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jueves, 5 de enero de 2012

Guerras mundiales -¿Fue entonces Hitler, como Napoleón, otra marioneta en manos de la hermandad?

Guerras mundiales -¿Fue entonces Hitler, como Napoleón, otra marioneta en manos de la hermandad?

Téngase en cuenta que también la Primera Guerra Mundial, estaba ya anunciada en el ejemplar de Los Protocolos de los Sabios de Sión, depositado de antemano el 10 de agosto de 1906 en el Museo Británico con el número 3.296 d. 17 y sello de entrada. Pruebas complementarias de que la masonería judía, no sólo había profetizado, sino anunciado la gran guerra, son entre otras cosas, las que enumeramos:

Max Nordau, quien en la última conferencia de Londres que precedió al sexto congreso sionista de Basilea de Agosto de 1903, parece haber sido nombrado sucesor de Herzl y expresó, entre otras cosas, en su discurso ante el sexto congreso sionista, lo siguiente:

Os diré las siguientes palabras, cual si os mostrara los escalones de una escalera que conduce cada vez más hacia arriba: Herzl, el congreso sionista, la proposición inglesa de Uganda, la guerra mundial venidera, la conferencia de la paz, donde con la ayuda de Inglaterra se creará una Palestina libre y judaica.

En la cuestión Palestina, el Sionismo se creía con derechos que ya habían sido abolidos por Jahvé por sus constantes violaciones, como se lo había anunciado El Señor a Salomón en Reyes 9, 6-9 (A.T.):

Mas si vosotros y vuestros hijos, obstinadamente, os apartáreis de mi, dejando de seguirme y no guardando mis mandamientos y ceremonias que os he prescrito; antes bien os fuéreis en pos de los dioses extranjeros, dándoles culto y adoración, 7. Yo arrancaré a Israel de la tierra que le di, y arrojaré lejos de mí este templo que ha consagrado a mi nombre; e Israel vendrá a ser el escarnio y la fábula de todas las gentes. 8. Y esta casa se mirará como un ejemplo; cualquiera que pasare por delante de ella, quedará pasmado, y prorrumpirá en exclamaciones y dirá: ¿Por qué ha tratado así el Señor a este país y a este templo? 9. Y le responderán: Porque abandonaron al Señor, su Dios que sacó a sus padres de la tierra de Egipto, y se fueron tras los dioses ajenos, y los adoraron y les dieron culto; por eso el Señor les ha enviado todos estos males.

Nordau dijo además en este congreso: Herzl sabe que nos hallamos frente a un posible sacudimiento del mundo entero.

Todos sabemos que Arthur James Balfour, quien fuera Primer Ministro y Ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña entre 1916 y 1919, fue quien solicitó la participación de los Estados Unidos de América en la Primera Guerra Mundial y quien expidió la Declaración Balfour sobre el establecimiento de una patria para los judíos en Palestina. ¿Fue acaso Nordau un profeta de los del Antiguo Testamento, como lo había juzgado su hermano judío Achad Haam después del discurso del Sexto Congreso Sionista de Basilea?

En el acta N° 7 de Los Protocolos de los Sabios de Sión, se lee:

Tenemos que estar preparados por si algunos se opusieran a nuestros proyectos, a llegar si fuera necesario, hasta la declaración de guerra al país vecino que pretendiera atravesarse en nuestro camino, pero si estos vecinos a su vez, se decidieran a unirse en contra nuestra, será preciso responderles desencadenando una guerra mundial.

En diciembre de 1919 se encontró en la cartera del oficial judío Zunder, quien comandaba el segundo batallón de tiradores del ejército bolchevique y fue muerto en uno de los combates en la campaña contra Polonia, un documento escrito en hebreo y cuyo texto (traducido primero al ruso y luego al inglés) fue publicado en la Revue Internationale de Sociétés Secrètes, t IV, Pág. 203 y provenía del Comité Central de la Sección de San Petersburgo de la Liga Internacional Israelita.

Para no extendernos demasiado, transcribimos algunos apartes:

¡Hijos de Israel! La hora de nuestra suprema victoria se aproxima; nos encontramos en el umbral del dominio del mundo. Lo que para nosotros antes era un sueño, está a punto de realizarse. Éramos débiles e impotentes pero la catástrofe mundial nos transforma, y gracias a ella podemos levantar la cabeza con orgullo.

No obstante, debemos de ser prudentes; casi seguramente podemos profetizar, que después de haber pisoteado y aplastado altares y tronos, podemos seguir avanzando por el camino que nos hemos trazado.

La autoridad de la religión y de las doctrinas extrañas, que con tanto éxito hemos propagado, puede exponernos a críticas y burlas violentas. Pero de todos modos hemos conseguido conmover la cultura, la civilización, las tradiciones y los tronos de las naciones cristianas. Hemos hecho todo lo humanamente posible para someter al pueblo ruso al yugo del poder judío, y finalmente le hemos obligado a prosternarse ante nosotros.

Más adelante se lee:

Tenemos que provocar el aborrecimiento entre obreros y campesinos. La guerra y la lucha de clases destruirán todos los centros de cultura de los pueblos cristianos.

Renglones más allá consigna el mismo documento:

Somos los amos de las finanzas y del oro, de casi todos los gobiernos y por consiguiente somos los dueños de las bolsas de los estados.

Para establecer la milimetría con que la masonería cumplía sus planes, enunciados muchísimos años antes por los Illuminati, como ya vimos, y confirmados en Los Protocolos de los Sabios de Sión y en los discursos de los Congresos Sionistas de Basilea, vemos cómo llevaron a un peón de su sociedad secreta, La Mano Negra, el tristemente célebre serbio, Gavrilo Princip a asesinar al heredero de la corona austro-húngara, al Archiduque Francisco Fernando y a su esposa, durante una visita oficial a Sarajevo, que fue el detonante para desencadenar la Primera Guerra Mundial.

En los documentos de los Illuminati se prenunciaba que ese conflicto sería atizado, lanzando los intereses alemanes contra los británicos, por una parte y contra los eslavos por la otra, sin importar quién ganara y sólo importando el debilitamiento de Europa, el derrocamiento de los zares para instaurar el comunismo y luego ir agotando y derrocando las demás monarquías, que fue lo que en realidad sucedió.

No sin razón escribió Jacinto Benavente en la parte I de sus memorias:

Donde veáis ruinas y estragos, podéis asegurar que por allí ha pasado el judío.

¿Sería acaso que había renacido el Oráculo de Delfos?

Pero al leer quiénes fueron los firmantes del ominoso Tratado de Versalles, se llega a establecer sin lugar a dudas el rastro de la masonería; vemos entre los firmantes a

•Lord Alfred Milner, agente de la Casa Rothschild,
•dos hermanos de la familia Warburg, representantes indirectos de la misma banca Rothschild,
•Paul, casado con Nina Loeb (hija de Salomón Loeb de la banca Kuhn Loeb & Co)
•y su hermano Félix, con Frieda Schiff (hija de Jacobo Schiff, el cerebro de la empresa de ese mismo nombre).
Paul Warburg firmó como representante de Francia, mientras su hermano lo hacía en nombre de Alemania, a entera satisfacción de los Iluminados.

Después de la Gran Guerra empezaron a correr los años y con ellos se iba volviendo asfixiante la penuria económica y social derivada del Tratado de Versalles y los alemanes fueron de pronto conscientes de la puñalada en la espalda que había recibido su nación.

Muchos analistas le atribuyen al Council on Foreign Relations, CFR, los abstrusos planes para hacer llegar a Hitler al poder y así crear las condiciones para desencadenar su planeada Segunda Guerra Mundial; veamos:

Son suficientemente conocidas las agobiantes condiciones que le crearon a Alemania con el Tratado de Versalles. Cuando Alemania en 1923 entró en mora con sus pagos de reparaciones de guerra a Francia, invadieron el Ruhr, centro de la industria alemana. Esto generó un colapso en la economía de Alemania y desató la mayor hiperinflación que conoce la historia, al pasar el marco alemán (Reich Marc) de valer unos pocos dólares a llegar a cuatro billones (4.000.000.000.000,oo) de marcos por dólar. Se nombró entonces a un miembro del CFR, al banquero y futuro vicepresidente de Estados Unidos, Charles G. Dawes, como presidente de un "Comité de Expertos de la Comisión Aliada de Reparaciones" para diseñar e imponer un plan de pagos hasta el año 29 cuyas condiciones fueron tan duras que pauperizaron al pueblo alemán. Este "Plan Dawes" fue un preanuncio de lo que sería luego el Fondo Monetario Internacional. Las condiciones del plan fueron redactadas por el también masón, el abogado Owen D. Young. La crisis que se produjo y lo que vino después, allanaron el camino para que Adolf Hitler ganara las elecciones y el resto de lo que sucedió ya lo conocemos casi todos.

Hacia finales de la Segunda Guerra Mundial Philip C. Jessup, uno de los directores del CFR, le escribía a sus colegas del Council on Foreign Relations, John W. Davis y George O. May, que la CFR cumplió una función crecientemente últil durante los años veinte y treinta pero sólo con el estallido de la Segunda Guerra Mundial demostró haber llegado a la madurez.

El grupo de trabajo que se creó para asesorar al gobierno de E.E.U.U. antes y durante la guerra se llamó WPSP (Proyecto de Estudio Sobre la Guerra y la Paz) y lo hizo durante 352 reuniones sostenidas, la mayoría de ellas, en la sede de la CFR en Nueva York y produjo 682 informes que le presentó al Presidente Franklin D. Roosevelt y al Departamento de Estado.

De los citados informes, 161 versaban sobre economía y finanzas; 148 sobre asuntos políticos; 172 sobre armamentos; 128 alrededor de asuntos territoriales; 65 sobre asuntos y metas para la paz y 8 del Cómite coordinador*. Este War and Peace Studies Proyect of The CFR diseñaba las instrucciones y el gobierno las ejecutaba, igual que lo sigue haciendo ahora.

Los planificadores de la CFR concluyeron que el "interés nacional" estadounidense requería, como mínimo, el acceso libre a los mercados y a las materias primas del Imperio Británico, del Lejano Oriente y de todo el Hemisferio Occidental, incluyendo Centro y Sudamérica. Pero hoy sabemos mucho más y estamos siendo testigos de cómo ese "acceso libre" lo están abriendo a la fuerza a las fuentes de energía del Cercano Oriente.

El memorándum E-B24 del 24 de julio de 1941 del Grupo de Asuntos Económicos del CFR/WPSP ya contenía los elementos del inicio de la globalización de la economía: creación de instituciones internacionales para estabilizar las monedas, instituciones bancarias para invertir en zonas dedesarrollo. En octubre de 1941, Winfield R. Riefler (director del CFR entre 1945 y 1950) presentó el plan para la creación de una "Autoridad Internacional de Desarrollo". Esta institución debería ser controlada por directores de Estados Unidos y de Gran Bretaña.

El plan sería llevado a la realidad por Harry Dexter White, Secretario adjunto del Tesoro y miembro de la CFR y por el economista británico John Maynard Keynes, miembro de la Sociedad Fabiana. Se habían constituído bases de lo que serían el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El proyecto fue presentado formalmente en 1942 al presidente Roosevelt por el Secretario del Tesoro, Henry Morgenthou. Estas ideas tomaron su forma definitiva en la "Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas" que se realizó a mediados de 1944 en el Hotel Mount Washington de la localidad de Bretón Woods en New Hampshire y fue el complemento perfecto de la Reserva Federal que diseñó la banca sionista.

Para consolidar el control financiero masónico a escala mundial, otro miembro del CFR, Isaiah Bowman propondría el control político global que debían ejercer los Estados Unidos de Norteamérica y sus amigos y recomendó el perfeccionamiento de la fracasada Liga de las Naciones en una entidad que se llamaría "Organización de Naciones Unidas".

En la conferencia de fundación de la ONU en San Francisco, el delegado de México sentenció premonitoriamente, que con la Carta de las Naciones Unidas "los ratones estarán muy disciplinados mientras que los leones podrán pasearse libremente".

Es sintomático anotar que el predio sobre el cual se construyó en Nueva York el edificio de las Naciones Unidas, fue donado por John D. Rockefeller Jr. y que todos los Embajadores de Estados Unidos ante el organismo, han sido miembros del CFR y recientemente casi todos desde 1973 de la trilateral que fundó ese mismo año David Rockefeller.

Todos los Secretarios de Estado desde 1933 hasta el 2001, así como los Secretarios de Defensa desde 1961, también hasta la misma fecha 2001, han sido, o miembros de la CFR o miembros de la T.C. (Trilateral) con excepción de Clark M. Clifford (1968-69). Todos los Secretarios del Tesoro de los EEUU desde 1957 hasta el 2001, año hasta donde tenemos documentado, han pertenecido también a la CFR. Se podrá pues colegir sin temor a equivocaciones, el total dominio masónico sobre la primera potencia del mundo.

Los grupos de trabajo fueron financiados por la Rockefeller Foundation y el Carnegie Corporation de Nueva York.

En otros apartes de este trabajo ya nos hemos referido al verdadero fin de ciertas fundaciones, pero miremos un poco más detenidamente lo que nos narra Adrian Salbuchi en su libro (El Cerebro del Mundo), pp. 274 y 275:

Las fundaciones exentas de impuestos, de las que existen miles en los Estados Unidos, suelen ser una fachada para la canalización de fuertes sumas de dinero hacia determinados objetivos políticos y económicos que se disfrazan de filantropía.

El tema de las fundaciones viene siendo investigado en Estados Unidos desde hace muchos años ya que muchos opinan que se trata de organizacionesque promueven intereses políticos muy poderosos que escapan del control y voluntad populares. En los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, distintas personalidades procuraron alertar a la opinión pública sobre la influencia desmedida de organizaciones como el CFR sobre el gobierno, a la vez que señalaban la importante financiación que el CFR y otros grupos análogos recibían de las fundaciones libres de impuestos. Los medios de difusión dieron poca importancia y nula trascendencia a las investigaciones que se hicieron. Es así como en 1953, una comisión del Congreso estadounidense, la "Comisión Reece"218, investigó a las fundaciones exentas de impuestos como la Rockefeller Foundation, la Ford Foundation, la Carnegie Foundation y al propio CFR como beneficiario de sus donaciones.

Sus resultados quedarían en la nada debido a fuertes presiones ejercidas sobre sus miembros.

Luego, otros congresales estadounidenses tratarían de investigar a las fundaciones y a organizaciones como el CFR, como lo hicieran el diputado Wright Patman del estado de Texas en los años sesenta, y Larry P. McDonald en los setenta. En 1976 McDonald escribió la introducción al libro de gary Allen, El Archivo Rockefeller –The Rockefeller File – en el que se investiga y revela el patrimonio económico-financiero y las estrategiaspolíticas del grupo Rockefeller a través de las empresas, fundaciones y organizaciones bajo su control. El mismo indicaba que el número de fundaciones y trusts Rockefeller excedía las doscientas y alertaba a sus lectores diciendo que "The Rockefeller Files no es ficción. Es una presentación compacta, poderosa y atemorizante de lo que podría representar el hecho más importante de nuestros tiempos: la intención de los Rockefeller y de sus aliados, de crear un gobierno mundial que combine las fuerzas del supercapitalismo y el comunismo bajo una misma carpa. Todo bajo su control"220.

Estas palabras fueron escritas por McDonald a mediados de los años setenta cuando el comunismo aún era una fuerza política y militar importante mundialmente, que –insistimos- aunque haya desaparecido como régimen formal, aún perduran sus pautas de ingeniería social. Como último dato, cabe acotar que Larry McDonald murió junto con los demás pasajeros que se encontraban a bordo del fatídico vuelo 007 de Korean Airlines, derribado por los soviéticos sobre la península de Kamkatchka el 31 de agosto de 1983.

Para Adolf Hitler no fue difícil enardecer, y con razón, a las masas y empezó por recuperar el control de lo que había sido arrebatado a Berlín, como la cuenca del Ruhr y los Sudetes y posteriormente forzó la Anexión de Austria o el Anschluss, sin que se supiera que estaba siendo utilizado por la masonería.

Miembros del grupo revolucionario Spartacus, mismo sobrenombre asumido por Adam Weishaupt, fundador de los Illuminati, seguidores de las teorías de Karl Marx e impulsadores de la Segunda Internacional, como Karl Liebknecht, Rosa Luxemburg y Clara Zetkin, se habían infiltrado en el gobierno del Kaiser (emperador) para traicionarlo e instigar desde dentro y bajo cuerda, todo tipo de revueltas para debilitarlo.

En su campaña para ser reelegido presidente de Estados Unidos de América en 1916, Woodrow Wilson prometió no intervenir en la Gran Guerra con su eslogan Él nos mantuvo fuera de la guerra, pero sus intenciones eran otras.

Ya los Illuminati tenían el camino preparado, pues sabían que sin la intervención de EUA, las potencias centrales ganarían la guerra demasiado pronto y entonces no se podría conseguir el deseado agotamiento general y además, se correría el inminente peligro de que el Kaiser apoyase a la familia de los zares, pues no olvidaban que la Zarina Alejandra era de origen alemán.

Para los banqueros sionistas, las guerras eran también bienvenidas en el aspecto financiero, pues solían repetir más guerras, más ganancias.

En 1917 ocurrió lo planeado y EUA entró a la guerra con una masiva campaña de satanización de Alemania y de su Kaiser, que era, según ellos, el monstruo infernal que quería dominar el mundo, lo cual era precisamente lo que Alemania y Austria trataban de evitar, esto es, que las verdaderas fuerzas satánicas lo hicieran.

Wilson, afecto a los slogans y menos a la verdad, lanzó su frase efectista: Esta será la guerra que acabe con todas las guerras, cuando la verdad apuntaba en otra dirección, ya que la masonería sionista estaba abonando el terreno para la más devastadora conflagración de la historia, que cambiaría definitivamente el orden establecido a través de los siglos, por la más perversa conspiración contra el género humano. Un cuarto de siglo después de estallar la Gran Guerra, se desencadenó la Segunda Guerra Mundial, que tanto habían vaticinado y preparado los Sabios de Sión.

Que los EUA fueron la principal ficha en el ajedrez de la masonería, lo confirmó Winston Churchill semanas antes de empezar la Segunda Guerra Mundial: Si el gobierno estadounidense no hubiera llevado a su país a la guerra, habríamos logrado una paz rápida que además hubiera evitado el colapso que condujo a Rusia hacia el comunismo; tampoco se habría producido la caída del gobierno en Italia seguida del fascismo y el nazismo no habría ganado ascendencia en Alemania. Con otras palabras, si Estados Unidos de América no hubiera entrado en la Gran Guerra, los propósitos de la masonería no se hubieran podido llevar a cabo, por lo menos, en esa oportunidad.

No hubiese sido razonablemente posible, que una nación con los elevados valores de Alemania, que ha sido faro en el mundo en practicamente todos los campos del conocimiento, que le ha dado a la humanidad una cumbre de filósofos, matemáticos, físicos, compositores, científicos, dramaturgos y escritores en todas las áreas; que tiene y ha tenido una población de un nivel de cultura y educación envidiables, haya podido sucumbir al incipientemovimiento político de un extranjero, ex-cabo del ejército, si no hubiese estado de por medio una poderosa organización y si Alemania no hubiese sido pisoteada y apabullada después de la Gran Guerra. Los preparativos ya se habían hecho y madurado a través de la masónica Orden de Thule, como se verá más adelante.

Hitler había nacido con dotes de caudillo (Fuehrer) y su hiperfunción de la tiroides, que lo hacía aparecer a veces como exaltado, contribuyó para potenciar su energía que parecía inagotable y despertaba comentarios asombrados de quienes trabajaban en su cercanía. No es de extrañarse pues, que los Mariscales de Campo y Generales reputados como los mejores estrategas militares del mundo, lo acataran como a su cabeza. El generalato, en un principio escéptico hacia él, pero obediente, fue cambiando de opinión. Veamos algunos apartes de la obra "Derrota Mundial" de Salvador Borrego E., 48ª edición de Editorial Solar (Ver Anexo 2 al final).

El nombre de este tan discutido personaje, Hitler, que jamás imaginó servir la causa de sus perseguidos, no desaparecerá de libros, de periódicos, de revistas, de películas y de los labios de todos los propagandistas del mundo mientras produzca ganancias. Se le imputa haber matado seis millones de judíos en los campos de concentración. Este fue ciertamente un crimen horrendo de lesa humanidad, que nadie que tenga sana su conciencia jamás podría condenar suficientemente, si realmente sucedió, pero muchos técnicos, historiadores y testigos lo desmienten.

El experto Fred A. Leuchter, perito en diseño y construcción de cámaras de gas, responsable por el diseño, construcción y funcionamiento de varias de ellas en penitenciarías de Estados Unidos de Norteamérica, escribe en la introducción del informe que lleva su nombre, INFORME LEUCHTER, lo siguiente:

En febrero de este año (1988) se puso en contacto conmigo el Dr. Robert Faurisson por el Proceso del Sr. Ernst Zündel y me pidió considerar un encargo para investigar las supuestas cámaras de gas para ejecuciones que hicieron funcionar los nazis en Polonia, y a la vez exponer una opinión de ingeniería en cuanto a su operabilidad y eficiencia. Por otra parte, me solicitaron efectuar una evaluación forense de crematorios allí existentes. Después de una reunión con el Sr. Zündel, su abogado defensor, Dr. Douglas H. Christie, y miembros de su equipo, en cuya oportunidad se discutió el proyecto, me informaron que mi dictamen se usaría en el caso "The Queen vs. Zündel", que se trataba, entonces, ante la Corte del Distrito de Toronto. Aceptada esta situación, se resolvió que la investigación incluyera a Auschwitz, Birkenau y Majdanek (Lublin) y todos los crematorios agregados y las supuestas cámaras de gas para ejecuciones. Yo acepté la demanda y el 25 de febrero de 1988 conduje un equipo de investigadores hacia Polonia. El grupo lo componían: mi esposa Carolyn Leuchter; Sr. Howard Miller, dibujante técnico; Sr. Jürgen Neumann, cameraman, y el Sr. Theodor Rudolf, intérprete. Regresamos el 3 de marzo de 1988, después de haber inspeccionado todas las instalaciones requeridas en Auschwitz, Birkenau y Majdanek. Este Informe y mi dictamen son el resultado de esas investigaciones llevadas a cabo en Polonia.

Al final del detallado peritazgo del ingeniero Leuchter se lee RESUMEN Y DICTAMEN:

Después de haber estudiado la literatura al alcance, la investigación y la evaluación de las instalaciones existentes en Auschwitz, Birkenau y Majdanek por el experto, en lo referente al diseño de cámaras de gas, la investigación sobre tecnología de crematorio y la inspección a crematorios modernos, el autor no encontró evidencia alguna de que las instalaciones, es decir, las supuestas cámaras de gas para ejecuciones, hayan sido usadas como tal, y llegó, además, al resultado de que a raíz del diseño y la fabricación de estas instalaciones, las mismas no pudieron haber sido utilizadas como cámaras de gas para ejecuciones.

Asimismo, una evaluación de las instalaciones de los crematorios muestra la evidencia terminante de que existe una contradicción entre el supuestovolumen de los cadáveres cremados y el tiempo generalmente requerido para ello. Por todo esto, y por el mayor conocimiento técnico del autor, se da constancia que ninguna de las instalaciones investigadas han sido utilizadas jamás para la ejecución de seres humanos, y que los crematorios no podían haber soportado de ninguna manera las supuestas cargas atribuidas a ellos.

Quienes deseen enterarse a fondo acerca de estos argumentos, pueden consultar el INFORME LEUCHTER de Editorial Solar, 1989.

Como este informe levantó ampolla, los judíos lo cuestionan, alegando que él no es ingeniero, cosa que el mismo Leuchter admite contestando a denuncias interesadas ante el organismo que concede las licencias a los ingenieros; Leuchter afirma:

No estoy ni he estado nunca registrado como ingeniero profesional y nunca me he presentado como ingeniero al contactar con varios Estados en los que la pena de muerte está en vigor...

Pero Fred A, Leuchter Jr. es ampliamente reconocido como un experto autodidacta en la materia.

En el ANEXO 3 al final de esta obra se podrán encontrar algunas citas y/u opiniones acerca del Holocausto.

Si los interesados encuentran algo que no se ajuste a sus propósitos, seguramente no se arredrarán en descalificar a Pitágoras o a Copérnico porque carecieron de un certificado o de un registro para ejercer sus conocimientos.

Lo anterior concuerda con la manera de aplicar justicia a las naciones. El impulsor para la creación de una Corte Criminal Internacional (con fuero supranacional), los Estados Unidos, deciden no firmar el tratado, que los otros países sucribieron, o fueron obligados a suscribir en Roma en julio de 1998.

Según John R. Bolton, presidente ejecutivo del banco de cerebros "American Enterprise Institute", ex-Subsecretario de Justicia y ex-Subsecretario de Estado del presidente George Bush, en su artículo Courting Danger aparecido en el invierno de 1998/1999 en el The National Interest, dice:

Temores del Pentágono por la suerte de sus fuerzas de paz en todo el mundo. y su principal preocupación de que el presidente, los miembros de su gabinete. y otros altos líderes civiles y militares responsables de nuestras políticas de defensa e internacional, pudieran ser blancos potenciales de algún juez no subordinado (el subrayado es nuestro) dentro del marco de la corte creada en Roma.

La Corte Criminal Internacional fue la consolidación y prolongación en el tiempo del Tribunal de Nüremberg creado en 1945 para juzgar a los dirigentes nacionalsocialistas de Alemania.

La Corte Criminal Internacional tiene jurisdicción sobre: a) genocidio, b) crímenes contra la humanidad, c) crímenes de guerra y d) crímenes de agresión.

Naturalmente los animadores de esta Corte procedieron según la "ley del embudo" y pudieron evadir ser juzgados, entre muchos crímenes, por lasbombas atómicas lanzadas a ciudades japonesas habitadas por cientos de miles de civiles de todas las edades y condiciones, por la masacre de más de un millón de vietnamitas y de más de seiscientosmil civiles iraquíes.

Es reconfortante ver cómo tan destacados defensores de los Derechos Humanos proceden con sus "marines" en todo el mundo y cómo el presidente Nixon indultó al capitán Calley y los hombres de su pelotón que masacraron a los campesinos de la aldea de My Lay en Vietnam.

Cuando los EEUU califican el comportamiento de las demás naciones en materia de Derechos Humanos*, omite hacer la propia evaluación en el trato que dan sus autoridades a las minorías indígenas, negras e hispanas de su país.

El Partido Nacional Socialista en el poder prohibió todas las organizaciones masónicas, templarias y las demás afines. Como el Santo Oficio, su recta intención fue la de liberar a la humanidad de la amenaza de los sabios de Sión, pero fallas humanas llevaron a cometer injusticias contra inofensivos e inocentes, en su mayoría, practicantes de la religión del Antiguo Testamento, tan merecedora de acato y respeto como todas. Esas inocentes víctimas no eran responsables de la traición, ni de los métodos de sus hermanos politizados.

La organización masónica cercana a los rituales de la muerte, la Orden de Thule que defendía el racismo germano, fue fundada por el también masón, Barón Rudolf von Sebottendorf quien fue su gran maestre. Esta organización secreta fue la célula de donde nació el N.S.D.A.P. (National Sozialistische Deutsche Arbeiter Partei) o Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes, conocido como el Nazismo. El partido Nazi fue fundado por miembros de la Orden de Thule por instrucciones del mismo Sebottendorf.

Ya eran miembros de la "Orden" los después prominentes miembros del régimen Hitleriano: Goering, Himmler, Hess, Streicher, Frank y Rosemberg, entre otros. Nótense también aquí la participación de apellidos judíos.

El Nacional Socialismo adoptó el mismo emblema de la Orden de Thule, esto es, la cruz gamada o svástica.

No causa extrañeza constatar una vez más, cómo la masonería, disfraza a este aventurero trotamundos, hijo de un maquinista de locomotora, con el manto de aristócrata, la clase que siempre fue blanco de sus odios y además le niega a la Orden de Thule su sello masónico para así matar dos pájaros de un sólo tiro: Encubrir su autoría en la conspiración nazi y atribuírsela a un aristócrata. En efecto, el Barón Rudolf von Sebottendorf, vino al mundo como Rudolf Glauer. Fue maestro en Hannover y destituido por tener relaciones con la madre de un alumno; luego se embarcó como fogonero; fue electricista en Nueva York; buscador de oro en Australia. Después de aventurar por Egipto y Turquía, fue a parar a Bulgaria, se hizo amigo del judío griego Termudi y se dedicó al estudio de la Cábala, arte supersticioso judío que es el fundamento de la astrología, de la nigromancia y demás cienciasocultas. Se dedica también a coleccionar y a estudiar textos sobre rosacrucismo y alquimia. Termudi, así como sus hijos pertenecían a una logia masónica en Bursa que tenía que ver con el Rito de Memphis. Rudolf Glauer o el Barón von Sebottendorf es introducido a esta logia y más tarde heredará su biblioteca. Después de verse involucrado en un caso de falsificación, regresa a Turquía y se hace ciudadano turco. En Turquía conoció un inmigrante alemán, al Barón Heinrich von Sebottendorf y se hace adoptar, adquiriendo el añorado título aristocrático. ¿Ya tendría la masonería sus planes con este nuevo aristócrata?.

¿Pero cómo no iba a estar involucrado un sionista en el holocausto? En efecto, después del Anschluss o anexión de Austria, el servicio secreto alemán confiscó unos documentos preparados por el ex-primer ministro austriaco Engelbert Dollfuss, según los cuales, en 1836 Salomón Mayer Rothschild, entonces residente en Viena, tenía a su servicio como recamarera a la joven Maria Anna Schicklgruber, a quien sedujo y quedó embarazada, lo que dio lugar a que la enviase de regreso a su pueblo Spital, donde se arregló un matrimonio de conveniencia con Johann Georg Hiedler.

En 1837 nació Alois, que nunca fue reconocido por el esposo de su madre, llevando su apellido materno, hasta que a los cuarenta años decidió cambiárselo por el de Hiedler o Hitler. Este Alois Hitler tuvo varios hijos, entre ellos a Adolf, quien como jefe de gobierno alemán ordenó borrar todas las pistas de su ascendencia.

No somos amigos de eclecticismos ni de eufemismos. Al pan, pan y al vino, vino.

Quienes nos hemos adentrado en las manipulaciones masónicas llegamos a tener que creer, hasta las para otros, más descabelladas teorías, concluyendo que nada tienen de suspicacia y que caben perfectamente dentro de sus planes.

Una de estas teorías dice, que Hitler fue apoyado política y financieramente por la masonería, para dar cumplimiento a lo que se había planeado y que está consignado en la ya mencionada correspondencia entre Pike y Mazzini. Desde esa perspectiva, el holocausto fue también diseñado por la organización para alcanzar sus fines, como en efecto ocurrió.

Como ya vimos, la Segunda Guerra Mundial estaba planeada desde hacía muchos años.

¿Fue entonces Hitler, como Napoleón, otra marioneta en manos de la hermandad?

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