AMLO, aprobado con 10… en test de los autócratas
Es tiempo de pensar lo que implica cada cuestionamiento, de analizar las respuestas y de reflexionar el resultado.
Macario Schettino dedicó su columna del pasado 22 de enero –en el periódico El Financiero– a analizar “Cómo mueren las Democracias”, un libro de reciente publicación, cuyos autores son dos profesores de Harvard; Steven Levitsky y Daniel Ziblatt.
Tratando de entender lo que hoy ocurre en Estados Unidos, los autores toman como referencia a algunas viejas democracias que dejaron de serlo: 1) los países europeos que en los años treinta se convirtieron al fascismo, 2) los países latinoamericanos que acabaron en dictaduras militares en los setenta, y 3) el ascenso de líderes autoritarios recientes, tanto en América Latina como en Europa del Este.
Basados en La ruptura de los regímenes democráticos, (1978) de Juan Linz, Levitsky y Ziblatt construyeron un ‘examen’ de cuatro preguntas” que ayuda a determinar si un político es un potencial autócrata.
Y de manera contundente afirman, que solo es suficiente una respuesta positiva, para considerar a un líder como autócrata. El más claro ejemplo es Donald Trump, quien aprueba las cuatro.
El libro es un recuento de la historia política de Estados Unidos, y sus constantes referencias a Argentina, Ecuador, Perú, Venezuela, Rusia, Turquía, enriquecen la interpretación. Solo una vez hacen referencia a México, cuando López Obrador no aceptó los resultados de la elección de 2006. Según los autores, eso destruyó en buena medida la confianza en la democracia en nuestro país. Es la pregunta 1 del examen.
El libro es un recuento de la historia política de Estados Unidos, y sus constantes referencias a Argentina, Ecuador, Perú, Venezuela, Rusia, Turquía, enriquecen la interpretación. Solo una vez hacen referencia a México, cuando López Obrador no aceptó los resultados de la elección de 2006. Según los autores, eso destruyó en buena medida la confianza en la democracia en nuestro país. Es la pregunta 1 del examen.
Si se aplicará el examen a López Obrador lo pasaría con honores:
1)¿Muestra débil compromiso con las reglas democráticas?
“Solo es necesario recordar que nunca ha aceptado el resultado de una elección en la que haya perdido. Para él las reglas electorales no sirven, no tienen razón de ser si no es beneficiado y las autoridades, desde la Suprema Corte hasta el INE, son alcahuetes al servicio de la mafia del poder. Por lo tanto; su compromiso no es débil, sino nulo”, escribió el periodista Pablo Hiriart, también en las páginas de El Financiero.
2) ¿Niega la legitimidad de los oponentes?
2) ¿Niega la legitimidad de los oponentes?
“Si el resultado no le favorece, nada es más legítimo que el. Recordemos que se autonombro presidente Legítimo. No da crédito ni respeto a uno sólo de sus oponentes”, recuerda Hiriart.
3) ¿Tolera la violencia?
3) ¿Tolera la violencia?
Ha defendido actos violentos y denigrantes, como en el caso de sus aliados de la CNTE que quemaron autobuses, golpearon a policías y raparon a maestros por decir sí a la evaluación.
4) ¿Muestra cierta debilidad por restringir libertades civiles o a los medios?
4) ¿Muestra cierta debilidad por restringir libertades civiles o a los medios?
Experto en restringir las libertades de los demás para mostrar su inconformidad o solo por capricho. Ya sea con plantones, tomando el congreso e insultando a periodistas y medios que lo critiquen.
Resultado: AMLO = “autoritario peligroso”
Resultado: AMLO = “autoritario peligroso”
Los autores señalan que “en los tiempos modernos las democracias son más susceptibles de marchitarse en manos de insiders, que ganan poder inicialmente por medio de elecciones. Eso es lo que pasó, en alguna u otra medida, en Rusia, Filipinas, Turquía, Venezuela, Ecuador, Hungría, Nicaragua”.
¿Será que Pronto México aparecerá en la lista de autoritarismos peligrosos que han asesinado las democracias?
Es tiempo de pensar lo que implica cada cuestionamiento, de analizar las respuestas y de reflexionar el resultado.
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