El Consejo de Seguridad se reunirá el lunes para abordar la situación en Siria
Duma, el último reducto rebelde a un tiro de piedra de Damasco, despertó este domingo con el relato de su enésima tragedia. Al menos 49 personas perdieron la vida en un ataque químico registrado a última hora del sábado. "Más de medio millar de casos, entre mujeres y niños, fueron trasladados a centros médicos con síntomas de haber estado expuestos a un agente químico", indicó la Sociedad Médica Siria Americana, que apoya instalaciones sanitarias en zonas rebeldes del país, en un comunicado conjunto con las fuerzas de la Defensa Civil Siria, dedicadas a rescatar a víctimas atrapadas entre los escombros. Un vídeo difundido horas después muestra los cuerpos sin vida de una docena de personas desperdigados por el suelo, exhalando espuma por boca y nariz. "Duma. 7 de abril. Hay un fuerte olor aquí", musita una voz en la grabación. Entre 80.000 y 150.000 civiles permanecen atrapados en Duma, según estimaciones de la ONU.
El Gobierno sirio se apresuró a negar cualquier responsabilidad. Fuentes oficiales citadas por la agencia de noticias estatal Sana denunciaron que "medios de comunicación vinculados con el Ejército del Islam [el grupo islamista que controla Duma] están repitiendo la denuncia del uso de armas químicas para acusar al ejército árabe sirio, en un intento descarado de socavar el avance de las fuerzas armadas" y pedir el auxilio internacional cuando se aproxima su derrota. Moscú, aliada de las autoridades sirias, también se sumó al desmentido. "Negamos rotundamente dicha información y, una vez sea liberada la ciudad de Duma de los rebeldes, nos declaramos dispuestos a enviar inmediatamente a nuestros especialistas", indicó el general Yuri Yevtushenko, director del centro de paz y reconciliación ruso en Siria. "El propósito de estas especulaciones, carentes de cualquier fundamento, es proteger a los terroristas y tratar de justificar posibles usos externos de la fuerza", arguyó el ministerio de Exteriores ruso.
Pero los bombardeos no han cesado tras el ataque químico y durante la madrugada de este lunes varios misiles impactaron en un aeropuerto militar sirio en el centro del país, dejando varios muertos y heridos, indicó la agencia oficial siria SANA citando una fuente militar.
Estados Unidos, por su parte, condenó el episodio e instó a Rusia a "cesar inmediatamente su apoyo [al Gobierno sirio] y trabajar con la comunidad internacional para evitar nuevos y bárbaros ataques con armas químicas". Horas después, el presidente Donald Trump acusó directamente a las potencias aliadas de Damasco de un "ataque químico sin sentido". "La zona de la atrocidad está bloqueada y sitiada por el ejército sirio, lo que la hace completamente inaccesible para el resto del mundo. El presidente Putin, Rusia e Irán son responsables de apoyar al animal de Asad. Lo pagarán caro. Abran la zona inmediatamente para la ayuda médica y las verificaciones oportunas", lanzó el magnate de su cuenta de Twitter. Trump aprovechó para recriminar a Barack Obama que no hubiera decidido intervenir militarmente en 2013 después de que un ataque químico dejara más de 1.400 muertos. Washington y Moscú acordaron entonces que Siria entregaría su arsenal de armas químicas y desmantelaría sus centros de producción.
El presidente de EEUU, tras una conversación telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron, acordó con Francia adoptar "una respuesta fuerte y común" y que el régimen sirio debía ser considerado responsable "de sus continuas violaciones de los derechos humanos", según un comunicado de la Casa Blanca
Según la ONG médica con sede en EEUU que proporciona asistencia a clínicas y doctores sirios, se registraron dos ataques con agentes químicos durante la tarde del sábado. Al menos 42 personas fueron halladas sin vida en sus hogares con signos de asfixia. Después del asalto, más de 500 vecinos de Guta presentaban dificultades para respirar, tenían los ojos enrojecidos y un olor similar al cloro. Otras siete personas perdieron la vida en la clínica. "Los síntomas indican que las víctimas perecieron por la exposición a sustancias químicas tóxicas", precisa la nota de un organización que ha documentado hasta 200 casos de uso de armas químicas en los siete años de un conflicto que ha segado más de 350.000 vidas y ha dejado cinco millones de refugiados.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que no pudo confirmó si se habían empleado armas químicas en el ataque, cifró en 56 los fallecidos durante la última jornada, entre ellos, 21 personas que murieron asfixiadas tras desplomarse los edificios en cuyos sótanos habían buscado cobijo. "Hemos recibido informes alertando de que mucha gente murió y resultó herida en Duma durante las últimas 24 horas", deslizó la portavoz de la oficina de la ONU para la coordinación de los asuntos humanitarios, Linda Tom.
Ayer, tras dos días de intensos bombardeos sobre Duma, que se han cobrado decenas de vidas, la televisión estatal siria anunció un acuerdo entre Ejército del Islam y el Gobierno que -de cumplirse- marcaría el fin de la presencia rebelde en la región agrícola tras siete años. El pacto contempla la salida de los combatientes hacia Yarablus, una localidad en el noreste de la provincia de Alepo controlada por grupos islamistas rivales, a cambio de la liberación de todos los "prisioneros", en referencia a los civiles.
La organización islamista no confirmó el acuerdo, al igual que hizo a principios de este mes cuando se anunció una evacuación negociada con Rusia que permitió la salida de 3.000 militantes y civiles hasta el pasado jueves. Los militantes, que exigían permanecer en la villa reconvertidos en fuerzas de seguridad locales, tendrán que abandonar el último reducto opositor en el plazo de 48 horas.
A última hora de este domingo ha comenzado la evacuación definitiva de los combatientes del Ejército del Islam, sus parientes y civiles de Duma. La televisión estatal siria ha retransmitido en directo la salida de unos 40 autobuses, rodeados de fuerzas de seguridad sirias y entre cánticos de victoria de los uniformados desplegados en el cruce de Al Wafidín. La caravana se dirige hacia el norte del país. También ha comenzado la liberación de miles de prisioneros y civiles en poder del grupo islamista.
Con su expulsión, Damasco canta victoria sobre una vasta área que había asediado durante el último lustro. A mediados del pasado febrero los uniformados sirios, apoyados por milicias progubernamentales y asesores rusos, lanzaron una ofensiva militar que ha ido obligando a los distintos grupos rebeldes que controlaban las poblaciones de la región a pactar evacuaciones. Desde el comienzo de las operaciones, más de 1.600 personas han muerto en los ataques aéreos.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia este lunes para analizar la situación en Siria tras la petición de nueve de los quince integrantes del consejo: Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Polonia, Países Bajos, Suecia, Kuwait, Perú y Costa de Marfil.
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