El exjefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo; el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa; y el extitular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Jacier Jiménez Espriú, sí querían que continuará la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Así lo reveló el mismisimo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
«Les cuento que ya había que decidir y le pedí a tres muy buenos profesionistas, estábamos en la etapa de transición, todavía era presidente electo, y le pedí un dictamen a Alfonso, a Urzúa, y al ingeniero Espriú, los tres de confianza…
«Teniamos ya que resolver y les pedí que valoraran todo, y que se decidiera si continuábamos con el aeropuerto de Texcoco o se construía el aeropuerto aquí (en el municipio de Zumpango), el aeropuerto Felipe Ángeles. Y me entregaron el dictamen una tarde los tres coincidían que había que continuar con el aeropuerto de Texcoco«, reveló López Obrador, durante su discurso de la inauguración de la nueva vialidad principal al AIFA, Camino Tonanitla.
Pese a la recomendación de Romo, Urzúa y Espriú, AMLO canceló el NAIM
Pese a contar con la información sobre la conveniencia del NAIM, el capricho del presidente decidió hacer consulta popular y dejar en manos de los gobernados una de las decisiones más trascendentales en la historia del país.
Su justificación para no hacer caso, fue la elevación de costo y el tiempo de construirse. ¿Pero no el AIFA también aumentó? Y hasta ahorita luce igual de vacío que al principio. Bueno, dos, tres personas más.
¿Quién tuvo la culpa de esta decisión? «El Pueblo», y es que AMLO se lavó las manos con su dichosa consulta. Con eso se libró de una de las decisiones más controversiales que se han suscitado, ya que expertos internaciones y estudios que abarcaron años para determinar la vialidad del aeropuerto en Texcoco fueron depositados en los ‘asuntos sin terminar o de poco interés’.
¿Costó menos construir el AIFA en lugar del NAIM?
De acuerdo con un análisis de la Cámara de Diputados, el costo del NAIM tendría un aproximado de 300 mil millones de pesos, pero su cancelación y la construcción del AIFA alcanzaron los 500 mil millones de pesos, por concepto de lo erogado en su avance de las primeras etapas de construcción, el pago de los seguros y penalizaciones por terminar antes de tiempo los contratos, así como el costeo de Santa Lucía y todos los cambios que se han ejercido en vialidades y el nuevo tren.
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