Reflexión sobre el decálogo de AMLO
El decálogo del presidente Andrés Manuel López Obrador, en relación con volver a nuestra cotidianidad, tiene puntos de reflexión y cuestionamiento muy interesantes. No me corresponde hacer una crítica o una defensa, sólo planteo:
¿El mensaje llega de igual manera a todos los sectores de la población? ¿Se asimila igual? ¿Se puede generalizar cuando en el país hay alrededor de 50 millones de personas con graves carencias alimentarias y de servicios?
¿Cómo se logra la espiritualidad cuando seguimos teniendo un sistema capitalista, donde vivir cuesta dinero? ¿Cómo responsabilizarnos de la sana distancia en un transporte insuficiente e ineficiente, donde existen pocas condiciones de salubridad?
¿Cómo dejamos de ser sexistas cuando sigue permeando el machismo en este país y feminicidios invisibilizados? Por qué si la comida chatarra es dañina, sigue existiendo, y no se sustituye por productos sanos? ¿Somos realmente libres o nos educan para estar sometidos? Es verdad, existe una gran responsabilidad de todas y todos para cuidarnos, pero en realidad estamos preparados para asumir esa responsabilidad?
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