Dios: Existencia, Unidad, Atributos
11/01/2012 - Autor: Ismail Büyükçelebi - Fuente: El Significado de la Vida
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Al-lâh es el EvidenteTodos los Profetas vinieron con los mismos fundamentos de fe, que son también los fundamentos de la Fe Islámica:
- creencia en la Existencia y la Unidad de Dios,
- en la Resurrección y el Juicio,
- en la Misión Profética y todos los profetas sin distinción alguna,
- en todas las Escrituras Divinas,
- en los ángeles,
- y en el Destino Divino y el Decreto (incluyendo el libre albedrío humano).
La Existencia, la Unidad y los Atributos de Dios
La Existencia de Dios es tan evidente que no es necesario ningún argumento para demostrarla. Algunos eruditos han planteado que la existencia de Dios es mucho más patente que la de todos los restantes seres, pero los que están privados de perspicacia no Lo pueden ver. Otros han dicho que Él no se puede percibir directamente por la intensidad de Su auto-manifestación.
Conocimiento de Dios
Dios Todopoderoso debe ser considerado desde las siguientes perspectivas.
1. Su «Esencia» como Ser Divino (Zat), la cual solamente puede Él saber. El Mensajero de Dios dice: «No reflexionad sobre la Esencia de Dios, sino reflexionad sobre “Su creación”» (Abu Nuaym al Awliya, 6:67). Dios no tiene compañeros, parecidos o semejantes, como indicado en: No hay nada como Él (42:11).
2. Sus Cualidades Esenciales, o «Innatas» siendo Dios, que son la fuente de los Atributos.
3. Sus atributos, los cuales son de tres tipos:
Los Atributos Esenciales (la Existencia, ser Eterno sin principio, la Permanencia Eterna, ser diferente a lo creado, la auto-subsistencia, la Unidad absoluta, la Singularidad);
Los Atributos Positivos (La Vida, el Conocimiento, el Poder, el Discurso, la Voluntad, Oír, Ver, Crear);
Los Atributos «Negativos», que son innumerables pero se pueden resumir como «Dios está totalmente libre de cualquier defecto».
Los Atributos son las fuentes de los Nombres: la Vida da lugar a Todo lo Viviente, el Conocimiento da lugar al Omnisciente, y el Poder al Todopoderoso. Los Nombres son la fuente de los actos: dar la vida tiene su origen en Todo lo Viviente, y saberlo todo, hasta la cosa más insignificante proviene del Omnisciente. Dios es «conocido» por Sus actos, sus Nombres y sus Atributos. Todo lo que existe en el Universo, ya sea en el mundo material o inmaterial, es el resultado de las manifestaciones de los Nombres y los Atributos: Las necesidades universales e individuales apuntan al Nombre del Todo-Proveedor, y el Todo-Sanador es la fuente de los remedios y la recuperación del paciente. La filosofía tiene su fuente en la Sabiduría, etcétera. Los actos, Nombres, y Atributos son «los eslabones» entre Dios y lo creado, o los «reflectores» con los cuales tenemos conocimiento de Dios.
Aunque tratemos de conocer o reconocer a Dios por Sus actos, Nombres, y Atributos, no debemos pensar en Él en términos de semejanza que se le pueda asociar o en una comparación con Él, ya que nada se Le parece. Él es absolutamente Uno, Sin Par y totalmente diferente de todo lo que existe o tiene el potencial para existir. En este sentido, Su Unicidad no se ajusta a términos numéricos. También posee dicha Unidad y relaciones con lo creado. Para tener un poco de conocimiento acerca de Él a través de Sus actos, Nombres, y Atributos, algunas comparaciones son permisibles. Eso está señalado en: Para Dios es la comparación más alta (16:60).
Algunos de los Nombres de Dios
Para hacerse conocido, Dios Todopoderoso se menciona a si mismo con algunos Nombres o Títulos, algunos de los cuales son como los que siguen:
Al-Rahman: El Todo-Misericordioso (Aquél que tiene compasión por toda Su creación y provee para ellos su sustento).
Al-Rahim: El Todo-Compasivo (especialmente con Sus siervos creyentes).
Al-Fard: Aquél que es absolutamente Independiente.
Al-Ahad: El Único, Sin Par.
Al-Hayy: El que siempre vive (Aquél que no tiene comienzo ni final, Aquél que vive y no muere).
Al-Qayyum: El auto-Subsistente (Aquél que cuida y mantiene a Su creación).
Al-Adl: El Justo.
Al-Samad: El auto-suficiente (Aquél que no necesita a nadie y al que todos necesitan).
Al-Quddus: El Todo-Sagrado (y Aquél que mantiene el universo puro).
Al-Haqq: La Verdad (Aquél que siempre dice, promueve y ordena la verdad y la establece, y en cuyos decretos y actos no hay nada falso, sin sentido o inútil).
Al-Hakim: El Sabio (tener absoluta sabiduría en todos Sus decretos y actos).
Al-Alim: El que lo sabe todo (Aquél que conoce todo lo que está oculto a nosotros y todo lo que nosotros sabemos).
Al-Sami: El que todo lo oye.
Al-Basir: El que todo lo ve (Aquél que es testigo de todas las cosas y los acontecimientos).
Al-Qadir: El Poderoso (Aquél que tiene absoluto poder encima de todas las cosas).
Al-Razzaq: El Sustentador.
Al-Azim: El Todopoderoso.
Al-Kabir: El Grandioso.
Al-Jaliq: El Creador.
Al-Mawla: El Guardián (Aquél que posee, guarda y apoya a Sus criaturas, y Aquél que proporciona la victoria y protección a aquellos que hacen lo que Él ha mandado y evitan lo que Él ha prohibido).
Al-Aliy: El Elevado (Aquél que se encuentra por encima de todo el mundo por Su poder y estatus).
Al-Aziz: El triunfador con el poder irresistible.
Al-Afuw: Aquél que perdona los pecados y las faltas de Sus siervos.
Al-Hafiz: Aquél que protege.
Al-Halim: El Clemente (Aquél que es tolerante, afable y tierno. Es paciente y no se apresura en castigar a Sus siervos por sus pecados).
Al-Ghafur: Aquél que perdona los pecados y los errores de Sus siervos.
Al-Karim: El Generoso (Aquél que es noble, generoso y gentil).
Al-Wadud: Aquél que todo lo ama.
Al-Wahhab: Aquél que concede misericordia y éxito a Su creación).
Al-Nasir: Aquél que ayuda (El que concede la victoria a Sus siervos creyentes).
Al-Rauf: El Compasivo.
Al-Shakur: Aquél que recompensa a Sus siervos por sus buenas acciones mucho más de lo que ellos merecen.
Al-Tawwab: Aquél que permite a Sus siervos volver con Él en arrepentimiento y acepta su sincera arrepentimiento.
Tawhid (La Unidad de Dios)
En primer lugar, la enseñanza más importante y fundamental del Profeta Muhammad es la creencia en la Unidad de Dios. Esto se expresa en la primordial palabra —kalima— del Islam como: «No hay ninguna deidad más que Dios». (La ilaha illa’llah). Esta frase es la base de Islam, su fundamento y su esencia.
Todas las religiones reveladas a los Profetas tienen la misma esencia. Sin embargo, con el tiempo, el mensaje original fue malinterpretado, se mezcló con la superstición, y degeneró en prácticas mágicas y rituales sin sentido. La concepción de Dios, el núcleo fundamental de la religión, fue degradada por el antropomorfismo, deificando a los ángeles, asociando otros con Dios y considerando a los Profetas o a la gente piadosa como encarnaciones.
El profeta Muhammad rechazó tales tendencias teológicas y restauró la concepción de Dios como el único Creador, Sustentador y el Maestro de toda la creación a su prístina pureza. De este modo, como dijo John Davenport:
Entre muchas de las Excelencias de las que el Corán justamente se enorgullece se encuentran dos eminentemente llamativas: aquella excelsitud que es el tono de sobrecogimiento y reverencia que se observa siempre cuando se habla acerca de, o se refiere a la Deidad, a La Cual nunca se le atribuye debilidades humanas y pasiones; la otra· concerniente a la ausencia total en todo el Corán de ideas contaminadas, inmorales e indecentes así como expresiones, narraciones, imperfectas y con defectos. (John Davenport, Una Apología de Muhammad y el Corán, Londres, 1869)
Tawhid es la concepción más elevada del Altísimo, el conocimiento que Dios ha enviado a la humanidad a lo largo de la historia por medio de Sus Profetas. Esta era la sabiduría con la que Adán fue enviado a la Tierra; el mismo conocimiento que Dios reveló a Noé, Abraham, Moisés y que Muhammad trajo a la humanidad. Es un saber puro y absoluto, sin la más mínima mancha de ignorancia. Disipa todas las nubes de la ignorancia e ilumina el horizonte con la luz de la realidad.
¿Pero quién puede crear y controlar este universo majestuoso? Sólo Él puede hacerlo, Aquel que es el Maestro de todo; Quién es Infinito y Eterno; Quién es Todopoderoso, Sabio, Omnipotente y Omnisciente; Quién lo sabe y lo ve todo. Él debe tener autoridad suprema sobre todo lo que existe en el Universo. Debe poseer ilimitados poderes, debe ser el Señor del Universo y de todo lo que en éste está contenido, debe estar libre de cada defecto y debilidad, y ninguno puede tener el poder de interferir en Su trabajo. Solamente un Ser así puede ser el Creador, el Regulador y el Gobernante del universo.
Además, es esencial que todos estos Atributos Divinos y poderes debieran ser conferidos a Un Ser. Es imposible para dos o más personalidades tener los mismos poderes y atributos para coexistir, ya que tarde o temprano tendrían un enfrentamiento. Por lo tanto, debe haber un único Ser Supremo que posea el control ·por encima de todos los demás. ¡No se puede pensar en dos gobernadores para una misma provincia o dos comandantes supremos para un ejército!
Del mismo modo, la distribución de estos poderes entre deidades diferentes, de modo que, por ejemplo, uno de ellos sea omnisciente, el otro sustentador e incluso el otro dador de vida, y que cada uno tenga además una esfera independiente, también es impensable. El Universo es un todo indivisible, y cada una de estas deidades sería dependiente de las demás en la realización de su tarea. Una falta de coordinación tarde o temprano ocurriría. Y si pasara esto, la Tierra se haría pedazos. Estos atributos son también intransferibles. No es posible que cierto atributo pudiera estar presente en cierta deidad en un momento dado y en otro momento pueda ser encontrado en otra deidad. Un ser divino que es incapaz de permanecer vivo por si mismo no puede dar la vida a los demás. El que no puede proteger su propio poder divino, no puede ser apropiado para gobernar el vasto Universo ilimitado.
El Sentido de Kalima Al-Tawhid
En árabe, ilah significa «aquel que es venerado», en otras palabras un ser que, debido a su grandeza y poder, es considerado digno de devoción, siendo tratado con la mayor de las deferencias inclinándonos ante Él en humildad y sumisión. El concepto ilah también incluye la posesión del poder infinito, expresa el sentido que los demás son dependientes de este poder pero que, a su vez, éste no es dependiente de nadie. La palabra ilah también posee un sentido de ocultación y misterio. La palabra persa khuda, así como deva en el hindi y God en inglés, tiene connotaciones similares. Otras lenguas también contienen palabras con un sentido similar.
Por otra parte, la palabra Allah, que tendemos a traducir en castellano como Dios, es esencialmente el nombre personal de Dios. La ilaha illa’llah literalmente significa: «No hay otro ilah que Un Gran Ser conocido con el nombre de Allah (Dios)». Esto significa que el Universo no contiene·a ningún otro ser más digno de alabanza que Dios, ante Él solamente debemos inclinarnos en sumisión y adoración, ya que Él es el único Ser que posee todo el poder, ya que necesitamos Su favor, y porque todos estamos obligados a buscar Su ayuda. Él se oculta a nuestros sentidos, y nuestra inteligencia no es capaz de percibir qué es Él.
Un Único Dios verdadero es una reflexión del concepto de unicidad de Dios del Islam. Para un musulmán, Dios es el Omnipotente, el Creador y el Sustentador del universo, no es similar a nada y nada se puede comparar con Él. Cuando los contemporáneos del Profeta le preguntaron sobre Dios, Él le reveló Surat al-Ijlas, que es considerada la esencia de la unidad o el lema del monoteísmo, como lo siguiente:
En el nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo. Di (¡Oh Muhammad!): Él es Dios, Único, Sin Par. Dios es el Autosuficiente (Quién no necesita a nadie y a Quien todos los demás necesitan). Él no ha engendrado, ni ha sido engendrado, y no hay nadie que se Le parezca
(Corán 112:1-4).
El Creador debe ser de una naturaleza diferente a las cosas creadas, porque si Él es de la misma naturaleza que éstas, sería temporal y por lo tanto necesitaría de un creador. Como resultado nada se le parece a Él. Si el Creador no es temporal, Él debe ser eterno. Pero si es eterno, no puede ser originado. Si nada aparte de Él hace que Él siga existiendo, Él debe ser Autosuficiente y Auto-sustentador. Si Él no depende de nada para la continuación de Su propia Existencia, esta Existencia no puede tener ningún final. Por eso el Creador es eterno, «Él es el Primero y el Último».
Él es Autosuficiente y Auto-mantenedor o empleando un término coránico, as-Samad y al-Qayyum. El Creador no crea sólo en el sentido de hacer que entidades y cosas pasen a la existencia, ya que también las mantiene, las retira de la existencia, y es la última causa de lo que les ocurre.
Ali ibn Abi Talib (el yerno del Profeta y el cuarto califa) se dice que había dicho:
Él es Ser pero no a través del fenómeno devenir a la existencia. Él existe, pero no de la inexistencia. Él está con todo, pero no por proximidad física. Él es diferente a todo, pero no por la separación física. Él actúa, pero sin el acompañamiento de movimientos e instrumentos. Él es Uno, único en su género, Sin Par y no hay nadie con quien Él anda en compañía o a quien echa de menos en su ausencia.
El Islam rechaza caracterizar a Dios con cualquier forma humana o describiéndole como favorecer a ciertos individuos o naciones basándose en su riqueza, poder o raza. Él creó a todos los seres humanos iguales. Ellos pueden distinguirse y obtener Su favor sólo a través de la virtud y la piedad.
Literalmente, tawhid significa «la unificación (hacer uno algo)» o «afirmación de la unidad». Esto procede del verbo árabe wahhada (unir, unificar o consolidar). Sin embargo, cuando se usa en referencia a Dios, significa la realización y el mantenimiento de la Unidad de Dios en todas nuestras acciones que están directa o indirectamente relacionadas con Él. Ésta es la creencia de que Dios es Único, sin compañero en Su dominio y Sus acciones, sin similitud en Su Esencia y Atributos, y sin rival en Su Divinidad y en la devoción. Estas tres categorías son comúnmente llamadas por los siguientes títulos: Tawhid ar-Rububiya —«El Mantenimiento de la Unidad de su Señorío»—, Tawhid al-Asma wal-Sifat —«El Mantenimiento de la Unidad de los Nombres y Atributos de Dios»—, y Tawhid al-Ibada —«El Mantenimiento de la Unidad en la Devoción a Dios»—.
Tawhid al-Rububiya está basado en el concepto fundamental según el cual tan sólo Dios originó todas las cosas para que existieran cuando no había nada, Él sostiene y mantiene la creación sin necesidad alguna de que ésta participe, y Él es el único Señor del Universo y de sus habitantes sin que nadie ni nada desafíe Su soberanía. En árabe, la palabra que se suele describir esta calidad es Rububiya, que procede de la raíz Rabb (Señor). Según esta categoría, como Dios es el único poder verdadero en la existencia, es Él Quién ha dado a todas las cosas el poder de moverse y cambiarse. Nada ocurre en la creación excepto lo que Él permite que ocurra. En reconocimiento a esta realidad, el Profeta Muhammad a menudo repetía la frase que exclamaba La hawla wa la quwwata illa bi’llah (no hay ninguna fuerza, ningún poder, salvo Dios).
Tawhid al-Asma wal-Sifat posee cuatro aspectos. Para mantener la unidad de los Nombres y los Atributos de Dios en el primer aspecto, se ha de hacer referencia a Dios cómo Él y Su Profeta Lo han descrito y Le han llamado. El segundo aspecto implica la referencia a Dios tal y cómo Él mismo se ha referido a su persona, sin otorgarle ningún nombre o atributo nuevo. En el tercer aspecto, a Dios se le alude sin darle atributos de Su creación. Por ejemplo, a Él no se le puede decir que descansa o duerme, ya que esto sería atribuirle los atributos que pertenecen a Su creación.
Tampoco Él puede ser retratado como «arrepentido» por Sus «malos pensamientos», porque esto es lo que la gente hace después de cometer errores. Las facultades de oír y ver están entre los atributos humanos, pero están fuera de toda comparación en su perfección cuando son atribuidos al Ser Divino. En otras palabras, Dios no necesita ojos ni oídos para poseer estos atributos. El cuarto aspecto requiere que a ninguna persona le pueden ser suministrados los atributos de Dios en su perfección.
A pesar de las profundas implicaciones de las dos primeras categorías, la sola creencia en ellas con firmeza no es suficiente para cumplir las exigencias Islámicas de tawhid. Tawhid al-Rububiya y Tawhid al-Asma wal-Sifat deben ser acompañados por su complemento, Tawhid al-Ibada, para que tawhid se considere completo según el Islam. Esto requiere que todas las formas de devoción deban ser dirigidas sólo a Dios, porque sólo Él la merece ·y puede conceder beneficios a los seres creados como resultado de Su adoración. Además, no hay ninguna necesidad de intermediarios entre los seres humanos y Dios. Él enfatizó la importancia de dirigirle la adoración tan solo a Él indicando que este era el objetivo principal de crear a los genios y los humanos, y la esencia del Mensaje traído por todos los Profetas.
Por consiguiente, el pecado más grave es shirk (la adoración a otros en lugar de venerar a Dios). En la Sura al-Fatiha, que cada musulmán recita en sus oraciones diarias al menos 17 veces, el cuarto verso dice: Sólo a Ti te adoramos, y sólo en ti buscamos ayuda, una declaración abierta de que todas las formas de la adoración deberían ser dirigidas sólo al Único que las puede responder: Dios.
El estudio de tawhid no puede ser considerado completo sin un análisis detallado de su oposito: shirk. Shirk literalmente significa asociación, compartir, asociar. Sin embargo, en términos islámicos, se refiere a asignarle compañeros a Dios de la forma que sea.
Asociar a Dios otras deidades (Shirk): Tipos y clases
Una persona puede asociar compañeros a Dios en Su Rububiya, Asma wal-Sifat, e Ibada.
Shirk en al-Rububiya. Esta clase de shirk se refiere a la creencia de que los otros comparten el Señorío de Dios sobre la creación como Sus iguales o casi iguales, o incluso que allí no existe, de ninguna manera, un único Señor sobre toda la creación. En el primer caso, shirk por asociación, significa que un concepto de Dios o un Ser Supremo sobre la creación es reconocido; sin embargo Su dominio es compartido por deidades menores, espíritus, mortales, cuerpos celestes u objetos terrenales. Según el Islam, todos estos sistemas son politeístas. En el segundo caso, shirk por negación, varias filosofías e ideologías equivalen casi a afirmar una negación explícita o implícita de la Existenciade Dios. Por ejemplo, el panteísmo y el monismo son de esta categoría.
Shirk en al-Asma wal-Sifat. Esto incluye tanto la práctica común pagana de proveerle a Dios los atributos de Su creación como el acto de otorgar a los seres creados los Nombres de Dios y Atributos en su absoluto significado particular para Dios. En el primer caso, shirk por humanización, le dan a Dios la forma y cualidades de los seres humanos y los animales. Debido a la superioridad de la especie humana por encima de los animales, la forma humana es más comúnmente usada por los idólatras para representar a Dios en la creación. Por consiguiente, la imagen del Creador es a menudo pintada, moldeada, o esculpida en forma de seres humanos que poseen los rasgos físicos de aquellos que los adoran. En el segundo caso, shirk por deificación, los seres creados o las cosas son dados o reclaman los Nombres de Dios o Sus Atributos en su absoluto que significa particular a Dios.
Shirk en al-Ibada: Que significa dirigir los actos de devoción a alguien que no es Dios, y buscar la recompensa por la adoración a la creación en vez del Creador. Esta categoría también tiene dos aspectos principales:
Al-shirk al-akbar (shirk mayor): Esto ocurre cuando cualquier acto de adoración es dirigido a algo que no es Dios. Esto representa la forma más obvia de la idolatría, por la cual Dios envió a todos los Profetas a llamar la humanidad para que la abandonaran. Este concepto es apoyado por:
Sin duda hemos enviado un mensajero a cada comunidad: «Adorad a Dios y apartaos de los Taghut (falsas deidades)»
(Corán 16:36).
Taghut en realidad significa cualquier cosa que exige adoración y es adorado en lugar de Dios. Se ha hecho mucho hincapié sobre tal mal, ya que contradice el mismo objetivo de la creación como es expresado en la declaración de Dios:
Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que me adoren
(Corán 51:56).
El Shirk mayor representa el acto más grande de rebelión contra el Señor del Universo, así que es el pecado más grave que prácticamente anula todas las buenas acciones de una persona y hace definitiva su condenación eterna al Infierno. Por consiguiente, la falsa religión está basada principalmente en este tipo de shirk. Todos los sistemas hechos por los humanos de una u otra manera invitan a sus seguidores a adorar a la creación.
Al-shirk al-asghar (shirk menor): El Mensajero de Dios dijo: «Lo que más temo por vosotros es al-shirk al-asghar». Los Compañeros preguntaron: «Oh Mensajero de Dios, ¿qué es shirk menor?» Él contestó: « Alardear, vanagloriarse (al-riya), ya que Dios dirá en el Día de la Resurrección cuando la gente estará recibiendo su recompensa: “Marchad con aquellos ante los que os vanagloriabais y alardeabais en el mundo material y ver si podéis encontrar recompensa alguna procedente de ellos’» También declaró: « ¡Oh gente! Tened cuidado con el shirk secreto». La gente preguntó: «¡Oh Mensajero de Dios! ¿qué es shirk secreto?» Él respondió: «Cuando una persona se pone a rezar y se esfuerza por realzar su rezo porque la gente lo ve, esto es shirk secreto». (al-Daylami, al-Firdaws, 2:376)
Amor Divino como la Razón tras la Existencia
Hay una relación inseparable entre Dios, la naturaleza y la humanidad. La naturaleza y la humanidad son dos «libros» escritos con un material diferente, pero tienen el mismo sentido. La razón que se oculta tras su existencia es el Amor Divino.
Imaginaos una persona amable, compasiva y generosa que quiere dar comida a gente muy pobre, hambrienta e indigente. Prepara un banquete en su magnifico barco y los mira desde arriba mientras ellos comen. Podéis suponer cuánto será el agradecimiento y la felicidad que pueden expresar estas personas sólo agradeciendo y alabando a ese individuo noble y generoso, por lo que está contento y lleno de júbilo.
Del mismo modo, el Misericordioso y Compasivo ha extendido una enorme mesa llena de viandas en la Tierra y hace que la Tierra viaje en el espacio con todos sus habitantes. Les alimenta con la comida que está sobre esa mesa e invita a aquellos de Sus criados que infinitamente tienen hambre y son indigentes a los jardines eternos del Paraíso. Él prepara cada jardín como si fuera una mesa magnífica presentada con todo tipo de alimentos y bebidas, que son puro y delicioso placer. Considerad el placer y la felicidad que la persona mencionada anteriormente siente al ver el goce de sus invitados, aunque él no sea el dueño verdadero de lo que él ofrece, y luego compararlo con el amor indescriptible sagrado y el placer sentido por El Misericordioso.
Considerad otro ejemplo. Si un hábil técnico inventa algo que funciona como éste desea, se pone contento y dice: «Que maravillas ha dispuesto Dios». El Fabricante Majestuoso inventó el enorme Universo. Creó la Tierra (en su conjunto) y cada criatura contenida en ella (en particular), realizando un trabajo magistral en el diseño de nuestra cabeza y cerebro, de tal modo que la ciencia se rinde admirada ante tal perfección. Cada criatura muestra los resultados esperados en grado sumo y de un modo muy hermoso. Su obediencia a las leyes de Dios que rigen la creación y la operación del universo, que comprenden su adoración, glorificación, y alabanza específicas y exaltación hacia Él, así como el logro de objetivos Divinos para sus vidas, complacen a Dios hasta un grado más allá de nuestra comprensión.
Y también, como ejemplo, un juez justo recibe el gran placer de promulgar y establecer justicia, y se pone sumamente contento cuando puede restaurar los derechos del oprimido contra el opresor. Comparadlo con los sentidos sagrados que provienen de la suprema realidad que es que el Soberano Absolutamente Justo da a todas las criaturas el derecho de existir. Les da a los seres animados el derecho a la vida, protege y mantiene su existencia y sus vidas contra la agresión, restaura todos los derechos en el Universo, y juzgará a la humanidad y a los genios en el Más Allá estableciendo la justicia absoluta.
Como en los ejemplos anteriormente citados, cada Nombre Divino contiene muchas variedades de belleza, gracia, y perfección, así como cuantiosos niveles de amor, orgullo, honor, y grandeza. Esto es así porque algunos eruditos exigentes, que manifiestan el Nombre Divino de Amantísimo, han precisado: «La esencia del Universo es el amor. Todas las criaturas se mueven motivadas por el amor. Todas las leyes de atracción, embelesamiento y gravedad surgen del amor». Uno de ellos incluso dijo:
Con el amor las esferas son embriagadas,
Los ángeles son embriagados, y así las estrellas también lo son.
El Cielo, el Sol, la Luna,
Y la Tierra están embriagados.
Embriagados están los elementos y las plantas
y los árboles y los seres humanos.
Todos los seres animados se embriagan,
y también lo están todos los átomos de la creación.
Cada criatura está embriagada, según su capacidad, por el «vino» del Amor Divino. La gente ama a aquellos que son amables con ellos, así como a la verdadera perfección y la belleza superior. También aman a aquellos que son amables con los que ellos aman y para los que tienen compasión. Considerando esto, podemos entender que el Majestuoso y Hermoso, el más Amado de la Perfección, en el que cada uno de Cuyos Nombres son tesoros innumerables de la bondad, Quién hace feliz a todos los que amamos con Sus favores y es la fuente de perfecciones innumerables y niveles de belleza y gracia, es digna de amor infinito y de embriaguez de la creación con Su amor. Esta es la razón por la que algunos que han manifestado el Nombre Divino de Amantísimo han dicho: «No queremos ni el Paraíso. Un destello del Amor Divino es eternamente suficiente para nosotros», y por la que el Profeta Muhammad dijo: «Un sólo minuto empleado en la contemplación de la Belleza Divina en el Paraíso supera todas las generosidades de Paraíso».
De este modo, el amor perfecto y todas las perfecciones alcanzadas a través del amor son posibles dentro de las esferas o ámbitos de las manifestaciones universales de los Nombres Divinos sobre los seres como en un todo (la Unidad) y las esferas de sus manifestaciones particulares sobre los individuos (la Unidad o la Unicidad). Cualquier perfección imaginada fuera de aquellas esferas es falsa.
La Razón tras los Acontecimientos en el Universo
Si alguien realiza con entusiasmo un deber natural o social, un observador puede deducir dos motivos para hacer lo mismo: la causa última (lo que puede ser obtenido al hacerlo así) y el motivo o causa necesaria (de alguien ansioso por realizar dicha obligación y el placer subsiguiente en hacerlo). Por ejemplo, la comida cuando se tiene hambre da un poco de satisfacción la causa necesaria, mientras la comida alimenta el cuerpo la causa última.
De la misma manera, la existencia del Universo y su actividad incesante, asombrosa es causada por dos clases de Nombres Divinos y para dos amplios propósitos o resultados. El primer propósito y la causa es que los Hermosos Nombres de Dios se manifiestan a si mismo en innumerables maneras y clases. Esto causa la multiplicidad en la creación. Más aún, los Nombres Divinos se manifiestan sin cesar y procuran mostrar sus trabajos continuamente. Esto provoca que el Libro del Universo, con todas sus «oraciones, palabras, y cartas» sea renovado constantemente. Cada parte de este Libro, que es la manifestación de los Nombres Divinos, es un signo o la indicación de la Esencia SagradaDivina de modo que las criaturas conscientes puedan conocerlo.
La segunda causa u objetivo es que cada criatura es activa porque anhela y encuentra el placer en la actividad. La actividad en sí misma es un placer. De la misma manera Dios, el Ser Necesariamente Existente y en la conformidad con Su independencia esencial de creación y su perfección absoluta, siente el afecto infinito sagrado y el amor. Tal afecto y amor causan un entusiasmo infinito sagrado, que engendra una alegría ilimitada sagrada que, por su parte, es la fuente de la súplica infinita sagrada. Debido a este placer especial de Su «Esencia» Divina, Dios tiene la compasión infinita. Por su parte, esta compasión hace que Sus criaturas alcancen su relativa perfección, la que les concierne, permitiéndolos cumplir su pleno potencial. La perfección de sus criaturas y el placer que ellos encuentran en el logro de ello complacen a Dios tanto que Su placer infinito sagrado requiere el giro de la creación.
Sin embargo, los seguidores de la filosofía materialista y ciencias naturales seculares, inconscientes de esta Sabiduría Divina delicada, atribuyen tal actividad, que muestra el conocimiento perfecto, la sabiduría, y la perspicacia, a la naturaleza inconsciente, a la coincidencia ciega, y a la causalidad. Esto provoca que se precipiten en los profundos precipicios del error y la equivocación.
Fuente: El Significado de la Vida
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