Tras el atentado en Egipto
De nuevo se me vuelve a poner la piel de gallina al escuchar que ha habido un atentado contra una mezquita en Egipto, causando más de 300 muertos. No puedo evitar emocionarme al ver imágenes de tal situación, por la que nadie se merece pasar. Vivimos en una sociedad con individuos mentalmente enfermos a quienes muchos les tenemos miedo, rabia e impotencia.
Por desgracia, las masacres del ISIS se han vuelto continuas, repitiendo similares actuaciones en diferentes países. Solo ver la primera imagen del atentado revivo el recuerdo de un día horroroso: el 17 de agosto en Barcelona. Ese día, me encontraba trabajando en La Rambla y todo sucedió justo a la hora que tenía que salir de trabajar, pero, por suerte, no tuve tiempo de salir de la tienda. Son imágenes estremecedoras y muy duras. Crean una conmoción impactante e inolvidable. Estoy harta de tener miedo de coger el tren y pensar que cualquier otro día puede volver a pasar en el centro de la ciudad o cualquier otro lugar. Entiendo, en parte, el temor y la angustia que han sufrido estas personas. Desde aquí quiero dar todo mi apoyo y solidaridad a los heridos, familiares y personas afectadas por el atentado.— Marta Sánchez Martínez. Alella (Barcelona).
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