ataque aéreo del Ejército afgano contra una supuesta reunión de talibanes en una escuela coránica

Un afgano es atendido en un hospital tras los ataques aéreos contra una escuela coránica en Kunduz. Foto Afp

Kabul. Entre 15 y 60 personas murieron hoy, según distintas versiones, en un ataque aéreo del Ejército afgano contra una supuesta reunión de talibanes en una escuela coránica de la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán.

Según un comunicado publicado en Facebook por el Ejérctio afgano, los ataques aéreos lanzados sobre las 11:00 horas mataron a 15 combatientes talibanes e hirieron a otros diez.

Entre los fallecidos está Maulawi Berian, un alto cargo talibán del consejo de Quetta, de Pakistán, informó el Ejército. Según el comunicado militar, Berian y otros miembros del consejo de Quetta viajaron a Afganistán para visitar a los talibanes y planificar atentados.

Según Tolo TV, al menos hay 25 muertos y heridos, mientras que la agencia de noticias Pajhwok informó que al menos 20 heridos fueron trasladados a una clínica local. Según Mohammad Yawad Maulawi Abdullah, miembro del consejo provincial, el ataque alcanzó una escuela coránica en el distrito de Dasht e Archi. Según Abdullah, en la madraza se estaba celebrando una ceremonia de graduación de estudiantes del Corán.

"Había muchos talibanes y también civiles", añadió. Según sus informaciones, murieron entre 50 y 60 talibanes y también hubo víctimas civiles, aunque no pudo especificar cuántas. Según testigos citados por medios afganos, en el lugar había al menos unas 200 personas en el momento del ataque.

Los talibanes acusaron al Gobierno de haber matado y herido a 150 civiles en un "bárbaro bombardeo". Según afirman en un comunicado enviado por e-mail, las víctimas son líderes religiosos, civiles y estudiantes de la zona. Los talibanes suelen exagerar las cifras de víctimas. Dasht e Archi es uno de los distritos más disputados de Kunduz. Esta provincia, junto con la de Helmand, son los principales objetivos de los talibanes. La capital de Kunduz cayó en manos de los talibanes durante casi dos semanas en 2016 y en 2017 intentaron conquistarla de nuevo.

Las Fuerzas Aéreas afganas y pilotos del Ejército estadounidense intensificaron sus ataques contra posiciones talibanes en 2016 y 2017. Al mismo tiempo, aumentó la cifra de víctimas civiles en ataques aéreos, hasta los 630 en 2017, según cifras de la ONU.