La cuarta religión de Israel: La fe Baha´í
Únete a los seguidores de todas las religiones en un espíritu de amistad y compañerismo”. -Tablas de Bahá'u'lláh, Bishárát.
Después del judaísmo, el islam y el cristianismo, en Israel hay otra fe que, aunque no tiene una comunidad de seguidores como tal en Israel, como la mayoría de las demás religiones, sus lugares más sagrados se encuentran en territorio israelí, concretamente en el norte del país. Aco y Haifa son las ciudades a las que acuden continuamente sus peregrinos a Tierra Santa, también para los seguidores en estas ciudades correspondientes se encuentra tanto el lugar de descanso del fundador de la fe, es decir, Mirza Hussein-‘Ali, conocido por sus seguidores como Baha’u’llah y el Profeta Heraldo de la Fe Baha’i, El Báb.
El profeta heraldo de la fe era el Báb, que a la edad de 25 años afirmaba haber sido designado por Dios y ser el Mahdi, es decir, “el esperado” o “el guiado” en el islam. El Báb, que significa puerta en árabe, sería ejecutado seis años después en Tabriz (Irán) a causa de su revelación.
La Fe Baha´i, a pesar de ser una religión joven, tiene presencia en todo el mundo, hay unos 8,5 millones de almas que siguen el mensaje de Baha’u’llah, que es para ellos un profeta de Dios, como lo hubieran sido Abraham, Jesús, Mahoma, etc.
Los Jardines Baha’ís de Aco y Haifa, en Israel, también son visitados por aproximadamente 1,2 millones de visitantes al año. Los hermosos jardines bahá’ís de Aco y Haifa, también conocidos como los “Jardines Colgantes de Haifa”, incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en reconocimiento a su “valor universal excepcional” como lugares sagrados y de peregrinación para los seguidores de la fe baha’í.
Los baha’ís creen que, tras la muerte, el alma del ser humano sigue viva y continúa trascendiendo a otras esferas de la existencia, por lo que el objetivo de la vida es desarrollar el aura espiritual del ser, en todos los aspectos que le acerquen a la otra vida.
Aunque es una religión con un mensaje lleno de paz y armonía, en sus inicios fue muy perseguida por el islam chiíta de la antigua Persia, actual Irán, y sus seguidores fueron cruelmente torturados y ejecutados. Incluso Baha’u’llah en diferentes lugares, como Turquía, de donde también sería expulsado por los otomanos, por lo que acabaría estableciéndose en el actual Israel, que entonces estaba bajo posesión otomana.
Teniendo en cuenta toda esta gran historia y la importancia de sus lugares sagrados, también turísticos para muchos, me reuní con el Sr. David Freeman, representante de la oficina de Jerusalén del Centro Mundial Baha’í, para conocer de primera mano su movimiento religioso.
Así, el Sr. Freeman me contó que desde 1868, cuando Baha’u’llah llegó a San Juan de Acre, ciudad que fue puerto romano, luego de importancia medieval también con los templarios, y que sería para el movimiento religioso y espiritual que Baha’u’llah representaba, su lugar definitivo de asentamiento. Equiparando así la Fe Baha´í con las 3 religiones monoteístas, en el sentido mismo de la consagración de Israel como Tierra Santa, también para él y su religión.
Sin embargo, Acre era una ciudad prisión, considerada por los turcos y la gente de la época como destino final de este mundo terrenal para los condenados. Sin embargo, consiguió sobrevivir y salir victorioso de los macabros planes que los turcos tenían para él, sólo por proclamar algo diferente al islam. Ese mismo monte ha sido un lugar sagrado para el judaísmo desde hace miles de años, cuando el profeta Elías aniquiló a los seguidores de Baal. También ha sido un lugar sagrado para el cristianismo, por la manifestación de la Virgen María, y también fue un lugar sagrado para los esenios.
En la cúpula o cúpula dorada de los jardines de Haifa, en el Carmelo, reposan los restos del Báb. El Santuario del Báb, o Mausoleo del Báb, es el segundo lugar más sagrado para los bahaíes.
El Sr. Freeman también me dijo que es muy particular que todo esto ocurriera hace no más de unos 150 años, por lo que se trata de una religión bastante moderna. Asimismo, en el Centro Mundial Bahá’í de Haifa, hay un consejo de 9 personas, que es la junta mundial, además de los voluntarios que vienen de todo el mundo para llevar a cabo diferentes tareas en distintas áreas. Puede haber hasta 8000 voluntarios al año. Dentro de la organización existe un sistema democrático global en el que todos los representantes y juntas son elegidos. La mayor comunidad baha´í está en la India, con aproximadamente 2 millones de seguidores.
En cuanto a las relaciones con el Estado de Israel, siempre han sido cordiales y respetuosas entre sí. Esta relación comenzó en 1948 y se formalizó oficialmente en 1987 con los acuerdos entre el Estado de Israel y el Centro Mundial Baha’í. Con respecto a la comunidad drusa, existe una relación desde el siglo XIX. Por ejemplo, en la época del Mandato Palestino, Abdul Baha ayudó a curar la hambruna, no sólo a los miembros de su comunidad, sino también a las demás personas que vivían en la zona de Acre y Haifa. J.E. Esslemont escribió en “Bahá’u’lláh y la Nueva Era” que Abdul-Baha “organizó personalmente extensas operaciones agrícolas cerca de Tiberíades, asegurando así un gran suministro de trigo, por medio del cual se evitó la hambruna, no sólo para los baha’ís sino para cientos de pobres de todas las religiones en Haifa y Aco cuyas necesidades Él suplió generosamente. Se preocupó por todos y alivió su sufrimiento en la medida de lo posible”.
Así pues, rescatando parte de las sabias enseñanzas de quien dijo: “Uníos a los seguidores de todas las religiones en un espíritu de amistad y compañerismo”. Asimismo, para los baha’ís, los jardines son una alegoría de la humanidad y de la armonía que debe existir entre cada ser, representada por cada flor.
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