Los talibanes se han apoderado de algo más inquietante que las armas estadounidenses
La salida apresurada de las fuerzas militares presentes en Afganistán está dejando noticias tristes y preocupantes sobre las personas que durante todos estos años han estado ayudando en tareas de traducción, organización y logística. Cuando abandonas de manera tan precipitada un lugar en el que has estado instalado durante décadas resulta casi inevitable olvidar o dejar atrás demasiadas cosas que ahora han quedado al alcance de los talibanes. Las imágenes que nos llegan muestran el inmenso armamento de Estados Unidos que ahora está en manos del Talibán… fusiles de asalto, ametralladores de gran calibre, e incluso helicópteros o aviones.
Sin embargo, en las últimas semanas y gracias a diferentes investigaciones periodísticas internacionales, ha surgido un aspecto tecnológico inesperado que resulta mucho más inquietante que los tradicionales M16. Según the Intercept, los talibanes han conseguido dispositivos biométricos militares que, junto con el acceso a bases de datos, pueden ayudar en la identificación de los afganos que han estado ayudando a las fuerzas de la coalición.
Estos dispositivos biométricos, conocidos por las siglas HIIDE, son considerados como la herramienta más potente para la identificación y verificación de personas utilizando tres datos biométricos por separado: iris, huellas dactilares y reconocimiento facial. A estos dispositivos de identificación hay que añadir un hecho fundamental: durante los últimos años, el gobierno afgano ha desarrollado una extensa base de datos (financiada por Estados Unidos) conocida como APPS que, en un principio, estaba destinada a reducir el fraude de pago de cheques utilizando identidades falsas o “soldados fantasma”.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts publica esta semana un tenso reportaje sobre cómo las tecnologías de identificación pueden ser más decisivas que el tanque más potente, no en un futuro lejano sino en el más actual presente. Auspiciado por Estados Unidos, la Autoridad Nacional de estadísticas e Información del país Afgano ha procesado más de seis millones de tarjetas de identidad biométricas que incluyen huellas dactilares, escaneos de iris y una fotografía para el reconocimiento facial. Esta tecnología se utilizó, por ejemplo, para verificar el registro de votantes en las pasadas elecciones de 2019 o el lanzamiento de un programa para recolectar datos biométricos de estudiantes en las madrazas.
Además, Estados Unidos ha estado muy interesado en rastrear identidades para localizar objetivos terroristas e interrumpir las redes de fabricación de bombas por lo que ha ayudado, económica y tecnológicamente, el desarrollo de extensas bases de datos. Cada perfil en APPS contiene al menos 40 campos de datos, incluyendo la información personal más obvia, como nombre, fecha y lugar de nacimiento, así como un número de identificación que conecta con el perfil biométrico del Ministerio del Interior afgano. El país nunca ha contado con un adecuado sistema de protección de datos por lo que, durante todos estos años, han recopilado información muy sensible como los nombres de sus padres, tíos o abuelos, gustos personales o aficiones.
“No me sorprendería que los talibanes estuvieran mirando esas bases de datos ahora mismo y comenzaran a imprimir listas, empezando por aquellos que han colaborado con los extranjeros”, señalan desde el MIT donde han tenido acceso a una de estos perfiles que incluye tipo de sangre, salario, educación y hasta su fruta o su verdura favorita.
Las tecnologías biométricas tienen reservado un papel muy importante en el futuro. Muchos sistemas de identificación mediante rasgos faciales, iris o huellas ya están implantados plenamente en nuestras vidas en multitud de dispositivos móviles, formas de pago, acceso a bancos, etc. Pero, queramos o no queramos, esos mismos desarrollos tecnológicos pueden ser aplicados con fines militares, o terroristas. En 2016, los insurgentes tendieron una emboscada en la ruta de autobús hasta Kunduz y tomaron como rehenes a unos 200 pasajeros, matando finalmente a doce, incluyendo a varios soldados del ejército afgano. Los testigos supervivientes contaron a la policía que los talibanes usaron algún tipo de escáner de huellas dactilares para verificar la identidad de los secuestrados.
Vídeo | Desesperación total en el aeropuerto de Kabul para escapar de Afganistán ante la llegada de los talibanes
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EU perdió contacto con miles de niños migrantes liberados; una de cada 3 llamadas telefónicas no fueron respondidas
“EL GOBIERNO de Estados Unidos perdió el contacto con miles de niños migrantes liberados de su custodia”, de acuerdo con información obtenida por Axios a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información (FOIA).
Axios también informó que aproximadamente una de cada tres llamadas hechas a niños migrantes liberados o a sus patrocinadores entre enero y mayo quedaron sin respuesta, “lo que planteó preguntas sobre la capacidad del gobierno para proteger a los menores después de que sean liberados a familiares u otros en los Estados Unidos”.
“Esto es muy desalentador”, dijo Mark Greenberg, quien supervisó el programa de menores no acompañados durante la administración Obama y fue informado sobre los hallazgos de Axios. “Si no se llega a un gran número de niños y patrocinadores, esa es una gran brecha en los esfuerzos para ayudarlos”.
“Si bien hacemos todo lo posible para verificar voluntariamente a los niños después de unirlos con los padres o patrocinadores y ofrecer ciertos servicios posteriores a la unificación, ya no tenemos supervisión legal una vez que dejan nuestra custodia”, dijo un portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS) a Axios, y agregó que muchos patrocinadores no devuelven llamadas telefónicas o no quieren que se les contacte.
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Durante los primeros cinco meses del año, los proveedores de atención hicieron 14.600 llamadas requeridas para registrarse con menores migrantes liberados de refugios administrados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Estos menores solían ser acogidos por familiares u otros patrocinadores examinados, informó Axios.
En 4.890 de esos casos, los trabajadores no pudieron comunicarse ni con el migrante ni con el patrocinador. El porcentaje de llamadas no aceptadas creció, pasando del 26 por ciento en enero al 37 por ciento en mayo, según mostraron los datos proporcionados a Axios.
más de 65.000 niños no acompañados cruzaron la frontera ilegalmente durante esos meses, y julio estableció otro récord histórico para los jóvenes que cruzan la frontera. “Eso sugiere que el problema de perder la noción de los niños liberados podría agravarse en los próximos meses”.
Los datos también indican que las llamadas no están sucediendo con la frecuencia que deberían. Entre la toma de posesión del presidente Biden y finales de mayo, el HHS dio de alta a 32.000 niños y adolescentes, pero el gobierno realizó menos de 15.000 llamadas de seguimiento, según la respuesta de la FOIA.
Tanto en marzo como en abril, el número de niños dados de alta fue el doble que el número de llamadas de check-in del mes siguiente, lo que indica que la mitad de los niños liberados podrían no haber recibido una llamada de 30 días, según datos de la agencia pública. N
Con información de Axios


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