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jueves, 5 de enero de 2012

El Sionismo, el 911 y le Tercera Guerra Mundial

El Sionismo, el 911 y le Tercera Guerra Mundial

A pesar de que la inmensa mayoría de agresiones que se le infligen al Islam provienen de los masones o de sus áulicos, éstos tratan a toda costa de hacerlas aparecer como provenientes del catolicismo, con el propósito de dañar unas relaciones que siempre fueron buenas.

Como aún falta por cumplirse la "profecía" de la Tercera Guerra Mundial, que deberá ser la definitiva, la del logro del "gobierno mundial", veamos cómo se está cocinando esta guerra contra "el terrorismo" de la mano de hechos más recientes:

Ahora dejemos que sea el mismo doctor Paul H. Koch en su libro Illuminati (Planeta 2004), quien nos relate acerca de las curiosidades del 11 de septiembre de 2001:

1. Ariel Sharon, que se disponía a realizar su primera visita a Estados Unidos tras alcanzar el cargo de primer ministro israelí, suspendió el viaje dos días antes de los atentados por imperativa recomendación del Shabak. Las agencias de seguridad de medio mundo, incluyendo la israelí, la francesa y la vaticana, alertaron a Washington de que algo muy extraño pero peligroso se estaba preparando.

2. Todos los pilotos comerciales consultados tras los ataques concluyeron que era imposible que unos secuestradores con unas pocas horas de vuelo en pequeñas avionetas pudieran haber impactado como lo hicieron con grandes aviones de pasajeros. Eso requiere, dijeron, "muchos años de experiencia" o una radiobaliza que teledirija la ruta.

3. Se calcula que el World Trade Center daba trabajo cada día a más de 53.000 personas, sin contar los empleados de nivel inferior, muchos de ellos inmigrantes no censados que trabajaban temporalmente. A la hora en que se produjeron los ataques se calcula que debía haber como mínimo unas 20.000 personas en el interior de las Torres Gemelas. Sin embargo, la cifra oficial de víctimas mortales, contando bomberos, policías y ciudadanos en general afectados por el derrumbe posterior, no supera las 2.800. Si ése es verdaderamente el número de muertos, ¿dónde éstan todos los demás trabajadores habituales?, ¿faltaron justo ese día?

4. El ataque al Pentágono no pudo realizarlo uno de los aviones secuestrados, que, según la versión oficial, impactó contra la fachada. Aparte de ser uno de los edificios mejor vigilados y protegidos del mundo, sus propias cámaras de seguridad grabaron una explosión, pero en las imágenes no se vé ningún avión. Ni siquiera las alas o la cola del aparato, cuyos restos tenían que haber quedado en el exterior del edificio, dado su tamaño, y no aparecen por ningún lado.

5. Días antes de los atentados, la Bolsa registró movimientos especulativos muy característicos, que afectaron, entre otras, a las acciones de las dos compañias aéreas que iban a sufrir los secuestros aéreos, a la empresa Morgan Stanley Dean Witter & Company que ocupaba 22 pisos del World Trade Center y a los grupos de seguros involucrados, Munich Re, Swiss Re y Axa. Se calcula que las ganancias finales de los misteriosos inversores alcanzaron un valor de varios centenares de millones de dólares, lo que oficialmente constituye el más importante delito por aprovechamiento ilícito de informaciones privilegiadas jamás cometido.

En la reunión del Club Bilderberg del 21 de mayo de 1992 en Evian, el exsecretario de Estado estadounidense Henry Kissinger (nombre real Avraham Ben Elazar)pronunció las siguientes palabras:

Hoy en día los americanos se enfurecerían si las tropas de las Naciones Unidas entrasen en Los Angeles para restablecer el orden; mañana ellos estarán agradecidos. Esto es especialmente cierto si se les dice que había una amenaza exterior, ya sea real o promulgada, que amenazaba nuestra existencia. Es entonces cuando todas las gentes del mundo suplicarán a sus líderes que los liberen de este mal. La cosa que todo hombre teme es lo desconocido. Cuando esto sea presentado en este escenario, los derechos individuales de las personas serán renunciados voluntariamente por ellos mismos por la garantía de su bienestar de su gobierno mundial.

En los Estados Unidos de América es aparentemente un crimen mayor violar el secreto bancario que el asesinato de masas, pues todo indica que los autores intelectuales de la masacre de las torres gemelas son conocidos de los bancos que encubren las millonarias transacciones que realizaron antes del 11 de septiembre en las bolsas. Esta misma información es callada también por los medios de información, ambas, prensa y banca, bajo control judeomasónicos y todo con el conocimiento del alto gobierno; volvamos al doctor Koch:

Al poco tiempo de producirse el 11-S alguien descubrió una rara coincidencia trabajando con su ordenador y la lanzó de inmediato a Internet en un correo electrónico que corrió como la pólvora. Se trataba de teclear la siguiente combinación alfanúmerica, Q33NY, y a continuación transcribirla con el tipo de letra llamada Wingdings, incluida en el procesador de textos de Microsoft. El asombroso resultado era:



¿Es lo que parece?, ¿un avión dirigiéndose contra las Torres Gemelas para provocar la muerte, junto a la Estrella de David o símbolo de Israel, como si fuera la firma del atentado? A poco de producirse este atentado, diversos círculos de "conspiranoicos" escorados hacia la ultraderecha acusaron no a grupos integristas islámicos, sino a agentes secretos más o menos vinculados con los servicios secretos israelíes, que se habrían encargado de manipular a los musulmanes para llevar a cabo el ataque. Y no olvidemos la secuencia alfanumérica original, Q33NY, que ha llegado a ser traducida como Quando (cuándo en latín), "33" (el grado 33, el más alto de la masonería) "NY" (Nueva York) o, un paso más allá: "Cuando el grado 33 ataque Nueva York". (Tomado del libro Illuminati, Planeta 2004 de Paul H. Koch)

La propaganda sionista trata de negar que el 11 de septiembre fue el motivo requerido para castigar a los Illuminati que habían desobedecido: Osama Ben Laden y Sadam Hussein. Cálculos conservadores muestran que de paso y como siempre, los especuladores masones, se ganaron en las bolsas más de tres billones de dólares (tres millones de millones). El Rabino Dov Zackheim , controlador del Pentagono evito la investigacion por desfalco de TRES TRILLONES DE DOLARES. Suma y sigue

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