“Gobierno mundial” y la crisis del coronavirus
Prof Michel
Chossudovsky
“En los Consejos de gobierno, debemos cuidarnos de la
adquisición de influencia injustificada, tanto solicitada como no solicitada,
del complejo militar industrial. El potencial para el aumento desastroso del
poder fuera de lugar existe y persistirá”.
Presidente Dwight D. Eisenhower, 17 de enero de 1961.
Cuando la mentira se convierte en verdad, no hay vuelta
atrás
La crisis está marcada por una “emergencia” de salud pública
bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se utiliza
como pretexto y justificación para desencadenar un proceso mundial de
reestructuración económica, social y política.
4056a
EL MUNDO ESTÁ SIENDO ENGAÑADO SOBRE LAS CAUSAS Y CONSECUENCIAS
DE LA CRISIS DE COVID-19. Es ingeniería social. Los gobiernos son presionados
para extender el confinamiento, a pesar de sus devastadoras consecuencias
económicas y sociales.
4056b
Lo que está ocurriendo no tiene precedentes en la historia
mundial.
Científicos de prestigio apoyan el confinamiento sin
chistar, lo presentan como “solución” ante una emergencia de salud global.
Existe bastante documentación que demuestra que las
estimaciones sobre la enfermedad COVID-19, incluida la mortalidad, son muy
manipuladas.
La gente está obedeciendo a sus gobiernos. ¿Por qué razón?
¿Por miedo?
¿Causas versus soluciones?
De forma inevitable, el cierre de las economías nacionales
llevado a cabo en todo el mundo provocará pobreza, desempleo masivo y mortalidad.
Se trata de un acto de guerra económica.
Fase uno: Guerra comercial contra China
El 30 de enero de 2020, el director general de la OMS
determinó que el brote de coronavirus representaba una “Emergencia de Salud
Pública de Importancia Internacional” (PHEIC, por sus siglas en inglés). La
decisión se tomó con base en 150 casos confirmados fuera de China, los primeros
casos de transmisión de persona a persona: 6 casos en Estados Unidos, 3 casos
en Canadá, 2 en el Reino Unido.
El director general de la OMS contó con el apoyo de la
Fundación Bill y Melinda Gates, Big Pharma y el Foro Económico Mundial (WEF,
por sus siglas en inglés). La decisión de la OMS de declarar una emergencia
mundial se tomó al margen del Foro Económico Mundial realizado en Davos, Suiza
(21-24 de enero).
Un día después (31 de enero) del lanzamiento de la
“emergencia global” de la OMS, la administración Trump anunció que impediría el
ingreso de ciudadanos extranjeros “que hayan viajado a China durante los
últimos 14 días”. De forma súbita, se provocó una crisis en el transporte
aéreo, el comercio entre China y Estados Unidos, así como en la industria
turística. Italia hizo lo mismo, el 31 de enero canceló todos los vuelos a
China.
La primera fase estuvo acompañada por la interrupción de las
relaciones comerciales con China, y el cierre parcial del sector manufacturero
orientado a la exportación.
Inmediatamente se lanzó una campaña contra China y los
grupos étnicos chinos. The Economist informó que:
“El coronavirus propaga el racismo contra y entre los grupos
étnicos chinos”.
“La comunidad china de Gran Bretaña enfrenta racismo por el
brote de coronavirus”.
Según SCMP (South China Morning Post):
“Las comunidades chinas en el extranjero se enfrentan cada
vez más al abuso y la discriminación racistas en medio del brote de
coronavirus. Algunas personas de grupos étnicos chinos que viven en el Reino
Unido dicen que enfrentaron hostilidad creciente debido al virus mortal que se
originó en China”.
Y este mismo fenómeno está sucediendo a lo largo y ancho de
Estados Unidos.
Fase dos: Colapso financiero, el miedo y la manipulación de
la bolsa de valores como punta de lanza
A lo largo de febrero, se desarrolló una crisis financiera
global que terminó con el colapso dramático de los títulos de la bolsa de
valores, y una importante disminución de los precios internacionales del
petróleo crudo.
Este colapso fue manipulado. Gracias a información
privilegiada y conocimiento previo. La campaña de miedo desempeñó un papel
clave en el derrumbe del mercado de valores. En febrero, aproximadamente 6
billones de dólares se esfumaron de los mercados bursátiles en todo el mundo.
Se han producido pérdidas masivas de los ahorros personales (por ejemplo, de
los estadounidenses de a pie) sin mencionar desplomes y quiebras de empresas.
Fue una bonanza que aprovecharon los especuladores institucionales, incluidos
los fondos de cobertura corporativos. Así, la crisis financiera propició la
transferencia de riqueza monetaria a los bolsillos de un puñado de instituciones
financieras.
4056c
Fase tres: Encierro, confinamiento, cierre de la economía
global
El colapso financiero de febrero fue seguido de un encierro,
a principios de marzo. El encierro y el confinamiento apoyados por la
ingeniería social han sido fundamentales en la reestructuración de la economía
global. Aplicado en un gran número de países casi de forma simultánea, el
encierro ha llevado al cierre de la economía nacional, junto con la
desestabilización de las actividades comerciales, de transporte y de inversión.
La pandemia constituye un acto de guerra económica contra la
Humanidad que ha derivado en más pobreza y desempleo en escala global.
Los políticos mienten. Ni el confinamiento ni el cierre de
las economías nacionales son soluciones a la crisis de salud pública.
¿Quién controla a los políticos?
¿Por qué mienten los políticos?
Son instrumentos políticos del “establishment” financiero,
incluidos los “filántropos multimillonarios”. Su tarea no es otra que llevar
adelante el proyecto de reestructuración que consiste en congelar la actividad
económica en todo el mundo.
Por ejemplo, en el caso de los demócratas en Estados Unidos,
están muy preocupados por la reapertura de la economía de cara a la campaña
electoral de 2020. Esta oposición a la reapertura de las economías nacionales y
mundial está apoyada por el “gran dinero” (‘Big Money’).
¿Es oportunismo o estupidez? En las principales regiones del
mundo, los políticos han recibido instrucciones de poderosos intereses
financieros para mantener el confinamiento y evitar la reapertura de la
economía.
Se mantiene la campaña de miedo. Se exige cumplir el
distanciamiento social. La economía está cerrada. Se imponen medidas
totalitarias. De acuerdo con el Dr. Pascal Sacré:
…En algunos países, los pacientes pueden abandonar el
hospital al aceptar usar un brazalete electrónico. Esta es solo una muestra de
todas las medidas totalitarias planificadas o incluso ya decididas por nuestros
gobiernos por la crisis del coronavirus. Va mucho más a llá, es ilimitado y
afecta a una buena parte del mundo, si no es que al mundo entero.
Los “instintos de pastoreo” de los políticos
¿Acaso los gobiernos corruptos se están comportando como
verdaderos “perros policía” con “instintos de pastoreo” que van tras sus
ovejas?
¿“La manada” está tan asustada que no tiene otra alternativa
que ir tras su “gobierno”?
La analogía puede parecer simplista, pero los psicólogos la
consideran relevante.
“Algunas razas de perros [políticos corruptos] tienen
instintos de pastoreo que se pueden desarrollar con capacitación y estímulo
[sobornos] adecuados… enseñe a su perro [poder político] la obediencia básica y
vea si [él, ella] muestra habilidades de pastoreo…Siempre busque un entrenador
que utilice métodos de entrenamiento basados en recompensas [sobornos,
ganancias personales, apoyo político, acceso a altos cargos]” (Cómo enseñar a
su perro a reunir en manada)
Pero hay otro aspecto. Los políticos en altos cargos
responsables de “convencer a su rebaño” en realidad creen en las mentiras que
les imponen autoridades superiores.
La mentira se convierte en verdad. Los políticos respaldan
el consenso, llevan adelante la “ingeniería social”, creen en sus propias
mentiras.
El Secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo (lapsus)
admite abiertamente en una declaración un tanto contradictoria que el COVID-19
es un “ejercicio en vivo”, una “operación”:
“No se trata de represalias…Este caso está avanzando:
estamos en un ejercicio en vivo para hacer esto bien”
A lo que el presidente Trump respondió: “No lo deberías
haber dicho”.
Estas palabras pasarán a la historia.
Video: https://youtu.be/3Qscuw_3aUk
4056d
Geopolítica
No nos hagamos ilusiones, estamos ante una operación
planificada cuidadosamente. No hay nada de espontáneo o accidental. La recesión
económica ha sido orquestada en los planos nacional y mundial. Al mismo tiempo,
esta crisis forma parte de la planificación militar y de inteligencia de
Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Tiene
la intención no solamente de debilitar a China, Rusia e Irán, también busca
desestabilizar el tejido económico de la Unión Europea.
“Gobernanza mundial”
Nos encontramos en una nueva etapa en la evolución del
capitalismo global. Un sistema de “gobernanza mundial” controlado por poderosos
intereses financieros, incluidas las fundaciones corporativas y los centros de
pensamiento (think tanks) de Washington, que supervisan la toma de decisiones
en los planos nacional y global. Los gobiernos nacionales están subordinados a
esta “gobernanza global”. El concepto de “Gobierno mundial” fue planteado por
el fallecido David Rockefeller en la reunión del Club Bilderberg, en Baden,
Alemania, en junio de 1991:
“Agradecemos a The Washington Post, The New York Times, la
revista Time y otras excelentes publicaciones cuyos directores han asistido a
nuestras reuniones y respetado sus promesas de discreción durante casi 40 años…
Hubiera sido imposible para nosotros desarrollar nuestro plan para el mundo si
hubiéramos estado expuestos a los reflectores mediáticos durante estos años.
Pero el mundo ahora es más sofisticado y está preparado para ir hacia un
gobierno mundial. La soberanía supranacional encabezada por una élite
intelectual y banqueros mundiales seguramente es preferible a la
autodeterminación nacional practicada en los siglos pasados“. (Citado por Aspen
Times, 15 de agosto de 2011, énfasis añadido).
En sus memorias, David Rockefeller afirma:
“Hay quienes incluso creen que somos parte de una camarilla
secreta que trabaja en contra de los mejores intereses de Estados Unidos,
caracterizándome a mi familia y a mí como ‘internacionalistas’ y de conspirar
con otros alrededor del mundo para construir una estructura política y
económica global más integrada, un solo mundo. Si ese es el cargo, me declaro
culpable y estoy orgulloso de ello”. (Ibidem).
El escenario de gobernanza global impone una agenda
totalitaria de ingeniería social y sometimiento económico. Constituye una
extensión del marco político neoliberal impuesto tanto a los países en
desarrollo como a los desarrollados. Consiste en eliminar la “autodeterminación
nacional” y construir una red mundial de regímenes pro-estadounidenses
controlados por una “soberanía supranacional” (un Gobierno mundial) compuesta
por instituciones financieras, multimillonarios y sus fundaciones
filantrópicas.
Los “Escenarios para el futuro de la tecnología y el área de
desarrollo internacional” de la Fundación Rockefeller (2010), producidos junto
con la Red Global de Monitoreo de Negocios, ya habían esbozado las
características de este tipo de gobernanza y las acciones a seguir en relación
con una pandemia global. La Fundación Rockefeller propone la planificación de
escenarios como un medio para llevar adelante la “gobernanza mundial”.
El informe prevé (p. 18) la simulación de un escenario de
‘Lock Step’ que incluye una cepa de un virus de influenza global:
“‘LOCK STEP’: Un mundo de control gubernamental de arriba
para abajo, más estricto y con un liderazgo más autoritario, con innovación
limitada y un creciente rechazo de los ciudadanos. En 2012, la pandemia que el
mundo había anticipado durante años finalmente llegó. A diferencia del H1N1 de
2009, esta nueva cepa de influenza, originada en gansos salvajes, era
extremadamente virulenta y mortal. Incluso las naciones mejor preparadas frente
a una pandemia se vieron abrumadas rápidamente cuando el virus se extendió por
todo el mundo, infectando a casi un 20% de la población mundial y matando a 8
millones en apenas siete meses”.
Cabe destacar que este ejercicio simulación se preparó un
año después de la pandemia de gripe porcina H1N1 de 2009, revelada como una
contingencia completamente corrupta bajo los auspicios de la OMS, en
colaboración con Big Pharma, que desarrolló un programa multimillonario de
vacunación.
“Gobierno mundial”
Las instrucciones a seguir se transmiten a los gobiernos
nacionales de todo el mundo. La campaña del miedo juega un papel crucial en la
construcción de esta aceptación y sumisión social ante una “soberanía
supranacional encabezada por una élite intelectual y de banqueros”.
La gobernanza mundial establece un consenso que luego se
impone a los gobiernos nacionales “soberanos” en todo el mundo, descrito por
David Rockefeller como “autodeterminación nacional practicada en siglos
anteriores”. En esencia, es un “cambio de régimen” bajo otras formas…
Miles de políticos y funcionarios deben ser convencidos y /
o sobornados para que esta operación tenga éxito. Es una forma sutil de
“torcerles el brazo” (respetando el “distanciamiento social”).
La idea de cerrar la economía mundial con el objetivo de
“salvar vidas” no solamente se ha aceptado como un medio para combatir el
virus, sino que se ha apoyado en la desinformación y la campaña de miedo a
cargo de los medios de comunicación.
La gente no cuestiona este consenso, un consenso que raya en
lo absurdo.
4056e
Capitalismo global y “panorama económico”
La crisis redefine la estructura del panorama económico
mundial. Desestabiliza a las pequeñas y medianas empresas en todo el mundo,
precipita a sectores completos de la economía mundial, incluidos el transporte
aéreo, el turismo, el comercio minorista, la fabricación, etc., a la
bancarrota. El confinamiento genera hambruna en los países en desarrollo. Y
tiene implicaciones geopolíticas.
El Pentágono y la inteligencia estadounidense están
involucrados. La crisis del coronavirus afecta la conducción de las guerras
lideradas por Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) en el Medio Oriente, incluyendo Siria, Irak, Afganistán y Yemen. También
se llevan adelante para apuntar contra países específicos, incluidos Irán y
Venezuela.
Esta crisis no tiene precedentes en la historia mundial. Se
trata de un acto de guerra.
El confinamiento desencadena un proceso de desconexión de
los recursos humanos y materiales de los procesos de producción. La economía
real se paraliza. Así, la caída de la actividad económica socava la
“reproducción de la vida real”. Esto no solamente se refiere a la producción
real de las “necesidades de la vida” (alimentación, salud, educación, vivienda)
sino también a la “reproducción” de las relaciones sociales, las instituciones
políticas, la cultura y la identidad nacional.
Al momento de escribir este artículo, el confinamiento no
solamente está provocando una crisis económica, sino que está minando y
destruyendo el tejido mismo de la sociedad, sin mencionar la propia naturaleza
del gobierno y las instituciones del Estado (paralizado por el aumento de las
deudas), que eventualmente serán privatizadas bajo la supervisión de los
acreedores del “gran dinero” (‘Big Money’).
Hay conflictos del sistema capitalista que rara vez son
abordados por los principales medios de comunicación. Multimillonarios,
poderosas instituciones bancarias y financieras (que son acreedores de
gobiernos y corporaciones) están librando una guerra no declarada en contra de
la economía real. Mientras que el “establishment” financiero y bancario del
“gran dinero” (‘Big Money’) son “acreedores”, las empresas de la economía real
que están siendo desestabilizadas y llevadas a la bancarrota en estos momentos son
“deudoras”.
Bancarrotas
Este proceso diabólico no se limita a la eliminación de
pequeñas y medianas empresas. El “gran dinero” (‘Big Money’) también es
acreedor de grandes corporaciones (incluidas aerolíneas, cadenas de hoteles,
laboratorios de alta tecnología, empresas minoristas, empresas de importación y
exportación, etc.) que se encuentran al borde de la bancarrota.
El “establishment” financiero global no es homogéneo.
Existen divisiones y rivalidades. La facción dominante del “gran dinero” (‘Big
Money’) busca desestabilizar a sus competidores desde dentro. Las consecuencias
serán una serie de quiebras de instituciones bancarias regionales y nacionales,
así como un proceso de consolidación financiera global.
En Estados Unidos, en febrero, numerosos minoristas,
aerolíneas, cadenas de restaurantes y hoteles se declararon en bancarrota de
acuerdo con el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras. Y es apenas el principio. El
mayor número de bancarrotas será a raíz del confinamiento (“la nueva
normalidad”). Al momento de escribir estas líneas, el “establishment”
financiero está presionando implacablemente a los gobiernos nacionales
(corruptos) para posponer el levantamiento del confinamiento. Y los gobiernos
nos dicen que es para “proteger a las personas del virus”.
La provincia canadiense de Alberta, que depende en gran
medida de los ingresos del petróleo, se encuentra en bancarrota.
“Los países que representan más de un 50% del PIB mundial
tienen cerrados sus negocios. Los economistas que buscan comparaciones históricas
mencionan la caída de las acciones de 1929, la crisis económica de 1974 o la
recesión de 2008. Pero reconocen que nada se compara con los estragos que
podría provocar esta pandemia” (Wired News UK, 29 de abril de 2020).
En Gran Bretaña, informes recientes señalan: “no sabemos
cuántos se han declarado en bancarrota”.
Es posible que una parte de las empresas de Gran Bretaña se
haya esfumado de forma permanente, en marzo colapsaron 21,000 negocios más en
comparación con el mismo mes del año pasados, según datos recopilados por el
Enterprise Research Centre, un grupo de investigadores universitarios.
Pero lo que estos informes no mencionan son las causas: una
campaña de miedo en nombre de los acreedores, instrucciones seguidas por
gobiernos corruptos para cerrar la economía, supuestamente para “salvar vidas”,
una gran mentira. No se están salvando vidas, y ellos lo saben.
La crisis del coronavirus “ha paralizado los negocios en
Estados Unidos”. Las economías nacionales han sido desestabilizadas. El
objetivo del gran dinero (‘Big Money’) es debilitar a sus competidores,
“recoger las sobras” y, eventualmente, comprar o eliminar a corporaciones en
bancarrota. Y hay muchas de dónde escoger.
4056f
Capitalismo financiero global
Los intereses del gran dinero (‘Big Money’) (intereses
financieros globales) se superponen con los de Big Pharma, Big Oil, los
contratistas del Departamento de Defensa, etc. Las principales instituciones
bancarias de Estados Unidos, incluidos JP Morgan Chase, Bank of America,
Citigroup, Wells Fargo, State Street Co. y Goldman Sachs, están invirtiendo en
la economía de guerra, incluido el desarrollo de armas nucleares bajo el
programa de armas nucleares de Trump de 1.2 billones de dólares (establecido
por primera vez bajo el gobierno de Obama).
El objetivo último del “gran dinero” (‘Big Money’) es
transformar a los estados nacionales (con sus propias instituciones y economía
nacional) en “territorios económicos abiertos”. Este fue el destino de Irak y
Afganistán. Solo que ahora pueden hacerlo sin enviar tropas, basta con dar la
orden a gobiernos serviles conformados por políticos corruptos que cierren su
economía por “razones humanitarias”, la llamada “Responsabilidad de proteger”
(R2P, por sus siglas en inglés) sin necesidad de intervención militar.
Imposible hacer estimaciones o evaluaciones. Más de la mitad
de la economía mundial se encuentra paralizada o estancada.
Seamos claros. Es una agenda imperial. ¿Qué quieren las
élites financieras mundiales? ¿Privatizar el Estado para adueñarse y privatizar
a todo el planeta?
La tendencia es hacia la centralización y concentración del
poder económico. Los gobiernos nacionales con altos niveles de endeudamiento
son instrumentos del “gran dinero” (‘Big Money’). Son meros representantes. Los
nombramientos políticos clave están controlados por grupos de presión que
representan a Wall Street, el complejo militar-industrial, Big Pharma, Big Oil,
los medios de comunicación corporativos y los gigantes de las comunicaciones
digitales, etc.
En Europa y América, grandes sumas de dinero (a través de
los grupos de cabildeo de Washington) buscan controlar a los gobiernos
nacionales.
¿En qué dirección vamos? ¿Cuál es el futuro de la Humanidad?
La crisis actual del coronavirus es un sofisticado proyecto del Imperio, que
consiste en la dominación mundial por un puñado de conglomerados
multimillonarios. ¿Es la Tercera Guerra Mundial? El capitalismo global está
destruyendo al capitalismo nacional.
La intención impronunciable del capitalismo global es la
destrucción del Estado-nación y sus instituciones, lo que provocará una pobreza
global de una escala sin precedentes.
La siguiente cita de Lenin, fechada en diciembre de 1915, en
pleno apogeo de la Primera Guerra Mundial, advierte sobre algunas de las
contradicciones que enfrentamos actualmente. Por otro lado, debemos entender
que no existen soluciones fáciles y que esta crisis está destinada a reforzar
el imperialismo y profundizar el capitalismo en escala mundial:
“No hay duda de que el desarrollo apunta en la dirección de
(formar) un único trust mundial que se tragará a todas las empresas y a todos
los Estados sin excepción. Pero el desarrollo en esta dirección está avanzando
bajo tal estrés, con tal ritmo, con tales contradicciones, conflictos y convulsiones
no solo económicas, sino también políticas nacionales, etc., etc., que antes de
que se forme un único trust mundial, antes de las finanzas, las capitales
nacionales habrán formado una “Unión Mundial” ultra imperialista, el
imperialismo explotará y el capitalismo se convertirá en su opuesto”. (V. I.
Lenin, Introducción al imperialismo y la economía mundial por N. Bujarin,
Martin Lawrence, Londres, impreso en los Estados Unidos, edición rusa,
noviembre de 1917).
Cómo revertir esta ola de destrucción. Lo primero es
rechazar la mentira.
En este sentido, es desafortunado que muchas personas que se
dicen “progresistas” (incluidos prominentes intelectuales de izquierda) apoyen
–a pesar de las mentiras– el confinamiento y el cierre de la economía como una
solución a la emergencia de salud pública. Es la postura del Partido Demócrata
en Estados Unidos, que va en contra del sentido común.
La verdad es un arma poderosa capaz de repeler las mentiras
de los medios de comunicación corporativos y los gobiernos.
Cuando la mentira se convierte en verdad, no hay vuelta
atrás
Sin la campaña de miedo y la propaganda de los medios de
comunicación, las acciones tomadas por nuestros gobiernos serían insostenibles.
El “distanciamiento social” no impide que las élites
financieras dicten instrucciones a políticos corruptos.
Por otro lado, el “distanciamiento social” combinado con el
confinamiento está siendo utilizado como instrumento de subordinación social.
Impide que las personas se reúnan y protesten contra el llamado Nuevo Orden
Mundial.
La organización, la verdad y la solidaridad son esenciales
para revertir esta ola de destrucción. El primer paso debe ser la formación de
un movimiento mundial que se encargue de combatir la propaganda.
---------
*) Michel Chossudovsky: Profesor emérito de Economía de la
Universidad de Ottawa, es fundador y director del Centro de Investigación sobre
la Globalización (Global Research). Sus escritos se han publicado en más de 20
idiomas, es un activista antiglobalización y antibélico. Ha actuado como
profesor visitante en organizaciones académicas en Europa occidental, América
Latina y el Sudeste asiático, además de asesor de gobiernos en países en
desarrollo y consultor de organizaciones internacionales como el programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Ha sido galardonado con la Medalla
de Oro de la República de Serbia por sus escritos sobre la guerra de agresión
de la OTAN contra Yugoslavia (2014).
Artículo original en inglés:
Global Capitalism, “World Government” and the Corona Crisis,
publicado el 16 de mayo de 2020.
Traducido por Ariel Noyola Rodríguez para el Centro de
Investigación sobre la Globalización (Global Research).
La fuente original de este artículo es Globalización.
Derechos de autor © Prof Michel Chossudovsky, Globalización, 2020.
Fuente:
https://www.globalizacion.ca/capitalismo-global-gobierno-mundial-y-crisis-coronavirus/
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