Así actúa el Mossad
Los servicios secretos de Israel reflejan la idiosincrasia del pueblo de Israel, y hemos dicho el pueblo, no el estado. El pueblo judío ha dado, proporcionalmente a su población, una cantidad de espías muy superior a la de cualquier otro grupo étnico de la tierra. Esto es una incontestable verdad.
Existe un documento, fechado el 21 de Noviembre de 1489 en el que el Príncipe del Sanedrín, con sede en Constantinopla, ordena a sus congéneres de Provenza (Francia), que se hagan notarios, médicos, abogados, y así sabrán secretos de sus clientes gentiles y les tendrán a su merced (308), Eduard Drumont denunciaba lo mismo siglos más tarde, la gran cantidad de mayordomos, institutrices, criados y consejeros hebreos en las familias de Francia (309).
El espionaje y las operaciones clandestinas son, y siempre han sido, una especialidad del moderno estado de Israel, ninguna otra nación en la historia ha dependido con tal magnitud de sus servicios secretos ni los ha utilizado con tanta dureza y eficacia.
Mientras el sionismo internacional presionaba tanto a la ONU en conjunto como a los países formantes por separado para el reconocimiento del estado de Israel, miles de judíos invadían Tierra Santa, poblada en un 93 % por árabes, repartiéndose el 7 restante en turcos, europeos y judíos (312). A las autoridades inglesas se les impuso el terrorismo del Irgun Zavai Lemui.
La historia oficial dice que los palestinos vendieron en masa sus tierras a los inmigrantes judíos y que el posterior voto de la ONU no es más que el reconocimiento a ese hecho.
La realidad es que los árabes fueron echados de Palestina, después de usar el terrorismo contra ellos, contra los ingleses, contra la propia ONU e incluso contra la Cruz Roja Internacional.
El Irgún tenía agentes infiltrados en los mandos políticos y militares coloniales ingleses, lo que facilitaba que los soldados ingleses cayesen en una emboscada con otra, que fueran de matanza en matanza. La prensa británica, que estaba en las manos de los de siempre explotaba descaradamente esas matanzas, causando malestar en una población que aún no se había recuperado de la II Guerra Mundial, uno de los mayores montajes periodísticos fue la publicación de la fotografía de dos soldados ingleses ahorcados en Nathanya por el Stern, y no nos referimos a montaje en su acepción de falso, sino por la forma en que la fotografía - auténtica - sirvió para la manipulación del pueblo británico.
El asco del pueblo inglés llegó a su límite con ocasión del atentado del Hotel King David, de El Cairo, en donde a causas de la tremenda explosión murió Lord Moyne, gobernador general de Oriente medio, junto con 95 personas más, incluidos judíos, árabes y el cónsul español de la zona.
No tardaron en abandonar Palestina los ejércitos británicos, cayendo la zona en poder del Stern, cuyo jefe, un tal Menachem Beghin, lanzó una cruel ofensiva contra los palestinos, apoyado por las grandes fortunas del capital mundial.
Deir Yassim fue su primer objetivo, un pueblo de las afueras de Jerusalén, el 9 de Abril de 1948, aprovechando que la población masculina recolectaba frutas en Jerusalén, destruyó el pueblo, acuchillando a los pocos hombres en edad de luchar y a todos los niños y mujeres. La Cruz Roja Internacional encontró 254 víctimas y sólo seis supervivientes aunque heridos de gravedad entre ellos una niña de seis años (314).
El pueblo de Deir Yassim nunca había manifestado hostilidad alguna, simplemente se trató del terror para mostrar al resto de aldeas lo que les esperaba si no abandonaban su tierra. Los responsables de esas y otras matanzas, una vez proclamado el estado de Israel pasaron a dirigirlo.
El Mossad es hoy por hoy el mejor servicio secreto del mundo, actúa exclusivamente en razón de SUS DERECHOS como pueblo elegido. Dependen del Mossad otros dos servicios: el Rekesh y la organización Wieshental.
El primero capta armamento y tecnología de guerra por todo el mundo, el segundo se dedica a capturar criminales de guerra para organizar campañas de prensa favorables al sionismo con las que sacar dinero al mundo (la última la del oro nazi en Suiza que les ha reportado miles de millones de francos suizos) y denunciar a grupos neonazis, patrióticos o a historiadores revisionistas, aunque sean comunistas como Garaudy, judíos como Butz o marroquíes como el general Ahmed de Radio Islam.
En sus primeros años el Mossad solo tenía oficinas en Ginebra y París, hoy las tiene en casi todo el mundo, aparte de los agentes irregulares de sus embajadas y consulados, como ocurre con cualquier servicio secreto (317).
En 1950, domicilios de judíos que vivían en Bagdad fueron destruidos por bombas de sicarios del Mossad, que además hicieron fotografías a los siniestros y las enviaron a los periódicos de todo el mundo que están en manos de los de siempre, montándose una campaña periodística mundial anti Irakí, los desmentidos del gobierno Irakí no hallaron eco en los medios de comunicación, las compañías de seguros indemnizaron abundantemente a los judíos afectados, consiguiendo los tres objetivos: dinero, desprestigio de Irak y la emigración masiva de cientos de hebreos a Israel convencidos de que en Irak tampoco estaban seguros (318).
Según las normas de la gran Prensa Mundial, los sicarios del Mossad son luchadores por la libertad y los palestinos terroristas. Este standard moldea a la opinión pública mundial, que no deja de ser bombardeada con la excusa del Holocausto y lo mal que los han pasado los hebreos desde 1492 hasta hoy, de tal forma que la visión de la realidad deja mucho que desear si es mirada a través del prisma de los actuales medios de comunicación y las agencias mundiales de noticias.
Los sicarios del Mossad atentaron con toda clase de explosivos, y en general por todos los medios, contra árabes, y no sólo palestinos, cuando lo juzgaron conveniente para sus intereses. Por citar solo algunos de los casos más conocidos de ejecutados sin ser terroristas:
Ghassan Kanafani, editor y novelista palestino, murió junto con su sobrina de 16 años al estallar su coche en 1972.
Amis Sayegh, tras volver de Los Angeles en donde dió una conferencia denunciando el terror sionista, perdió la vista y los dedos al explotarle una carta bomba.
Bassam Sharif, escritor, muerto por otro paquete bomba.
En Abril de 1973, atentado en una playa del Líbano contra líderes de la OLP, dió como resultado la muerte de los tres palestinos, más cuatro civiles libaneses, tres turistas sirios, un italiano y 29 personas más heridas.
Mohammad Shaath, un palestino que trabajaba de contable en Los Angeles edita un libro contando sus penalidades en Israel y como tuvo que exiliarse le estalló una bomba en su casa que le dejó muy grave, dejando a su hijo pequeño sin piernas.
Mustafa Awad Zair, primo de Yasser Arafat refugiado en Libia paralítico por una carta bomba.
Omar Suffan, representante de la Media Luna Roja (Cruz Roja) exiliado en Estocolmo (Suecia) pierde los dedos por la explosión de otra carta bomba.
El líder de los estudiantes palestinos en la Universidad de Copenhague (Dinamarca), pierde un brazo en 1972 a causa de otra carta bomba.
El doctor irakí Bassel Kuwaissi, asesinado en París de un tiro en la nuca (1973).
Incluso el mayor asesino de América, Harry Truman, responsable del genocidio de más de 300.000 japoneses en Hiroshima y Nagasaki (sin contar los miles de afectados de generaciones posteriores), que apadrinó más que nadie la creación del estado de Israel y con su influencia arrastró a muchos países al reconocimiento del mismo, fue destinatario de una carta bomba, tal como afirma su hija en su biografía (319), causándole heridas a su secretario personal, la carta llegó en 1947 hasta la misma Casa Blanca y la subsiguiente investigación del FBI demostró que los autores eran miembros del Stern. El motivo parece que fue el enfado de los sionistas al pedir Truman que los palestinos tuvieran derecho de voto en el Estado Judío, lógicamente, el sionismo le recordó quien manda en el mundo.
El más cruento de los atentados aéreos se produjo el 21 de Febrero de 1973, cuando un Boeing 727 de las Líneas Aéreas Libias fue derribado por cazas israelíes sobre la península del Sinaí, muriendo 113 personas. La versión oficial aludía a una violación del espacio aéreo de Israel. La realidad, denunciada por un ex-agente del Instituto, es que el Mossad se había enterado de que el líder del Frente por la Liberación de Palestina, Ahmed el Choukeiri viajaba en el avión, aunque a última hora, por una grave enfermedad de su hija decidió quedarse en Trípoli. (320)
Al llegar Nasser a la presidencia de Egipto, uno de sus primeros objetivos fue mejorar las relaciones con EEUU. Los norteamericanos concedieron un crédito de 50 millones de dólares a Egipto, se prometió ayuda técnica y económica para la construcción de la presa de Assuán. Además, los EEUU presionaron al Reino Unido para que retirara sus fuerzas militares del Canal de Suez, lo que a Israel no convenía para lo cuál envió a sus sicarios, se produjeron atentados a técnicos y comerciantes de EEUU por una lado, por el otro se difundía entre la población egipcia rumores de abusos, violaciones y toda clase de delitos cometidos por americanos e ingleses, en una política de enfrentar a las dos sociedades. El segundo paso fueron dos bombas colocadas en las estanterías de las bibliotecas americanas de El Cairo y Alejandría, destruyéndolas por completo así como otros atentados explosivos contra el teatro Metro Goldwyn Mayer de El Cairo.
El tercer paso fue una gigantesca campaña de la prensa norteamericana contra los criminales egipcios que terminó con la suspensión de toda clase de ayudas. Varios comandos del Mossad fueron detenidos, y aunque la mayoría de agentes pudo huir, hubo varios condenados a cadena perpetua, encima de todo las condenas de agentes del Mossad, en vez de servir de prueba para demostrar la inocencia del gobierno egipcio, fue presentado por la gran prensa como una intolerable muestra de antisemitismo (321)
Una vez retirada la ayuda de EEUU, el Mossad dirigió sus acciones a los científicos independientes que colaboraban en el desarrollo de Egipto (Operación Dámocles), la mayoría alemanes recibieron amenazas de represalias contra sus familias en Alemania (país dicho de paso totalmente colonizado por el sionismo y donde los agentes del Mossad son casi tan intocables a nivel judicial como en Israel) así como paquetes bomba.
La operación Cólera de Dios, concebida en 1972 consistió en una lista de 1000 palestinos, que según los analistas al ser eliminados dejarían para siempre descabezada la respuesta palestina, los hechos demostraron que no fue así, pues aunque se asesinó a muchos señalados en la lista negra (no a todos los 1000), los campos de refugiados palestinos seguían dando luchadores a los que se unían árabes de todo el mundo, lo que determinó el fracaso de la operación.
La que si tuvo un gran éxito fue la provocación para ocupar el Líbano por tropas israelíes el 5 de Junio de 1982: el Mossad conocía perfectamente las diferencias, que podían derivar en enconados odios y en una guerra civil dentro de la fragmentada sociedad libanesa.
El Mossad maquinó un asesinato provocación, se informó a Meruan Yucef Mahmud, amigo de Abu Nidal; el más radical dirigente de la OLP, de que el embajador de Israel en Londres, Shlomo Argov, asistiría una conferencia en Beirut. Abu Nidal, que no esperaba la trampa (ni Meruan, convencido de que la noticia provenía de sus hombres y no del servicio secreto judío ni mucho menos el embajador) preparó el atentado.
El embajador acudió a la conferencia con su chofer y tres guardaespaldas, agentes del Mossad, que a la salida del local desaparecieron, momento en que aprovecharon los palestinos para asesinar a Shlomo Argov. Toda la prensa mundial destacó a toda columna el salvaje atentado, y al mismo tiempo, la invasión del Líbano por el ejército de Israel, una hora y media después del atentado. A nadie pareció sorprenderle que se pudiera improvisar una invasión en tan poco tiempo.
Al constatar los éxitos del Mossad, hay que tener en cuenta que a mediados de los años 50 la CIA, por órdenes directas de la Casa Blanca, que no gustaron a los servicios secretos USA, inició un programa de intercambio de información con los servicios secretos israelíes. Más adelante la CIA puso a disposición del Mossad sus más avanzadas tecnologías (324).
Es la única vez en la historia de la humanidad que servicios secretos de dos estados soberanos (es un chiste lo de soberanos) trabajen conjuntamente y que el del país teóricamente más fuerte (EEUU) ceda, regale, done, tecnología al de otro menor (Israel), si entre grupos del mismo país como son el FBI, la CIA o la agencia contra la droga, DEA hay tensiones, ocultamiento de información y rivalidades que a veces termina por paralizar investigaciones, que no puede haber entre agencias de dos países.
Resulta evidente la enorme fuerza del Sionismo, que además desprecia a sus socios norteamericanos, como ocurrió con el Liberty, el buque espía norteamericano. Sus movimientos eran controlados por la NSA, el servicio de inteligencia de la Marina en colaboración con la CIA. El armamento del barco era ridículo, sólo cuatro ametralladoras. Por contra disponía de los más modernos ingenios electrónicos de escucha, decodificación, traducción y todo lo relativo a la inteligencia de guerra. El barco espía tenía ordenes de estacionarse en aguas internacionales, frente a las costas de la península del Sinaí. Allí interceptaría los mensajes radiados de ambos contendientes (egipcios e israelíes) para en caso necesario, informar a la VI Flota por si era necesaria su intervención.
Ambos ejércitos permanecían alerta frente a frente, en sus respectivas fronteras, la ONU intentaba llegar a un acuerdo de paz. La misión del Liberty también incluía enterarse de quien abría primero fuego. Inesperadamente, tres Mirage israelíes atacaron al indefenso barco con fuego de ametralladora, mientras dos lanchas torpederas le alcanzaban con tres impactos. El Liberty envío el consabido mensaje de socorro May day, que fue captado por el portaaviones Little Rock, situado a 200 millas de distancia, y también por los atacantes que se retiraron al saber de la llegada de ayuda. Al cabo de los 39 minutos que duró el ataque, el Liberty era una ruina flotante, escorado a estribor, con más de 800 impactos. Hubieron 34 muertos y 164 heridos graves, entre ellos el Capitán Mc Conagle. El entramado electrónico de escuchas quedó arrasado, los restos del Liberty fueron remolcados hasta Malta (325).
Los israelíes se excusaron alegando que habían confundido el Liberty con el navío egipcio El Quseir, algo poco creíble pues el buque egipcio pesaba 2500 toneladas, además el Liberty enarbolaba las banderas EEUU reglamentarias (2m y medio por metro y medio) bien visibles para los pilotos judíos que se acercaban hasta cien metros de cubierta para ametrallar, y también visible para las lanchas torpederas, y era en fin increíble que el Mossad no supiera de la existencia del barco allí. La investigación norteamericana posterior, llegó (o le hicieron llegar) a la conclusión de que todo fue un error, aceptándose las excusas del gobierno de Israel.
Según el testimonio de cuatro autores israelíes (326) el objetivo del ataque fue destruir las pruebas de que la Guerra de los Seis Días fue iniciada por Israel, los servicios secretos hebreos comprendieron que el Liberty pondría de manifiesto que estaban preparando una guerra de agresión contra Jordania y contra Egipto. Los grandes medios de comunicación, en manos de los de siempre, primero lo presentaron como una agresión egipcia al Sinaí, mientras que Jordania, según la prensa, esperaba agazapada. La victoria en la guerra culminó con la conquista de Gaza, el Sinaí y Cisjordania.
Si alguien duda de quien manda en EEUU ya no le debe quedar ninguna. El caso del Liberty no fue el único, en 1990, el ex agente del Mossad, Victor Ostrovsky logra refugio en Canadá, lo que aprovechó para denunciar en un polémico libro las maquinaciones del Instituto no ya con sus enemigos, sino contra sus supuestos amigos (329).
Son dos casos en que el Mossad pudo haber avisado a la CIA para salvar vidas americanas y sin embargo no lo hizo. El primero se remonta a 1982 con la invasión del Líbano y la matanza en el campo de refugiados de Shatila, donde murieron más de 500 personas, la mayoría mujeres y niños, la población habitual de un campo de refugiados. Esto determinó a Reagan, a pesar de la oposición de sus amos sionistas, a enviar 1200 soldados, mientras la ONU enviaba 1560 paracaidistas franceses y 1200 infantes italianos.
Los agentes del Mossad descubrieron un garaje en el que se estaba acondicionando un vehículo de grandes proporciones (en el Beirut de los coches bomba era fundamental controlar las actividades de los garajes), y que además era frecuentado por miembros de Septiembre Negro y terroristas chiitas.
Para el verano, los agentes del Mossad ya sabían que se estaba acondicionando un gran camión Mercedes para un atentado, por las proporciones del vehículo, el único objetivo posible era el cuartel norteamericano. La cuestión era si se les avisaba o no, los agentes consultaron con la central de Tel Aviv, cuyo director de entonces, Isaac Admony, decidió que no se le avisara ni al cuartel ni a la CIA, según Ostrovsky, Admony dijo: Nosotros no vamos a proteger a los americanos. No obstante, todas las instalaciones judías en Beirut fueron advertidas del camión bomba.
A las 6.20 de la mañana del 23 de Octubre de 1983, un gran camión Mercedes se acercó al aeropuerto de Beirut girando luego a la izquierda. El camión, conducido por un kamikaze chií, se estrelló contra el edificio de cuatro plantas, causando 241 muertes. Tres minutos después otro camión bomba causaba 58 muertes en el cuartel Bir Hason, de las fuerzas armadas francesas.
El motivo del silencio del Mossad al no avisar a sus ¿aliados?, no fue otro que el de envenenar las relaciones entre americanos y árabes. La actitud de los altos mandos del Mossad la resume Ostrovsky en esta frase: Los americanos quisieron meter las narices en este embrollo libanés: pues bien, que paguen el precio (330).
El segundo caso se refiere al rapto de Buckley, en marzo de 1984. Buckley, oficialmente funcionario de la embajada de EEUU en Beirut, era en realidad el máximo responsable de la CIA en Oriente Medio. Un día es secuestrado por chiíes, torturado, asesinado, siendo arrojado su cadáver dentro de un coche en marcha contra la puerta de su domicilio.
Los agentes del nivel de Buckley son considerados de una importancia capital porque poseen mucha información que de ser extraída puede significar la muerte para otros agentes operando en todo el mundo. La Jihad Islámica se hizo responsable del asesinato. Bill Casey, entonces director de la CIA y amigo personal de Buckley, estaba tan ansioso de salvarle que consiguió un grupo especial del FBI especialista en secuestros.
El Mossad sólo cooperó facilitando pistas falsas. Casey, por su cuenta y riesgo reunió dinero para pagar un posible rescate y nuevamente se pidió ayuda al Mossad, el embajador norteamericano se dirigió al primer ministro judío Simón Peres, el cuál dijo a sus servicios secretos que ayudaran en lo que pudieran. Faltaron a su palabra y en semanas siguientes, varios agentes de la CIA fueron cayendo asesinados por comandos árabes sin que el bien informado Mossad actuara.
El Mossad es más que un organismo al servicio de Israel: es un organismo de Israel, en el sentido de que sirve a los intereses del sionismo mundial, lo que aclara el desprecio hacia el asunto Buckley.
El estado de Israel es un caso atípico en la historia de la humanidad. Theodore Herzl, padre del sionismo mundial, propone para patria de los judíos tres lugares: Uganda, Patagonia y Palestina. En un principio la Patagonia pareció tener más aceptación e incluso diversos multimillonarios judíos favorecieron la puesta en marcha del plan Andinia, pero luego, el descubrimiento de petróleo y los acontecimientos de principio de siglo hizo ver que Palestina era, con mucho, la mejor alternativa, así, los primeros sionistas, los Rothschild, Montefiore, Kahn, Loeb, Kuhn, Frankfurter, Brandeis, etc., empezaron a presionar a los gobiernos europeos y al norteamericano (de los cuales eran prácticamente dueños por medio de sus gigantescas fortunas controlando los puntos vitales de sus sociedades) para la creación de un hogar judío en Palestina.
Alguien ha dicho que el Sionismo consiste en que los judíos ricos, con el dinero de los gentiles, mandan a los judíos pobres a Palestina a expoliar a los árabes. La afirmación es superflua, pues el Sionismo es un complejo financiero - político que domina el mundo e influye poderosamente en todas las sociedades, ya sean las del primer mundo (EEUU y Europa ) como las del tercero. La realidad es que los multimillonarios judíos sólo van al estado de Israel de visita, pero residen en Occidente, lo hacen en sus viviendas en Beverly Hills, Miami, el Sixieme Arrondisement de París o cualquier barrio super lujoso de cualquier ciudad del mundo.
La organización del Mossad, no sólo ha colaborado con la CIA, sino que incluso lo ha hecho con la KGB, e incluso cuenta con el apoyo de las numerosas entidades judías que, más o menos abiertamente, existen en todo el mundo. Una de ellas es B´Nai B´rith.
El B´Nai B´rith, que significa Hijos de la Alianza, y que ha sido el verdadero motor de presión en la destrucción de la Librería Europa, fue fundada el uno de Octubre de 1843 en Nueva York, por once hebreos emigrados desde Alemania: Era, por su estructura y funcionamiento, una secta masónica reservada exclusivamente reservada a personas de etnia judía. Sólo se admite la afiliación de individuos de sexo masculino y elevada posición económica y social. Ocho años después de su fundación ya disponían de suficiente poder como para hacer al gobierno de EEUU que anulara un tratado comercial con Suiza por que algunos cantones suizos no daban la ciudadanía a los judíos el siglo pasado.
El B ’ Nai B ’ rith tras abrir logias en las principales ciudades de EEUU se extiende por Europa, y en la actualidad es, oficialmente, miembro consultor del Consejo de Europa, de la ONU, de la UNESCO y de la Organización de Estados Americanos. En 1913, el B’ Nai B’ rith funda la famosa Liga Antidifamatoria que ejerce un riguroso control de cualquier actividad, colectivo que los hebreos consideran contrarios a sus intereses. De la Liga Antidifamatoria surgiría a su vez la LICRA, Liga Internacional Contra el Racismo y el Antisemitismo, más implantada en Europa, sobre todo en Francia.
Todas esas organizaciones, de implantación mundial, cooperan con el Mossad al igual que lo hacen los innumerables lobbys que en los EEUU actúan ante los órganos de gobierno de ese país. El más importante de todos es el AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Americano - Israelíes) que mensualmente manda su revista a cada uno de sus miembros en el parlamento informándoles sobre las necesidades de los ciudadanos americanos de etnia judía, por otra parte el AIPAC representa oficialmente a todas las organizaciones judías de los EEUU ante el parlamento.
La revista norteamericana The Phoenix, especializada en paramilitares, terrorismo y espionaje, describe la actuación de los fontaneros del Mossad, los sicarios entrenados para el asesinato y el sabotaje, que forman parte del mundo oscuro y a la vez romántico y novelesco, de todos los servicios secretos.
Las escuadras de terroristas del Mossad operan del siguiente modo: cada equipo se divide en grupos cuyos códigos son Aleph, Beth, Heth, Ayin y Qoph. La ejecución es cometida por el grupo Aleph. Beth se compone de pistoleros que actúan como protectores y escoltas, abriendo acceso a Aleph y protegiendo su huida una vez el atentado ha sido realizado. Heth proporciona cobertura protectora, alquila coches, apartamentos, soborna a quien sea preciso y en general se dedica a preparar la estancia de los otros dos grupos en el lugar del atentado. Ayin estudia a la víctima o el lugar destinado a su destrucción semanas e incluso meses antes del acto. Qoph se ocupa de las comunicaciones y enlaces. Estos grupos están autorizados a emplear los servicios diplomáticos de Israel y la compañía pública El Al. Las ejecuciones las ordena la llamada COMISION, encabezada por el Primer Ministro, el jefe de las fuerzas armadas y el director general del Mossad (332).
Además el Instituto cuenta con la importante ayuda de los Sayanim (asistentes), los cuales deben ser racialmente judíos 100 %. Viven en el extranjero y aunque no sean ciudadanos israelíes, muchos son contactados a través de sus parientes en Israel. A un israelí con un pariente en Inglaterra, por ejemplo, el Mossad le puede pedir que escriba una carta diciendo que el portador de la misma representa a una organización benéfica consistente en ayudar a la comunidad hebrea para ocultar su condición de espía.
Hay miles de Sayanim en todo el mundo, 2000 están en activo y otros 5000 en reserva. Desempeñan funciones muy variadas, un Sayanim que, por ejemplo, dirige un negocio de alquiler de coches en Las Vegas (EEUU), puede ayudar al Mossad a alquilar un vehículo a altas horas de la noche sin tener que presentar la necesaria documentación, la casa de otro Sayanim en Berlín puede servir de alojamiento a un comando, un banquero Sayanim puede proporcionar dinero al Mossad si lo necesita en plena noche, un doctor Sayanim puede curar una herida de bala sin denunciar el hecho a la policía, y así podríamos poner mil ejemplos más. Los Sayanim son el mejor comodín para los fontaneros del Mossad (333).
Estos equipos de fontaneros, sólo actúan después de haber recibido detallada información por parte de la inteligencia judía. Al disponer el Mossad de fondos ilimitados además consigue sobornar a individuos muy próximos, incluso parientes de sus futuras víctimas. Así consiguió asesinar en Malta a fathi Shlaki, líder de la Jihad Islámica.
El Mossad no hace nada para negar sus responsabilidades, e incluso el resultado de sus acciones, cuando es positivo, llega a trascender a los medios de comunicación, ya que les sirve como advertencia ante sus enemigos, es parte del poder de disuasión y en todo caso la prensa mundial jamás los califica como asesinos, siempre como vengadores y defensores del pueblo que tanto ha sufrido.
Tras la muerte de 11 deportistas israelíes en la Olimpiada de Munich de 1972, por orden de la Primera Ministra Golda Meier, el Mossad mató en diez meses a 13 activistas de Septiembre negro. Entre los asesinados figura el camarero marroquí Ahmed Bashakia, residente en Lillehammer (Noruega) sin ninguna vinculación terrorista, pero al que los agentes judíos confundieron con Ali Hasan Salame, jefe de Septiembre Negro, el cuál resultaría muerto en un tiroteo en la Gran Vía de Madrid, acción en la que pereció también el agente israelí Baruch Cohen por disparos de la policía española.
La mayoría de los asesinatos suelen ser realizados por jóvenes agentes que llegan en motos llevando pistolas con silenciador, en alguna capital europea o Mediterránea neutral, ya que en un país árabe es más complicada la huida y se ejecutan de un modo más estudiado.
Ese es el caso de Octubre de 1985, la inteligencia israelí descubre que la base del estado mayor de la OLP se encuentra en la capital de Túnez, en vez de preparar una acción de comando, es el ejército el que envía varios cazas para bombardear un país neutral (aunque de mayoría islámica), causando numerosas muertes civiles tunecinas y dejando prácticamente intacta la estructura de la OLP.
Un francotirador tuvo, meses después, en el punto de mira a Yasser Arafat, pero recibió ordenes de no disparar.
En junio de 1992, es asesinado el jefe de seguridad de la OLP, Ali Besiso, a la salida del hotel Le Meridien, en París. Otros palestinos murieron al explotar bombas en sus casas.
Según Ostrovsky (334) en el superordenador del Mossad figuran más de un millón y medio de datos, y con la ayuda de un ordenador mapa conocen la localización de cada líder de las organizaciones, terroristas o no, palestinas y también de individuos y organizaciones que Israel considera contrarias a sus intereses, y no sólo de enemigos (neonazis, revisionistas o integristas islámicos), también de amigos que pueden dejar de serlo.
El Mossad no sólo se ha enemistado con la CIA, también ha despreciado al gobierno argentino (caso Eichmann, secuestro y posterior juicio y ejecución de un ciudadano argentino) y al británico, primero con la captura del científico israelí Vanunu en Londres y luego con la detención por parte de agentes del MI5 inglés de Ismael Sowan al que se le encuentran en su domicilio gran cantidad de armas y explosivos. Sowan canta de plano, revelando que es agente del Mossad, que ha sido cómplice en el asesinato del humorista palestino con ciudadanía británica Nad al Alami, publicaba viñetas en un diario árabe de Londres, pero aparte en una de ellas reveló el nombre de la amante de Arafat, con el asesinato el Mossad quería iniciar una guerra entre palestinos. Con ser grave, lo que más indignó a las autoridades británicas fue que las armas y los explosivos que almacenaba Sowan eran para provocar atentados indiscriminados entre la población BLANCA de Inglaterra para crear un clima anti - árabe (337)
A mediados de los 80 comienza una sangrienta guerra entre Irak e Irán. Los gobiernos de EEUU e Israel deciden atizar el fuego para que lo que en un principio es un conflicto fronterizo degenere en una guerra total entre Irak, la primera potencia militar de la zona e Irán un reducto integrista. Una guerra entre ambos, sobre todo si nadie salía vencedor claramente, beneficiaria a Israel.
Por una parte la CIA vendería armas a Irán para subvencionar sus manejos en Nicaragua, por otro Israel se las vendería a Irak. La CIA compra armas a un árabe aunque a sueldo del Mossad, Adnan Kassoghi (el cuál cobra de los judíos en información sobre clientes potenciales en zonas del mundo donde el Mossad se entera de que se avecina una guerra, lo cuál le proporciona más dinero que un sueldo fijo), y a través de compañías fantasma las envía a Irán, utilizando únicamente Israel como punto de salida de los cargamentos. El presidente Peres nombra como asesor sobre terrorismo a Amiran Nir, en el bando americano actúa como cabeza visible Oliver North, he aquí como apunta North en su bloc, posteriormente incautado por el Congreso de los EEUU: Precio de compra de 4500 misiles Tow: 6000 $ por unidad. Precio de venta convenido con Nir, de venta a Irán: 10.000$ (339). Descontando los gastos y las comisiones, quedaba un beneficio de 16 millones de $ a favor de los fondos reservados.(340)
Irán recibe armas, Irak recibe armas, hasta de Israel, la guerra entre los dos países terminó en tablas, con las dos sociedades debilitadas. Con el escándalo del Irangate, los tribunales norteamericanos llaman a declarar entre otros a Nir, el cuál había dicho ante la prensa que las actividades contraterroristas que él y North supervisaron en 1985 y 1986 en Nicaragua fueron autorizadas por un acuerdo secreto entre los EEUU e Israel. Ese testimonio, expresado bajo juramento ante un juez hubiera resultado altamente embarazoso, entonces, muy oportunamente, Nir falleció en un accidente aéreo en Méjico, Nir era director de una empresa tapadera del Mossad en el estado mejicano de Michoacán. Al funeral, celebrado en Israel, asistieron más de mil personas, y el entonces ministro de Defensa, Yitzhak Rabín, habló de su misión secreta y de secretos que guardaba celosamente en su corazón.(342)
Sin embargo, un agente de los servicios secretos de Canadá, sin identificarse, reveló en el Toronto Star que Nir no había muerto, y que las clínicas de cirugía estética de Ginebra (Suiza ) eran además de buenas, muy discretas (343). No deja de ser casualidad que de los cinco cadáveres del accidente en Méjico, el más destrozado y difícil de identificar era el de Nir.
Cuando Jonathan Pollard (judío) y su esposa, Ana Henderson, fueron detenidos a finales de Noviembre de 1985 a escasos metros de la embajada de Israel en Washington, en un intento de obtener asilo político, los agentes del FBI que los detuvieron y la sociedad en general fue: ¿Opera el Mossad activamente en EEUU? ¿Y si es así, que motivos tiene?
Pollard no era del Mossad pero había estado cobrando 2500 $ mensuales desde 1984 de una organización llamada LAKAM, siglas de la Oficina de Enlace Asuntos Científicos del Ministerio de Defensa de Israel. Pollard llevaba documentos secretos a la casa de Irit Erb, miembro de la embajada hebrea. LAKAM estaba entonces bajo la dirección de Rafael Eitan, que negó toda conexión con Pollard.
Pollard trabajaba en el servicio de inteligencia de la armada de EEUU. En 1984 fue trasladado a la División antiterrorista: un extraño traslado si se tiene en cuenta que había sido amonestado por filtrar información a militares de Sudáfrica, su nuevo trabajo le daba acceso a material clasificado.
No se tardó en saber que Pollard pasaba información a Israel, detenido por el FBI, aceptó revelar sus contactos a cambio de reducción de Pena. Una vez libre, en vez de seguir el plan del FBI a la primera oportunidad echó a correr hacia la embajada de Israel, como hemos dicho antes, siendo literalmente placado a pocos metros del edificio diplomático.
Ante esto, los americanos exigieron una explicación, el secretario de Estado, George Schultz, telefoneó a Shimon Peres, fundador de LAKAM en los años 60 y Primer Ministro de Israel, el cuál dióexcusas y sanseacabó.
El caso Pollard enfureció al Sionismo mundial, no con EEUU, sino con las autoridades de Israel y su Mossad al que acusaban de haberse pasado de listos, los judíos de EEUU y Europa le recordaron a sus hermanos quien mandaba y esta vez no movieron su gigantesco poder, tanto de prensa como político y financiero, para liberar a Pollard (cadena perpetua) y a su mujer (10 años de cárcel).
Aunque Pollard no fuera un agente del Mossad, muchos otros espían, reclutan, organizan y llevan a cabo operaciones en Nueva York y Washington, lugares a los que llaman nuestro patio de recreo, pertenecen a una división especial del Mossad, llamada AL, que en hebreo significa por encima de todo. La unidad emplea unos 25 agentes de primerísima línea. Su principal objetivo es obtener información sobre el mundo árabe en EEUU, pero también la referente a los intereses del sionismo mundial, si, por ejemplo, un senador forma parte de un comité de armamento, a él - en un principio - no se le espiará, pero si uno de sus colaboradores es judío, se le intentará reclutar como Sayanim, si no, como bien pagado agente, el objetivo es no perder terreno en las amplísimas parcelas de poder mundial que el sionismo posee.
Una de las más famosas operaciones de AI fue el robo de material de investigación de un fabricante de aviones para ayudar a Israel a obtener un contrato de 26 millones de dólares, a principios de 1986. El Departamento de Marina USA había convocado un concurso para la adjudicación de 21 Drones, más el consiguiente equipo de control en tierra, lanzamiento y recuperación.
Los Drones son pequeños aviones (del tamaño de uno de aeromodelismo) que llevan integrada un monitor de TV, siendo muy útiles para el espionaje en zonas hostiles. La compañía Mazlat, subsidiaria de Industrias Aeronáuticas Israel, ganó el contrato. La gran ventaja de los equipos de AI, que operan también en Europa, Sudamérica y Asia, es que si un país rompe relaciones diplomáticas con Israel y expulsa a sus diplomáticos, AI puede seguir actuando, con la ayuda de los Sayanim.
Los agentes de AI son los únicos que usan pasaportes y toda clase de documentos americanos, de excelente calidad, y llevan a cabo una vida totalmente normal, sin llamar la atención. Un agente que tuvo una aventura amorosa fue inmediatamente llamado a Israel, expedientado y enviado a trabajo de oficinas (348).
Mehdi Ben Barka era el líder de la oposición marroquí y un gran rey intelectual del Tercer Mundo. Vivía exiliado en París y su llegada al poder en Marruecos era apoyada por Egipto, donde el presidente Nasser había creado la República Árabe Unida, primer paso de unos soñados Estados Unidos del Norte de Africa, que darían, a su vez, paso a una gran unión con el mundo musulmán de Oriente Medio, las repúblicas islámicas soviéticas, Turquía sueño egipcio que no convenía a Israel. La unión de Marruecos a esa Confederación Panárabe hubiera sido un paso de gigante y Ben Barka era un acérrimo partidario de la RAU, razón de más para el odio que le profesaba Hassan.
El rey marroquí, viendo en peligro su trono, concluyó una alianza secreta con Israel, he aquí lo que dice el norteamericano de origen judío Stewart Steven:
La alianza entre Marruecos e Israel era tan sólida que Tel Aviv incluso envío a Rabat a judíos marroquíes a que se convirtieran en la guardia personal de Hassan II, y el Mossad convirtió el deficiente servicio secreto magrebí en el mejor de Africa, entrenando a sus agentes en técnicas de espionaje y seguridad. Marruecos se convirtió en el punto de partida para la infiltración de agentes del Mossad en el resto del mundo árabe.
En 1965, Ben Barka fue juzgado en Rabat y condenado a muerte en ausencia. El general Oufkir, del servicio secreto marroquí, pidió al Mossad que eliminasen físicamente a Ben Barka, ellos no se veían capacitados para llevar una operación en Francia. A todo esto, Ben Barka se muda a Ginebra, trastocando los planes de todos, había, pues, que atraerlo de nuevo a Francia donde el Mossad ya tenía preparada la operación. A ello colaboró activamente un Sayanim, el director de cine Georges Franju, de origen hebreo, que le convenció para ir a París unos días y tratar sobre una película contra el colonialismo.
Una vez en París, al lugar de la cita aparecieron tres hombres con carnets falsos de la policía francesa que lo introdujeron en un coche, siendo llevado por los agentes del Mossad a un piso alquilado por agentes marroquíes en Fontenay Le Vicomte, a las afueras de París. El día siguiente, Ben Barka murió a tiros a manos del General Oufkir. (350)
El Mossad ha adiestrado e incluso modernizado servicios secretos en todo el mundo, incluyendo el CESID español, incluyendo cientos de empresas de Vigilancia y Seguridad españolas, que lo mismo participan en tareas de vigilancia en un Polígono Industrial que en seguridad de partidos de fútbol de alto riesgo, e incluyendo los servicios secretos de Argentina, Colombia, del Chile de Pinochet, Bolivia, el BOSS de Sudáfrica, Laos, la policía secreta de Uganda.
Además crearon de la nada el servicio de Inteligencia de Panamá en época de Noriega, el cuál llegó a visitar Israel para un curso de entrenamiento, entrenaron a los dos bandos que perpetraban la sangrienta guerra de Sri Lanka: Tamiles y Cingaleses, así como a los Hindúes que fueron a pacificar la zona. También se sospecha del Mossad como instructor en los servicios de Indonesia y Nueva Zelanda. (351)
Probablemente depende, también del Mossad, el PSOS, la Escuela Profesional de Seguridad, ubicada en Tel Aviv, que imparte clases para vigilantes jurados y guardaespaldas a alumnos que llegan de todas partes del mundo (NOTA de Murcia 88: la mayoría de empresas de Vigilancia y Seguridad de España están afiliadas al PSOS y muestran orgullosas las certificaciones de esta organización). Todos estos servicios, además de reportar beneficios económicos a Israel, le permiten o bien implantar TOPOS o en el caso de servicios secretos creados por ellos, controlarlos completamente.
Una mañana, Orlando Letellier, ex ministro de Salvador Allende, salía de su domicilio en Washington, donde vivía exiliado, y se metió en su coche junto a un amigo para, instantes después, volar por los aires al detonar una bomba colocada en el vehículo. Enseguida se culpó a la CIA, después de todo, eran los principales colaboradores en la llegada al poder de Pinochet.
Otros apuntaron a la policía secreta chilena, la DINA, pero nadie acusó al Mossad, que aunque no fue el autor material sí el que localizó y dió información a los chilenos a través del director de la DINA, Manuel Contreras Sepúlveda.
El pacto consistía en que el Instituto localizaría a Letellier, neutralizaría a sus guardaespaldas y facilitaría el plan e itinerario de huida de los agentes de la DINA a cambio de un misil naval Exocet, superficie - superficie, de fabricación francesa. Israel conseguía de forma barata y sin que otros piases se enterasen, la temible arma naval permitiéndole copiar el modelo.(352)
Cuando Rafael Vera, director de la seguridad del estado en España con el PSOE, viaja a Israel para intercambiar proyectos de seguridad y cooperación con el Mossad, se están poniendo las bases para el reconocimiento del invasor de Palestina, algo a lo que todos los gobiernos de Madrid, con Franco y sin Franco, se habían opuesto. Además se supo que los servicios de seguridad de la Junta de Andalucía, el gobierno autónomo de esa región, fueron concedidos a una empresa israelí, con toda seguridad una filial del Mossad.(353)
Se ha detectado que hay, o que al menos la hubo, una alianza entre Sendero Luminoso y el Mossad, mientras en tiempos del presidente panameño Noriega, la cooperación entre el Instituto y el narcotráfico era intensa, lo mismo ocurrió en Guatemala y Nicaragua, aunque el mayor volumen de cooperación se dió con el Cartel de Medellín. (354)
De la relación Narcotráfico - Servicios Secretos se ha acusado a todas las organizaciones de inteligencia del mundo (CIA, MI6, etc.), el Mossad no iba a ser, pues, una excepción en esas sospechas. (355)
En cuanto al tráfico - legal o ilegal - de armas, no es una sospecha, es un negocio, no sólo de los servicios secretos hebreos sino del Estado de Israel. Por ejemplo, la ayuda encubierta al gobierno de Marruecos incluyo una partida de armas para combatir a los guerrilleros del Frente Polisario en el antiguo Sahara Español.
En Argelia, durante 1961 y 1962, se publicaron numerosos informes sobre el apoyo israelí al movimiento OAS, incluso se creó, bajo supervisión del Mossad, una OAS judía, a cuyo frente se hizo célebre Salomón Abraham Ghenassia, sin embargo cuando las informaciones de París daban por perdida la provincia argelina, y la OAS blanca resistía desesperadamente los ataques argelinos, la OAS judía pactó con los radicales argelinos Fellagah, se vendieron armas ligeras y dos corbetas, los miembros del servicio de Inteligencia Argelino fue instruido por agentes judíos, mientras los franceses - de la OAS o no, guerrilleros y civiles, eran masacrados.
En Sudán, agentes del Mossad instruyeron a los rebeldes musulmanes del sur del país, a la vez que entrenaba agentes del gobierno sudanés en lucha contra terrorista, vendiendo armas a los dos bandos. Ghana resultó ser la pasarela ideal israelí hacia toda el Africa negra. El primer embajador que tuvo Israel en Africa, Ehud Avriel fue agente del Mossad. La cooperación con Ghana comienza con la creación de la naviera Black Star, luego se le proporcionó al país una pequeña flota de aviones de combate, siendo instruidos tanto la policía ganesa como el ejército y los servicios secretos por el Mossad.
A Etiopía se le vendió material antidisturbios y piezas de recambio para material bélico, suministrando material también al Chad, Zaire, Costa de Marfil y Somalia.
Liberia, que se negaba a reconocer a Israel, fue convencida por el agregado consular de Suiza, el judío Rosenbaum que a pesar de tener un puesto representando a Suiza, trabajaba para Israel. El presidente liberiano reconoció a los invasores de Palestina a cambio de seguridad interna a cargo de Israel.
Durante los años sesenta, el 80 de las importaciones de armas de El Salvador y Honduras procedían de firmas tapadera del Mossad, y el 20 restante del mercader internacional Adnan Kassoghi, que como hemos dicho antes, a pesar de ser árabe, trabaja como agente libre para los israelíes.
A Honduras, concretamente, se le vendieron 12 aviones Super Mystére, tres Avava y un reactor Westwind, convirtiéndolo en la primera potencia aérea de la región. En Haití también hubo instructores israelíes y una partida de 5000 rifles y otra de artillería antiaérea.
Más al sur, Paraguay, el Paraguay de Somoza tan odiado por la izquierda mundial, fue otro cliente del Mossad, a destacar que Somoza se enorgullecía de ser el mejor amigo de Israel, hasta el punto de ser, tras EEUU, el país que más veces ha votado a favor de los invasores de Palestina en la ONU.
Calcula el escritor israelí Beit Hallahmi que deben existir, desparramadas por todo el mundo, unas 30 firmas comerciales tapadera del Mossad, además de las indirectamente controladas, como el trust de Adnan Kassoghi (356).
Huelga decir, que estas lucrativas operaciones comerciales facilitan al Mossad la infiltración de sus agentes en los países clientes, y especialmente en sus fuerzas armadas.
El último éxito del Mossad fue el asesinato del terrorista Ijie Ayash El Ingeniero, cerebro de los sangrientos atentados de Hamás en 1996, al colocar explosivo plástico en su teléfono móvil. Sin embargo, el Mossad, con ser una gigantesca maquinaria bien engrasada no es perfecta ni invencible, y más tras lo ocurrido en los últimos años con el fracaso del asesinato contra el palestino Mashal en Jordania, en el que fueron detenidos los agentes a cambio de los cuales el gobierno jordano consiguió la liberación del líder espiritual de Hamás, el jeque Yasin, que volvió en olor de multitudes a la franja de Gaza.
Otro fracaso acaeció el 28 de Febrero de 1998 en Berna, cuando la policía suiza detiene a 5 agentes en el piso de un refugiado libanés, aunque decían que solo iban a colocar micrófonos, el que fueran detenidos es un fracasó, sea el resultado final poner micrófonos o asesinarlo.
El último y que ha conmocionado a Israel, ha sido el atentado contra el General en Jefe del ejército en la zona ocupada al Líbano mediante una bomba a un lado de la carretera, por Hezbollah, hay que tener en cuenta que este general era la tercera persona más protegida del estado y que el atentado se produjo cuando este viajaba en un convoy militar.
Aquí termina el extracto del estudio sobre el Mossad, sobre el que los servicios secretos judíos no sean invencibles, es algo verdadero a pesar del apoyo que descaradamente le hacen políticos y multimillonarios judíos repartidos por toda Europa y EEUU, no se le puede estar tocando los cojones a todo el mundo, por que tarde o temprano el humillado aprende y te devuelve el golpe.
Aún así, el Mossad sigue siendo el mejor servicio secreto del mundo, algo normal siendo los judíos los amos financieros del planeta, que si les dejaran, no sólo eliminarian a todos los líderes palestinos - terroristas o no -, sino a todo aquel que contradijera los intereses del sionismo, incluidos los grupos nacionalsocialistas, violentos o no, pequeños o grandes, las librerías, a los historiadores revisionistas (el escritor Burg, de origen judío, revisionista, tuvo que huir de Israel y vivir el resto de su vida escondiéndose en los asilos para indigentes de Munich y la zona sur de Alemania, disfrazado de mendigo para huir del Mossad) y sigue controlando a los que consideran sus enemigos, que conociendo al pueblo elegido somos todos, incluidos los grupos de extrema izquierda anti nazis que reclaman derechos para el pueblo palestino. El Mossad no es más que otro brazo violento del sistema, al que no debemos darle facilidades y al que deseamos un mayor crecimiento del índice de natalidad palestino.
NOTAS
Hemos respetado la numeración original de Escritos Políticos, por eso las notas vienen con guarismos de 300 en adelante, eso se debe a que el estudio sobre los servicios secretos de Israel es un capítulo dentro de un estudio global sobre los servicios secretos de todo el mundo, titulado El Mundo de las Sombras, precedido de otros capítulos dedicados a la CIA, el MI6, la KGB, etc. Además incluimos todas las notas reflejadas en las 40 páginas de EP dedicadas al Mossad, no sólo las reseñadas en este texto.
308 Revue des Etudes Juives, 1880, citado por J. A. Mathez en Le Passé, les Temps Présents et la Question Juive
309 Edouard Drumont: La France Juive, p66
310 León Daudet: L´avant Guerre.
311 Gérad Chaliand: La Resistencia Palestina.
312 The Zionist Connection, T II, p 58, A. M. Lilienthal
313 p 314
314 Arthur Koestler: Promise and Fulfilment: Palestine, p160
315 A. M. Lilienthal , Op Cit p 360
316 Stewart Steven: The Soymasters of Israel, p 88
317 A. M Lilienthal Op Cit p360
318 ì p358
319 Margaret Truman: My father, p91
320 Victor Ostrovsky: By way of Deception, p104
321 Jacques Derogy: Israel Ultra - Secreto, p93
322 pp 96 y 97
323 Stewart Steven Op Cit p 96
324 pp 97 y 98
325 James M. Eanes: Assault on the Liberty.
326 A. M. Lilienthal, Stewart steven, Jacques Derogy y J.Carmel.
327 A. M. Lilienthal Op Cit p 421
328 Philadelphia Enquirer, Junio de 1972
329 V. Ostrovsky: St. Martin´s Press, Nueva York
330 : By way of Deception, pp 321 y 322
331 Theodor Herzl: A Jewish State
332 The Phoenix, nº 5, 1985
333 V. Ostrovsky: By way of Deception, p330
334 , p338
335 Jacques Derogy: Israel Ultra - Secreto, pp 70 y 71
336 p73
337 Stewart Steven, Jacques Derogy y J. Carmel
338 Anthony Sampsom: The Arms bazaar, p114
339 Jacques Deroguy Op cit p106
340 p108
341 V. Ostrovsky Op Cit p 326
342 p 329
343 p336
344 Stewart Steven Op Cit p111
345 V. Ostrovsky Op cit p341
346 p343
347 V.Ostrovsky, A. M Lilienthal, Stewart Steven.
348 V. Ostrovsky: Op cit p140
349 Le Quotidien de Paris 9 Noviembre 1986
350 Stewart Steven: Op cit pp 302 y 303.
351 Benjamín Beit - Hallahmi: Israel Connection, p11
352 V. Ostrovsky : Op Cit pp 218 a 221
353 Manuel Bonilla: Los Amos del PSOE, p242.
354 Nº 5 de Escritos Políticos pp 1078 y 1079
355 Benjamín Beit - Hallahmi: Op Cit p20
356 p20
357 Paul Rassinier: El verdadero proceso Eichmann o los Vencedores Incorregibles, p126
358 Le Canard Enchainé, Paris 23 Diciembre
Anexo
Fundado en 1937, su nombre completo es Mossad Aliyah Beth, u organización para la segunda Inmigración, el Mossad fue el primer órgano israelí de Seguridad. Su primera tarea fue llevar judíos de Europa al puerto de refugio en la tierra de Palestina.
Después de la fundación del Estado de Israel en 1948 se convirtió en el decano de todos los órganos de Seguridad, y su director, automáticamente en el jefe de los cinco.
Tendrá unos 1500 empleados. Y solo 40 katsas. La posibilidad de operar con un personal tan reducido y un presupuesto escaso es cuestión de dos factores: Capacidad de obtener cuantos datos deseen de la población israelí, que sigue siendo sorprendentemente cosmopolita y en el que se da una asombrosa variedad de talentos, lenguas y orígenes geográficos. El otro factor es una red internacional de ayudantes sayanim. Se tratan de judíos de la diáspora (deben de ser totalmente judíos tanto por lo paterno como lo materno) - la calidad de judío se obtiene en el nacimiento por transmisión materna, la madre enseña su documento de judía, entonces el niño puede adquirir la condición de judío - quienes, probablemente serán leales al país en que residen, también simpatizan con el Estado de Israel. Sólo en Londres hay dos mil de esos auxiliares y cinco mil en toda Gran Bretaña y diez veces esa cifra en EE.UU. Nunca se les hace intervenir en operaciones, sino todo lo que se les pide son favores, y deben de estar convencidos de que la ayuda que se les solicita no es para una operación contra su país natal o de adopción. No se permiten los conflictos de lealtades. Esas personas permiten reducir hasta la décima parte los costes de las operaciones.
Ejemplo:
Un equipo del Mossad llega a Londres par montar una operación contra un grupo palestino clandestino. Necesita un coche. A un sayan que trabaja en el ramo de la automoción se le pide que deje un coche de segunda mano y con las llaves bajo la esterilla. Lo devuelven más tarde después de la operación. El sayan nunca sabe para que ha sido utilizado. En el registro cuenta que se lo dejo a un posible cliente.
El mismo equipo necesita una tapadera. Un sayan propietario de locales comerciales les presta un local vacío, y otro dedicado a la confitería les surte de los caramelos y chocolates necesarios para llenar la tienda. Si necesitan una dirección a la que enviar correos, un sayan que trabaja en el ramo inmobiliario les presta las llaves de una oficina que aparece vacía en su registro.
Servicio secreto israelí, especialista en banderas falsas. Se dedica a la información del exterior.
Es el más pequeño, implacable y entusiasta de los principales servicios de inteligencia del mundo. Es indudable que haya cometido asesinatos, utilizando los equipos kidom. Los kidom están bajo la jurisdicción de los Combatientes o División Komemiute, el núcleo duro formado por hombres que permanecen en las sombras. Pero incluso el Mossad tiene sus reglas, aunque se las hayan impuesto así mismo.
Las eliminaciones son de dos categorías. Una es el requisito operativo, una emergencia imprevista en que una operación que implica a personas amigas corre peligro, y en la que la persona que está en medio tiene que ser apartada del camino rápida y permanentemente. En estos casos, el katsa supervisor, u oficial encargado del asunto, tiene derecho a desperdiciar al oponente que hace peligrar toda la misión, para lo cual obtendrá en Tel Aviv el apoyo retroactivo de sus jefes.
Los israelíes fueron en el pasado maestros en meter agentes en los grandes puestos de otros países objetivo. Esto se debía que cuando era un país recién creado, a Israel le llegaban súbditos de todo el mundo. Pero transcurrieron los años y inmigrantes originales israelíes envejecieron. Sus hijos sabras no estudiaban el árabe y no estaban en condiciones de intentar lo que Elie Cohen hizo. En 1990 el Mossad tenía muy pocos arabistas.
La penetración en los secretos árabes se logra más fácilmente en Europa y EE.UU. Cuando un país compra un caza en EE.UU, los detalles pueden ser robados con más facilidad y mucho menos riesgos en EE.UU. Si un pez gordo árabe parece susceptible de abordaje, lo harían en Europa, cuando el jeque estuviera de viaje de placer. Por esta razón en 1990 casi todas las operaciones del Mossad tuvieran su escenario en Europa y EE.UU.
La otra categoría corresponden a aquellos que ya están en las que han de ser ejecutados, una lista que se encuentra en dos lugares: la caja fuerte principal del primer ministro y la caja fuerte del jefe del Mossad. A cada nuevo ministro que ocupa el cargo se le dice que lea la lista, que puede contener entre treinta y ochenta hombres. El primer ministro nuevo puede hacer dos cosas: o bien marcar con sus iniciales cada nombre, dando al Mossad su visto bueno para que actúe si lo ve conveniente y cuando decida, o bien insistir que se le consulte antes de cada nueva misión. En cualquiera de los dos casos debe firmar la orden de ejecución.
En términos generales, lo que están en la lista son de tres clases. Están los pocos dirigentes Nacionalsocialistas que aun siguen con vida, aunque esta clase casi a dejado de existir. Años atrás, si bien Israel montó un gran operación para raptar y juzgar a Adolf Eichmann porque quería hacer de él un ejemplo internacional, otros Nacionalsocialistas fueron liquidados en silencio. La segunda clase está compuesta casi en su totalidad por terroristas contemporáneos, sobre todo árabes que ya han vertido sangre israelí o judía, o que les gustaría verterla con unos pocos de elementos no árabes.
La tercera categoría son los que trabajan con los enemigos de Israel y cuyas actividades comportan un gran peligro para Israel y sus ciudadanos si se les permite avanzar más.
El común denominador es que los señalados como objetivos deben tener las manos ensangrentadas, tanto de hecho como en perspectiva.
Se solicita un golpe, el primer ministro pasará el asunto a un investigador judicial tan secreto que pocos juristas israelíes, y por supuesto, ningún ciudadano han oído hablar de él. El investigador celebra un juicio en el que se lee la acusación en presencia de un fiscal y un defensor. Si la solicitud del Mossad se confirma, el asunto pasa de nuevo al primer ministro para que lo firme. El equipo Kidom hace el resto, si puede.
El problema de la teoría según la cual el Mossad liquidó a Bull es que presenta defectos en casi todos los niveles. Es cierto que Bull trabajaba para Sadam Husein, y estaba diseñando una nueva artillería convencional (que no podía alcanzar a Israel) y un programa de cohetes (que podían alcanzarlos algún día) y un cañón gigante que no preocupaba a Israel en absoluto. Pero había centenares de personas que trabajaban en la misma dirección. Media docena de industrias alemanas estaban detrás de la atroz industria del gas venenoso iraquí, con el que Sadam había amenazado a Israel. Alemanes y brasileños trabajaban a prisa en los nuevos misiles Saad 16. Los franceses eran los primeros promotores y proveedores para la investigación iraquí para obtener una bomba nuclear.
El Mossad tiene otro hábito cuando trata con científicos o industrial, pero jamás con terroristas. Siempre le da una advertencia final, que no es sencillamente allanar la casa donde vive, sino una advertencia verbal directa.
El Mossad dispone de algunos de los mejores servicios técnicos del mundo. Aparte de un ordenador central con casi dos millones de nombres y sus correspondientes datos, y de unos expertos excelentes en forzar cerraduras, tantos fisicas como electronicas.
En el sótano y en el subsótano de las instalaciones del Mossad hay una serie de salas donde la temperatura está cuidadosamente controlada. Esas salas contienen papel, pero no sólo cualquier papel. Ahí se conservan originales de casi todos los pasaportes del mundo, junto con una miríada de carnets de identidad, permisos de conducir, tarjetas de la seguridad social y documentos similares.
Luego están los papeles en blanco, esto es, los carnets de identidad sin rellenar en los que los expertos calígrafos pueden trabajar a discreción, utilizando los originales como guía para producir falsificaciones de calidad soberbia.
Los carnets de identidad no son la única especialidad. Billetes de banco de un parecido casi absoluto pueden ser producidos en grandes cantidades, como de hecho ocurre, ya sea para ayudar a hundir la moneda de naciones vecinas hostiles, ya para financiar las operaciones negras, aquellas ni las que el primer ministro sabe.
Tiene una colección prácticamente sin igual de documentos de empresas simuladas, pasaportes falsos, papel oficial con membrete y todo lo necesario para urdir un engaño. Su lugar de honor lo ocupan sus ladrones de cajas fuertes y expertos en cerraduras. La capacidad del Mossad para irrumpir en lugares herméticamente cerrados es proverbial, y su habilidad par el robo con allanamiento estuvo considerada como la mejor.
Tan alta es la reputación de los cerrajeros del Mossad que cuando los fabricantes británicos enviaban un nuevo producto al SIS para que lo comentara, lo pasaban a Tel Aviv. El Mossad lo estudiaba, descubría la manera de abrirlo y lo devolvía a Londres bajo el calificativo de inexpugnable. El SIS descubrió ese proceder.
La siguiente vez una empresa cerrajera británica presentó una cerradura especialmente segura. El SIS les pidió que le proporcionara otra más fácil. Esta última fue la que enviaron a Tel Aviv. Allí la estudiaron y la abrieron, y entonces la devolvieron a Londres diciendo que era imposible de abrir. El SIS aconsejó al fabricante que comercializara la cerradura buena.
Esto condujo a un embarazoso incidente un año después, cuando un cerrajero del Mossad se pasó tres horas sudando para abrir esta cerradura en el corredor de una oficina de una capital europea, antes de salir lívido de ira. Desde entonces los británicos prueban sus propias cerraduras.
El edificio en los suburbios al norte de Tel Aviv que alberga los cuarteles generales del Mossad no llama la atención, incluso de sus más próximos vecinos. La entrada al aparcamiento subterráneo del conjunto de despachos esta flaqueada por tiendas de lo más común. En el piso bajo hay un banco, y en el vestíbulo de entrada, antes de llegar a las puertas giratorias que dan paso al banco, está el ascensor, una tablilla en la que figura las razones sociales que tienen sus despachos en los pisos superiores y la mesita del portero para informaciones.
El tablero pone de manifiesto que en el interior del edificio están las oficinas de varias compañías comerciales, dos dedicadas a Seguros, un arquitecto, un ingeniero consultor y una compañía de importación exportación en el piso superior. Cualquier clase de información sobre cualquiera de las razones sociales, excepto la del piso superior, es facilitada cortésmente. Con la misma cortesía no se contesta las preguntas sobre la compañía instalada en el piso superior. La compañía del piso superior es la fachada del Mossad. Las habitaciones donde se reúnen los jefes de la Seguridad israelí son desnudas y frías, pintadas de blanco, con una larga mesa y sillas junto a las paredes. Alrededor de la mesa toman asiento los cinco hombres que controlan las cinco ramas de Seguridad. Detrás de ellos toman asiento los escribientes y los estenógrafos. Otros no miembros pueden ser llamados a informar, pero esto ocurre raras veces. Las reuniones están clasificadas como máximo secreto, pues nada de lo que allí se dice debe ser divulgado.
En la cabecera de la mesa se sienta el director del Mossad.
Las reuniones semanales permiten a cada jefe conocer lo que están haciendo los demás departamentos.
Dos hombres más están presentes como observadores, el inspector general de la policía, y el jefe de una rama especial, las armas ejecutivas del Shabak en la lucha contra el terrorismo en el interior del país.
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Represion
NuevOrdeN
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