explosivos a ordenadores y otros dispositivos portátiles.
La revista estadounidense "Vanity Fair" asegura tener la respuesta.
En febrero de este año, dos helicópteros Sikorsky CH-53 salieron de Israel, burlaron los radares y aterrizaron de forma clandestina y nocturna en Siria. A bordo, miembros de la principal unidad de élite del ejército israelí Sayeret Matcal y del departamento tecnológico del Mosad que bajaron a suelo enemigo en dos jeeps con distintivos militares sirios.
La misión de espionaje debía ser breve y local pero con efectos importantes e internacionales: evitar que una célula de IS se hiciera con una "nueva arma letal" ideada por el conocido fabricante de explosivos de Al Qaeda en Yemen, el saudí Ibrahim Al-Asiri. El chivatazo habría llegado gracias a un espía que el Mosad logró introducir en las filas del movimiento yihadista.
Los miembros de Sayaret Matcal tenían que actuar en la noche siria como "una unidad de fantasmas en la sombra", en palabras de un oficial israelí citado por el medio. Su misión era guiar y cubrir la labor quirúrgica de espionaje de los agentes del Mosad.
El comando israelí logró colocar un dispositivo de escucha en una instalación usada por la célula terrorista antes de regresar a su país sin ser vistos. Al cabo de varios días de espera, la principal unidad de la Inteligencia militar, llamada 8200, logró interceptar la conversación en la que un miembro de IS detalla el hallazgo de un nuevo método para introducir explosivos en los portátiles sin que sean detectados antes de ser subidos y activados en los aviones de pasajeros.
Ante la urgencia de la amenaza y con la información recién salida del horno, el Mosad decidió compartirla con EEUU. Un regalo que elevaría el reconocimiento del servicio secreto israelí en la CIA beneficiando al primero en el futuro.
La revista estadounidense cita a dos expertos en los servicios de Inteligencia israelíes para revelar la misión secreta que abortó los planes de convertir ordenadores portátiles en potentes explosivos a prueba de cualquier detector o control de seguridad en aeropuertos de todo el mundo.
Un ex agente de Inteligencia israelí, Yaacov Kedmi, sin embargo, ha definido la información como "fabricada". "EEUU tenía ya en mayo información al respecto desde sus propias fuentes. Decir que Trump ha filtrado material secreto israelí es una gran mentira. No sabía nada de la operación israelí", ha señalado este jueves a la radio estatal.
La filtración del "qué" y el "cómo" sin citar el país proveedor de la información por Trump en su conversación con el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, y el entonces embajador Sergei Kislyak provocó mucha polémica. En poco tiempo, los medios estadounidenses revelaron que el material clasificado procedía de Israel. El enfado de la comunidad de Inteligencia israelí fue enorme reconociendo algunos que la acción de Trump obligaba a reevaluar la información secreta que comparte con el gran aliado.
Según la revista, Trump incluso citó la localización de la incursión poniendo en peligro al agente y el dispositivo del Mosad. Un oficial israelí es rotundo: "Trump nos ha traicionado. Si no podemos confiar en él, deberemos hacer nosotros mismos lo que es imprescindible si estamos contra la pared ante Irán".
Mosad y CIA contra el IS
Aunque la filtración firmada por la personalidad más importante de EEUU costó digerir en Israel, los servicios de Inteligencia de los dos países siguen colaborando de forma íntima en un amplio abanico de asuntos que van desde el avance iraní en varios países hasta Siria pasando por los intentos de grupos yihadistas de cometer atentados en todo el mundo.
"Estamos en la línea del frente de la guerra antiterrorista de América", admite un alto oficial israelí a "Vanity Fair" aludiendo cuatro grandes grupos: el palestino Hamas, el libanés proiraní Hizbulá, Al Qaeda e IS. Según cuenta, responsables del Mosad fueron avisados por sus colegas de la CIA que tuvieran "cuidado" durante el mandato de Trump porque Rusia tiene instrumentos de presión que puede sacar provecho sobre el nuevo presidente. El temor del Mosad era que información compartida con EEUU recalase en Rusia y de ahí en aliado de éste en Siria y gran enemigo de Israel, Irán.
"Yo nunca mencioné el nombre de Israel. Dicen que lo hice pero yo nunca mencioné la palabra Israel . Esta historia no es verdad", se defendió Trump en Jerusalén tras un encuentro con el primer ministro Benjamin Netanyahu a finales de mayo. El dirigente israelí prefirió pasar página y elogiar el "inquebrantable apoyo de Estados Unidos y de su presidente Trump a Israel". Entre otros motivos, porque quería cultivar una íntima relación con Trump tras ocho años de profundas divergencias con Barak Obama respecto al plan nuclear iraní y el conflicto con los palestinos.
Netanyahu no se refirió en ningún momento a la mediática filtración enfatizando "la colaboración sin precedentes en materia de Inteligencia".
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