Árabes de todas
las religiones condenan los “crímenes bárbaros” del Estado Islámico
Agencias en El Cairo | Mundo | Fecha: 2014-12-04 | Hora de creación: 22:04:20 | Ultima modificación:22:04:20
OFENSIVA. El gran imán de Al Azhar,
Ahmed al Tayed, preside en El Cairo, durante la conferencia contra el
terrorismo yihadista.
Más de 600 clérigos musulmanes y prelados de las iglesias cristianas de
Oriente Medio participaron ayer en la primera jornada de una conferencia
internacional para combatir contra los yihadistas, que invocan el nombre de
Dios para cometer sus “crímenes bárbaros”.
El objetivo del evento, patrocinado por la Universidad Al Azhar de El Cairo, la principal institución teológica del islam suní, es corregir las interpretaciones coránicas que hacen los grupos radicales para legitimar el extremismo y el terrorismo.
“No es una yihad”. El gran imán de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, dijo que los extremistas ofrecen “falsas interpretaciones” de algunos conceptos coránicos, como la yihad (guerra santa), el “califato” o la “herejía”, con el fin de justificar sus actos terroristas, por lo que instó a los ulemas (estudiosos del islam) a difundir el “significado verdadero” de los textos sagrados para refutar los argumentos de los radicales.
Explicó que la yihad, por ejemplo, fue establecida por el islam como una herramienta defensiva y agregó que ningún musulmán tiene la autoridad para declarar a otro musulmán hereje y, por consiguiente, ordenar su muerte.
“Bajo el manto de esta religión sagrada, se han dado a sí mismos el nombre de Estado Islámico en un intento de exportar su falso islam, que se basa en la masacre, la decapitación y la expulsión de los que discrepan”, dijo Al Tayeb.
“Contra el despotismo”. Por su parte, el destacado clérigo chií libanés Ali al Amin insistió tanto en la corrección de los conceptos religiosos como en la necesidad de iniciar reformas políticas en los países musulmanes para acabar con la represión y en establecer una justicia social.
“Lo que favoreció la aparición del terrorismo fue el despotismo ejercido por los regímenes contra los pueblos, la falta de justicia social y de libertades fundamentales, y la prohibición de los partidos religiosos”, precisó.
Al Amin, que consideró que el conflicto entre Israel y los palestinos es uno de los factores que alimentan también el fanatismo, pidió la reforma de los métodos de los estudios religiosos y del sistema educativo, y la formación de ulemas moderados.
“Convivencia”. Entre los representantes de diferentes iglesias cristianas de Oriente Medio destacaron el papa copto Teodoro II y el presidente de los obispos maronitas de Beirut, Paul Matar, quienes defendieron una interpretación de los textos musulmanes que promueva la “convivencia entre todas las religiones”.
El objetivo del evento, patrocinado por la Universidad Al Azhar de El Cairo, la principal institución teológica del islam suní, es corregir las interpretaciones coránicas que hacen los grupos radicales para legitimar el extremismo y el terrorismo.
“No es una yihad”. El gran imán de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, dijo que los extremistas ofrecen “falsas interpretaciones” de algunos conceptos coránicos, como la yihad (guerra santa), el “califato” o la “herejía”, con el fin de justificar sus actos terroristas, por lo que instó a los ulemas (estudiosos del islam) a difundir el “significado verdadero” de los textos sagrados para refutar los argumentos de los radicales.
Explicó que la yihad, por ejemplo, fue establecida por el islam como una herramienta defensiva y agregó que ningún musulmán tiene la autoridad para declarar a otro musulmán hereje y, por consiguiente, ordenar su muerte.
“Bajo el manto de esta religión sagrada, se han dado a sí mismos el nombre de Estado Islámico en un intento de exportar su falso islam, que se basa en la masacre, la decapitación y la expulsión de los que discrepan”, dijo Al Tayeb.
“Contra el despotismo”. Por su parte, el destacado clérigo chií libanés Ali al Amin insistió tanto en la corrección de los conceptos religiosos como en la necesidad de iniciar reformas políticas en los países musulmanes para acabar con la represión y en establecer una justicia social.
“Lo que favoreció la aparición del terrorismo fue el despotismo ejercido por los regímenes contra los pueblos, la falta de justicia social y de libertades fundamentales, y la prohibición de los partidos religiosos”, precisó.
Al Amin, que consideró que el conflicto entre Israel y los palestinos es uno de los factores que alimentan también el fanatismo, pidió la reforma de los métodos de los estudios religiosos y del sistema educativo, y la formación de ulemas moderados.
“Convivencia”. Entre los representantes de diferentes iglesias cristianas de Oriente Medio destacaron el papa copto Teodoro II y el presidente de los obispos maronitas de Beirut, Paul Matar, quienes defendieron una interpretación de los textos musulmanes que promueva la “convivencia entre todas las religiones”.
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