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martes, 8 de enero de 2013

Bernardo Caamal Itzá | ¿Quién es?


YUCATAN: Ideales que cimentó el futuro de Yucatán: Felipe Carrillo Puerto
Su gobierno duro muy poco e hizo más obras que discursos.
Bernardo Caamal Itzá

Mérida. Hace 89 años en que Felipe Carrillo Puerto, entonces gobernador de Yucatán, fue ejecutado durante la madrugada del 3 de enero de 1924 en el Panteón Civil de Mérida.

Carrillo Puerto al igual que sus hermanos Wilfrido, Edesio, Benjamín y otros 10 acompañantes, tuvieron el mismo destino, cuyo delito fue haber trabajado para los campesinos y no apoyar los intereses de los grupos económicos que sólo apoyaban a los suyos.

“Conocí a Carrillo Puerto, fue  quien realmente trabajó por nosotros, lástima como todo, las traiciones hicieron que perdiéramos a este gran hombre”, recordó uno de los ancianos de la cabecera municipal de Yaxcabá.

“Él tenía muchos seguidores, pero se rajaron, porque si nos hubiéramos unido, jamás lo hubieran tocado por sus enemigos aquí por las cercanías de San Felipe”(por el oriente del estado), señaló otra de las personas que vio su detención.

-¡Hermano! Valor nos hace falta para defender a quienes luchan por nosotros, remarcó muestro entrevistado, mientras resbalaban algunas lágrimas por sus mejías.

Carrillo Puerto como gobernador, rindió protesta de ley el primero de febrero de 1922.

El poco tiempo que duró su Gobierno, realizó innumerables obras que marcó los destinos de Yucatán. En materia educativa para que estudien ahí los hijos de los jornaleros y campesinos, fundó la Universidad Nacional del Sureste, hoy conocida como Universidad Autónoma de Yucatán, asimismo, abrió otros espacios educativos, como la Escuela Vocacional de Artes y Oficios, así como la Academia de la Lengua Maya, por tanto, sólo en su primer año de gobierno, abrió 417 escuelas públicas.

Carrillo Puerto, creyente de los resultados de la Revolución Social Mexicana, con el fin de acercar a los suyos los contenidos de la constitución de 1917, tradujo este valioso documento al idioma maya.

En lo que respecta al campo y para incrementar la producción agropecuaria, fundó la Comisión Local Agraria y apoyó al ejido.

Trabajó de cerca a la gente, repartió durante su gobierno, 664 mil 835 hectáreas, beneficiando a más de 30 mil familias; impulsó la construcción de caminos para unir a la población y facilitar el acceso a los centros arqueológicos, cuya restauración inició durante su administración.

Creó cooperativas de producción y consumo; inició programas de socialización de la riqueza pública. Declaró de interés público la industria  henequenera reduciendo la producción de fibra e impulsó la Liga de Medianos y Pequeños Productores de Henequén, lo que representó un enfrentamiento directo con los hacendados mismos que ven con receló su trabajó con la gente más pobre.

El Gobierno carrillista realizó importantes acciones, como la promulgación de leyes que beneficien a la sociedad yucateca, por otro, trabajó de acuerdo a las resoluciones adoptadas en los Congresos Obreros de Motul y de Izamal, este hecho tuvo impacto a nivel nacional e internacional.

Carrillo Puerto, nació en Motul el 8 de noviembre de 1874, y fue el hombre que creo instituciones y leyes y que favoreció el desarrollo de Yucatán, por lo que hoy, aun sus huellas se mantienen vigentes en la memoria popular y todavía existen algunas inscripciones que es posible leer, liga de resistencia, y que se encuentran en edificios públicos como el de Tekax y de otros municipios del Estado.

Por consiguiente, para honrar la memoria de este hombre visionario y estadista, no basta con los buenos discursos, hay que pasar al trabajo y apoyar a la gente de escasos recursos, porque en la actualidad ante la falta de recursos económicos para hacer producir la tierra, varios ejidatarios están vendiendo al mejor postor los pocos recursos con que cuenta y a la par sus esperanzas por tener un futuro promisorio para él y para sus hijos.

YUCATAN: Mayas sureños observan de nuevo el clima
Para realizar el xóok k’íin o cabañuelas, usan metodologías heredados de los abuelos.
El año pasado, la predicción del clima y su relación con la milpa, se cumplió, productores que no lo tuvieron en cuenta perdieron sus cosechas.

Peto. Inició ayer en la Península de Yucatán la observación puntual del xóok k’íin o cabañuelas, práctica que aún se realizan actualmente por los más ancianos de las comunidades mayas.

La observación del xóok k’íin se realiza a partir del primero al 31 de enero. Durante éstos días, algunos abuelos recurren al uso de la sal para saber en qué día absorbe más humedad y eso los ayuda más en el tema de la predicción del tiempo.
“Observar el xóok k’íin  nos da una idea de cómo se presentaran las lluvias o las sequías, y con ello saber en qué tiempo realizar la quema de la milpa, las fechas de siembra y qué tipo de maíz a cultivar”, opinaron varios productores con respecto a las cabañuelas.

Al recordar los resultados del foro de análisis sobre el tema de las cabañuelas realizado en el año 2012 en la radio XEPET “La Voz de los Mayas” con el patrocinio del Programa de Riesgos de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la predicción se cumplió, fue un año de ja’jal xáax k’íin – meses que se presentaron lluvias con breves periodos de sequía-. Concluyeron mayas sureños, con los datos obtenidos de sus observaciones realizadas en el mes de enero.

Para este ciclo agrícola, los resultados fueron contundentes, muchos no pudieron quemar sus milpas debido a que las lluvias se presentaron a tempranas fechas, mientras que otros, al no usar adecuadamente los tipos de semillas de maíz  a cultivar, tampoco lograron sus cosechas.

En resumen coincidieron, “K’anan k’ajotik biix anik’on yéetel tulakal le baxo’ob yaan t’ba’pa’ach (Constantemente es de interés conocer cómo estamos y de las cosas que nos rodean)”

Lo cierto es que existe mucha incredulidad sobre el tema; sin embargo, el hecho de hacer producir la milpa, significa el uso de múltiples conocimientos.

“Cuando tumbamos el monte, usamos las maderas, luego después de cultivarlas, los árboles se vuelven a regenerar; en este tiempo, varios animales como el venado ahí obtiene sus alimentos. En este mismo lugar, al cabo de los 2 años, es posible encontrar la palizada para ser usados para nuestras viviendas, y el resto de las maderas que le dan el soporte principal de la casa, sólo es posible encontrarlas en los montes más altos” resaltaron.

Por tanto, para el manejo del monte requiere considerar el uso de los conocimientos ancestrales, además de los resultados actuales de las investigaciones, lo que resalta la necesidad de mirarlo de nuevo, desde una perspectiva integral y que permita generar un modelo que le sirva a todos sin deteriorar los recursos naturales que nos da la madre tierra.

YUCATAN: Esfuerzos para alentar la práctica de las cabañuelas
Diario de Yucatán

Por quinto año consecutivo, Bernardo Caamal Itzá, ingeniero agrónomo oriundo de Peto, impulsa la observación del clima con el método de las cabañuelas, conocidas en maya como xóok k’íin.

No lo hace solo. Tiene el apoyo de campesinos, algunos de ellos consejeros de la estación de radio XEPET, “La Voz de los Mayas”. Realizan las mediciones con un formato que les permite establecer el comportamiento climatológico durante todo enero, lo cual, según las creencias, regirá después a lo largo del año.

Esta vieja costumbre tiene enemigos de la modernidad: los pocos jóvenes que se animan a trabajar en el campo ya no creen en ella y el cambio climático ha modificado de alguna forma su impacto en el manejo de los cultivos.

Además, se trata de un método que rema contra los avances de la ciencia y la tecnología y muchos investigadores ni siquiera la mencionan. Es la experiencia del antiguo maya en desigual competencia con satélites y modernos equipos de medición.

Bernardo Caamal admite que, como profesional egresado de una universidad, no debería ser creyente de las cabañuelas, pero su origen campesino y sus experiencias le llevan no sólo a respetarlas sino a reconocer su importancia en los campos de la Península de Yucatán.

Según dice, un ejemplo de la eficacia de las cabañuelas fue la observación que promovió a principios de 2012, pues al terminar el año se palpó un cumplimiento de cerca del 80% de las predicciones.

También defiende la aplicación de este antiguo sistema:

“¿Por qué en la ciudad no se le da mucha importancia? Porque aquí el elemento más cercano de una persona es un mueble, un televisor, etcétera. En el monte lo es el conocimiento, nada más.

“Cuando no había satélites y la observación tecnológica no se había perfeccionado, la experiencia guiaba a la gente. Si la abuela, basada en los elementos que veía en su entorno, decía: ‘Va a llover’, seguro que llovía.

“Hay elementos naturales que todavía se toman en cuenta. Por ejemplo, la creencia dice que si un gallo canta entre las 6 de la tarde y las 8 de la noche es presagio de norte.

Cedro y hormigas

“Si el cedro despide un olor fuerte, entonces es señal de que en dos días lloverá, de acuerdo con la gente antigua.

“Todo eso el campesino lo ve como una predicción. Y no está muy lejos, porque hay árboles y animales que reaccionan a ciertos estímulos de la humedad. Es el caso de las hormigas: es presagio de lluvia verlas pasar en gran número cargando sus huevecillos”.
Según la tradición, las cabañuelas se inician el 1 y concluyen el 31 de enero. Los 12 primeros días corresponden a los 12 meses del año, en orden cronológico; los doce que siguen son también para los meses, pero a la inversa, de diciembre a enero.

Del 25 al 30 de enero, cada día corresponde a dos meses, por partes iguales. El 31, cada hora es para un mes; al llegar al mediodía se retrocede, de diciembre a enero, para cerrar el ciclo de observación.

El ingeniero Caamal Itzá subraya que hace cinco años elaboró por primera vez el formato de observación, pero hace tres lo adaptó mejor a las condiciones y comenzó una difusión mayor.

En ese esquema de medición los campesinos indican el comportamiento del clima tal y como establecen las cabañuelas, pero también llevan un registro del comportamiento de las plantas, animales y otros elementos del entorno que pueden ser fundamentales para una predicción más acertada. Se tiene que indicar la hora de la observación.

Uno de esos elementos, por ejemplo, es el canto de la cigarra. Se dice que es señal de sequía o, por lo menos, de varios días sin lluvia en el lugar donde se le oye.

En el caso de las plantas hay que señalar cuál es el estado de sus hojas y flores.

También se toman en cuenta las fases de la Luna en cada día del registro, pues se considera que influyen en la siembra y el corte de madera, así como en las cosechas.

Bernardo Caamal recuerda que en Tahdziú palpó la importancia de estas costumbres: un campesino, “don Celso”, vio un nido de tórtola en el suelo y de inmediato dijo que ese hecho representa de uno a dos meses de sequía.
“Los campesinos saben mucho, basados en su experiencia. No tienen títulos porque no hay una universidad para eso, pero se han formado en la universidad de la vida”, añade. Ángel Noh Estrada

Bernardo Caamal Itzá | ¿Quién es?
Orígenes
Nació en la cabecera de Peto, pero creció en una ranchería llamada San Lorenzo. Su abuelo campesino marcó su formación.
La escuela
Para ir a la escuela tenía que caminar tres kilómetros. Con el paso del tiempo se interesó en la agronomía y estudió en el CBTA de Oxkutzcab. Después se trasladó a la capital del país para estudiar en la Universidad Chapingo, donde se tituló de ingeniero agrónomo.
Reconocimientos
Mayahablante al 100%, a los 16 años aprendió a hablar español, por necesidades de la escuela. Ha colaborado con la radiodifusora XEPET y es promotor de un proyecto que le ha valido reconocimientos y una exposición en Francia. Ha estado también en Colombia y Argentina.

SINALOA: Sin el mar no sabemos qué hacer; a veces no da para comer
Matilde Pérez U. / La Jornada

Ahome. Sin el mar no sé qué hacer, dice Ramón Alberto Ruiz Villegas, y con la mirada recorre el horizonte de la bahía de Jitzámuri, alimentada por el mar de Cortés, en donde están ancladas una veintena de lanchas de la cooperativa que lleva el nombre de este lugar enclavado en la frontera de Sinaloa y Sonora.

Algunos, dice, sacaron entre 15 y 17 kilos, “no alcanzó ni para comer, porque gastamos 600 pesos en gasolina y los precios se fueron al piso. Nuestras ganancias son de 100 a 250 pesos al día”.

“La pesca se ha vuelto errática”, dice Rodolfo Meneses Chacón, originario de Topolobampo e hijo de pescadores.

Recuerda que en su niñez hasta con piola (cuerda pequeña) se obtenía pargo, lisa, botete.
Pero a partir de la construcción del puerto, creado para recibir grandes busques cargados de granos y minerales e inaugurado en 1991, empezó a bajar.

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