ISIS, la consumación de un fracaso
EEUU fracasa en su triple objetivo en Oriente Próximo, incluida la amenaza terrorista
El flujo de energía y el control de las armas de destrucción masiva son las otras prioridades
Miembros del ISIS allanan un paso fronterizo iraquí. EL MUNDO
Uno de los más brillantes profesores de Relaciones Internacionales, Stephen Walt, profesor de la Universidad de Harvard, señala que existen tres intereses estratégicos de Estados Unidos en Oriente Próximo: mantener un flujo de energía constante para el crecimiento económico, minimizar la amenaza terrorista (anti-americana) y controlar la proliferación de armas de destrucción masiva. La emergencia de un nuevo actor en la región, el Estado Islámico de Irak y Siria, (ISIS) no hace más que confirmar el fracaso de la política de Washington hacia la región. Analicemos esta afirmación en relación con los intereses estratégicos destacados por Walt.
Irak, tanto por sus reservas petrolíferas como por su situación geográfica, es la clave energética de Oriente Próximo. El país árabe cuenta una reservas probadas de 115.000 millones de barriles, lo que le sitúa en el segundo lugar mundial, sólo por detrás de Arabia Saudí. Sus reservas energéticas, junto con la red de oleoductos que atraviesa el país de norte a sur y de este a oeste, convierten a Irak en un lugar clave para cumplir con el primero de los intereses estratégicos señalados por el profesor Walt.
El día de la intervención estadounidense en Irak, el precio del barril Brent era de 34 dólares, una cifra que suena irreal si la comparamos con los 114 que se han pagado en las Bolsas esta última semana. El incremento supone una subida de casi el 400%. De cara al futuro, la situación en Irak no hace presagiar ninguna mejoría, ya que los principales oleoductos del país están inutilizados y las cuencas petrolíferas, situadas en el Kurdistán y en el sur del país, están bajo la amenaza del ISIS.
El segundo de los intereses estratégicos es minimizar la amenaza terrorista antiamericana. El ISIS es un grupo yihadista que nació como reacción a la invasión norteamericana de Irak. Desde entonces, el ISIS ha ido cambiando tanto de nombre (Tawhid y Jihad, Al Qaeda en Irak, etcétera) como de líder:primero. Al Zarqawi, y hoy, Al Bagdadi.
Sin embargo, el objetivo no ha variado un ápice:acabar con Estados Unidos y con sus aliados, entre los que se encuentra el primer ministro Nuri Al Maliki. Hoy, gracias a la acción del ISIS, la violencia en Irak no sólo se ha disparado sino que, además, se ha extendido a la vecina Siria.
El tercero de los intereses estratégicos señalados por Walt son las armas de destrucción masiva. Si bien es cierto que no se puede afirmar que el ISIS las tenga, desde hace unos días sus milicianos controlan el complejo químico de Al Muthanna. Al Muthana es una ciudad situada a unos 90 kilómetros de Bagdad, que fue utilizada por Sadam Hussein para producir y almacenar armas químicas (gas mostaza y nervioso). Si finalmente el ISIS se hiciera con el control de todo Irak, Siria y Jordania, sus posibilidades de destrucción serían casi ilimitadas.
El asunto es tan grave que la propia Al Qaeda ha tratado de desvincularse de sus acciones. Las decapitaciones, crucifixiones y demás barbaridades cometidas contra la población civil han hecho temblar no sólo a los gobiernos de la región, sino incluso a las principales cancillerías occidentales.
En definitiva, el ISIS no es más que el fracaso de la política hacia Oriente Próximo de las Administraciones Bush y Obama, que no han sido capaces de proteger los intereses estratégicos señalados por Stephen Walt: la seguridad energética, el fin del terrorismo y la no proliferación de armas de destrucción masiva.
Alberto Priego Moreno es profesor y Adjunto al Director del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Comillas.
Irak, tanto por sus reservas petrolíferas como por su situación geográfica, es la clave energética de Oriente Próximo. El país árabe cuenta una reservas probadas de 115.000 millones de barriles, lo que le sitúa en el segundo lugar mundial, sólo por detrás de Arabia Saudí. Sus reservas energéticas, junto con la red de oleoductos que atraviesa el país de norte a sur y de este a oeste, convierten a Irak en un lugar clave para cumplir con el primero de los intereses estratégicos señalados por el profesor Walt.
El día de la intervención estadounidense en Irak, el precio del barril Brent era de 34 dólares, una cifra que suena irreal si la comparamos con los 114 que se han pagado en las Bolsas esta última semana. El incremento supone una subida de casi el 400%. De cara al futuro, la situación en Irak no hace presagiar ninguna mejoría, ya que los principales oleoductos del país están inutilizados y las cuencas petrolíferas, situadas en el Kurdistán y en el sur del país, están bajo la amenaza del ISIS.
El segundo de los intereses estratégicos es minimizar la amenaza terrorista antiamericana. El ISIS es un grupo yihadista que nació como reacción a la invasión norteamericana de Irak. Desde entonces, el ISIS ha ido cambiando tanto de nombre (Tawhid y Jihad, Al Qaeda en Irak, etcétera) como de líder:primero. Al Zarqawi, y hoy, Al Bagdadi.
Sin embargo, el objetivo no ha variado un ápice:acabar con Estados Unidos y con sus aliados, entre los que se encuentra el primer ministro Nuri Al Maliki. Hoy, gracias a la acción del ISIS, la violencia en Irak no sólo se ha disparado sino que, además, se ha extendido a la vecina Siria.
Inacción de Obama en Siria
Es precisamente en Siria donde este grupo se ha hecho fuerte y donde obtiene sus recursos. En buena medida, esta fortaleza se debe a la acción, o mejor dicho, a la inacción de la Administración Obama en Siria. El presidente Obama ha dejado claro que en ningún caso intervendría militarmente y que tampoco apostaría por ningún grupo rebelde. Estos dos hechos han permitido que el ISIS se convierta en el más fuerte de los grupos opositores a Asad, utilizando para ello el secuestro de occidentales y el control de los principales pasos fronterizos.El tercero de los intereses estratégicos señalados por Walt son las armas de destrucción masiva. Si bien es cierto que no se puede afirmar que el ISIS las tenga, desde hace unos días sus milicianos controlan el complejo químico de Al Muthanna. Al Muthana es una ciudad situada a unos 90 kilómetros de Bagdad, que fue utilizada por Sadam Hussein para producir y almacenar armas químicas (gas mostaza y nervioso). Si finalmente el ISIS se hiciera con el control de todo Irak, Siria y Jordania, sus posibilidades de destrucción serían casi ilimitadas.
El asunto es tan grave que la propia Al Qaeda ha tratado de desvincularse de sus acciones. Las decapitaciones, crucifixiones y demás barbaridades cometidas contra la población civil han hecho temblar no sólo a los gobiernos de la región, sino incluso a las principales cancillerías occidentales.
En definitiva, el ISIS no es más que el fracaso de la política hacia Oriente Próximo de las Administraciones Bush y Obama, que no han sido capaces de proteger los intereses estratégicos señalados por Stephen Walt: la seguridad energética, el fin del terrorismo y la no proliferación de armas de destrucción masiva.
Alberto Priego Moreno es profesor y Adjunto al Director del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Comillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario