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sábado, 7 de enero de 2012

Un fracaso en ataque a Iran pudiera resultar en caos para los militares de Israel y EEUU

Un fracaso en ataque a Iran pudiera resultar en caos para los militares de Israel y EEUU

Los únicos que van a ganar Mario con esta " guerrilla verbal " contra Irán serán Los especuladores que harán su Agosto este 2012 , a costa del sacrificio de nuestros pueblos que pagaremos y veremos como se van para arriba petroleo y energéticos .

Además ese Imperio Persa que viene siendo el Irán actual - es un pueblo tan biblico como Israel con 5.000 años de historia unos y otros . No desaparecerá del Mapa ni acción militar emprenderán en su contra porque representa la Eterna Lucha entre el Bien y el Mal . Se lo van a pasar todo este año así - a puro salto y pedo .

Nos espera un año 2012 horrible - con recesión caballa de grande - con crisis en europa - default total y con USA en decadencia total . Hay que invertir y hacer como los judíos - comprar Oro - el dolar servirá para empapelar la pieza y los dormitorios de nuestros domicilios .


El 7 de enero de 2012 22:27, Mario Lopez escribió:



Patrick Henningsen
7 Enero 2012, 10:54 AM

Todas las señales provenientes de Washington, Londres, París y Tel Aviv, apuntan a un ataque militar preventivo contra Irán en 2012. Pero un número de indicadores claves también apuntan hacia una operación sin éxito, cuyo fracaso pudiera resultar en un caos del que los militares de EEUU e Israel no pudieran recobrarse.

Actualmente, Estados Unidos está siguiendo la trayectoria de imperios fracasados del pasado que no fueron capaces de autosostenerse, resultando en un eventual colapso desde adentro.

Los EEUU actualmente están adquiriendo un déficit presupuestal que no sólo está amenazando con llevar su economía a la bancarrota, sino también amenazando la hegemonía de su único instrumento e influencia en el escenario mundial: el dólar. Cualquier amenaza a la supremacía del dólar es también una amenaza al imperio.

Es difícil calcular el desenlace de un ataque de occidente contra Irán porque hay muchas variables.

No hay mandato moral

Por siglos, hasta Roma requirió un mandato moral mientras conquistaba el mundo conocido. Como fue el caso de la invasión y ocupación de Irak en 2003, occidente y las potencias del Eje lideradas por Washington requerían una coalición multinacional apoyada por algún mandato moral para poder seguir adelante con sus planes.

Previamente, la campaña anglo-americana contra Irak por supuesta posesión de armas de destrucción masiva fue conducida a través de la ONU, y fue suficiente entonces para lograr un apoyo mínimo de la opinión pública necesaria de los pueblos estadounidense e inglés, justificando las metas de política exterior de sus gobiernos, lo suficiente para iniciar la guerra.

Pero el costo en 2012 empujando bajo pretensiones falsas en Irak y Afganistán en 2003, significa que la coalición de las potencias del Eje ya ha jugado su mejor juego bajo el actual sistema social demócrata.

Está claro ahora que después de numerosos fracasos de la ONU, y la Agencia Internacional de Energía Atómica tratando de implicar a Irán en el desarrollo de armas atómicas, que el mandato no existe, así que a pesar de los mejores esfuerzos de los halcones de la guerra y FOX News, no puede haber la ola de apoyo de opinión pública necesaria para avanzar militarmente.

La única técnica restante disponible para disparar una conflagración militar es un ataque de BANDERA FALSA orquestado por EEUU, Israel o Gran Bretaña, uno en el que Irán puede ser acusado de hacer el primer disparo.

La guerra ya empezó

En lo que va, a la República Islámica de Irán la guerra ya empezó. Las sanciones contra el Banco Central de Irán apoyadas por EEUU ya entraron en efecto, aunque no se ha presentado ante la ONU alguna prueba que justifique la acción preparativa de guerra.

Las sanciones son de cualquier manera el primer paso hacia una guerra física. Como resultado del abuso abierto del Eje del proceso de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, un número de naciones influyentes ya ha anunciado su desapego hacia esas sanciones apoyadas por EEUU.

Esta semana, Corea del Sur anunció que a pesar de los deseos de la Casa Blanca, en 2012 comprará como el 10 por ciento del crudo de Irán. China también está desafiando el llamado de EEUU por sanciones, diciendo que este año resumirá su relación comercial existente con Irán.

En 2012, China planea convertirse en el segundo importador del petróleo iraní, agregando a una ya existente relación comercial de 30,000 millones de dólares por año.

En este momento, occidente no está en posición para desafiar a China sobre Irán. Eso significa que las potencias del Eje lucharán por mantener cualquier cosa que asemeje un mandato internacional. Ellas podrán lastimar a Irán a corto plazo, pero a largo plazo esas sanciones serán inefectivas.

El costo para EEUU y Europa manteniendo esta guerra de palabras

El resultado más probable en la primera parte de 2012, es que occidente prolongue una guerra de palabras a través de comunicados de prensa y retórica imperial.

El cada día más hábil conocedor de los medios, Irán, probablemente tendrá una respuesta, ganando apoyo interno como una parte en desventaja en este choque imperial. El resultado es una guerra de palabras en los medios de comunicación.

Pero aun el costo de esta "postura de guerra" de EEUU y Europa podría ser demasiado en este momento.

Hasta una amenaza de un ataque contra Irán, automáticamente llevará a los especuladores del petróleo a subir el precio de futuras ventas, lo que se traducirá en precios más altos en la gasolinera en un tiempo en que las empresas occidentales y los consumidores apenas pueden pagarlo.

Y esa serie de eventos ya entró en acción. El Estrecho de Ormuz es la ruta comercial más grande del mundo, con 17 millones de barriles de petróleo cruzándolo cada día. El anuncio de Irán esta semana, de que no sólo defenderá sus aguas territoriales, sino retaliará cerrando las rutas del estrecho si es atacado por EEUU o Israel, ya han subido el precio global, con el precio del Crudo Brent elevándose otros cinco dólares, su cotización mas alta en los últimos ocho meses, a $111.65 por barril, reportó CNN esta semana:

Los precios del petróleo subieron este martes en un 4 por ciento, como efecto de la ansiedad existente sobre la amenaza iraní de cerrar el Estrecho de Ormuz después de que los militares iraníes hicieran una prueba de misiles.

"Ahora se trata más que nada sobre Irán" dijo Peter Bedutel, analista de la firma Cameron Hanover. "Ese es el factor más desafiante".
Los precios del petróleo subieron en un 4.2% elevando la cotización del barril a $102.96. dólares. Ese es el precio más alto desde el 10 de mayo cuando el costo del barril llegó a $103.88 dólares.

El cuadro se empeora progresivamente mientras el enfrentamiento entre EEUU e Irán continúa en 2012. Un reporte publicado hoy por el Business Insider plantea un posible escenario en el que el precio del barril de petróleo pudiera ascender hasta los $150 dólares:

Los administradores del Guinness Global Energy Fund han advertido sobre un alza del precio del petróleo a $150 por barril si Irán cumple su amenaza de cerrar el Estrecho de Ormuz bloqueando el 15 por ciento de las exportaciones globales de petróleo.

"Las exportaciones de petróleo que pasan a través del Estrecho de Ormuz equivalen a dos Arabias Sauditas o dos Rusias, por lo que el impacto en el precio del crudo es masivo. Nosotros no pensamos que vaya a ocurrir pero no lo descartamos completamente".

Un gran negocio para la industria petrolera

OPEP, las naciones exportadoras de petróleo lideradas por las monarquías del golfo: Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar y Bahrain, definitivamente se beneficiarían financieramente con sanciones iniciadas por la ONU, como también de un impasse entre occidente e Irán alentado por histeria mediática, con la especulación, elevando el precio del petróleo y permitiendo que naciones productoras efectivamente impriman dinero por la noche.

Empresas extranjeras del Consejo de Cooperación del Golfo y negocios conjuntos incluyen Aramco, Harken Oil (la compañía de la familia Bush), Texas Oil, Union Oil de California, y otras. Cada una de esa refinerías de petróleo transnacionales, distribuidores y vendedores a menudeo pudieran recibir un aumento en sus ganancias y un aumento al valor de sus acciones, pero más importante, la crisis actual daría la oportunidad al cartel, para arreglar un nuevo y más elevado precio en la gasolinera.

Y aunque el impase entre occidente e Irán se hiciera menos tenso y el precio del barril del petróleo costara menos de $100 dólares, este cartel de compañías petroleras intentaría mantener un nuevo precio estándar en las gasolineras.

Un examen de las relaciones entre precio por barril y precio en las gasolineras puede verificar esa práctica del cartel. Las implicaciones económicas, particularmente para las economías europea y estadounidense que dependen tanto del petróleo para distribuir y transportar alimentos y otros productos todos los días, podría ser horrible, instigando una ola inflacionaria sobre un consumidor ya abatido por la inflación.

De igual manera, una crisis como esa tendría un efecto negativo en el valor del santo grial del imperio: el dólar estadounidense.

Un aumento a los precios también dispararía el viejo y predictible debate en el ciclo presidencial de 2012, sobre la eliminación de la moratoria en la exploración petrolera dentro de EEUU. Y si eso ocurriera, sería otra victoria para la industria petrolera y sus accionistas.

Riesgos que envuelve un conflicto regional

Desde una perspectiva de intervención utilizando el modelo usado en Libia es improbable que la OTAN se involucre en una operación militar a gran escala en Irán. Sería muy costosa desde los puntos de vista políticos y económicos.

Ni los EEUU ni Israel se han visto inmersos en un serio conflicto naval por décadas. En el caso de los Estados Unidos, dueño de la marina más grande del mundo, su último conflicto naval militar real ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial.

Como descubriera dolorosamente Gran Bretaña durante su aventura militar en las Islas Malvinas, hasta un rudimentario misil exocet francés lanzado por Argentina por debajo de la detección del radar, fue suficiente no sólo para incapacitar una pieza mayor de su flota naval, sino también para dejarle un ojo morado y casi desrielar el apoyo público mayoritario para su mal concebida operación militar y de la oposición y políticos en Londres.

Similarmente, la defensa iraní tiene la capacidad para hundir no una sino varias embarcaciones navales que usa EEUU hoy día proyectando su fuerza en la periferia de las aguas territoriales iraníes.

Un evento de esa envergadura podría impactar con shock y horror al público norteamericano, y peor aún, podría ser usado por los halcones de Washington para justificar una revancha nuclear contra civiles iraníes. Ambos, Washington y Tel Aviv han elevado el riesgo emplazando bombas "tácticas nucleares" contra Irán. Esa actitud no puede ser ignorada, pues a menudo es un indicador de lo que viene en camino.

Cualquier conflagración nuclear por EEUU o Israel, con certeza resultaría en una respuesta global contra occidente -en el peor de los casos sería como una procesión hacia los altos niveles de la Tercera Guerra Mundial- o cuando menos, rebalcanizando la escena geopolítica en una Nueva Guerra Fría, con occidente en un lado e Irán, China, Pakistán y Rusia en el otro.

El Consejo de Cooperación del Golfo se convierte en blanco

Otro factor raramente mencionado por promotores vocales del cambio de régimen en Irán como Hillary Clinton y los halcones de guerra neoconservadores (neocons) en Washington, es de que un ataque contra Irán significaría con seguridad que todos los aliados de EEUU en la región se convertirían en blancos potenciales.

Eso significa que los ricos y desarrollados países del Consejo de Cooperación del Golfo no podrían mantenerse intocables ante un conflicto que ocurre a sólo unos cuantos kilómetros de sus fronteras. Y lo mismo se puede decir de las grandes instalaciones militares estadounidenses en Irak, Qatar y Afganistán, todas ellas serían blancos potenciales en un conflicto armado iraní.

Monarquías petroleras como los Emiratos Árabes Unidos (las más notables Abu Dhabi y Dubai), Kuwait y Qatar, actualmente dependen de un alto nivel de vida y seguridad total doméstica y estabilidad para sobrevivir como sociedades.

Estas monarquías petroleras frágiles, dependen de una delgada vena de leyes y orden, una que permite su imagen de mercadeo de un lujoso "centro para visitar en el Medio Oriente".

Cualquier retaliación contra esos frágiles aliados de EEUU se traduciría en un enorme éxodo de personas, ex-pats y capital financiero del CCG hacia paraísos fiscales, como Europa, EEUU y Singapur.

Si hay una guerra, serán los EEUU, el Reino Unido, Francia, Israel y sus aliados quienes la van a pelear. Pero el CCG todavía tendrá que defenderse de represalias. En diciembre de 2011 los Estados Unidos anunciaron una venta de 3,480 millones de dólares en armas a los Emiratos Árabes, que incluyó los mas avanzados sistemas de misiles de defensa THAD, como parte de un esfuerzo norteamericano de fortalecer las defensas anti misiles de sus aliados para contrarrestar a Irán.

Además, a principios de 2011, EEUU y Arabia Saudita firmaron un acuerdo de $1.700 millones de dólares para reforzar los misiles patriotas del país y Kuwait compró 209 misiles GEM-T con un saldo de $900 millones.

Esta estrategia de defensa regional con misiles necesitará interceptores en tierra para derribar misiles provenientes de afuera, apoyados por una red detectora a bordo de un grupo de barcos de guerra de tipo Aegis de la marina estadounidense.

Aunque esas son adquisiciones significantes por parte del CCG, de ninguna manera representan una cobija protectora ante una retaliación iraní, y son más que nada el resultado de acciones de la industria armamentista de EEUU, en su honorable tradición, desangrando de dinero al CCG con armas más caras, una venta basada en el temor y la histeria de la guerra.

Tomando todo esto en cuenta, y notando la increíble concentración de riqueza en el CCG, es difícil ver un escenario en el que los intereses del dinero van a tolerar ese riesgo a su proyecto árabe progresivo en el que ellos por décadas han invertido y construido desde abajo.

El blowback después del bombardeo

Aparte del riesgo del CCG, es casi seguro que si Washington y Tel Aviv cumplen sus amenazas de un ataque preventivo contra Irán, uno pudiera predecir un contragolpe regional, un levantamiento genuino en el mundo musulmán. La muerte de civiles iraníes no podría ser evitada, y por lo tanto, desde el punto de vista de muchos musulmanes, occidente habría de pagar un precio de sangre.

Un levantamiento pan-árabe iría más lejos de la capacidad de EEUU e Israel y su habilidad de controlar la situación.

Los resultados para Israel serian dolorosos en un escenario como ese, seria de esperarse que un golpe por otro llevaría a un largo conflicto regional.

La mejor posibilidad para que occidente navegue la tormenta sería tomar o crear una base militar en El Líbano o en Siria para desde allí poder neutralizar el aliado tradicional de Irán y oponente de Israel-Hezbollah –actualmente con sede en El Líbano.

Sin eliminar la capacidad militar de Hezbollah, Israel no puede de manera segura avanzar unilateralmente en un ataque contra Irán.

El tiempo requerido para esas acciones en Siria o El Líbano pone la fecha del ataque contra Irán como a fines de 2012, o hasta 2013 y después.

Una bomba sucia gigante

Si EEUU o Israel bombardearan las instalaciones nucleares iraníes o reactores, el efecto de las explosiones seria una gigante bomba sucia.

En un escenario como ese las muertes de civiles excederían el millón y el efecto radioactivo alcanzaría a los clientes de EEUU como: Afganistán, Arabia Saudita. Los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Irak, Kuwait, y posiblemente hasta Israel y Palestina, Turquía, Georgia, Pakistán, India y partes del sur de Europa.

Después de un evento radiológico como ese, indudablemente occidente seria culpado por cualquier o todo el daño ambiental y muertes que ocurrieran, resultando en masivos pagos por reparación que últimamente incapacitarían las ya débiles economías.

Peor aun, seguramente lanzarían a la economía global a una larga depresión económica.

La mayoría de los analistas sanos estarían de acuerdo en que el riesgo es demasiado, y el precio muy alto. Así que la pregunta restante es: ¿Tienen los analistas en Washington y Tel Aviv la suficiente sanidad mental para hacer decisiones sobre política?

Un esfuerzo promovido por Israel

Como ocurriera en previas campañas del Comité Israelí Americano de Asuntos Públicos, AIPAC para atacar Irak, el actual intento de demonizar y aislar a Irán ha sido concebido en la cocina del grupo cabildero.

Debido a la constante campaña de contribuciones a cada uno de candidatos a la Casa de Representantes y el Senado "poniendo a Israel primero" se ha convertido en la primera prioridad para los políticos ambiciosos en Washington.

Si algún oficial se sale de la norma y critica a Israel, los brazos de AIPAC como la Liga de Anti Difamación, ADL o el Centro Legal de la Pobreza Sureña, el SPLC, entran en acción y usualmente se lanza una campaña de relaciones públicas contra el oficial público que hizo el insulto.

El cabildeo israelí dirá que un ataque preventivo contra Irán es necesario porque Irán ha declarado que desea “borrar a Israel del mapa.” La mayoría de los halcones de la guerra estarían sorprendidos al saber que el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad nunca ha articulado esas palabras ¿Debería esa revelación cambiar la perspectiva israelí?

Debería, pero no lo hace. Sin importar la evidencia de lo contrario, el cabildeo y sus socios en los medios de comunicación continúan repitiendo la versión faux del evento como si ésta hubiera ocurrido, o enviado un genuino ataque contra el estado de Israel.

De igual manera, los políticos estadounidenses aceptan la versión del cabildeo judío -repitiendo ellos mismos la misma amenaza faux- como si esto de alguna manera justificara sus planes de un ataque preventivo contra Irán.

De nuevo, lo más importante aquí es que en ningún momento de estas maniobras políticas, han podido EEUU o Israel producir cualquier evidencia contundente de que Irán posee, o está a punto de poseer un arma nuclear en su arsenal militar.

Y aunque pudieran fabricar tal evidencia para iniciar una guerra, el gran tablero de ajedrez tiene demasiadas piezas fuera de orden en este momento como para indicar un inminente ataque contra Irán en la primavera o verano de 2012.

Sin embargo, hasta el momento, el verdadero ganador es la industria petrolera y las naciones de la OPEP, ganando un desvío de la riqueza de la clase medía global a las manos de las monarquías petroleras y los accionistas de las compañías petroleras.

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