Las erupciones afectaron las actividades de los mayas
En el tercer día de la VII Convención Mundial de Arqueología Maya, que se desarrolla en la Antigua Guatemala, se expuso cómo las erupciones volcánicas influyeron en la restructuración de las ciudades mayas.
La arqueóloga y antropóloga Liwy Grazioso Sierra, de la Universidad de San Carlos de Guatemala, habló sobre el término resiliencia para referirse a la capacidad de los mayas para sobreponerse y adaptarse a factores adversos naturales y sociales.
“En todas las culturas han existido períodos de caída y crisis y que varían según la región. Las erupciones, terremotos, inundaciones, sequías, descomposición social, guerras, invasiones y migraciones formaron una combinación de factores que incidieron en la ruptura del orden establecido y que generó cambios”, expresó Grazioso.
También mencionó que los tres períodos precolombinos identificados como los de caída y declive de los mayas es el protoclásico (150-100 a. de Cristo y 150 d. de Cristo), cuando sucedió el primer abandono de las grandes ciudades y se trasladaron a lugares cercanos;,el hiato (544-593 d. de Cristo), cuando cesa la construcción y la erección de monumentos, pero no se abandonan los sitios, sino que hay una disolución de la continuidad, y el clásico tardío terminal (850-1050 d. de Cristo), erróneamente conocido como el del colapso, cuando se abandonan los grandes centros de manera paulatina –por varias generaciones-, pero las poblaciones permanecen en comunidades periféricas.
En este último caso, caen en desuso y pierden su función las grandes ciudades, puesto que los gobiernos no tenían la capacidad de mantenerlos por la falta de labor colectiva y las abandonan, pero ocurre un reordenamiento del espacio. Grazioso mostró los resultados de su investigación sobre el mantenimiento que se les hacía a los reservorios de agua periféricos a Tikal después de que fue abandonada, lo que demuestra que permanecieron los asentamientos y grupos residenciales.
Grazioso explicó que también caen por esa misma época grandes ciudades de México, lo que el colapso no solo fue un fenómeno mesoamericano. Expuso los efectos devastadores de las erupciones que pudieron afectar a los antiguos mayas, al poner como ejemplo la erupción del volcán Chichón, en Chiapas, ocurrida en 1982, cuyas cenizas se expandieron hasta Palenque, lo que ocultó el sol por 72 horas en la región. Esto influye en a las actividades agrícolas, lo que causa estrés en la población y escasez de recursos.
“Los mayas han pasado por cambios y transformaciones, como el fenómeno de la conquista, pero fueron capaces de sobrellevar esos cambios y hasta hoy es una cultura viva y diversa”, concluyó.
El etnohistoriador de Documentos Indígenas, de la Universidad de Amsterdam, habló sobre la relación comercial que existió entre mercaderes de Teotihuacán con poblaciones mayas de la costa sur y que empezó en el siglo IV, según evidencias arqueológicas. Puso como ejemplo los mil objetos de cerámica que se encontraron en Tiquisate, Escuintla, vinculados con el estilo de Teotihuacán.
Van Akkeren refirió que los habitantes de la costa sur se trasladaron al altiplano durante el colapso, aunque después regresaron, porque es una región muy fértil.También habló sobre cómo las sequías influyeron con el despoblamiento de esa región entre los años 800 y 1400 d. de Cristo.
La arqueóloga Mary Lou Ridinger expuso sobre las rutas del comercio del jade durante mil años. Explicó que el jade y el cacao fueron los medios de intercambio de valores fijos de las culturas mayas. El jade se forma en zonas de subducción de placas tectónicas y solo se origina en tres países en el mundo: Birmania, Rusia y Guatemala.
Soconusco y la región de la costa sur de Guatemala comprendieron la primera ruta de comercio de intercambio de jade y cacao en el período clásico. Hizo referencia a las piezas arqueológicas encontradas en Cacaxtla, en el centro de México, en cuyos famosos murales aparece representaciones del jade. Ridinger cree que los mayas de ciudades como Piedras Negras, Tikal, Palenque y Copán se trasladaron hacia ciudades como Chichen Itzá, donde en uno de los cenotes se encontraron 10 mil objetos de jade, piedra que trajeron desde el valle del Motagua a través de las ciudades mayas clásicas del Petén.
El viernes y el sábado arqueólogos nacionales e internacionales dictaron conferencias sobre el colapso de los mayas, en inglés y español.
De manera simultánea se impartieron talleres gratuitos a niños sobre historia de los mayas y conservación del medioambiente. Rosendo Morales, organizador de la actividad científica, calcula que unas mil 600 han asistido a las conferencias.
En la tarde dictarán sus ponencias Sofía Paredes, directora de la Fundación de la Ruta Maya, sobre Uso y transformación del Patrimonio arqueológico, Mark Van Stone, sobre ¿Dónde está la población de las ciudades mayas? y Donald Forsyth, acerca del Colapso preclásico en la región del mirador a través de la cerámica.
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