QUE ESTA PASANDO EN EL VOLCAN DE COLIMA ERUPCION VOLCANICA Y LUNA NEGRA FIN DEL MUNDO
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Publicado el 30 sep. 2016
“Si fuera menor a la de 1913 ya sería un problema grande porque se verían amenazados varias poblaciones de algunos miles de habitantes, como San Marcos, Tonila, etcétera, y podría haber caída de ceniza en Colima y Ciudad Guzmán, lo cual podría afectar a las comunicaciones y el tránsito de vehículos, así como la navegación aérea”, indicó.
Asimismo, Gavilanes afirmó que los científicos se mantienen al tanto de las señales que podrían indicar que una actividad mayor se avecina, como la exhalación de dióxido de azufre en grandes cantidades o la manifestación de señales sísmicas en aumento, y en caso de detectar alguna anormalidad, no dudarán en difundir la alerta de manera rápida.
“Ellos interpretan las señales de diversos tipos, señales que les digan que es magma con mucho gas disuelto, lo cual le daría mucha potencia explosiva”, explicó.
Además, mencionó que con la actividad volcánica del año pasado se aprendió un escenario distinto a los que se tenían contemplados, pues aunque se habían hecho estimaciones y estudios en los que se anticipaba hasta donde llegaría el colapso del domo y cuáles serían las distancias máximas, mismas que no sobrepasaban los 6 kilómetros, el flujo de lava alcanzó los 11 kilómetros de longitud.
“Se juntaron varios kilómetros, la lava involucrada era menos viscosa, iba saliendo con mayor velocidad y se rompió un pedazo del borde del cráter y se vino abajo una masa considerable, por eso llegó tan lejos”, argumentó.
Finalmente, el especialista consideró que la actividad volcánica continuará e incluso podría aumentar en los próximos días, sin embargo, no hay aspectos suficientes para adelantar que esto pueda traer afectaciones para la población, aunque recomendó estar al pendiente de los comunicados de Protección Civil (PC), el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y la Universidad de Colima.
“El domo en realidad tiene una salida, se transforma en flujo de lava y este ya viene avanzando muy lentamente, aproximadamente unos 100 metros por día. De ese flujo de lava se desprenden derrumbes muy leves, que es lo que distinguimos por las noches como luz incandescente (…) Recomiendo hacer caso a las autoridades pues sus comunicados se derivan de lo que dicen los científicos, que son quienes mejor conocen el funcionamiento del volcán”, concluyó.
Asimismo, Gavilanes afirmó que los científicos se mantienen al tanto de las señales que podrían indicar que una actividad mayor se avecina, como la exhalación de dióxido de azufre en grandes cantidades o la manifestación de señales sísmicas en aumento, y en caso de detectar alguna anormalidad, no dudarán en difundir la alerta de manera rápida.
“Ellos interpretan las señales de diversos tipos, señales que les digan que es magma con mucho gas disuelto, lo cual le daría mucha potencia explosiva”, explicó.
Además, mencionó que con la actividad volcánica del año pasado se aprendió un escenario distinto a los que se tenían contemplados, pues aunque se habían hecho estimaciones y estudios en los que se anticipaba hasta donde llegaría el colapso del domo y cuáles serían las distancias máximas, mismas que no sobrepasaban los 6 kilómetros, el flujo de lava alcanzó los 11 kilómetros de longitud.
“Se juntaron varios kilómetros, la lava involucrada era menos viscosa, iba saliendo con mayor velocidad y se rompió un pedazo del borde del cráter y se vino abajo una masa considerable, por eso llegó tan lejos”, argumentó.
Finalmente, el especialista consideró que la actividad volcánica continuará e incluso podría aumentar en los próximos días, sin embargo, no hay aspectos suficientes para adelantar que esto pueda traer afectaciones para la población, aunque recomendó estar al pendiente de los comunicados de Protección Civil (PC), el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y la Universidad de Colima.
“El domo en realidad tiene una salida, se transforma en flujo de lava y este ya viene avanzando muy lentamente, aproximadamente unos 100 metros por día. De ese flujo de lava se desprenden derrumbes muy leves, que es lo que distinguimos por las noches como luz incandescente (…) Recomiendo hacer caso a las autoridades pues sus comunicados se derivan de lo que dicen los científicos, que son quienes mejor conocen el funcionamiento del volcán”, concluyó.
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