La relación México-EU camina al colapso: Trump no le baja, Osorio ya habla del fin del Plan Mérida
El Presidente de Estados Unidos volvió a pegarle a los mexicanos: el muro fronterizo, dijo, es para “detener a criminales y narcotraficantes”. En México, mientras, Osorio Chong habla del fin de la Iniciativa Mérida, símbolo de cooperación bilateral en materia de seguridad y narcotráfico.
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Ciudad de México, 24 de febrero (SinEmbargo).– El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió este viernes al discurso de que el muro fronterizo con México evitará que lleguen a su país “criminales y narcotraficantes”.
Trump habló esta mañana en la Conferencia anual de Acción Política Conservadora (CPAC), el principal encuentro del conservadurismo en Estados Unidos. Ahí, el magnate reiteró su intención de construir un “gran muro”.
“Pondremos freno a las drogas que entran a la nación y envenenan a nuestros jóvenes. Recibimos la droga y ellos el dinero, recibimos el problema y ellos el dinero”, afirmó.
“Vamos a construir el muro, no se preocupen. De hecho, va a comenzar pronto, antes de lo previsto”, dijo.
El republicano defendió sus medida migratorias. “Recuerden estamos sacando a los malos”, dijo y aseguró que el Secretario de Seguridad nacional de Estados Unidos, John Kelly, realiza un “excelente trabajo”. Además aseguró que las instancias de seguridad le han manifestado su apoyo para fortalecer la frontera sur de su país.
Las relaciones entre México y Estados Unidos parecen caminar todos los días hacia el colapso. Esta mañana, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que la Iniciativa Merida está en “fase terminal”.
La Iniciativa Mérida era el símbolo de cooperación bilateral en materia de seguridad y narcotráfico.
“Todo lo que tiene que ver con recursos que se hicieron en otros Gobiernos, particularmente el del Plan Mérida, te quiero decir que está en su fase ya terminal, que se ha venido ocupando por el Gobierno de los Estados, particularmente estos recursos, sobre todo en el nuevo Sistema de Justicia Penal”.
En entrevista con Radio Formula sostuvo que el Gobierno de Estados Unidos podría usar la entrega de los recursos como manera de presión:
“Este recurso pudiera ser algún tema de presión o de querer presionar al Gobierno, de verdad que no tenemos ningún compromiso. Nosotros hemos hecho capacidades: antes había una dependencia en muchos sentidos con los Estados Unidos, hoy no. Hoy afortunadamente, con el transcurso de los años se van logrando estas capacidades. En materia de seguridad, déjame decirte, en lo mío, en materia de migración y en otros temas en lo que hemos venido trabajando”.
Agregó además que el Gobierno de Trump deberá hacer un balance en su relación con México y tomar decisiones.
Osorio Chong dijo que el Gobierno mexicano no aceptará que Estados Unidos envíe a nuestro país a inmigrantes indocumentados de otras nacionalidades mientras tramitan sus peticiones de asilo en Estados Unidos.
“Nosotros no podemos recibirlos, fuimos muy claros en ese sentido” en la reunión celebrada el jueves en la Ciudad de México con los secretarios de Estado y Seguridad Nacional de EU, Rex Tillerson y John Kelly.
“Recibimos solamente a los que piden refugio para México, no podemos hacer una antesala con los que quieren llegar a Estados Unidos”, aseveró tras explicar que en el encuentro de ayer los secretarios estadounidenses pidieron que los indocumentados estén aquí mientras siguen su “proceso legal allá”.
“No los vamos a recibir, no los pueden dejar ahí en los límites porque nosotros los tendremos que rechazar, no hay posibilidad de que sean recibidos por parte de México”, insistió.
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Ayer, los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional de Estados Unidos intentaron mostrar una cara más amable de su gobierno hacia México, un país que ha sido blanco de críticas del presidente Donald Trump.
Kelly se comprometió a que no hubiera deportaciones masivas ni a utilizar al ejército en operaciones migratorias pero, en paralelo, el Presidente, también el jueves, mantuvo su retórica antiinmigrante.
Los funcionarios mexicanos, por su parte, expresaron las notables diferencias que separan a ambos gobiernos y todos mostraron, al menos en sus mensajes públicos, la necesidad de llegar a acuerdos y de respetarse mutuamente, aunque no quedó claro cuáles serían sus puntos de entendimiento en temas como la política migratoria.
“No habrá, repito, no habrá deportaciones masivas”, dijo Kelly en el mensaje conjunto con Tillerson y sus colegas mexicanos. “Y escuchen esto: no se usará al ejército en operaciones migratorias”, añadió tras señalar que las deportaciones se centrarían en personas con delitos, que se harían de forma “sistemática y organizada” y en “estrecha coordinación” con México.
El Secretario de Estado agregó que siempre se respetarían los derechos humanos y las leyes de Estados Unidos y ambos enfatizaron el interés en controlar el flujo de armas y dinero ilegal que llega desde Estados Unidos y la necesidad de coordinar acciones para promover el desarrollo de los países centroamericanos, origen de muchos migrantes.
“Nos escuchamos con detenimiento mientras con respeto y paciencia expresamos nuestras respectivas preocupaciones”, dijo Tillerson.
Sin embargo, horas antes, el presidente Donald Trump, sugería lo contrario. En un encuentro con empresarios en la Casa Blanca, dijo que Estados Unidos está “sacando a los tipos realmente malos a un ritmo nunca antes visto” y se refirió a esas actuaciones como una “operación militar”.
“Vamos a tener buenas relaciones con México”, añadió. “Y si no las tenemos, no las tenemos”.
ONU: MEDIDAS MIGRATORIAS DE TRUMP PODRÍAN VIOLAR LEYES
Algunas de las órdenes y memorandos sobre inmigración presentadas por el Gobierno estadounidense podrían incumplir las normas sobre libertades fundamentales del país, según denunció hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACDH).
“Estamos preocupados por que la implementación de las órdenes y memorandos emitidas esta semana, que podrían infringir las obligaciones internacionales sobre derechos humanos de Estados Unidos”, dijo la portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani, en rueda de prensa.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estableció este martes nuevas directrices para reforzar el control migratorio, con un agresivo plan que incluye acelerar el proceso de deportación de inmigrantes indocumentados y contratar a 15 mil nuevos agentes.
“Como ha dicho en varias ocasiones el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, existe una muy peligrosa tendencia en Estados Unidos y en el mundo de usar a los inmigrantes como chivos expiatorios”, afirmó la portavoz, que subrayó que “los inmigrantes irregulares son detenidos, deportados, criminalizados”.
Shamdasani aseguró que si bien los estados tienen el derecho legítimo de implementar políticas migratorias y controlar sus fronteras, “tienen que hacerlo respetando los derechos humanos de los inmigrantes”.
En ese sentido recordó que los “inmigrantes irregulares no deberían ser detenidos y sus derechos humanos deberían ser protegidos, sin tener en cuenta si son nacionales o no”, concluyó.
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