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jueves, 23 de febrero de 2012

Confucio y el amor por el estudio

Confucio y el amor por el estudio

"Confucio fue uno de esos contados hombres que han influido profundamente en la historia humana por la fuerza de sus dotes y realizaciones personales e intelectuales" (1)
Profundamente interesado por la cultura china, Confucio (551 – 479 a.C.) no se doblega ante nada para aprender. Tenía como maestros a todos los buenos y visitaba, tras recorrer miles de kilómetros, a Lao Tse, maestro al que le solicitó le explicara los ritos. Tenía muchos intereses y una gran afición por los instrumentos musicales. Decía con frecuencia: "Aprender, ¿no es una gran alegría?" "No deben aburrirse de estudiar ni cansarse de ayudar a los demás". Aún a su avanzada de edad, no disminuyó su entusiasmo por el estudio. (2)

Confucio solía decir: "La alegría con que estudio me hace olvidar la comida y las preocupaciones de que estoy llegando al límite de mi edad". Siempre llevaba libros en la mano y cada diez años subía un escalón en conocimientos y preparación moral. Así decía: "A los 15 años, tomé la decisión de aprender una carrera; a los 30 años, me hice independiente; a los 40 años, no perdía el seso en ninguna ocasión; a los 50 años, conocía las órdenes del Cielo (las leyes objetivas); a los 60 años, todo me sonaba agradable; a los 70 años, actuaba a mi arbitrio, aunque sin romper las reglas morales". (3)

Como sostiene Miguel Polo, en Confucio existe una clara conciencia del estudio como "medio de formación del hombre". (4) El filósofo chino era una "encarnación del amor por el estudio" (5) o, como lo ha expresado Dawson: "Uno de los ingredientes más importantes de su carácter era el amor por el aprendizaje". Por eso recomendaba "estudiar con constancia y dedicación". (6) Confucio era consciente del disfrute que experimentaba a través del estudio. Decía, por ejemplo: "En una aldea de diez casas, seguro que se encontraría a alguien tan leal y sincero como yo, pero no habría ninguno a quien le gustara el estudio tanto como a mí". (7)





Notas:

(1) CREEL, Herlee (1976). El pensamiento chino desde Confucio hasta Mao Tse Tung. Madrid: Alianza Editorial, p. 38.

(2) Confucio y su doctrina (1995). Beijing: Nueva Estrella, p. 2.

(3) Ibid, p. 3.

(4) POLO, Miguel (2011). Confucio: el cultivo de sí mismo. Lima: Bouleusis, p. 62.

(5) POLO, Miguel, op. cit, p. 62.

(6) Lun Yu, I, I, I. Traducción de Joaquín Pérez Arroyo.

(7) Lun Yu, V, 27.

Seminario Taller de Literatura Medicina y Filosofía China en Marzo de 2012 (Lima-Perú)

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