Ismail Haniyeh no ha muerto, vive en el Eje de la Resistencia
El asesinato del líder palestino Ismail Haniya en Teherán por un misil israelí intensificará las tensiones en Asia Occidental y fortalecerá la resistencia contra Israel.
Sdenka Saavedra Alfaro
Escritora, corresponsal de HispanTV
Sin lugar a dudas que la sangre derramada del líder mártir, Muyahid, jefe del Movimiento de Resistencia Palestina (Hamás), Ismail Haniya, asesinado junto a su guardaespaldas por un misil del ente sionista israelí que increpó a la residencia donde se encontraba en Teherán, Irán, la madrugada del miércoles 31 de julio del presente, no sólo conducirá a una escalada de tensiones en Medio Oriente y el mundo; sino que fortalece la determinación y resolución de los combatientes del Eje de la Resistencia en todos los frentes para continuar con la lucha para enfrentar al enemigo sionista, pues el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) ha advertido al régimen israelí de una respuesta dura y contundente.
El mártir líder Ismail Haniya, quién llevó a la entidad sionista al borde de la extinción, es el segundo líder de alto perfil de Hamás asesinado por el ente sionista desde la Operación Tormenta de Al-Aqsa del 7 de octubre de 2023, después del asesinato de Salah al-Arouri en el sur de Beirut el 2 de enero, en estos 10 meses de genocidio, limpieza étnica, de la Franja de Gaza que al presente lleva más de 41.000 asesinados, donde más de la mitad son niños y mujeres.
El líder de Hamás Haniya, se encontraba entre las personalidades distinguidas de unas 110 delegaciones extranjeras que habían sido invitadas por el Parlamento iraní para asistir a la ceremonia de investidura del presidente iraní Masoud Pezeshkian; su asesinato tuvo lugar después del acto ceremonial, y luego del encuentro con el Líder Supremo Iraní, Ayatola Ali Jamenei y tras horas de un ataque israelí que apuntó al sur de Beirut, donde el régimen sionista Israelí asesinó al comandante de Hezbolá, el mártir Fouad Shokor, asesor cercano del líder de la organización, Hasan Nasrallah.
El asesinato a Haniya perpetrado por la entidad sionista israelí, el que ha sido condenado por todas las fracciones de la Resistencia, desde Irán, Yemen, el Líbano, Irak, Palestina en Medio Oriente y países como Rusia, China, Turquía y Latinoamérica, constituye una grave violación de la soberanía de la República Islámica de Irán y del Derecho Internacional, sumando uno más de los atentados cometidos por el régimen israelí, y los agentes de la Mossad (Agencia de inteligencia israelí), los que fueron ejecutores de varios asesinatos de grandes científicos iraníes, como el asesinato de Mohsen Fajrzade, el 27 de noviembre de 2020 en una emboscada a las afueras de Teherán, uno de los científicos nucleares más importantes que tenía Irán, Jefe de la Organización de Investigación e innovación del Ministerio de Defensa.
No cabe duda que este asesinato del ente sionista fue llevado a cabo con la venia de EEUU, esto lo comprobamos en la ovación del Congreso de los Estados Unidos, el pasado 25 de julio al —perseguido criminal, por la CPJ— Benjamín Netanyahu, demostrando su apoyo al exterminio del pueblo de Palestina con el envío de armas, donde culpó a Irán del apoyo a Hamás como la fuente principal de la violencia en el Oriente Medio al decir que: "Irán está virtualmente detrás de todo el terrorismo, toda la turbulencia, todo el caos, todas las matanzas".
En los últimos diez meses, el resurgimiento del frente de resistencia ha llevado a la entidad ilegítima a un punto de ruptura, tanto interna como externamente; pues la operación militar sin precedentes del 7 de octubre de 2023, ha destruido la ilusión de la invencibilidad militar israelí, diezmando el equipo y la infraestructura militar del régimen sionista israelí, paralizando su economía mediante una serie de ataques coordinados a sus barcos, puertos y una continua guerra de desgaste que ha prolongado la movilización de reservas militares, interrumpiendo las operaciones de la industria, el turismo y empujando a decenas de miles de colonos ilegales a huir de los territorios ocupados.
Israel no ha logrado ninguno de sus objetivos militares, que incluyen “derrotar a Hamás” y liberar a sus cautivos, a pesar del enorme apoyo de Estados Unidos y otros países, la entidad sionista ha perdido su guerra, y el respaldo tanto de sus propios colonos como de muchos aliados en el mundo occidental por su odio, su depravación, su ignominia, su angurria de poder al llevar a la peor crisis humanitaria e inanición, muerte aniquilación de más de 17.000 niños, bebés, asesinados sin lograr nada.
Y en esa su derrota, está internacionalizando su guerra atacando al Líbano, incluidos los ataques al Golán sirio ocupado, al pueblo de Yemen, a Irak, con el apoyo del imperio, y en su debilidad está tratando de empujar a Estados Unidos y los países europeos a una guerra nuclear con Irán aliada de Rusia, en otras palabras, a una tercera guerra mundial.
El asesinato de Haniya no debe verse como una “debilidad” del aparato de seguridad de Irán o de la resistencia palestina, cuyo valiente liderazgo abraza el honor del martirio, sino otra señal de la depravación de la entidad sionista al atacar a figuras y misiones políticas, lo que no es diferente de lo que hacen con los abarrotados campos de refugiados, escuelas, refugios y hogares en Gaza y el Líbano.
Este asesinato debe verse como fortalecimiento del Eje de la Resistencia, recordando la "Operación Promesa Verdadera" de Irán, del 14 de abril, — dos semanas después de que Israel bombardeara la embajada iraní en Damasco— asestó duros golpes a las bases aéreas de "Nevatim" y "Ramon".
Es evidente que el régimen y sus aliados occidentales no han aprendido lecciones del martirio del principal comandante antiterrorista, el teniente general Qasem Soleimani, el “Mártir de Jerusalén”, asesinado por órdenes de Trump el 2020, que fue un acto contra una persona o un Estado, sino contra toda la humanidad, aquella que no quiere estar bajo la sombra de regímenes bárbaros como el imperialismo, sus socios europeos o el sionismo y sus pseudo socios como las monarquías y califatos autoritarios del golfo.
Asesinar a hombres con la visión clara y conocedora de la maldad del imperio para con la humanidad, nunca silenciará la lucha de los pobres, los miserables y los “condenados de la tierra”; pues siempre habrá mujeres y hombres que salgan a defender sus pueblos, en ese sentido más temprano que tarde, el Eje de la Resistencia vengará este asesinato.
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