Israel al día - Siria lanza un misil a Israel sin dar en el blanco
22 Abril, 2021
Por Haim Pinedo
Israel reconoce que no pudo interceptar el misil errante que cruzó la frontera y estalló en el aire, al sur del país, en el desierto del Néguev, cerca de la planta nuclear de Dimona.
Era exactamente la 1:41 de la madrugada de hoy, jueves, cuando las sirenas en el sur de Israel se activaron, luego de que un misil antiaéreo –lanzado desde Siria– explotó en el aire, a unos 30 km de la planta nuclear de Dimona.
Este reactor llamado actualmente Centro de Investigación Nuclear Shimón Peres, a partir de agosto de 2018, en honor al presidente y primer ministro de Israel, Shimón Pérez, premio Nobel de la Paz, se encuentra ubicado en el desierto del Néguev, a unos 10 kilómetros al sur de la ciudad de Dimona.
Afortunadamente, el misil tierra-aire SA-5, con una carga explosiva de 200 kilogramos, no alcanzó el reactor atómico de Israel.
Si una planta atómica llegara a explotar, de acuerdo con los expertos en la materia, levantaría una nube de polvo radiactivo, poniendo en peligro toda forma de vida existente. En el caso de la planta de Israel, a pesar que se encuentra ubicada en medio del desierto, las consecuencias serían devastadoras para los habitantes de Dimona y sus alrededores, por decir lo menos.
Tras el hecho ocurrido, el general de brigada, Hidai Zilberman, descartó que la planta atómica de Dimona fuera el objetivo del misil. Sin embargo, la carga explosiva estalló cerca de la zona.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, admitió que Israel falló en su intento de interceptar el misil lanzado desde Siria.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) actuaron –en Siria– contra posiciones sirias capaces de lanzar un posible ataque contra el Estado de Israel”, explicó Gantz, a la vez que añadió que “se disparó un misil antiaéreo SA-5 que cruzó la frontera (israelí). Hubo un intento por interceptar el misil, pero no tuvimos éxito”.
De acuerdo con las FDI, el misil errante fue disparado por Siria contra aviones israelíes en la noche del miércoles.
Tras el lanzamiento del SA-5, las fuerzas israelíes realizaron bombardeos nocturnos en territorio sirio. Los objetivos eran las baterías de misiles, incluida la que disparó el SA-5.
Mientras los habitantes de Israel dormían, estas incursiones tuvieron lugar. Y esta mañana, bajo un sol resplandeciente, sería casi imposible creer que, en horas de la noche, un misil sirio, sin objetivo fijo, estalló muy cerca de la planta nuclear de Dimona. Sin dar en ningún blanco. Afortunadamente.
Este reactor llamado actualmente Centro de Investigación Nuclear Shimón Peres, a partir de agosto de 2018, en honor al presidente y primer ministro de Israel, Shimón Pérez, premio Nobel de la Paz, se encuentra ubicado en el desierto del Néguev, a unos 10 kilómetros al sur de la ciudad de Dimona.
Afortunadamente, el misil tierra-aire SA-5, con una carga explosiva de 200 kilogramos, no alcanzó el reactor atómico de Israel.
Si una planta atómica llegara a explotar, de acuerdo con los expertos en la materia, levantaría una nube de polvo radiactivo, poniendo en peligro toda forma de vida existente. En el caso de la planta de Israel, a pesar que se encuentra ubicada en medio del desierto, las consecuencias serían devastadoras para los habitantes de Dimona y sus alrededores, por decir lo menos.
Tras el hecho ocurrido, el general de brigada, Hidai Zilberman, descartó que la planta atómica de Dimona fuera el objetivo del misil. Sin embargo, la carga explosiva estalló cerca de la zona.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, admitió que Israel falló en su intento de interceptar el misil lanzado desde Siria.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) actuaron –en Siria– contra posiciones sirias capaces de lanzar un posible ataque contra el Estado de Israel”, explicó Gantz, a la vez que añadió que “se disparó un misil antiaéreo SA-5 que cruzó la frontera (israelí). Hubo un intento por interceptar el misil, pero no tuvimos éxito”.
De acuerdo con las FDI, el misil errante fue disparado por Siria contra aviones israelíes en la noche del miércoles.
Tras el lanzamiento del SA-5, las fuerzas israelíes realizaron bombardeos nocturnos en territorio sirio. Los objetivos eran las baterías de misiles, incluida la que disparó el SA-5.
Mientras los habitantes de Israel dormían, estas incursiones tuvieron lugar. Y esta mañana, bajo un sol resplandeciente, sería casi imposible creer que, en horas de la noche, un misil sirio, sin objetivo fijo, estalló muy cerca de la planta nuclear de Dimona. Sin dar en ningún blanco. Afortunadamente.
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