Mujeres de la Resistencia: mártires palestinas cuyos cuerpos están retenidos por Israel
Destacan a las 9 mujeres mártires, entre los 552 mártires palestinos en total, cuyos cuerpos están cautivos por el régimen sionista de Israel.
Por el personal del sitio web de Press TV
El martes, coincidiendo con el Día Internacional de la Recuperación y Liberación de los Cuerpos de los Mártires, Dismantle Damon, una campaña global en apoyo a las prisioneras palestinas, publicó detalles sobre aquellas cuyos cuerpos permanecen retenidos por el régimen de ocupación.
Según Samidoun, una red de solidaridad con los prisioneros palestinos, actualmente hay 552 mártires palestinos cuyos cuerpos se encuentran en morgues y cementerios en los territorios ocupados.
Entre ellos, 256 están en “cementerios de números” y 296 están encarcelados en morgues y cámaras frigoríficas desde que el régimen del apartheid de Tel Aviv restableció la política de encarcelamiento de cadáveres en 2015.
Entre ellos hay 9 mártires mujeres, 32 mártires del movimiento de prisioneros, 55 niños menores de 18 años, 5 mártires de los territorios ocupados de 1948 y 6 mártires de refugiados palestinos en El Líbano, según Samidoun.
Sin embargo, varios otros informes estiman que el número real de cadáveres retenidos por el régimen israelí es de alrededor de 1500, muchos de los cuales murieron debido a la brutal tortura y el abuso en el campo de tortura de Sde Teiman.
Entre las nueve mujeres mártires cuyos cuerpos han sido retenidos por el régimen israelí se encuentran Bayan Mohammed Jumaa Salama Eid, Asmaa Daraghmeh, Maimouna Harahsha, Labiba Sawafta, Wafa Baradei, Dalal al-Mughrabi, Wafa Idriss, Dareen Abu Eisheh y Hanadi Jaradat.
Bayan Mohammed Jumaa Salama Eid
Bayan Mohammed Jumaa Salama Eid fue asesinada por las fuerzas del régimen en el campo de refugiados de Tulkarem, en la Cisjordania ocupada, el 23 de julio de 2024, tras una incursión militar que duró varias horas.
La joven de 22 años estaba entre los cinco palestinos muertos en un ataque con drones que tuvo como objetivo su tienda de campaña, incluida su madre de 50 años, Iman Mohammed Jumaa.
Las fuerzas de ocupación secuestraron posteriormente su cuerpo tras atacar el campo con excavadoras y hasta la fecha se han negado a devolvérselo a su familia.
Maimouna Abdul Hamid Harasheh
Maimouna Abdul Hamid Harasheh, de la aldea de Bani Naim, al este de Al-Jalil, en la Cisjordania ocupada, fue asesinada el 24 de abril de 2024, tras recibir un disparo en la cabeza en el puesto de control de Beit Anun.
La estudiante universitaria de 20 años, que se estaba preparando para unos exámenes, fue asesinada a tiros en el puesto de control de Beit Anun, conocido como el “puesto de control de la muerte”.
Después de ser atacada deliberadamente, las fuerzas israelíes dejaron que Harasheh se desangrara hasta morir y luego secuestraron su cuerpo, que permanece en una morgue militar.
Asmaa Imad Daraghmeh
Asmaa Imad Daraghmeh fue asesinada por las fuerzas del régimen israelí el 8 de abril de 2024, tras recibir deliberadamente disparos en el puesto de control de Tayasir, al este de Tubas, en el norte de Cisjordania ocupada.
Daraghmeh, de 17 años, fue atacada desde una distancia de 10 metros (33 pies) a pesar de que no representaba ninguna amenaza para las fuerzas de ocupación.
Mientras sangraba en la calle, las fuerzas del régimen de ocupación bloquearon el acceso a una ambulancia de la Media Luna Roja Palestina, obligando a la adolescente a desangrarse sin recibir atención médica, y en su lugar secuestraron su cuerpo.
Wafa Abdul Rahman Baradei
Wafa Abdul Rahman Baradei fue asesinada por las fuerzas de ocupación israelíes el 19 de mayo de 2021, tras recibir disparos de un colono armado cerca del asentamiento de ‘Kiryat Arba’ en el sur de la Cisjordania ocupada.
El colono afirmó falsamente que Baradei, de 34 años, de la zona de Al-Hallajil, cerca de la aldea de Bani Naim, en el distrito de Al-Jalil, portaba un revólver y tenía intención de llevar a cabo una operación en el asentamiento.
Tras su asesinato, las fuerzas de ocupación invadieron su aldea, saquearon su casa y secuestraron su cuerpo, que hasta ahora se han negado a devolver a su familia.
Hanadi Tayseer Jaradat
Hanadi Tayseer Jaradat fue asesinada el 4 de octubre de 2003 en una operación de martirio que llevó a cabo en el restaurante Maxim de Haifa, Palestina ocupada.
Esta estudiante de Derecho de 28 años de la Universidad de Yarmuk, en Jordania, era miembro del movimiento de Resistencia Yihad Islámica Palestina, junto con su hermano Fadi y su primo Salah, ambos asesinados por un colono sionista en Yenín.
Antes de la operación, Jaradat declaró su intención de convertirse en la sexta mártir que convertiría su cuerpo en “metralla” explosiva para matar a los sionistas y destruir a todos los colonos y sionistas. Su cuerpo sigue sin ser recuperado.
Dareen Abu Eisheh
Dareen Abu Eisheh fue asesinada el 27 de febrero de 2002, después de llevar a cabo una operación de martirio como parte de la Intifada (levantamiento) de Al-Aqsa, lo que dejó su lugar en la historia palestina.
La estudiante de literatura inglesa de 22 años en la Universidad Nacional An-Najah y activista del Bloque Islámico era conocida por su activismo político y su participación en manifestaciones contra la ocupación.
Primero se acercó al brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), las Brigadas al-Qassam, y se ofreció a formar parte de sus operaciones, pero fue rechazada porque, en aquel momento, la interpretación del movimiento era que la lucha era tarea de los hombres.
Más tarde, se acercó a las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa de Al-Fatah, quienes accedieron a armarla para llevar a cabo un ataque en el puesto de control de Maccabim entre la ocupada Al-Quds (Jerusalén) y Tel Aviv.
“Quería ser la segunda mujer en llevar a cabo una operación de martirio y vengarse de la sangre de los mártires y la destrucción de la santidad de la Mezquita Al-Aqsa”, dijo en un mensaje grabado.
Más tarde fue aclamada como la “hija de todas las facciones”, mientras que la ocupación se negó a devolver sus restos, enterrándola en el “cementerio de los números”.
Wafaa Idris
Wafaa Idris se convirtió en la primera mujer palestina mártir el 21 de enero de 2002, después de llevar a cabo una operación de martirio contra las fuerzas de ocupación israelíes en Tel Aviv.
La joven de 28 años era una activista de Al-Fatah y refugiada del campo de refugiados de Al-Amari en Ramalá, Cisjordania ocupada.
Idris, que formó parte del comité de mujeres de Al-Fatah durante la primera Intifada, se formó posteriormente como médica y se ofreció como voluntaria en la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina.
Finalmente se unió a las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa y llevó a cabo una operación en el centro de Tel Aviv. Sus restos fueron enterrados en el “cementerio de los números”.
Labiba Faze Sawafta
Labiba Faze’ Sawafta murió cuando las fuerzas israelíes abrieron fuego directo contra ella en el puesto de control de Hamra, en el norte del ocupado valle del Jordán, en la Cisjordania ocupada.
La mujer palestina de 43 años de Tubas fue acusada de intentar una operación de apuñalamiento en represalia por la guerra del régimen israelí contra los palestinos en la bloqueada Franja de Gaza.
La dejaron morir y su cuerpo fue secuestrado por las fuerzas del régimen.
Dalal al-Mughrabi
Dalal al-Mughrabi, figura emblemática del movimiento de Resistencia palestino, nació en el campo de refugiados de Sabra, en El Líbano, de padre palestino y madre libanesa.
Se formó como enfermera y se unió a Al-Fatah y al movimiento de liberación palestino en 1975, a la temprana edad de 16 años. Al-Mughrabi lideró un grupo de 11 combatientes palestinos y libaneses en una misión para entrar en la Palestina ocupada y atacar el ministerio de asuntos militares del régimen o el parlamento sionista.
En un caso clásico de la “doctrina de Aníbal” sionista, el autobús que los combatientes palestinos habían tomado fue volado por las fuerzas del régimen desde un helicóptero artillado, matando a 38 colonos que habían sido tomados cautivos y a 9 combatientes de la Resistencia, incluida Al-Mughrabi.
Su cuerpo debía ser devuelto a su familia en 2008 como parte de un acuerdo de intercambio de prisioneros con el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), pero el régimen alegó que no podían “localizar su cuerpo” en el “cementerio de los números” y enviaron en su lugar un ataúd con piedras.
Mientras tanto, en medio de la guerra genocida en Gaza, un total de 11 207 mujeres han sido asesinadas.
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