En declaraciones a los periodistas esta semana, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy describió el futuro que ve para su país en términos inusuales: como “un gran Israel”.
Atrás quedaron, dijo, las esperanzas de un Estado “absolutamente liberal”, reemplazadas por la probable realidad de fuerzas armadas de defensa patrullando cines y supermercados. "Estoy seguro de que nuestra seguridad será la cuestión número uno durante los próximos diez años", añadió Zelenskyy.
Dado que las fuerzas rusas se han retirado de los alrededores de Kiev, lo que sugiere que Ucrania rechazó con éxito la primera fase de la invasión del Kremlin, es el momento adecuado para que Zelenskyy contemple cómo prepararse para la siguiente (y potencialmente mucho más larga) fase de este conflicto.
Pero ¿qué quiere decir con “un gran Israel”? Con una población cuatro veces menor y un territorio mucho menor, el Estado judío podría no parecer la comparación más adecuada. Sin embargo, considere las amenazas a la seguridad regional que enfrenta, así como su población altamente movilizada: los dos países en conflicto comparten más de lo que podría pensar.
Entonces, si Zelenskyy realmente tiene a Israel en mente como modelo para Ucrania, estas son algunas de las características clave que podría considerar para su adopción (algunas de las cuales ya son aplicables hoy en día):
- La seguridad es lo primero: Todo gobierno israelí promete, ante todo, que brindará seguridad, y sabe que será juzgado por esa promesa. Los ciudadanos comunes, no sólo los políticos, prestan mucha atención a las amenazas a la seguridad (tanto provenientes de fuentes transfronterizas como internas) y gran parte del público elige a quién elegir basándose únicamente en esa métrica.
- Toda la población desempeña un papel: el modelo israelí va más allá de la visión de Zelenskyy de servicios de seguridad desplegados en espacios civiles: la mayoría de los jóvenes israelíes sirven en el ejército, y muchos son empleados en profesiones relacionadas con la seguridad después de su servicio. Un propósito común une a la ciudadanía, preparándola para soportar el sacrificio compartido. Los civiles reconocen su responsabilidad de seguir los protocolos de seguridad y contribuir a la causa. Algunos incluso se arman (aunque bajo estricta supervisión) para hacerlo. La amplia movilización de la sociedad ucraniana en defensa colectiva sugiere que el país tiene este potencial. En sus comentarios, Zelenskyy reflejó esta realidad cuando dijo que la seguridad “vendrá de la fortaleza de cada casa, cada edificio, cada persona”.
- La autodefensa es el único camino: si hay un único principio que anima la doctrina de seguridad de Israel, es que Israel se defenderá a sí mismo, por sí mismo, y no dependerá de ningún otro país para librar sus batallas. Las tragedias de la historia judía han arraigado esa lección en lo más profundo del alma de la nación. El propio trauma de Ucrania, obligada a luchar sola contra un agresor mayor, refuerza una conclusión similar: no dependa de las garantías de los demás.
- Pero mantenga asociaciones de defensa activas: la autodefensa no significa aislamiento total. Israel mantiene asociaciones activas de defensa, principalmente con Estados Unidos, que brinda generosa asistencia militar, pero también con otras naciones con las que comparte inteligencia, tecnología y entrenamiento. Si bien Ucrania probablemente no se unirá a la OTAN en el corto plazo, puede profundizar las asociaciones de seguridad con los miembros de la Alianza y recibir ayuda, armamento, inteligencia y entrenamiento para reforzar su autodefensa.
- Dominio de la inteligencia: Desde sus inicios, Israel ha invertido profundamente en sus capacidades de inteligencia para asegurarse de tener los medios para detectar y disuadir a sus enemigos y, cuando sea necesario, actuar de manera proactiva para atacarlos. Ucrania necesitará mejorar sus servicios de inteligencia para competir contra las capacidades rusas y garantizar que esté preparada para prevenir y rechazar los ataques rusos.
- La tecnología es clave: aunque depende de la asistencia de Estados Unidos, Israel también elige soluciones tecnológicas locales para muchos de sus mayores desafíos. Las defensas multicapa contra cohetes y misiles, los sistemas antidrones y la tecnología de detección de túneles son sólo ejemplos recientes. Ucrania, que ya alberga mentes tecnológicas brillantes, sabrá a qué amenazas se enfrenta mejor que cualquier socio; invertir en sus propias soluciones le permitirá ser más receptivo y adaptarse a las nuevas amenazas.
- Construir un ecosistema de innovación: la capacitación que reciben muchos israelíes en innovación de alta tecnología en el ejército contribuye a un ecosistema de innovación civil, que a su vez promueve el desarrollo de nuevas tecnologías de seguridad. A Ucrania no le faltan codificadores e ingenieros talentosos (muchos de los cuales son empleados de nuevas empresas israelíes). Fomentar el libre flujo de talentos e ideas entre los espacios de innovación civil y de seguridad generará dividendos económicos y de seguridad a largo plazo.
- Mantener las instituciones democráticas: Israel continúa enfrentando el desafío de poner fin a su conflicto con los palestinos de manera que garanticen tanto su seguridad como la autodeterminación de los palestinos. Pero dentro del propio Israel, un enfoque constante en la seguridad no ha impedido el mantenimiento de instituciones y prácticas democráticas fundamentales. Zelenskyy parece consciente de esta tensión, que requerirá un mantenimiento constante, pero también de que la democracia es un requisito previo: "Un Estado autoritario es imposible en Ucrania", afirmó.
Al igual que Israel en sus primeras guerras, Ucrania parece haber defendido una grave amenaza existencial. Pero la guerra está lejos de terminar. Al adaptar la mentalidad de su país para reflejar aspectos del enfoque de Israel ante los desafíos crónicos de seguridad, los funcionarios ucranianos pueden abordar desafíos críticos de seguridad nacional con confianza y construir un Estado igualmente resiliente.
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