Irán-EE.UU., nuevo ciclo de tensión en Golfo Pérsico
Escrito por Ulises Canales
05 de enero de 2012, 05:03Por Ulises Canales
El Cairo, 5 ene (PL) Con una periodicidad casi matemática, la ya habitual tensión política y militar entre Estados Unidos e Irán amenaza hoy con arrastrar a Medio Oriente y, en particular, al Golfo Pérsico a una inestabilidad de peligroso desenlace.
Por lo general, el programa nuclear de Teherán -al que Occidente atribuye propósitos militares- ha sido el pretexto más recurrente para generar fricciones, adoptar sanciones económicas contra el país persa y sobresaltar el ambiente potencialmente explosivo de la región.
De diciembre de 2007 a la fecha se registraron al menos cinco crisis diplomáticas y conatos de guerra de marcada importancia, sobre todo el desatado en el verano de 2010 que puso en jaque a fuerzas militares de Irán y de Estados árabes de la estratégica zona marítima.
Sin embargo, el más reciente problema incorporó elementos de contenciosos anteriores, con el añadido del fiasco estadounidense tras una denuncia sobre un supuesto complot iraní para asesinar al embajador saudita en Washington, imputación negada por la República Islámica.
A lo anterior se unió el acento anti-iraní de la declaración final de la 32 cumbre ordinaria del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico, celebrada en Riad el 19 y 20 de diciembre de 2011, precedida de una retahíla de amenazas verbales norteamericanas e israelíes.
En claro alineamiento con Occidente, el bloque de las seis monarquías árabes del Golfo -todas afines a la presencia de la V Flota estadounidense con base en Bahrein- alentó mayor beligerancia frente a las autoridades de Teherán.
Por si no bastara, la Casa Blanca intentó fabricar una nueva crisis con una provocativa incursión por el Estrecho de Ormuz, mientras la Armada de Irán realizó durante 10 días (hasta el pasado 2 de enero) las maniobras Velayat 90, con amplia exhibición de su señorío militar.
Círculos diplomáticos opinaron que Washington asumió como un desafío a su poder que la República Islámica, pese al impacto innegable de cuatro paquetes de sanciones, mostrara moderno armamento de fabricación nacional y no se amedrentara ante acciones y una retórica amenazantes.
Además, valoraron que la presencia militar norteamericana en el Golfo Pérsico es la "causa real de inestabilidad en la región", en la cual utiliza a su aliado Israel y al CCG como principal herramienta para avivar o aplacar la crispación, según convenga.
De igual modo, alertan que "siendo adepto a invasiones ilegales, Estados Unidos busca ahora nuevas excusas para invadir Irán y Siria", y las recientes demostraciones de fuerza en el área "van destinadas a desestabilizar países musulmanes para apropiarse de sus recursos".
Irán advirtió que cerraría Ormuz, un estrecho por donde transita más del 40 por ciento del crudo que se comercializa en el mundo, si Occidente persistía en recrudecer las sanciones en el sector petrolero y bloqueaba la navegación de sus tanqueros.
A finales de diciembre, el presidente Barack Obama promulgó una ley para aplicar nuevas medidas punitivas al país persa, básicamente contra su Banco Central y su sector financiero en un intento por darle un "golpe de gracia" después de múltiples artimañas de castigo.
De ese modo, las firmas extranjeras tendrían ahora que escoger entre hacer negocios con esas dependencias monetarias iraníes o con la economía norteamericana afectada por la debacle financiera mundial.
Observadores sostuvieron que las recientes sanciones probaron el miedo de Obama a que nuevas sanciones contra una nación sometida a severas restricciones dispararan los precios de los carburantes en detrimento de la economía de Washington y el resto del mundo.
La agencia oficial iraní IRNA difundió revelaciones del embajador norteamericano en Suiza, Donald Beyer, sobre desacuerdos entre Washington y Berna por la renuencia de la última a acatar la política de la Casa Blanca, opuesta a que empresas suizas compren gas a Irán.
Vale recordar que la ONU, por presiones de potencias occidentales, ha impuesto en 33 años cuatro paquetes de sanciones a Irán, cuyos líderes aseguran que esas medidas no han tenido el impacto esperado por sus enemigos y, además, sigue mostrando su poder militar.
A estas alturas, son muy pocos los que dudan de que las sanciones son la única herramienta disponible en manos de los norteamericanos, aunque tras bambalinas se hacen esfuerzos para probar que esas medidas no pueden calmar la supuesta amenaza iraní a largo plazo.
De ese modo, el llamado expediente nuclear iraní solo sería eliminado mediante una guerra justificada por cavilaciones de influyentes círculos de poder.
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