COVID-19: 'Un cambio de juego para la paz y la seguridad internacionales' - jefe de la ONU
El mundo ha "entrado en una nueva fase volátil e inestable" en términos del impacto del COVID-19 en la paz y la seguridad, dijo el miércoles el jefe de la ONU en una reunión virtual con líderes mundiales.
Al hablar en una de una serie de reuniones internacionales entre jefes de Estado para mejorar la cooperación mundial en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, como parte del Proceso de Aqaba, el Secretario General António Guterres dijo que la pandemia era más que una crisis de salud mundial.
“Es un cambio de juego para la paz y la seguridad internacionales”, dijo, enfatizando que el proceso puede jugar un papel clave en “promover la unidad y alinear el pensamiento” sobre cómo hacer retroceder la pandemia.
Luces de advertencia parpadeando
Guterres sostuvo que el coronavirus ha expuesto la fragilidad básica de la humanidad, ha puesto al descubierto las desigualdades sistémicas y arraigadas y ha puesto en el centro de la atención los desafíos geopolíticos y las amenazas a la seguridad.
"Las luces de advertencia están parpadeando", dijo, señalando que como el virus está "exacerbando agravios, socavando la cohesión social y alimentando conflictos", también es probable que "actúe como catalizador en la propagación del terrorismo y el extremismo violento".
Además, las tensiones internacionales están siendo impulsadas por interrupciones de la cadena de suministro, proteccionismo y nacionalismo creciente, con el aumento del desempleo, la inseguridad alimentaria y el cambio climático, lo que ayuda a alimentar el malestar político.
Una generación en la mira
El jefe de la ONU también señaló que una generación de estudiantes falta a la escuela.
“Toda una generación ... ha visto interrumpida su educación”, afirmó. “Muchos jóvenes están experimentando una segunda recesión global en sus cortas vidas”.
Explicó que se sienten excluidos, desatendidos y desilusionados por sus perspectivas en un mundo incierto.
Se busca: solidaridad global
La pandemia ha puesto de relieve las vulnerabilidades a las amenazas emergentes, como el bioterrorismo y los ciberataques a la infraestructura crítica.
“El mundo se enfrenta a graves problemas de seguridad que ningún país u organización puede abordar por sí solo”, afirmó el Secretario General, “existe una necesidad urgente de unidad y solidaridad mundiales”.
Al recordar la Semana Virtual contra el Terrorismo de la ONU en julio, recordó que los participantes pidieron un “compromiso revitalizado con el multilateralismo para combatir el terrorismo y el extremismo violento”.
Sin embargo, la falta de cooperación internacional para abordar la pandemia ha sido "alarmante", dijo Guterres, destacando el interés propio nacional, el intercambio de información transaccional y las manifestaciones de autoritarismo.
'Pon a las personas primero'
El jefe de la ONU destacó que "no debemos volver al statu quo ante ".
Destacó la necesidad de poner a las personas en primer lugar, mejorando el intercambio de información y la cooperación técnica “para evitar que los terroristas exploten la pandemia para sus propios objetivos nefastos” y pensando en “soluciones a largo plazo en lugar de soluciones a corto plazo”.
“Esto incluye defender los derechos y las necesidades de las víctimas del terrorismo ... [y] la repatriación de combatientes terroristas extranjeros, especialmente mujeres y niños, y sus dependientes a sus países de origen”, explicó.
Ventana de cierre
Mientras tanto, el riesgo de COVID-19 está exacerbando la ya grave situación humanitaria y de seguridad en los campamentos sirios e iraquíes que albergan a refugiados y desplazados.
“La ventana de oportunidad se está cerrando, así que debemos aprovechar el momento”, dijo el jefe de la ONU. “No podemos ignorar nuestras responsabilidades y dejar que los niños se las arreglen por sí mismos ya merced de la explotación terrorista”.
También expresó su confianza en que el Proceso de Aqaba continuará “fortaleciendo la cooperación internacional contra el terrorismo, identificando y llenando las brechas de capacidad y abordando las amenazas de seguridad en evolución asociadas con la pandemia”, y ofreció el “apoyo total” de la ONU.
Reconstrucción post-COVID
El Secretario General también se dirigió a la Cumbre del Centenario de la Organización Internacional de Empleadores (OIE) sobre cómo la cooperación del sector público y privado puede ayudar a impulsar el cambio posterior al COVID.
Él alabó “contribuciones significativas” de la OIE a formulación de políticas globales para el progreso económico y social, la creación de empleo y un entorno de negocios de beneficio mutuo, que calificó de “un pilar importante de la Organización Internacional del Trabajo ( OIT ) desde sus primeros días”.
“Hoy, nuestra tarea principal es derrotar la pandemia y reconstruir vidas, medios de vida, negocios y economías”, dijo en la Cumbre virtual.
Al reconstruir, subrayó que los trabajadores y las pequeñas empresas deben estar protegidos y que todos tienen la oportunidad de desarrollar su potencial.
Aporte de empresas
El jefe de la ONU instó a las empresas a comprometerse con el sistema multilateral para crear un “entorno global propicio para el trabajo decente, la inversión y la sostenibilidad”; y con la ONU a nivel nacional, para ayudar a asegurar que el multilateralismo “funcione sobre el terreno”.
También los animó a participar activamente en el diálogo y las iniciativas público-privadas nacionales y mundiales, y destacó que “debe haber espacio para que lo hagan”.
Cooperación tripartita
El director de la OIT, Guy Ryder, destacó la necesidad de “decisiones políticas conscientes y cooperación tripartita para superar los desafíos transformadores”, como el cambio tecnológico y el cambio climático, así como el COVID-19.
El Sr. Ryder también señaló que los empleadores deben continuar colaborando en el diálogo social y mantener su compromiso tanto con el multilateralismo como con la OIT.
La OIE representa a más de 50 millones de empresas y es un socio clave en el sistema multilateral internacional durante más de 100 años como la voz de las empresas en la OIT, en las Naciones Unidas, los países más ricos del G20 y otros foros emergentes.
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