El negocio apellidado López Obrador
septiembre 7, 2020 8:00 am por Leo García 1949
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Cada día entre semana, por la mañana, el micrófono en el
atril de Palacio Nacional produce el buzz informativo que habrá de convertirse
en el hilo conductor de la agenda informativa a nivel nacional por del resto
del día. Por ese micrófono se oye el discurso emanado de las ideas de un solo
hombre, aun en persona de los funcionarios y secretarios que presten su voz
como comparsa.
López Obrador ha sustentado su discurso, entre otros muchos
elementos, en la estigmatización del dinero como causa esencial de los
problemas sociales del país y las motivaciones para generarlo como una acción
culposa. Así, bajo ese tono ha puesto a la crítica -a él y su gobierno- como un
ejercicio de ataque personal en su contra. De ahí su insistente discurso de
asedio a los periodistas, analistas, expertos, pero también a los medios y
plataformas, apenas se asoma la mínima expresión que le resulte, ya ni siquiera
adversa, simplemente incomoda.
Reza la anécdota que, durante el mandato de Gustavo Díaz
Ordaz, mientras daba un discurso, gente de su equipo invitaba a los periodistas
que cubrían el evento a que se dieran “una vuelta por el árbol de chayote,
porque le estaban echando agua”. Fue la manera en que se nombró a las dádivas
que se ofrecían a cambio de la buena nota y cobertura favorable de la fuente.
Desde entonces se empezó a gestar la acepción popular que
asocia la “buena prensa” de la fuente de gobierno a una compensación económica.
Pero el concepto ha degenerado a partir de la incesante politización y la feroz
lucha ideológica.
Así, en tiempos más recientes se ha inducido la idea que el
dinero que ingresa a un medio, en el formato que sea, es equivalente a que sus
plumas, sus opiniones, sus críticas, sean compradas. No se distingue de
publicidad comercial, porque se asoció a la idea que los empresarios contratan
esa publicidad a manera de compensación económica, motivada por intereses
oscuros y siniestros. Y se vuelve un tema por demás denso, complejo, cuando se
habla de publicidad oficial, porque se tiene la idea que es la forma del
gobierno para obtener los favores de los medios donde se contrata.
Esto hoy día se ha convertido en un exceso y abuso cuando
entonces, sin importar qué ni quién, se trata del ingreso que legítimamente
merece el ejercicio de una profesión y se estigmatiza para deslegitimar su
validez, en la misma proporción que merezca el denuesto del micrófono más
importante e influyente del país.
Con la recodificación que han sufrido los contenidos y los
medios para alcanzar a las nuevas audiencias en el entorno digital, se ha
conseguido libertad de espacios y vías diferentes por las cuales generar
ingresos. Es también aquí donde encontraron su nicho los medios alternativos
independientes.
Existen medios que, aunque alternativos, también obedecen a
intereses personales y económicos, que responden según su afinidad y simpatía
política. Se aprovechan del vuelco que dio la confianza de la audiencia, para
ofrecerles lo que quieren leer, ver u oír, y que solo confirme sus aversiones,
filias, y fobias, aunque al hacerlo recurra a información sin sustento. O
incluso abierta propaganda. Y YouTube es la plataforma perfecta para esto.
A nivel audiencia, por alcance de su contenido, para México
en temática de Noticias y Política, los 4 primeros lugares en visualizaciones
promedio mensuales, los ocupan Imagen Noticias, con 68.6 millones de visualizaciones,
Televisa con 63.8 millones de visualizaciones, Milenio con 62.9 millones de
visualizaciones y El Universal con 49.6 millones de visualizaciones.
El mismo López Obrador es una de las 10 figuras más
influyentes y con mayor alcance en YouTube para México, en el sexto lugar, con
2.1 millones de suscriptores a su canal y 27.7 millones de visualizaciones en
promedio mensual.
En el top 15, continuando por la medición de consumo de
contenido, por visualizaciones promedio mensuales de sus videos, se encuentra
también el canal Campechaneando con 28.8 millones, La Octava con 25.5 millones,
Iber Alejandro con 16.4 millones, “El Chapucero” con 15.7 millones, UnoTV con
15.6 millones, el canal “Benditas Redes Sociales” con 15.3 millones, teleSUR tv
con 12.87 millones, y entrando con fuerza, Latinus_us en el lugar 15 con 12.81
millones.
¿Cuánto dinero ganan estos canales de YouTube? Es
irresponsable mencionar cifras. Algunos sitios ofrecen herramientas que
formulan estimaciones de ingresos según las variables que se sabe públicamente
que valora Google. Los que principalmente se conocen son los obvios, el número
de visualizaciones y se potencializa en proporción por el número de
suscriptores. ¿Por qué? Porque eso da precisión en la segmentación de la
publicidad candidata a ser mostrada en esos videos, permitiendo mayor impacto
en la audiencia al conocer el origen geográfico y otros datos demográficos.
Sin embargo, no es posible aceptar estos cálculos más allá
de un ejercicio de estimación, porque finalmente el ingreso que esa audiencia
genera depende de muchos factores adicionales que Google evalúa internamente.
Temática del video. Duración. Sí el video fue visto en su totalidad.
Comentarios positivos y comentarios negativos. Además de los posibles reportes
que los usuarios puedan haber generado.
Lo que sí se puede afirmar sin lugar a dudas que ese alcance
genera un ingreso importante.
Para un youtuber promedio, que se ofrezca como medio
alternativo, el negocio es más que perfecto. No requieren prácticamente
producción más que plecas y títulos puestos sobre la imagen tomada de la fuente
de presidencia, y su propia imagen y voz, a manera de presentador, analista,
crítico y validador, de sus propios dichos.
Las vistas a ese contenido producen por cada peso invertido
una ganancia considerable, generada tan solo con ser amplificador conveniente
de algo que terminará convertido en un dogma: elegir creer tan solo por quién
lo dijo, sin importar sí fue verdad o no, preciso o no. Real o no.
López Obrador en su cotidiana perorata presta la materia
prima esencial para un sistema que se sustenta
a sí mismo económicamente. Cada mañana el mensaje que emite, incluyendo
denuestos, ataques y “verdades no confirmables”, son replicados en automático
en los medios tradicionales, pero ahora aún más en las redes sociales. No pasa
mucho tiempo cuando los youtubers han generado el correspondiente contenido a
manera de confirmación y validación del buzz inicial.
El algoritmo de sugerencia de YouTube entonces se vuelve el
gran aliado, llevando tráfico a esos canales iniciando el ciclo de
monetización.
El mensaje emitido temprano en la mañana, convertido en
propaganda monetizable, llega a dogma de fe en la tarde, en una industria por
demás lucrativa. La aparente lealtad, idealismo, simpatía y apoyo, sustentan
una manera muy atractiva de generar dinero. Hoy ya no le echan agua a los
chayotes, hoy el buzz mañanero alimenta un algoritmo que paga, y paga muy bien.
Hagamos red, sigamos conectados.
Tags:AMLO mañaneras
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