La peregrinación a Meca de Malcom X

Hajj como un cambio contra el racismo: La carta de Hajj Malik El Shabazz (Malcolm X)

17/10/2013 - Autor: Omar - Fuente: El blog musulmán de Omar

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Todos participábamos en el mismo ritual, mostrando un espíritu de unidad y hermandad

Muchos musulmanes que han sido bendecidos para hacer Hajj menudo hablan de cómo el viaje es una experiencia que cambia la vida. Esto es más cierto para algunas personas distintas.

Malcolm X es un musulmán que vio la luz del Islam a través de su peregrinación en abril de 1964. Como antiguo miembro y ponente de la Nación del Islam, un movimiento espiritual y nacionalista negro, creía que el hombre blanco era el diablo y el hombre negro superior.
Después de abandonar la Nación del Islam en marzo de 1964, él hizo el Hayy, que ayudó a cambiar su perspectiva sobre los blancos y el racismo por completo.

He aquí un extracto de una carta de El Hajj Malik El Shabazz escribió acerca de su experiencia de Hajj. En él se explica lo que fue durante este bendito viaje que le hizo tan profundamente cambiar su punto de vista sobre la raza y el racismo:

"Había decenas de miles de peregrinos de todo el mundo. Eran de todos los colores, desde rubios de ojos azules a los africanos negro de piel. Pero todos estábamos participando en el mismo ritual, mostrando un espíritu de unidad y hermandad que mis experiencias en América me habían hecho creer nunca podría existir entre los blancos y los no blancos.

Usted puede sorprenderse por estas palabras viniendo de mí. Sin embargo, en esta peregrinación, lo que he visto y experimentado, me ha obligado a reorganizar la mayor parte de las líneas de pensamiento defendidas anteriormente, y dejar de lado algunas de mis conclusiones anteriores. Esto no ha sido demasiado difícil para mí. A pesar de mis firmes convicciones, he sido siempre un hombre que trata de enfrentar los hechos y aceptar la realidad de la vida como nueva experiencia y nuevos conocimientos que se van desarrollando progresivamente. Siempre he defendido la necesidad de una mente abierta, necesaria para alcanzar la flexibilidad que debe acompañar todos los caminos de búsqueda inteligente de la verdad.

Durante los últimos once días aquí, en el mundo musulmán, he comido del mismo plato, bebido del mismo vaso y dormido en la misma cama (o en la misma alfombra), mientras rezábamos al mismo Dios con mis hermanos musulmanes, cuyos ojos eran más azules que el cielo, con el pelo más rubio que el sol, y cuya piel era la más blanca que la leche. Y en las palabras y en las acciones y en las obras de los musulmanes "blancos", sentí la misma sinceridad que sentí entre los musulmanes de Nigeria, Sudán y Ghana negro africanos.

Éramos realmente todos iguales-hermanos.

Todas las alabanzas son para Allah, el Señor de los mundos ".