Trump, proteccionismo y guerra comercial
México y China se han erigido como los dos grandes enemigos del 'America first'
Las recientes políticas proteccionistas del presidente Donald Trump han generado tensión en la relación que mantienen EU y China.
Durante su campaña electoral, en 2016, el entonces candidato prometió acabar con las relaciones desleales que afectan a la Unión Americana, con la finalidad de reducir el déficit comercial que tiene el país.
El ahora presidente busca cumplir su compromiso ejerciendo un conjunto de medidas arancelarias y presiones políticas que ha provocado una relación ojo por ojo con China.
En la campaña electoral, Trump ocupó la frase “America first” (“América primero”).
Esta sencilla frase comprometió, políticamente, al actual gobierno con su base electoral para tomar medidas que hagan frente a la supuesta desventaja comercial que padecen.
Esta población, cegada por propuestas populistas, muestra gran simpatía con la declaración de guerra comercial realizada por su gobierno, sin considerar que existe un costo asociado a su consumo.
El gobierno estadounidense ha señalado, abiertamente, a los culpables del déficit comercial del país.
Entre éstos, los dos grandes enemigos del “America first” son México y China.
China es el país con el que existe un mayor déficit en la balanza comercial estadounidense (la relación importaciones-exportaciones).
Es por esto que el gigante asiático se ha convertido en el blanco de la política unilateral de Trump.
La primera medida tomada por el gobierno norteamericano fue imponer un arancel del 25 por ciento a las importaciones de acero y del 10 por ciento a las de aluminio.
En un principio parecía que era una política general para todos los exportadores con los que se relaciona EU, sin embargo, se exceptuó a Canadá, México y, recientemente, a la Unión Europea y Corea del Sur.
La segunda medida, anunciada el pasado 3 de abril, impone aranceles a 1,300 productos de origen chino, lo que equivale a 50,000 millones de dólares en términos comerciales.
Ante la práctica unilateral y proteccionista del gobierno de Trump, China condenó las decisiones tomadas y anunció la imposición de un gravamen del 25 por ciento a las importaciones de 106 productos estadounidenses.
La suma comercial de esa alza es equivalente a la impuesta por EU: 50,000 millones de dólares.
Si bien China no ha anunciado una fecha para la entrada en vigor de los aranceles anunciados, sí condicionó su formalización a las futuras decisiones de la Unión Americana.
El “America first” de Trump ha iniciado una guerra comercial entre las dos economías mas grandes del mundo.
Esto preocupa a analistas y ha puesto en alerta a los mercados del mundo.
En opinión de los especialistas, una guerra comercial no beneficiaría a ninguna de las dos economías, pues generaría inflación en los precios, afectando el consumo y la calidad de vida de los ciudadanos de ambos países.
Sumado a lo anterior, los efectos de la imposición de aranceles por ambas partes afectan, indirectamente, a las economías de otras naciones, generando desequilibrios en las relaciones comerciales globales.
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