Un ejemplo de los millennials reconstruyendo México. No, menos, como 5
Fuente: Cuartoscuro
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Porque los sismos mostraron el verdadero rostro de esta generación
Tras el sismo del pasado 7 de septiembre, y sobre todo tras el del día 19, los millennials se volcaron a las calles y a la web para ayudar ante la emergencia y para proponer alternativas para reconstruir México.
Además de donar víveres y retirar escombros, los jóvenes han planteado diversas iniciativas que mostraron que su generación no es apática ni poco comprometida con el país. Aquí te dejamos algunos ejemplos:
1. #VERIFICADOS19S
Esta iniciativa fue lanzada por un colectivo multidisciplinario, principalmente de jóvenes. Decenas de programadores, diseñadores, matemáticos, politólogos y periodistas se reunieron para montar un centro de verificación de información en tiempo real.
De esta forma, estos jóvenes se dieron a la tarea de ordenar, verificar y difundir dónde se requería ayuda tras el sismo en la CDMX, así como qué necesidades había en específico en cada sitio. Así, los voluntarios sabían dónde los necesitaban exactamente.
Quienes participaron en #verificado19s también mapearon en tiempo real los puntos de la ciudad donde había inmuebles caídos o dañados, así como centros de acopio, y los publicaron en redes sociales usando ese hashtag, el cual podía ser rastreado fácilmente.
Entre las organizaciones que participaron se encuentran Horizontal, Tú Constituyente, Oxfam, Bicitekas y Data Cívica, entre otras.
2. HOGAR A QUIENES LO PERDIERON
Tras el sismo del #19S, jóvenes comenzaron a usar el hashtag #MiCasaEsTuCasa en Twitter, donde abrían su hogar a quienes necesitaban refugiarse, cargar su celular o ir al baño.
Con las horas, esa iniciativa se convirtió en ofertas de alojamiento para quienes perdieron su hogar, ya sea porque éste se derrumbó o porque quedó inhabitable. Después surgió una plataforma, que permite registrarte ya sea que busques hogar temporal o para ofrecer el tuyo. Este sitio ayuda a que todos esos mensajes de solidaridad donde jóvenes ofrecían alojamiento no se pierdan en los timelines de las redes sociales.
3. ... Y HASTA MUEBLES
Además de ofrecer asilo a quienes lo necesitan, los mexicanos también comenzaron a ofrecer muebles donados a quienes perdieron todo por el sismo que sacudió al centro del país.
Así surgió Muebletón, plataforma que utiliza Facebook y Twitter para fungir como intermediario entre quienes desean donar algún mueble (en buen estado obviamente) a quienes perdieron todo.
Los millennials también han sido muy activos difundiendo esta iniciativa en las redes sociales.
4. CONSTRUIR VIVIENDAS CON PET
Aunque ya existía antes de los sismos de este septiembre, la iniciativa VIEM lanzó un llamado a que los mexicanos recolecten plástico PET (el de las botellas de agua, refresco y demás), para construir viviendas temporales para los damnificados.
Para que las botellas de PET puedan ser utilizadas en la construcción de hogares temporales, es necesario que no estén aplastadas. Por ello, VIEM llamó a los centros de acopio a que coloquen depósitos donde la gente pueda colocar este tipo de botellas.
A esta iniciativa se han sumado estudiantes de diversas universidades, además de actrices y actores, especialmente jóvenes.
5. AUXILIO A MASCOTAS
Tras el sismo, no solo personas quedaron atrapadas bajo los escombros, sino también mascotas. Además, el temblor causó que muchos perros y gatos salieran huyendo de sus hogares y sus dueños no los pudieron encontrar inmediatamente.
Los jóvenes, principalmente, usaron las redes sociales para difundir información sobre perros, gatos y demás animales heridos o perdidos. Además, han organizado eventos para adoptar a estas mascotas.
(Foto: Cuartoscuro)
También, surgió la plataforma MascotasSismo. En ella, se publican fotos de mascotas perdidas y también de las que han sido rescatadas, para buscar reencontrarlas con sus dueños. También hay un mapa de cada caso, que puedes consultar aquí.
FOTOS: Estos son los rostros de los millennials que están reconstruyendo México
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Porque los habían etiquetado como egoístas
La generación millennial ya no será recordada por ser egoísta, desinteresada en la política o floja, pues tras el sismo de este 19 de septiembre demostraron el amor que le tienen a México.
Estos son los rostros de los jóvenes que están reconstruyendo México
Jóvenes empaquetan víveres en los diferentes centros de apoyo instalados en la CDMX.
Sin importar el sol o la lluvia, cientos de jóvenes salieron a las calles para apoyar a los que más lo necesitaban.
Elementos de las fuerzas armadas recogen escombros.
No importa qué tan difícil fuesen las tareas, ellos siempre estuvieron listos para brindar su apoyo.
Tampoco dudaron a la hora de salir a las calles y botear para recaudar fondos.
Los jóvenes estuvieron al pie del cañón a la hora de pasar de mano en mano los víveres.
Las tareas de rescate no hubieran sido las mismas sin su entusiasmo.
También apoyaron a la hora de marcar los productos donados.
Y fueron líderes en todo momento.
Los jóvenes prestaron sus servicios en diversos centros de acopio y albergues.
Los millennials estuvieron en las zonas de desastre, listos para brindar ayudar en los rescates o levantamientos de escombros.
Un abrazo en plena zona de desastre para levantar el ánimo y seguir con la búsqueda.
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Porque estos jóvenes son un ejemplo para los mexicanos
La tragedia que viven decenas de familias en Oaxaca y Chiapas por el sismo de 8.2 grados ha sacado una vez más lo mejor de los mexicanos y los jóvenes no han sido la excepción.
Un ejemplo de esto son los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que dejaron las aulas para sumarse a las labores de ayuda en Oaxaca, una de las entidades más afectadas por el terremoto.
Alumnos, pasantes y egresados de las carreras de medicina, enfermería, arquitectura e ingeniería civil, así como especialistas en estructuras, se sumaron este lunes a una brigada de 80 politécnicos que partió hacia Oaxaca para apoyar a las comunidades más afectadas por el sismo.
En un comunicado, el IPN informó que los brigadistas estarían primero en Juchitán y luego partirán a otras zonas aledañas afectadas también por el sismo.
Los alumnos van acompañados de maestros, así como por el director de la Escuela Superior de Medicina, Eleazar Lara Padilla.
Los jóvenes iniciaron brindando atención en la localidad de Asunción de Ixtaltepec, donde además se instaló la base de operaciones de la brigada.
En la zona, el secretario de Salud, José Narro Robles, destacó el apoyo de los politécnicos y les agradeció en nombre del gobierno federal.
Además de esta brigada, otro grupo de jóvenes estudiantes del Centro de Educación Continua del IPN de la unidad Oaxaca, también arribaron a Ixtaltepec para ayudar en la remoción de escombros:
El IPN informó que la brigada que arribó este lunes a Oaxaca se formó a través de una convocatoria que se realizó a través del Servicio Social de la Institución y de la Dirección de Egresados, y que esta tuvo “una respuesta óptima por parte de la comunidad”.
Señaló también que los alumnos van con justificantes académicos, su seguro facultativo vigente, y que se aseguró la coordinación adecuada con las dependencias estatales y federales para asegurar su bienestar e integridad.
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Porque el gobierno tiene una tarea enorme para recuperar su credibilidad
Los mexicanos lo volvieron a dejar claro: ante una situación de emergencia muy pocos ciudadanos confían en sus autoridades.
El pasado 7 y 19 de septiembre nuestro país vivió una de las peores tragedias en las últimas décadas. México puso a prueba su capacidad para reaccionar ante dos sismos de gran magnitud que dejaron cientos de edificios y casas colapsados y miles de damnificados.
Pese a esto, el gobierno local y federal no han tenido el papel protagonista. Muy al contrario, el desprestigio que acarrean se ha visto traducido en mensajes de desconfianza y rechazo ante la intervención de las autoridades. Aquí un recuento.
QUE NO ENTREN LAS MAQUINARIAS
En la Ciudad de México y tras el sismo del 19 de septiembre, cientos de usuarios en redes sociales manifestaron su rechazo ante el uso de maquinaria antes de que terminen las labores de búsqueda y rescate de personas.
En WhatsApp se difundieron cadenas en donde se pidió la intervención de Derechos Humanos para seguir con la búsqueda de sobrevivientes.
"El Ejército y la Policía no dejan que la gente ayude, que las miles de personas cooperen donde están las personas atrapadas, ni siquiera para hacer cadenas humanas para acarrear escombros", se lee en el mensaje distribuido en mensajería instantánea.
En respuesta, el gobierno en sus distintos niveles informó que no entraría maquinaria pesada a las zonas de derrumbe hasta rescatar a todos los sobrevivientes o cuerpos del lugar. Sin embargo, la duda ya estaba plantada.
NO HAY INFORMACIÓN CLARA
Por otro lado, los ciudadanos también han dudado y criticado algunas de las revisiones que ha hecho Protección Civil.
Asimismo, se presentan quejas y malestares por la falta de información y el poco contacto que el gobierno ha tenido con familiares de personas desaparecidas.
"Nos han dado información falsa, esperanzas falsas. Las autoridades han jugado con nosotros de una manera que no tiene nombre", dijo un familiar de una persona desaparecida en El Financiero Bloomberg.
SE ROBAN LOS VÍVERES
En Morelos, ciudadanos y usuarios de redes sociales denunciaron el presunto acaparamiento de víveres por parte del gobierno encabezado por Graco Ramírez, lo cual negó el gobernador.
Desde el jueves fueron publicados videos en redes sociales, incluso posteados por personajes del mundo del espectáculo como Bárbara Mori y Belinda, en los que se afirmaba que camiones con ayuda para los damnificados de Morelos, que iban desde Michoacán, fueron escoltados por policías estatales hasta una bodega.
En ese momento fue cuando surgió la duda del por qué las personas que están llevando los víveres y medicinas a Morelos, tienen que dejar los productos en una bodega de alguna dependencia de gobierno.
EVALUACIÓN CIUDADANA
A unos días del temblor del 19 de septiembre, El Financiero levantó una encuesta en la que pidió a los ciudadanos que evaluaran el trabajo de distintos actores durante la emergencia. El 98% de los encuestados vio "muy bien/bien" el trabajo de los voluntarios y y el 91% el de los rescatistas Topos.
Por su parte, la administración de Miguel Ángel Mancera alcanzó un 47% de opiniones positivas, esto contrasta con la percepción de la ciudadanía de hace un mes, donde el 32% aprobaba la gestión de Mancera. En estos momentos, la opinión hacia el jefe de gobierno ha mejorado.
Los encuestados vieron con buenos ojos el trabajo de distintos actores de gobierno como los bomberos (88%), fuerzas armadas (81%), CFE (77%) o la policía (68%).
CIUDADANOS, LA ESPERANZA
En esa misma encuesta de El Financiero, el 57% de los entrevistados dijo que ellos personalmente o alguien de su familia había salido a ayudar como voluntarios. De ellos, el 22% recibió información para ayudar por vía de las redes sociales, el 16% por medio de grupos o asociaciones y el 15% por medio de radio y televisión.
El 93% de los capitalinos afirma que el pasado 19 de septiembre la gente mostró mucha solidaridad ante la emergencia del terremoto, revela una encuesta de El Financiero.
De acuerdo con el sondeo, el 87% dijo estar muy orgulloso en estos momentos de la gente de la Ciudad de México, y 77% siente mucho orgullo de vivir en la ciudad.
2017-09-25 | 11:32 Hrs.Actualización11:32 Hrs.
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Porque México volvió a experimentar la tragedia de 1985
El 93% de los capitalinos afirma que el pasado 19 de septiembre la gente mostró mucha solidaridad ante la emergencia del terremoto, revela una encuesta de El Financiero.
De acuerdo con el sondeo, el 87% dijo estar muy orgulloso en estos momentos de la gente de la Ciudad de México, y 77% siente mucho orgullo de vivir en la ciudad.
Cuestionados sobre si creen que la solidaridad va a prevalecer después de la situación de emergencia o se va a apagar, el 50% de los consultados dijo que durará, mientras que el 43% opina que se va a apagar.
La encuesta se realizó a 500 capitalinos adultos los días 22 y 23 de septiembre, con entrevistas en vivienda y por vía telefónica.
VOLUNTARIOS Y REDES SOCIALES
Según el estudio, el 57% de los entrevistados dijo que ellos personalmente o alguien de su familia había salido a ayudar como voluntarios. De ellos, el 22% recibió información para ayudar por vía de las redes sociales, el 16% por medio de grupos o asociaciones y el 15% por medio de radio y televisión.
Además, el 53% de los entrevistados se mantuvo conectado con otros por medio de su teléfono móvil a través de chats durante la emergencia.
EVALUACIONES POSITIVAS
El 98% de los entrevistados calificó positivamente la labor de los voluntarios que salieron a ayudar, mientras que el 92% calificó también positivamente a los rescatistas llamados Topos.
La evaluación favorable fue de 88% a la labor de los bomberos, 81% al Ejército y Fuerzas Armadas, 77% a la CFE y 68% a la policía. Aunque los gobiernos federal y de la ciudad tuvieron los porcentajes favorables más bajos, de 50 y 47%, respectivamente, la evaluación positiva superó a la negativa en ambos casos. La ciudadanía ha reconocido el esfuerzo de todos, pero especialmente el de la gente que salió a las calles a ayudar.
La evaluación favorable fue de 88% a la labor de los bomberos, 81% al Ejército y Fuerzas Armadas, 77% a la CFE y 68% a la policía. Aunque los gobiernos federal y de la ciudad tuvieron los porcentajes favorables más bajos, de 50 y 47%, respectivamente, la evaluación positiva superó a la negativa en ambos casos. La ciudadanía ha reconocido el esfuerzo de todos, pero especialmente el de la gente que salió a las calles a ayudar.
DAÑOS EN HOGAR, 1 DE CADA 5
Según el estudio, 20% de los consultados reportó que su hogar había sufrido daños materiales, y el 88% de ellos manifestó que los daños sí son reparables, mientras que el 7% dijo que no. De acuerdo con el sondeo, el 6% afirmó contar con un seguro para su hogar, mientras que el 86% dijo no contar con seguro.
El 33% de los entrevistados reportó que su colonia estuvo muy o algo dañada, mientras que el 63% dijo haber visto pocos o nada de daños.
De acuerdo con la encuesta, el 13% de los consultados dijo haber sufrido una crisis nerviosa a causa del terremoto, mientras que el 22% manifestó que dicha crisis la tuvo algún familiar, y 9 por ciento ambos. En otras palabras, el 44 por ciento manifiesta haber sido parte de una crisis nerviosa.
En contraste, el 4 por ciento reportó haber sufrido algún tipo de daños o lesiones físicas durante el terremoto.
INSEGURIDADLa ciudadanía percibió un aumento de la delincuencia durante la situación de emergencia. El 52 por ciento cree que la delincuencia aumentó, mientras que el 34 por ciento dijo que siguió igual. Solamente 4 por ciento la vio disminuida.
Al preguntar si habían sido, personalmente o su familia, víctimas de algún delito, el 5 por ciento dijo sí.
POLÍTICA
Cuestionados también acerca de la asignación de recursos de los partidos políticos a la reconstrucción de la ciudad, el 36 por ciento opina que es una propuesta oportunista para aprovechar las circunstancias, mientras que el 57 por ciento cree que es una propuesta positiva y sincera.
32 años después, la fe y la esperanza se apoderan de la CDMX por un sismo
Fuente: Cuartoscuro
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Porque van más de 200 muertos tras el sismo de 7.1 grados
32 años y 6 horas tuvieron que pasar para que la Ciudad de México sintiera con temor la fuerza de la naturaleza, pero también la esperanza y solidaridad de sus ciudadanos.
Un sismo de 7.1 grados cerca de Morelos y Puebla revivieron aquella tragedia del 19 de septiembre de 1985, justo un par de horas después de la conmemoración de aquel devastador terremoto.
Y aunque el caos y los daños volvieron a aparecer, ni las manos ni mucho menos los corazones de cientos, miles, de capitalinos se doblegaron y, por el contrario, se unieron para ayudar.
Por las noticias y redes surgían los reportes de derrumbes. El transito lento, casi detenido, en Periférico, Revolución, Patriotismo o Insurgentes permitía escuchar el radio de los autos dando las primeras informaciones, pero en cualquier punto que fuese, los ciudadanos ya estaban ahí.
Con mochilas a la espalda, sin dinero o ya sin pila en su celular, decenas de personas hacían fila para sacar escombros de los edificios que se vinieron abajo en colonias como Condesa, Roma o Doctores.
El Ejército, la Marina, Cruz Roja, Bomberos y rescatistas estaban como siempre presentes ante la emergencia. Sin embargo, el grueso de este apoyo estaba conformado por estudiantes, peatones, oficinistas y ciudadanos extranjeros.
En la colonia Condesa no importaba quién eras, a todos les regalaban un cubre bocas o les pedían no usar su celular por las fugas de gas que había en la zona. Carritos del Superama que se encuentra a unas calles servían como carretillas para sacar escombros, de la misma manera que cientos de personas pasaban de mano en mano restos de tabiques y escombros de un edificio colapsado.
En el centro del Parque México, más ciudadanos llevaban agua y comida que luego trasladaban frente al recinto Plaza Condesa para alimentar e hidratar a los cientos de voluntarios y socorristas.
A pesar de que cada dos cuadras había una casa o un edificio acordonado por los daños en su estructura, la Condesa no era la única zona dañada. En la Roma, en la esquina de las calles Medellín y San Luis Potosí una tienda de Colchones Atlas también colapsó.
Ernesto tiene su puesto de revistas del otro lado de la calle, justo frente a la extinta tienda. Al menos una persona murió en el lugar, dice.
"Una señora que vendía dulces en la entrada se regresó por su mercancía. ¿Cómo iba a saber que se le iba a venir eso encima?"
Unas cuadras más al sur, en Viaducto y Monterrey se vivía al mismo tiempo una de las escenas más fuertes. Un edificio de varios pisos, con al menos 10 despachos se derrumbó también con empleados en su interior.
Sobre la lateral de Viaducto, familias de la zona montaron un pequeño centro de acopio para ayudar a los rescatistas y voluntarios. Agua, leche, jugos, sueros, galletas, cuernitos de jamón o sándwiches de atún improvisados, llenaban las pequeñas carpas blancas.
A tan solo unos metros, la angustia y la esperanza convivían al mismo tiempo.
“Agua”, grita un bombero. “Agua”, “agua”, “agua”, “agua”, replicaban cientos de voces. Inmediatamente volaban botellas y civiles corrían con empaques para satisfacer la sed de los trabajadores.
Lo mismo ocurría cuando alguien pedía un bote o una pala para sacar escombros. Del otro lado del edificio era el mismo procedimiento, pero acá con guantes, picos, polines o lámparas, muchas lámparas.
En esta noche todos son iguales, el militar camina junto al estudiante de medicina de La Salle, el joven ciclista con su casco muy bien puesto y la caravana de motociclistas llegaron para ayudar.
Sobre los escombros del inmueble, un rescatista se desliza por un pequeño espacio entre lo que queda del segundo y el tercer piso del edificio de despachos. Mientras él va entrando, bomberos ayudan a apuntalar con polines las dos lozas entre ambos niveles para que no pase otra tragedia.
Desde adentro, el “Topo” pide un tubo de PVC. La voz se corre de inmediato y afuera todos gritan por uno; de mano en mano el plástico blanco de más de metro y medio de largo llega hasta él.
“¿Hay alguien ahí?”, grita el rescatista a través del tubo esperando que su longitud y las vibraciones sonoras que mande lleguen a los sobrevivientes. Y lo logra, hubo respuesta.
De lo alto del edificio, otro rescatista levanta la mano con el puño cerrado. Una señal que repiten todos a su alrededor para guardar silencio. Se escuchó a alguien atrapado en el interior del edificio.
Todos gritan y aplauden pero el entusiasmo se convierte en más ganas de ayudar y rescatar a los sobrevivientes.
Algunos afortunados con señal en su celular cuentan que ya hubo rescates en otros puntos de la capital; lamentablemente también llegan las noticias de niños que perdieron la vida en una escuela. Aquí todos esperan dar la nota agradable.
El jefe de mantenimiento del edificio llega y dice que al menos 5 personas de su equipo de trabajo están adentro del edificio, pero sabe que al menos en otras 7 oficinas había más personas. La información suena devastadora, pues los rescatistas solo han ubicado a un par de todos ellos.
El edificio de al lado también tiene peligro de derrumbe y el olor a gas regresa constantemente. Sin embargo, nadie se va, nadie se quiere alejar pese a las peticiones de la gente de Protección Civil.
Y es que hoy la Ciudad de México los necesita. Cientos de familias ven en esos voluntarios que pasan hambre y frío la esperanza, tal vez mínima, de reencontrarse con algún ser querido.
Pues hoy, como hace 32 años, la fe y el amor están puestos en esos cientos de capitalinos desconocidos que dan todo por encontrar una mínima señal de vida dentro de los escombros.
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