OPERACIÓN PROPAGANDÍSTICA ANTIRUSA EN UN
PROGRAMA DE VIAJES DE TVE
Gente
- Hoy
a las 14:47
CCO
Texto del mensaje
Ojos para la Paz
El
Parlamento Europeo ha dictado una resolución para vetar y perseguir a los
medios rusos, a los que compara con el Estado Islámico. El ejército español, a
las órdenes de la OTAN (es decir, de EE.UU.) anda realizando maniobras por la
frontera rusa, e un intento de provocar a este gran país. Y TVE, bajo mandato
evidente de EEUU inventa cada día que pasa una falsa noticia en la idea
de tratar de desprestigiar a Rusia. Ahora toca Rusia, en este régimen de
mentira y desvergüenza que padecemos. Gracias, Mikel Itulain por ese artículo.
Operación
propagandística antirusa en un programa de viajes en Televisión Española
(MIGUEL-ESPOSIBLELAPAZ)
Comentaba en artículos anteriores que el siglo
XX se enfrentó al problema creciente del poder corporativo, es decir, a la
expansión de los monopolios. Esta chocó contra las ansias democráticas de unas
poblaciones con necesidad de más libertad y de ser dueños del destino de sus
vidas. Para paliar y finalmente acabar con estos deseos populares, las familias
más ricas promovieron y se hicieron con el mando de los medios de comunicación,
convirtiendo las noticias, los filmes o los programas de entretenimiento en una
apología de sus intereses y en difamación de sus adversarios, distrayendo al
personal de su labor de pensar y cultivarse, abandonándose a la superficialidad
y consumismo promovidos. El periodista, como pueden comprender, tras venderse y
perder su dignidad, se convertía en una prostituta
intelectual.
Hoy en día en el que las transnacionales dominan
cualquier aspecto de la actividad social, desde la música al deporte, pasando
claro está por lo económico y lo político, que determinan todo lo demás, no nos
extraña, aunque no agrada, ver a un programa de viajes pensado para hacer la
más descarada y repetitiva propaganda de tópicos, tan conocidos como falsos,
sobre la Unión Soviética o Rusia. Y se hace porque estos eran y son
competidores de los magnates propietarios de los medios audiovisuales, que
tratarán de crear indignación y odio del público hacia sus rivales.
Lo hemos visto muy recientemente en la
serie Diario de un nómada. Operación Plaza Roja, presentada por el
viajero Miquel Silvestre. Coincidendio con el reciente aniversario de la
Revolución Rusa de 1917, se utiliza una ruta en moto a lo largo de Europa
llegando a Moscú, para tergiversar, alterar y denigrar la realidad pasada y
también presente, cuando interesa, de lo que fue la URSS y los países que
la sucedieron.
Llegar a Ucrania y aprovechar para contarnos uno
de los mitos de la ignorancia occidental sobre el pasado de esa nación, la
imaginaria campaña de hambruna promovida por el gobierno de Stalin sobre este
país, conocida como Holodomor. Cayendo en las más burdas manipulaciones
emocionales de historias tan imposibles como inventadas, de gente muriendo por
millones y madres matando a sus hijos. Cuando la canallesca entra en el
periodismo puede ocurrir de todo. Esto puede hacerse solo ante un televidente
tan ignorante como carente de sentido común, que abunda sentado e impensante
frente a los televisores.
Si quieren conocer con cierta sensatez esta
campaña de Holodomor, promovida originariamente por los dirigentes nazis
para justificar una deseada invasión a Rusia y que posteriormente se utilizó en
los Estados Unidos, como hoy se hace en todo el mundo de nuevo, para que los
trabajadores occidentales odiasen a esos sistemas políticos que distribuían los
bienes de producción entre todos y no en unas pocas egoístas manos, mediante la
colectivización. A los que se asociaba con matanzas, penurias y otros horrores.
Es decir, al trabajador se le hacía y hace odiar a quien defendía realmente su
bienestar y abrazar al que es comúnmente su verdadero enemigo, que lo
explotará y abandonará sin escrúpulos a su suerte cuando no le covenga. Todas
estas patrañas que se nos narra en una escenificación teatral bien pensada para
llegar a los incautos, fue desmentida ya en los años 30 del pasado siglo por
verdaderos reporteros del mismo Estados Unidos. Hoy, casi un siglo después,
vuelven las entonces desmontadas falsificaciones, aprovechando el desguace
cultural e intelectual de nuestro tiempo. Fue entonces, como en estos
momentos, una
manipulación emocional de la prensa.
Ante esta falta de ética de los productores y
divulgadores de este tipo de programas de consumo rápido e irreflexivo, ustedes
tienen precisamente esto, la serenidad, sensatez y reflexión que pueden hacer
para dilucidar lo que tiene calidad de lo que no y lo que es cierto de lo que
no lo es.
El lugar de la verdad no es la
simple proposición, sino la argumentación, cuya concatenación y coherencia hay
que averiguar. Esta tesis y esta advertencia de Hegel son todavía más
pertinentes en la época actual, cuando la verdad, más que una proposición
simple y elemental, se reduce a una percepción que pretende ser inmediata e
incontrovertible, pero en realidad es provocada por una imagen hábilmente
manipulada o por lo menos seleccionada cuidadosamente con un fin. 1
El abuso de
las emociones es moneda corriente y se emplea con fines
políticos y económicos bastante turbios.
El mal de Silvestre y compañía no solo está en
mentir sobre el pasado de Ucrania, también en hacerlo sobre su presente,
ocultando la vuelta
del fascismo a Ucrania y haciéndolo pasar como un triunfo de la
democracia. La violencia existente se carga contra la policía, incluso se deja
caer que fueron ellos los francotiradores responsables de los disparos
contra civiles, cuando la realidad fue la contraria. La violencia venía
de manifestantes
nazis muy agresivos y es bien conocido, ya desde 2014, que los
asesinos estaban a sueldo de la oposición y de potencias extranjeras, lo
reconocían hasta el titular de Exteriores de Estonia Urmas Paet y la Jefa de la
Diplomacia de la Unión Europea Catherine Ashton.
Lo que fue el Euromaidán no es lo que nos
contaba una suplicante y embustera Yulia. Los
hechos no eran nada similares y se mostraban una y otra vez a pesar que las
organizaciones mediáticas los intentasen maquillar u ocultar.
El motero Miquel Silvestre estuvo en Odessa,
pero pasó de largo ante una de las más
horribles masacres en Europa y la más documentada, perpetrada
allí en mayo de 2014.
No se dejen engañar por todos estos tramposos de
la comunicación que se aprovechan del desconocimiento y la buena intención, pese
a que ya prácticamente no exista el periodismo serio, el decente, no dejando
lugar ni espacio para el análisis racional, ético y riguroso, porque no les
conviene, ya que los descubre.
Estamos en presencia de una
técnica de manipulación que "limita gravemente la libertad de elección de
los espectadores"; "los espacios para el análisis racional se reducen
al máximo, sobre todo explotando el efecto emotivo de la rápida sucesión de
imágenes" (Dotori, 2011, pp. 43-44). 2
En esta explotación amoral continúan, hasta
utilizando programas de viajes, haciendo odiar y entrar en ira contra otras
personas como usted y como yo. Que no les confundan, no caigan en la trampa.
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