Trece volcanes activos en el país; el Popo y el Colima, los más amenazantes
Miguel Cabildo
A pesar de los devastadores efectos del terremoto del 19 de septiembre, México se encuentra cada vez más indefenso ante los fenómenos de la naturaleza: la falta de recursos técnicos y humanos y las restricciones presupuestales limitan la investigación, no obstante la actual actividad sísmica y volcánica que se registra en el país 
Un diagnóstico realizado por geólogos e investigadores de las Universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana y de Cambrigde apuntan como un “riesgo” a corto plazo —”no necesariamente catastrófico”— el comportamiento de trece volcanes en el país, principalmente en el estado de Colima y en los alrededores de la ciudad de México
Los trece volcanes en actividad, son una amenaza para el centro y el sur del país, por estar localizados en una zona de fronteras de placas tectónicas, que aumentan el riesgo de sismicidad y actividad volcánica
Un riesgo que se prevé para fines de siglo: catorce años solamente y, en algunos casos, antes
Ana Lilián Martín del Pozo, doctora en Geología e investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, explica a Proceso, la investigación volcánica en nuestro país enfrenta una triste realidad: poca gente se dedica a ella y más escaso es el equipo para poder trabajar
“Se debe tener conciencia de que vivimos en un país volcánico, situación que, sin embargo, podemos usar en nuestro beneficio No debemos esperar a que haya un problema muy grave para hacer algo En una erupción también hay cosas positivas Ahí está la minería
“Los estudios preliminares sobre riesgo volcánico reclaman una mayor inversión Se necesita mucho dinero Eso es lo que pasa Pero además, somos muy pocos los que nos dedicamos a esto No hay investigadores”
En la UNAM, en los Institutos de Geología, Geografía y Geofísica, “habemos, si acaso, cuatro investigadores Algunas otras personas están en la Comisión Federal de Electricidad Otras, en algún otro lado Estamos dispersos, trabajando en organismos diferentes Y más aún: no tenemos equipo para trabajar”
La doctora Martín del Pozo admitió que la unificación de la fuerza de investigación en esta rama representa un alto costo Pero subrayó que a la larga “ese costo vale la pena, porque en todo caso es un costo preventivo”
Con los volcanes activos, agrega, existen riesgos, pero éstos se pueden monitorear y sacar un beneficio “La erupción de un volcán no siempre implica desgracia También puede haber cuestiones benéficas Muestra de ello es que hay países, como Japón, Islandia y la ciudad de Hilo, en Hawai, que viven con el vulcanismo de una manera cotidiana y que han logrado sacar provecho de esto, pero siempre monitoreando los volcanes Y lo importante es el monitoreo y el conocimiento de esos fenómenos para no crear pánico y alarma en la población”
El doctor en Geología Zoltan de Cerna, investigador de tiempo completo en el Instituto de Geología de la UNAM, declaró a Proceso que lamentablemente no existe una observación continua de nuestros volcanes, por falta de suficiente instrumentación
Y advirtió: “El monitoreo ayuda a prever, hasta cierto grado, problemas mayores que se están acercando” Y en este sentido “la austeridad es contraproducente, porque aumenta el riesgo”
Al preguntarle sobre qué tan cerca están los problemas, el doctor Zoltan de Cerna expresó:
“No podemos decir que están cerca, porque la geología nos indica lo contrario Hay un movimiento de densidad a lo largo de la costa meridional de México, alrededor de seis centímetros por año Ese movimiento diferencial produce acumulación de esfuerzos, de energía y esa energía se libera mediante sismos, que viene a ser la liberación repentina
“A lo largo de la costa meridional de México no podemos monitorear e instrumentar, porque simplemente está debajo del mar En el caso de la falla de San Andrés, que está sobre tierra, la situación es diferente, pues se estudian tramos de esta falla Pero no suficientes Sin embargo, se puede predecir que las broncas están por acercarse Pero no hay porque sorprenderse La sismicidad y la actividad volcánica las hemos tenido en toda la historia de México”
Advirtió, sin embargo, que el riesgo ante estos fenómenos de la naturaleza hay que verlo dentro de nuestras realidades “Estas cosas cuestan Un sismógrafo cuesta mucho dinero Y mucho más cuesta dotarlo con elemento humano Y el problema es que no hay dinero”
El ingeniero geólogo Alberto Pérez Rojas, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, declaró que las manifestaciones naturales, como la sismicidad y el riesgo volcánico, ya no se pueden soslayar porque, sencillamente, “somos vulnerables ante la naturaleza Ya lo vimos Por ello se requiere una mayor investigación al respecto”
Explicó que la República Mexicana y, en especial, la ciudad de México, además de otros grandes centros urbanos, se encuentran dentro de una región geológicamente activa “Nos encontramos muy cerca del enfrentamiento de dos placas con gran movilidad De tal manera que no podemos descartar ni pasar inadvertido que seguirán manifestándose fenómenos como el vulcanismo y la sismicidad”
Por su parte, la geóloga Zita Rodríguez de Chávez, de la Universidad de Cambridge, dijo que es una tristeza que en los Estados Unidos estén más interesados en los fenómenos naturales que se registran en nuestro país, que nosotros mismos
“La falta de apoyo a la investigación es lastimosa Simplemente no hay dinero No hay equipo y, lo más triste, no hay investigadores”, expresó
Afirmó que mientras México apenas está instrumentando algunas medidas para conocer con exactitud el riesgo volcánico, la Universidad de Cambridge, mediante satélites y un ultrasensor universal, conoce ya el comportamiento actual de algunos de los volcanes de mayor riesgo como el de Colima y el Popocatépetl
Un hecho, dijo, es que la tierra está sobrestimulada Su energía da como resultado la manifestación de esos fenómenos que, a México en particular, puede causar problemas por estar localizado en una región geológicamente activa
Según estudios realizados por el Instituto de Geofísica de la UNAM, son trece los volcanes activos de México: de Colima, Ceboruco, Popocatépetl, Pico de Orizaba, Tuxtlas, Tacaná, Chicón, Tres Vírgenes, Paricutín, Jorullo, Jabalí, Xitle y Chichinautzin, siendo el de mayor actividad y mayor riesgo el de Colima
La doctora Martín del Pozo explicó que los volcanes activos son los que han tenido erupciones y con base en monitoreos, no sólo con sismógrafos, se ha establecido que algunos, como el de Colima y el Tacaná, en Chiapas, han presentado sismos relacionados con el volcán
Subrayó que no porque haya temblores los volcanes necesariamente van a hacer erupción “Generalmente, antes de una erupción, dependiendo del tipo de volcán, hay sismos Pero no porque tengamos sismos, forzosamente tiene que haber erupción Se puede registrar un reacomodo de material adentro sin salir a la superficie Y no todos los sismos están asociados al volcanismo El sismo del 19 de septiembre más bien estuvo asociado con el choque de las placas tectónicas en Mesoamérica”
La investigadora consideró que ante tantos volcanes activos, surge como un reclamo que haya más gente preparada para su estudio “Mientras más gente preparada haya, mientras más monitoreo haya, pues mejor podemos ver qué, cuándo, de qué magnitud y qué tan cercano es el riesgo”, dijo
Para la doctora Martín del Pozo “el riesgo es para fines de siglo, en el caso particular del Popo, pero antes está el de Colima Pero se debe mencionar que por ahora son estudios preliminares Esto no puede ser contundente Que se entienda que esto es preliminar”, subrayó
Tanto el doctor Zoltan de la Cerna, como el ingeniero Alberto Pérez Rojas y la geóloga Zita Rodríguez de Chávez, entrevistados por Proceso por separado, coincidieron con la doctora Martín del Pozo en que el volcán de mayor riesgo es el de Colima, por su actividad actual Por ello, hicieron un llamado a las autoridades para que se tomen las medidas conducentes y no hacer mayor el riesgo
En cuanto al Popocatépetl (“Volcán que humea” en náhuatl), y cuyos registros de erupción datan del siglo XIV, siendo la primera en 1347 y las más recientes en 1920 y 1935, la doctora Martín del Pozo dijo que los estudios preliminares de recopilación, y el tipo de actividad que ha presentado en el pasado “nos dan un indicio de cual es el comportamiento del volcán Y es probable que se reactive a fines de siglo”
Agregó que la probabilidad mayor se encuentra en la situación actual del volcán: hay gases, fumarolas y alta temperatura en el cráter
En algunas de las últimas fumarolas, explicó la investigadora, han demostrado que han salido cenizas, que han caído en el este, no hacia la ciudad de México
El doctor Zoltan de la Cerna dijo que el hecho de que haya más fumarolas en el Popocatépetl no necesariamente es un indicativo de próxima erupción
“Es un volcán no extinguido todavía Que está en actividad es un hecho Pero no se puede predecir con exactitud cuando habrá de hacer erupción Se necesita observarlo, monitorear, porque es la única forma La preocupación no nos lleva a ningún lado Hay que actuar y establecer el monitoreo, porque está previsto el peligro de erupción del Popo Y el gobierno está advertido de ello”
El ingeniero Pérez Rojas expresó: “Está visto que somos vulnerables ante los fenómenos de la naturaleza Sabemos que el Popo está latente, por ello se le tiene cierto respeto y miedo”
Agregó que la emisión de humos y gases habla de su actividad, no como manifestación volcánica primaria, que sería la liberación de materiales sólidos, que pueden ser de dos maneras: derrame de lava y explosiones Sería peligroso que fuera explosiva, porque alcanzaría distancias mayores El Chichón extendió sus efectos por cientos de kilómetros, con materiales muy finos, que se mantuvieron en suspensión Los más pesados se acumularon en el contorno
El volcanismo secundario, explicó, está representado por liberaciones intermitentes de vapor de agua, cenizas y arena volcánica fina Esta se manifiesta con fumarolas La incógnita es saber, la composición actual del magma
Los últimos registros demuestran que las erupciones del Popo han sido principalmente de cenizas y piedra pómex, sin ser erupciones fuertes Según la doctora Martín del Pozo las erupciones del volcán de Colima han sido mucho más poderosas
“En el caso del Popo, tenemos que seguir trabajando en su patrón y comportamiento, con base en un amplio monitoreo Hay volcanes que se hinchan antes de una erupción, pero hay otros que no No se puede generalizar Debemos conocer el comportamiento del volcán, primero con base en un estudio general y, posteriormente, dedicarnos a los de mayor riesgo, como el de Colima, por estar muy activo, y el Popo, porque está muy cerca”