En la era de internet ya no basta con informar bien. Los lectores necesitan ayuda para defenderse de la avalancha de desinformación, mentiras y falsos rumores que inundan las redes, especialmente en tiempo de elecciones, y algunos de los principales medios estadounidenses lo están haciendo.
En su columna del martes en el New York Times, el crítico Kevin Roose recordaba algunas de las historias inventadas, anuncios engañosos, falsos rumores, imágenes trucadas, vídeos manipulados y mensajes de texto dirigidos a disuadir de votar a quienes saben que apoyan al adversario.
Esperar ayuda de medios, por influyentes que sean, como la cadena Fox, la más seguida por los conservadores estadounidenses, con dos de sus estrellas -Sean Hannity y Jeanine Pirro- ejerciendo de teloneros de Donald Trump el pasado lunes en el cierre de campaña en Misuri, es inútil.
"Han hecho un increíble trabajo para nosotros", dijo Trump en el escenario sin el menor rubor. "Han estado con nosotros desde el principio". Juntos se mofaron de la CNN y del resto de los medios que siguen esforzándose por detectar las mentiras diarias del presidente, sus falsas acusaciones, teorías conspiratorias y fantasías paranoides.
En el mejor programa de internacional de la televisión estadounidense, Global Public Square (CNN), y en su columna del Washington Post, Fareed Zakaria denunciaba esta semana las patrañas de la Casa Blanca y de la Fox sobre "la financiación de la caravana de emigrantes centroamericanos por George Soros" y "los más de cien combatientes del Estado Islámico" infiltrados en ella. "Ni una pizca de verdad", reiteró. "Los republicanos se han convertido en el partido de Joseph McCarthy y la Fox en su vocera mayor".
Según un estudio reciente de Gallup/Knight, los demócratas mantienen su confianza en los principales medios de comunicación salvo en la Fox, Breitbart News, Mother Jones, el Huffington Post y Vox. Los republicanos sólo confían en dos: Fox y el Wall Street Journal (WSJ). Los más creíbles en los dos bandos son, por este orden, PBS, AP, NPR y el WSJ.
El problema es complejo y viene de lejos, pero, como señalaba Marvin Kalb en la presentación de su último libro, Enemy of the People, el 15 de octubre en la Brookings de Washington, Trump ha conseguido que "el 31% de los estadounidenses hoy considere a la prensa el enemigo del pueblo", el mismo término utilizado por Khrushchev en el histórico congreso del PCUS de 1956 para denunciar los métodos de Stalin contra todos sus enemigos reales o imaginados.
Para Jay Rosen, profesor de periodismo en la Universidad de Nueva York, "tenemos un presidente completamente ignorante que genera muchas noticias negativas y ha convencido a sus seguidores de que esas noticias son inventos de los medios".
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