México.- La contratación de un ex funcionario del gobierno de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, en el gobierno de la autollamada Cuarta Transformación, no es la única que genera polémica.

Hace unos días, se dio a conocer que Sady Arturo Loaiza Escalona, quien se encarga de rediseñar los libros de la Secretaría de la Educación Pública (SEP), trabajaba anteriormente para el gobierno de Maduro.

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A este caso, se suma el de otro extranjero que está en las filas de la 4T, pero proveniente de Cuba.

Se trata de Joaquín Felipe Molina Leza, quien se desempeña como Coordinador de Análisis Estratégico y Evaluación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) desde el 2020.

En el organigrama de la dependencia que dirige Juan Antonio Ferrer Aguilar, Molina Leza cuenta con el cargo más cercano al titular. Además, cuenta con un sueldo de 97 mil pesos al mes.

Este caso es más trascendental que el de Loaiza Escalona, ya que el proveniente de La Habana fue operador de las misiones médicas cubanas “Mais Médicos”, señaladas por esclavitud y trabajos forzados en Brasil en 2013, de acuerdo con una investigación de Prisoners Defenders.

Incluso, en 2019, las condiciones de trabajo de “Mais Médicos” fueron calificadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como “trabajo forzado” y “esclavitud moderna”.

Un año después de la postura de la ONU, el gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador le dio un puesto de alto nivel en el Insabi.