La ciudad de las furias: los agitadores están identificados
Coincido con Enrique Alfaro: las manifestaciones en Jalisco no son como la del jueves. Romper puertas de edificios, quemar patrullas y personas revela el origen importado de los que protestaron.
Como expresé en Twitter, nadie culparía a Claudia Sheinbaum por un abuso policial cometido por policías de la Alcaldía Benito Juárez, por la simple y sencilla razón de que no es un cuerpo de seguridad a su mando. Por la misma razón, carece de sentido que se le reclame a Alfaro la conducta de unos policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos.
Los asesinos de Giovanni López deben ser detenidos y enjuiciados. Nadie con criterio podría desear otra cosa. Sin embargo, el uso político de una lamentable muerte es tan burdo que no ocultó sus rastros: Alejandro Encinas, en su carácter de subsecretario de Derechos Humanos de Segob, acusó directamente al gobierno de Alfaro por un acto de otras autoridades. Valiente funcionario es Encinas, que ni lo básico de la ley entiende: no es de extrañar, en la 4T se pone a cargo de los derechos humanos a quien no tiene formación jurídica, es la marca de la casa.
Otro rastro de lo que sucedió en Guadalajara tiene nombre y apellido: Alejandro Puerto, asesor de la diputada morenista Erika Pérez, azuzó en Twitter, convocó a la marcha y se dedicó a atacar a Alfaro por un acto cuyo gobierno no cometió. Incluso lo acusó de no dictar un protocolo de uso de la fuerza… cuando el líder de Puerto, el presidente López, promulgó una ley nacional sobre ese tema, desde hace un año. Al igual que Encinas, Puerto es un ignorante jurídico, pero cobra como asesor parlamentario. Y lo de que Puerto no domina los temas jurídicos (ni de procesos legislativos) no lo afirmo yo, lo dijo el diario Mural el pasado martes 2 de junio.
Murió porque @EnriqueAlfaroR publicó un decreto que prohibía andar en la calle sin tapabocas y jamás emitió un protocolo de actuación para que las policías municipales lo implementaran. #JusticiaParaGiovanni twitter.com/sinlineamx/sta…
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Otro rastro evidente es la llegada de Yeidckol Polevnsky a Jalisco, apenas la semana pasada, como secretaria responsable de Morena Jalisco, una designación que fue repudiada e impugnada por militantes del grupo Juntos Haremos Morena, como reporta El Informador (https://www.informador.mx/amp/jalisco/Morenistas-impugnan-nombramiento-de-Yeidckol-Polevnsky-en-Jalisco-20200604-0089.html). Yeidckol tiene como misión ordenar a Morena en el Estado y minar la fuerza de Alfaro como opositor de la 4T. A una semana de su arribo, sucede una manifestación violenta, ajena a los modos y costumbres de los tapatíos, que usa de pretexto un crimen en un municipio, para atacar al gobernador. En política, las coincidencias no existen.
Hay más tentáculos evidentes en este asunto, basta con dar una mirada a Twitter para identificar a la lista de agitadores locales con los que Alejandro Puerto se coordinó para acusar al gobierno de Alfaro de algo que no hizo (y para que no se desdiga Puerto: su tuit donde sostiene que el gobierno de Jalisco es asesino de albañiles ya tiene stamp y es imborrable).
El Gobierno de @EnriqueAlfaroR no sólo asesina albañiles, ademas es una regresión autoritaria sin comparación. #JusticiaParaGiovanni
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Alfaro dio un mensaje ayer en la noche donde pide a López Obrador que le diga a su gente y a su partido que ojalá estén midiendo el daño que le hacen al país con este ambiente de confrontación. No utilizó sutilezas: Alfaro señaló claramente que son ellos, los morenistas y personeros de López, los que han generado lo que está pasando. Seguramente López Obrador dará una respuesta donde evadirá toda su responsabilidad, como siempre: finalmente, él siempre tiene otros datos y vive en otra realidad.
Hasta dónde llegará la investigación de la Fiscalía de Jalisco y la del Poder Ejecutivo local? ¿Rendirán cuentas los que sembraron calumnias desde las redes? Por menos que lo que pasó ayer, en Cataluña varios (incluyendo a agitadores profesionales) fueron procesados por rebelión y sedición.
Guadalajara no es la ciudad de las furias y, aunque Álvaro Obregón se refiriera a Jalisco como el gallinero de México, la comunidad de aquí es muy reactiva a los agitadores y al exceso de violencia. López Obrador debería pensar muy bien si quiere colmar la paciencia de los jaliscienses: si su gente insiste en molestar a la sociedad tapatía, lo único que va a lograr es que Alfaro se fortalezca más y que 2021 sea aún peor para Morena, de lo que ya marcan las métricas actuales.
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